sábado, 30 de noviembre de 2013

Diego Javier Lorente López
Nuevo director de la banda Unión Musical de Meaño

El murciano Diego Javier Lorente López acaba de ser nombrado nuevo director de la banda Unión Musical de Meaño, formación de tradición que es hoy la segunda más antigua de Galicia y que viene de conocer además un éxito arrollador este verano con el primer premio en el “World Music Contest de Kerkrade” (Holanda), considerado el mundial de la bandas de música. Para su presentación el pasado sábado en un concierto que la banda ofreció en el auditorio de Ribadumia Lorente López eligió la Carmen Fantasy” de Bizet, “A bandolero Story” de Aparicio Barberán, “Perseus” de Satohi Yagisawa y “Malagueña” de Ernesto Lecuona.


“ELEGÍ LA BANDA DE MEAÑO POR SENSACIONES”

Diego J. Lorente, nuevo director de la banda de Meaño
Los inicios tuvieron su anécdota. De pequeño acudía a una escuela de una banda de música murciana y, a la hora de elegir solfeo, se decantó por el clarinete porque lo quería era estar cerca de una niña que le gustaba y que tocaba el requinto. El profesor le advirtió severamente que, para ser clarinetista, debía ser muy bueno en solfeo, disciplina en la que el pequeño no se aplicaba en exceso. Pero su empecinamiento pudo más, le pidió al profesor una oportunidad y en tan sólo una semana dio buena cuenta de dos densos libros de solfeo. En cuanto a la dirección sus primeros “pinitos” los hizo siendo un chaval con un coro de mujeres mayores de la parroquia a petición del cura párroco que se quejaba, digamos, de la pobre sonoridad de la agrupación.
Diego Javeri Lorente completó luego estudios profesionales de clarinete obteniendo la diplomatura en el Conservatorio Superior de Barcelona, y se hizo luego con la Diplomatura de Dirección de Banda en Italia. Entre 2006 y 2012 ejerció como director de la banda de O Rosal, considerado una de las mejores formaciones del momento en el panorama gallego, y donde desempeñó además la labor de director de su escuela de música y profesor de clarinete.

Este verano ganó a la par el concurso para asumir la dirección de las bandas de Salceda de Caselas y Meaño, y se decantó por esta última a pesar de vivir en A Garda lo que le obliga a un desplazamiento de 100 kms. para ensayar y dirigir cada semana en Meaño, un gesto que le honra y que alaban directivos y músicos meañeses.

-       ¿Como acaba un músico murciano en Galicia?
Lorente López en la Casa da Música de Meaño
-       Cuando estudiaba en Cataluña dirigía allí una banda y tenía muchos amigos gallegos que venían a reforzarla muchas veces, y cuando me vieron dirigir me dijeron: “tú tienes que irte a un lugar donde haya bandas de música de verdad”. Y fuera de Valencia la otra zona de España donde esto ocurre es Galicia. En 2006, cuando surgió la plaza para dirigir la banda de O Rosa,l esos amigos gallegos me animaron a presentarme al concurso. Gané esa plaza y fue así que me vine para Galicia. En O Rosal estuve seis años dirigiendo la banda y su escuela de música en la que también ejercía como profesor de clarinete.
-       Usted ganó este pasado verano a la par los concursos para hacerse con las bandas de Salceda de Caselas y Meaño. Me consta que eligió Meaño aún perdiendo dinero. ¿Por qué Meaño?
-       Reconozco que trabajar en Salceda era más cómodo porque yo vivo en A Garda y Salceda estaba al lado de casa. Los desplazamientos y los riesgos que uno asumiría en ellos serían menores, y es cierto que me pagaban más. ¿Que por qué Meaño? Porque la música es también sensaciones y uno a veces se deja llevar por ellas, es como cuando te enamoras y no te fijas en la más guapa, porque hay algo que te atrae de la otra. Y esas sensaciones se corroboraron cuando al final en Meaño fui elegido por casi el cien por cien de los músicos. Meaño se me presentó como un reto atrayente y creo que no me he equivocado. Se da además una coincidencia curiosa: en el último concierto que yo hice con la banda de O Rosal la banda de Meaño fue precisamente la banda que vino a actuar como invitada.
-       ¿Qué referencia tiene de esta banda? ¿Cómo se ve esta formación desde fuera?
-       Se ve como una de las bandas de referencia, suena muy bien y cuenta con un abanico de músicos semiprofesionales buenísimo. Particularmente a mí era de las bandas que me gustaban mucho. Se nota además que ha estado muy bien trabajada en los últimos años por David.
Entre bastidores en el auditorio de Ribadumia se
prepara para salir a escenario 
-       Un David Fiuza que, como director, deja aquí una huella bastante profunda. ¿Eso es para usted es un reto, una sombra…?
-       David hizo en Meaño una labor fantástica, no cabe duda. Por mi parte me toca saber llevarlo, siempre que uno coge una banda ésta ha tenido un director antes. Es una etapa, un cambio y, por lo visto, los músicos han asumido ese cambio y por mi parte yo estoy animadísimo.
-       Asumir la dirección de una banda que ha conseguido el hito del primer premio en Kerkrade ¿supone una responsabilidad añadida?
-       No, especialmente. El logro en Kerkrade ha sido importante, pero cabe relativizarlo y seguir trabajando, y yo veo que los músicos están mucho por la labor, la banda tiene un buen espíritu de grupo, se nota que hay armonía y que se llevan muy bien entre ellos, eso es muy bueno, son las sensaciones de que te hablaba antes y que te hacen decantarte por una banda como ésta.
-       Usted ya dirigió sus primeros ensayos con la banda ¿Qué es lo fuerte que aprecia en esta formación y donde debe mejorar?
-       Lo fuerte es que es una banda muy compensada con uno o dos músicos muy buenos por cuerda. Quizá la percusión sea lo mejor de todo, está integrada por músicos casi todos semiprofesionales y se nota mucho. ¿Dónde cabe mejorar? Me gustaría lograr que a lo largo de este ciclo hubiera más presencia de músicos de en conservatorios para formarse a nivel profesional, en este momento calculo que hay en torno a un 20-30 por ciento que están en conservatorios, quisiera subir considerablemente esa cifra.
-       Hablemos de música. Supongo que cada director viene con sus gustos, ¿cuál es el suyo?
-      Particularmente soy un fanático de la música original para banda. Incluyo en los repertorios obras de orquesta sinfónica, de hecho en mi concierto de presentación lo haré con música de la ópera Carmen de Bizet, pero no me gusta abusar de ellas.

Diriendo por primera vez a la banda de Meaño en su concierto de presentación en el auditorio de Ribadumia

-       David Fiuza se fijó un límite de años para agotar su etapa, ¿usted es de los que se fija también un tiempo?
-       Sí, cuatro años, quizá incluso lo ideal fueran cinco ó seis, lo suficiente para formar a una generación de músicos. Pero luego es el tiempo el que ajusta estos plazos, porque siempre hay un desgaste tanto por parte del director como de los músicos.
-       ¿Se plantea ya proyectos para ese plazo de tiempo, quizá volver a Kerkrade dentro de cuatro años?
-       Por mí Kerkrade sí porque yo no he ido nunca y me haría ilusión. No obstante, creo que la banda de Meaño ya ha estado, ha triunfado y ahora debe asumir nuevos retos, máxime si tenemos en cuenta el dinero que cuesta el viaje y la estancia en el festival holandés. Como primer proyecto me gustaría, en mi condición de murciano, realizar el próximo año un intercambio con una banda de Murcia que significara además un hermanamiento a través del mundo del vino de las denominaciones de origen Rías Baixas, con el albariño tan presente en Meaño, y la de Jumilla en Murcia: la cultura del vino y de la música de la mano en ese intercambio. Otro proyecto sería organizar un concierto con solistas de la propia banda, que los hay muy buenos, para ofrecer en Meaño y luego en un auditorio en condiciones. El dinero de un hipotético viaje a Kerkrade quizá fuera mejor invertirlo en Meaño en empezar construcción de un auditorio.
-       Veo que acaba de aterrizar y ya ha percibido su falta.
-       Sí, en O Rosal disponíamos de uno y eso se nota mucho. Pienso que para Meaño debería ser algo prioritario, y una banda con tanta tradición y con una escuela con tanta demanda y dinamismo en verdad que se lo merecen. Sería esencial para Meaño.

La banda de Meaño en pie con su nuevo director al frente recibiendo el aplauso de público que llenó el auditorio

domingo, 24 de noviembre de 2013

UN AÑO SIN JORGE DOMÍNGUEZ

El pasado miércoles 20 de noviembre se cumplía un año de la muerte de Jorge Domínguez, regidor que marcó una época como alcalde de Meaño durante 21 años, y como presidente de la Mancomunidade do Salnés durante ocho. Nuestro particular Ventanuco se abría en enero precisamente con una página de hemeroteca en recuerdo a su persona a través de su primera entrevista concedida a FARO DE VIGO en 1993. Y si un fotógrafo lo captó como ninguno a través del objetivo de su cámara a lo largo de estos años ese no fue otro que José Luiz Oubiña, otrora profesional de FARO DE VIGO.

Jorge Domínguez en un pleno durante su última legislatura. Foto: José Luiz Oubiña.


Al mediodía del pasado miércoles día 20 de noviembre, hacía exactamente un año, se conocía la noticia de un fallecimiento que conmocionó Meaño y por extensión la comarca. Aunque padecía un cáncer desde hacía justo dos años, enfermedad que sobrellevó con gran entereza, muchos se habían contagiado en ese tiempo de su vitalidad y confianza en la recuperación. Trabajador incansable, siguió ejerciendo su labor de servicio público como alcalde y, en su última etapa, también como diputado provincial hasta días antes de fallecer, acudiendo a diario a su despacho en la alcaldía y, en un ejercicio de superación, estando presente en actos públicos en una última época en que su salud se había deteriorado ya ostensiblemente. Él lo justificaba siempre: “el alcalde debe estar en la calle -solía decir- porque hay vecinos que con tan sólo verlo y saludarlo se sienten más felices, y eso no se lo puedes negar a la gente”.
A pesar de la enfermedad, y confiando en la recuperación, había decidido presentarse a la reelección en las municipales de 2011 en las que, pese a una campaña de la que estuvo ausente por su estancia hospitalaria, obtuvo por sexta legislatura una holgada victoria por mayoría absoluta. Su hija Rebeca Domínguez recuerda hoy como la suya fue una decisión firme: “él nunca dudó en volver a presentarse -asegura- y, si en algún momento lo hizo, creo que la enfermedad le borró esa duda: lo deseó si cabe con más ahínco, porque era una forma de continuar con la normalidad y de no venirse abajo, algo que, por supuesto, en casa respetamos profundamente”.
Su mano derecha en el concello en la última etapa, Lourdes Ucha Varela, tomó su relevo en la alcaldía. “De él aprendí la importancia del trato con la gente -reconoce hoy-, el estar en el despacho recibiendo a diario a los vecinos, sin cita previa alguna, para ayudarles a solventar sus problemas y las muchas horas que dedicaba a esta labor a lo largo de todo el año, de hecho él nunca se tomó un mes de vacaciones durante esos 21 años porque su vocación de servicio público era plena”.

Jorge Domínguez al poco de llegar a la alcaldía en 1991
Alcalde con 31 años
Tenía 53 años. Ingeniero técnico agrícola y técnico superior en riesgos laborales Jorge Domínguez Rosal se había casado con apenas 18 años con Milagros Pérez Gándara, matrimonio del que tuvo dos hijas. Durante la transición colaboró activamente con Germán Rodiño en la confección de su programa y la primera lista con la que éste consiguió la alcaldía tras las primeras municipales. En 1985 entra como funcionario en el concello de Meaño de la mano precisamente del propio Rodiño, ejerciendo eventualmente la secretaría. Su profundo conocimiento de las gentes del municipio y su vocación pública le llevan a encabezar un proyecto propio, Independentes de Meaño (IM), con el que se presenta a las municipales de 1991, cuando contaba 31 años, comicios que gana por mayoría desbancando a Rodiño, quien era alcalde desde la transición. Su proyecto independiente se mantuvo hasta el año 2003 en que, tras ser tentado en varias ocasiones, acepta integrarse en el Partido Popular con el que siguió contando con el apoyo abrumador de los meañeses.
“Él fue un valiente, en 1991 se jugó su futuro y el de toda su familia presentándose a unas elecciones en las que, si perdía, tenía asumido que iba a dejar su plaza de funcionario e irse a la oposición, lo que suponía renunciar a un futuro que tenía asegurado”. Quien así habla es Tino Otero Camiña, su mejor amigo en todos estos años, amén de su “jefe de campaña” como a Domínguez le gustaba decir. Amigos desde la infancia en el Lores natal de ambos, Otero Camiña se asentó en Sanxenxo -concello éste en el que trabaja como funcionario- pero mantuvo sus vínculos con Meaño a través de Domínguez, si bien hoy reconoce que “para mí Meaño sin Jorge se acabó para siempre". Tino Otero ensalza rasgos de la personalidad del que fue su amigo: “Jorge fue un caballero, en aquellas elecciones duras, con familias divididas, con gente que se portó mál con él... Y él nunca tuvo una mala palabra contra nadie, si cabe era más duro con los que estaban a su lado".
Domínguez jura el cargo de alcalde en junio 2011
“Prueba de ese saber estar, y esto -reconoce- lo sabe muy poca gente, fue que cuando entra en el Partido Popular y le organizan una cena a modo de celebración, él puso como condición al partido que el propio Germán Rodiño (quien había sido el alcalde popular desbancado por Domínguez 12 años antes) fuera invitado y estuviese presente en ella. Germán acudió y ese gesto se lo agradeció siempre a Jorge”.
Otero recuerda también el paso de Domínguez por la Mancomunidade do Salnés “que de aquella era un desastre,  llevaba cinco años sin rendir cuentas y en tan sólo tres meses de presidencia Jorge la puso al día”. Y prosigue en sus recuerdos: “te puedo decir que era el alcalde de la provincia más querido por los funcionarios, y eso que en las nóminas era un rácano con ellos, yo mismo, que soy funcionario en Sanxenxo, se lo decía en repetidas ocasiones, pero él no despilfarraba un duro. Era un gran gestor, elaboraba expedientes ante la administración que eran verdaderamente brillantes… Ten por seguro que si la política se midiera por preparación, capacidad y vocación de servicio público, y no por otros parámetros, Jorge hubiera sido un number one

Alcalde de derechas ¿gestión de izquierdas?
Su gestión se basó en los 90 en dotar a Meaño de unos servicios básicos de los que carecía (agua, basura, saneamiento…) para, a partir de entonces, incidir más en una apuesta social (centro de mayores, atención domiciliaria, guardería…), y hacerlo siempre dentro de una política de contención del gasto público, tan de moda hoy, y que se reducía a una máxima: “no gastar lo que no tienes”. Aunque militando en las filas populares muchos veían en él a un político progresista con tendencias de izquierda, lo que podría desprenderse, amén de su apuesta por las políticas sociales, de su firme defensa del sector público frente al privado, de ahí que servicios como la recogida de basura, la limpieza de edificios públicos, la explotación de la piscina, la guardería o el centro de mayores, entre otros, fueran asumidos -y lo siguen hoy- directamente por el concello meañés.

Otra imagen de Jorge Domínguez en su última legislatura captada en estado puro por la cámara de José Luiz Oubiña









  
Eso sí, su sentido crítico con el mundillo político se puso de manifiesto en más de una ocasión. “¿Ser diputado en el parlamento gallego? A mí lo que me llena es ser alcalde de mi pueblo no el ir allí a levantar el dedo” reconoció en cierta ocasión. O en otra cuando afirmó: “creo que el hecho de que concellos pequeños privaticen servicios como el de la basura habla mal de nuestra capacidad de gestión como alcaldes: el privatizar un servicio a la larga siempre ha de salir más caro a los vecinos”. O cuando justificaba la abstención de Meaño en la votación para adjudicar el mantenimiento del campo de golf del Monte Castrove: “no votamos a favor de ninguna de las empresas que se presentaba a concurso porque ningún concello aceptó nuestra propuesta ¿Qué cual era?: la de crear una empresa pública para tal fin”. Y alguna entre bastidores hablando de la corrupción, tan de moda hoy: “la política siempre te ofrece tentaciones -confesaba-, pero yo prefiero tener la conciencia tranquila y conformarme con un plato de comida caliente en la mesa”. O, cuando ya en su últimos años, en una carta abierta publicada en la prensa escrita criticaba que, en estos tiempos de crisis, el gobierno impidiera a concellos saneados como Meaño el poder pagar la extra de navidad a sus funcionarios. Y una última que sale de nuestro tintero: “pienso que lo mejor que puede ofrecer un padre a sus hijos es que éstos puedan ir con la cabeza alta estando orgullosos de haber ser hijos de ese padre”. Buena reflexión para un final ¿o no?.

sábado, 16 de noviembre de 2013

LOS DOS EULOGIOS (II)
...la botella en puerto

Hace algunas semanas abríamos nuestra segunda temporada con un reportaje sobre la historia de los “dos Eulogios”, lo que era la búsqueda vital de una argentina, Estela Domínguez Rivarrossa, de sus antecedentes familiares en Dena (Meaño), descendientes de aquellos Eulogios, abuelo y padre de nuestra protagonista que, junto a su abuela Dolores, emigraran desde para Argentina en el primer tercio del siglo XX. El primer Eulogio, enfermo, regresó para morir en 1919. Los otros -esposa e hijo de aquel- que le sucedieron para “hacer las Américas” no retornaron nunca. Es una de tantas historias de emigración dignas de ser contadas, y que dormitó hasta que el empeño de una de sus protagonistas se afanó por recuperar. Estela Domínguez lanzó su “botella al mar” desde Argentina. En la otra orilla de Atlántico arribó hasta nuestro particular Ventanuco. Aquí hemos contado su historia y pronto nos afanamos pensado que aquel viaje no podía haber sido en vano. Iniciamos así una investigación, compleja por el excesivo tiempo transcurrido desde la marcha de los Eulogios (1915 y 1929), pero que al final ha dado unos frutos. Hoy los compartimos con nuestros lectores.

La "casa de las Pardellas" en Vilarreis hoy, donde se crió Eulogio Domínguez con la abuela Josefa y la tía Divina
   
La vieja casa y su amigo del alma
Cuando su madre Dolores García Pardellas emigró en 1920 Eulogio Domínguez García se había quedado aquí en Dena, con cinco años de edad, al cuidado de su abuela Josefa Pardellas y su tía, Divina García Pardellas -la otra hermana de Dolores- en el barrio de Vilarreis. Aquel Eulogio, fallecido en Argentina en 1994 con 83 años, se había planteado en sus últimos años regresar a Dena pero no se atrevió porque, según nos refería su hija Estela desde Buenos Aires, “tenía miedo de no encontrar nada de lo que había sido su vida aquí: ni la casa de la abuela Josefa con quien se crió, ni a su amigo del alma, Lorenzo, ni sus gentes”. Mal sabía él que, si hubiera vuelto, todavía habría dado con vestigios de lo que un día fue su vida aquí.
Así, la vieja casa donde Eulogio Domínguez García se crió permanece todavía en pie, si bien en ruinas, en pleno centro de Vilarreis, a pie mismo del vial que cruza el barrio. Es la conocida como “casa de las Pardellas” en honor a la abuela, una humilde vivienda de bajo y planta vendida hace medio siglo. El interior de la planta baja lo conforman dos habitaciones, una de ellas la cocina con la vieja lareira en el lateral sur. La planta alta, y según los testimonios, albergaba dos habitaciones si bien, dado el estado ruinoso, resulta inaccesible,

Nos refería Estela Domínguez desde Argentina que su padre les hablaba a menudo Lorenzo, su amigo del alma en aquellos de infancia en Dena. ¿Quién era el tal Lorenzo? Los testimonios
Interior en ruinas de la casa. La vieja cocina con su lareira en la planta baja
recabados no dejan lugar a duda. En realidad se trataba de Lorenzo Vázquez Rodiño, que había
 nacido en Vilarreis y se criaba allí con su familia, precisamente en una vivienda cercana en apenas cien metros a la casa de las Pardellas. En su juventud el referido Lorenzo se casó con Carmen García Martínez, natural de Xil, y con ella tuvo tres hijos. El matrimonio vivió en Vilarreis, en lo que era la casa matriz de Lorenzo, y donde éste falleció en 1999 a la edad de 85 años. Una de sus hijas continúa viviendo hoy al lado de lo que había sido casa matriz.


La abuela Josefa con su hija Divina
y su nieto Eulogio Domínguez
La abuela Josefa y la tía Divina
Dos referencias orales hemos hallado de la abuela Josefa Pardellas y la “tía” Divina. Una, en la persona de Alicia Gándara, una vecina cercana a vieja casa, natural del barrio y que es de las personas de más edad en Vilarreis. Ella la recuerda por testimonio de su madre: “la vieja Josefa crió a la mitad de los niños de Vilarreis -apunta-, porque muchas madres le encomendaban el cuidado de sus hijos pequeños cuando tenían que salir a trabajar. Mi madre contaba que cuando le lloraban por causa del hambre les hacía callar metiéndoles la teta en la boca”. El otro testimonio es de Carmen Naveiro, quien sus 89 años recuerda directamente a Josefa Pardellas: “la señora Pepa -refiere-, que así era conocida, vivía de comprar grano de maíz, lo molía y llevaba luego la harina a lomos de un caballo para vender en O Grove, así era como se ganaba la vida". "La vieja casa -continúa- tenía una pequeña era con la cuadra del caballo que estaba al otro lado del camino. Luego poseía también una vivienda en el barrio de Morouzos, que tenía arrendada a un matrimonio de ancianos. Esa casa se vendió y fue luego la conocida como taberna de Cayetano".
¿Y qué fue de Josefa Pardellas y su hija, la “tía Divina?. Estela Domínguez apuntaba desde Argentina: “a las dos les perdimos la pista, sólo sé que la abuela cuando se casó la hija, Divina, dejó Dena para vivir con ella en Vigo o en Pontevedra”.
La referencia no es correcta del todo. Fue cierto que al cabo de un tiempo se fue a vivir con la hija cuando ésta se casó, pero no lo hizo en Vigo ni en Pontevedra, sino mucho más cerca: Divina García Pardellas se casó en realidad en la localidad de Castrelo (municipio de Cambados), situada apenas a  cuatro kilómetros de Dena. Allí, contrajo nupcias con Manuel González Serén (cuya familia era conocida por el apodo de “os Cantarelos”) y  con el que vivió en una casa del barrio de Couto de Abaixo. Fruto de aquel matrimonio nacieron ¡once hijos!. Dos de ellos fallecieron durante la infancia y, actualmente, viven tres: Gumersindo, Serafín y, la menor de todos, Divina -comparte nombre con su madre-. La abuela Josefa siguió viviendo sóla en Vilarreis -según apunta con clarividencia Carmen Naveiro- y sólo cuando ya era anciana y no podía valerser se fue con su hija para Castrelo. En sus últimos años quedó ciega y falleció hacia 1946 -sin poder precisar la fecha exacta por cuanto sus nietos vivos no la recuerdan-.

Foto de familia de Divina García Pardellas. Ella es la segunda por la izquierda, al lado de su marido (primero por la izquierda)
La “tía” Divina dedicó su vida a la casa y al campo. Su marido e hijos estaban volcados en la actividad industrial de la “telleira de Ansuíña”, un viejo horno donde cocían teja y que propiedad de Manuel González. Divina García Pardellas falleció en 1978 a los 73 años de edad y sus restos reposan hoy en el cementerio parroquial de Castrelo.

Los hijos de la “tía” Divina
Divina González, en el exterior de su casa de Castrelo
Tal y como referíamos antes hoy viven tres de aquellos hijos de la “tía” Divina. En la casa matriz en Couto de Abaixo reside Divina González García, la menor de todos ellos, y que hoy tiene 67 años. Está casada con Ernesto Casal Gondar con quien ha tenido tres hijos. Fue a ella la primera a la que, tras un largo periplo en nuestra investigación, llegamos portando en mano una foto con la “abuela” Josefa, la “tía” Divina y el pequeño Eulogio Domínguez -foto que aparece arriba ilustrando este reportaje-. Cuando salió a recibirnos en el exterior y, tras saludarla, le preguntamos “¿conoce usted a esta mujer?” -señalándole a la “tía” Divina- ella miró extrañada, paseando la vista por su marido e hija allí presentes y afirmó “…está é mamá!”. Y es en este punto donde notamos con firmeza que el barco había tocado puerto. Cuando le relatamos con más calma la historia que nos ha llevado hasta allí pronto asoman vagos recuerdos referidos en su día por su difunta madre (la tía Divina) del Eulogio junior -criado hasta los quince años en Dena y que había emigrado joven para Argentina donde lo requirió su madre- y de viejas fotos que enmarcadas que había en casa "del Eulogio con el gran bigote" (el Domínguez García) pero que ya no se conservan, e incluso junto a su marido pronto adivinan parecidos por otras fotos que le mostramos.

Gumersindo González en Xil
Otro de los hijos vivos es Gumersindo González García “Tucho”, que tiene hoy 74 años y está casado en Xil con Dolores Moldes Conde con la que tuvo seis hijos -tres varones y tres mujeres-. Con ella vive en una casa a pie de carretera en el barrio de  O Pazo. Su juventud transcurrió trabajando en la telleira junto a su padre Manuel “pero cuando me vine del servicio militar con 23 años cumplidos -recuerda-, me casé, y trabajé aún un par de años más en la telleira hata que cerró a inicios de los 60”. Entonces también Gumersindo optó por la emigración a Alemania: “estuve en aquel país siete años -refiere- enrolado en un barco de altura que se dedicaba a la pesca del bacalao en todo el dominio del frío: países bálticos, Islandia…”. “Las campañas -continúa- duraban entre 21 días y 3 meses, según fuéramos a por fresco o para salar. Yo trabajaba en cubierta con los aparejos o abriendo el bacalao, luego, cuando se trataba de salar, la empresa contrataba a cuatro portugueses especialistas en la tarea”.

Serafín González, hace unos años, en Argentina
El tercero de los hijos vivos de la "tía" Divina es Serafín González García. Y éste está más cerca de lo que nunca se había imaginado la persona que se empeñó en recuperar esta historia, Estela Domínguez Rivarrossa. Y es que mal sabía ella que Serafín González, a la sazón primo, vive en Argentina desde finales de los años 50, concretamente en Avellaneda, en la misma provincia de Buenos Aires. La suya también ha sido otra de esas historias de emigración, y es que se marchó dejando en Dena a la que era prometida, Carmen Varela Pérez. Con ella se casaría un tiempo después, pero lo hizo desde Argentina por la modalidad de poderes. Más tarde, Carmen cruzó el Atlántico para vivir allá con su marido. De este matrimonio nació un único hijo, Juan. Ellos sí viajaron ocasionalmente a Dena, la última vez hace apenas unos años para visitar a su familia y revivir emociones en su pueblo natal.


Así pues, el ansiado viaje que Estela Domínguez prepara a Meaño y a Dena se ha cargado aún más de razones. No obstante, es ahora a ella a la que le pertenece cubrir la primera etapa del mismo, la del puñado de quilómetros que separan las ciudades de Buenos Aires y Avellaneda, dentro de la misma provincia, para reencontrarse con su primo Serafín. Hace apenas unas horas le acabamos de facilitar sus señas, un teléfono y una dirección de correo electrónico. Tan cerca y tan lejos. Un encuentro que, de producirse -que seguro que sí-, estará desbordado de emociones. Pero esa será ya otra historia. Quizás un día podamos contarla también desde aquí. Por lo de pronto hemos cerrado el círculo y por hoy nuestro Ventanuco.


OTRAS FOTOS QUE COMPLETAN LA HISTORIA (agracedimientos: hijos de Divina y a Silvia)

La "tía" Divina junto a su marido Manuel González




Manuel González, ya mayor, apoyado en su bastón en una foto en el exterior de su casa en Castrelo


Otra perspectiva de la "casa das Pardellas" en Vilarreis


Interior en ruinas de la "casa das Pardellas" 


Imagen de la techumbre de madera en ruinas de la planta baja


Dolores García Pardellas, viuda del primer Eulogio y madre del segundo, en el patio de su casa en Argentina 
a donde ella emigró desde Dena en 1920


Chimenea de se conserva de la vieja "telleira da Ansuiña"
Divina González con su marido Ernesto Casal
en el exterior de su casa en Castrelo












Foto de un joven Serafín González


Sserafín y su espesa Carmen Varela en Argentina


El primer Eulogio, emigrado en 1915 y que, enfermo, regresa a Dena para morir en 1919, Con él empieza y acaba esta historia.


sábado, 2 de noviembre de 2013

Meañeses polo mundo (III): BÉLXICA
“Manu” Crespo Otero / Bruxelas

Manuel Crespo Otero, “Manu”, ten 37 anos e vive en Bruxelas desde seis. Este meañés cursou a carreira de Dereito na Universidade de Santiago de Compostela, logo fixo un máster en administración local e, grazas a unha beca, foise para capital belga a traballar na Fundación Galicia-Europa. Hoxe faino na Comisión Europea dentro da Dirección Xeral de Agricultura. Desde alí cóntanos como é Bruxelas e a sua xente e, sobre todo, como nos ven os belgas. Tamén aproveita para deixarnos algunhas recomendacións por si algún meañés decide visitar a cidade.

Manuel Crespo (fillo e pai) no Parque do Cinquentanaire en Bruxelas

“BRUXELAS É UNA CIDADE MOI ECLÉCTICA, SEMELLA FEITA A RETAZOS”

-       Cómo acaba un meañés como ti en Bruxelas?
-    Todo xurdíu en 2007 cando obtiven unha beca de traballo na Fundación Galicia-Europa en Bruselas, que é un organismo de representación de Galicia diante das institucións europeas, e daquela víñenme para acá. Con esa beca estiven traballando un ano e tres meses, e despois concedéronme outra da Comisión Europea para facer prácticas na Dirección Xeral de Agricultura. En 2010, que foi o ano da última presidencia de España na U.E., abriron prazas de contrato para traballar na Representación Permañente de España diante da Unión Europea, un organismo que depende directamente do Ministerio de Asuntos Exteriores. Buscaban un perfil que se axustaba ao meu, con idiomas, experiencia previa… Presenteime e aquí estou desde entonces traballando dentro Dirección Xeral de Agricultura nunha unidade que se encarga de controlar que non se cometan infraccións contra a lei comunitaria por parte dos estados membros, de atender as queixas das administracións dos diferentes países sobre as dificultades de aplicación do dereito comunitario no seu territorio, etc.
-       Pensas quedarte aí para longo?
-       Uf, non sei, pero de momento estou contento.
-       En que zona de Bruxelas vives?
-     Bruxelas é unha cidade grande que está dividida nun vintena de comunas, que son como concellos pequeniños. Eu vivo nun piso compartido na comuna de Etterbeek, a uns 10 minutos do centro en metro.
Manu Crespo no centro, de pe, con compoñentes da banda de Meaño ek Kerkrade
-     Bruxelas non está moi lonxe da cidade holandesa de Kerkrade onde este verán non perdeste a ocasión de ver á banda de Meaño, da que ti formaches parte no seu día, no World Music Contest de Kerkrade onde se fixo co primeiro premio. Que opinión che mereceu?
-    A verdade é que fixo unha actuación fantástica, soaba como un orquesta clásica. É un premio de repercusión mundial no mundo das bandas de música e para min foi todo un orgullo estar alí.
-     Dicía a canción que había “un galego na lúa”, polo que supoño que tamén haberá por Bruxelas, non si?
-       Sí, cando estiven traballando na Fundación Galicia-Europa coñecín a moitos. Logo tamén sei de outros que traballan nas institucións de Unión Europea ou en lobbys que están aquí para defender os seus intereses perante a U.E. Entre algúns montamos aquí unha asociación cultural que se chama "Couto Mixto de Bruxelas" co obxecto de tratar de manter e divulgar aquí a cultura galega. A través dela temos organizado xa varios actos como unha conferencia co escritor galego Miguel Anxo Murado, que escribe no The Guardian e que viña de publicar o seu libro “Outra idea de Galicia”, un concerto do grupo galego Marful…
Exemplo da "bruxelización" da que fala o noso protagonista
-       Cómo é á cidade de Bruxelas?
-    É unha cidade moi ecléctica, todo unha mezcla de estilos, razas, culturas… Semella feita a retazos, froito moitas veces da numerosa inmigración. Por iso é doado atoparse con congoleses, magrebíes, turcos, italianos, portugueses, españois… Velo perfectamente si fas unha pequena viaxe en metro ou si te adentas nunha rúa comercial na que, en pouco tempo, escoitas falar en seis ou sete idiomas diferentes. A cidade ten zonas preciosas ao lado de outras que son horribles, belas casiñas ao lado de edificios de formigón carentes de personalidade arquitectónica… Isto é o fenómeno que en arquitectura urbana se deu en chamar “bruxelización”.
-      É Bruxelas a Meca ideal para aprender idiomas?
-      Sí e non. É certo que te atopas con moitos, pero é difícil facer unha inmersión real nun desos idiomas. Para escoitar moitas linguas é bo sitio, pero si o que queres é aprender un idioma concreto o mellor é ir ao país onde só se fale esa lingua, non a Bruxelas.
-       Bélxica vive tamén o seu conflicto entre norte e sur, non sí?
-       Sí, o sur é a Wallonie, que é a rexión francófona, onde o francés é o idioma. Logo está o norte que é Frandes, onde falan holandés. E no centro atópase a rexión de Bruxelas-capital, na que o idioma dominante é o francés, pero que, sin embargo, territorialmente estaría na zona flamenca. Existe pois unha división forte entre valóns e flamencos, tanto que emerxeu un nacionalismo flamenco que avoga incluso pola independencia. E no medio está monarquía tratando de soldar todo isto.

No medio dos campos de tulipáns na veciña Holanda

-       Que é iso de Bruxelas que importarías para unha cidade galega ou española?
-     O ben que funciona a rede de transporte público. Aquí hai unha rede fantástica: tranvía, metro, autobuses… E tamén o gusto polas actividades culturais: calquera local ofrece música en directo e con moi diferentes estilos, gostan de ir ao teatro, ao cine… e non só por ocio, senón porque valoran esa cultura. E todo isto ofrécese a prezos razoables, pensando en tódolos gustos, e con moi poucas colas.
-       E que é o que non te traerías de aí para acá?
-       O copago sanitario. Aquí hai que pagar por ir ao médico e, se tes que ir a un hospital, a factura pode ser tremenda. Certo que se a enfermidade é grave está cuberta, pero se non métenche un bo sablazo.
-       É Bruxelas unha cidade cara para vivir?
-       Bastante, sobre todo á hora de mercar.
-       Ponnos exemplos…
-       Un corte de pelo, 20 euros; un bolete de pan, 2 euros; unha baguette normaliña custa máis de 1 euro; un kilo de dorada, 17… Certo que os salarios son máis altos que en España, pero tamén pagan máis impostos. A cambio, teñen baixa por maternidade máis ampla, garderías, paro indefinido…
Na Grand Place cos seus pais
    -       …Paro indefinido?
   -       Si, se tes un contrato belga e traballas máis de un ano e pico, tes dereito a un subsidio de desemprego. Ese paro que vas cobrando vaise reducindo co paso do tempo ata unha cuantía mínima, pero a partir de aí non na perdes nunca… podes estala cobrando cinco ou dez anos despois se non atopas traballo.
   -  Falando de traballo, coa crise que hai en España, é Bélxica un bo destiño para emigrar na procura de traballo?
 - Aquí existe moita rotación no emprego, isto é, contratos curtos, muda de traballo constante... Hai máis emprego na zona de Flandes que está no norte e que conta con cidades como Amberes, Gante… que son máis potentes. En cambio, en Bruxelas hai bastante paro.
-       Visto por un galego, como son os belgas?
-       O primeiro que che chama a atención deles é que teñen unha gran cultura da cervexa. Esta bebida é aquí o que o albariño en Meaño… e non lle digas a ningún que a cervexa alemaña é mellor!. Polo demáis son xente que teñen menos vocación de servizo que en España. Por exemplo, se vas a unha tenda e pecha as 18 horas, 15 minutos antes xa non te deixan entrar; se tes que reparar a lavadora, pásache o técnico e non están na casa podes ter que agardar semanas enteiras para que volte. As formas de trato son máis corretas en apariencia: moito “por favor”, “gracias”… pero o fondo non é tan bo como en España.
-       E como nos ven eles a nós?
-      Saben que España non é unha entidade única, distinguen ben entre cataláns, galegos, vascos e demáis. Certo que na situación de crise en que está España esaxéranse os tópicos e ata aquí chega tamén a mala imaxe da clase política española. De España nos medios de comunicación belgas ten moita cobertura todo o relacionado coa monarquía e tamén, últimamente, cos escándalos de clase política, o caso Bárcenas e demáis.
Foto dos seus pais, Crespo e Isolina, exercendo de turistas
ao uso diante do "Mannekent Pis"
-       Fai as veces de guía turístico para un meañés que se achegue por Bruxelas. Que non debe perderse?
-      A Grand Place, rodeada toda ela de casiñas flamencas, con edificios dos gremios medievais; o “sablon” que é unha zona de tendas e mercado de antigüidades que inclúe o parque Egmont; visitar nas afóras o “Atomium”, que é un edificio da exposición universal que reflicte a estrutura do átomo, e o Mont Des Arts que é a zona do Pazo Real con belas vistas a cidade, e o Museo da Música. E no centro, foto obrigada xunta o “Mannekent Pis” unha pequena estatuiña duns 60 centímetros que se atopa no curruncho dunha rúa do centro e que amosa un neno de tres anos mexando, é a típica foto de turista que pasa por Bruxelas.
-    E gastronómicamente, que non debemos deixar de probar?
Típico goffre "au chocolat" de Bruxelas nas mans de Manu Crespo
-       Unha cervexa na zona do centro, unhas patacas fritas e, de postre, un goffre que é moi típico de aquí. O certo é que o goffre de Bruxelas é toda una matáfora da cidade: un rectángulo perfecto, moi bonito por fóra pero que por dentro está vacío, só ten aire, pero ao final góstache. E se un quere un prato máis fondo probar unha “carbonada” que unha carne tenra estofada con salsa de cervexa.



OUTRAS FOTOS PARA COÑECER BÉLXICA. Todas as fotos desta entrevista son xentileza de Manu Crespo

Serres Royales: invernadoiros da familia real na zona do Atomium que abren ao público só duas semanas ao ano no mes de maio


Pais do noso protagonista con amigos en Gante
Mannekent Pis


Catedral gótica de Bruxelas pola noite, templo éste adicado a San Miguel e Santa Gúdula



Mont des Arts, con vistas da torre  da GP ao fondo


A Grand Place á última hora da tarde


A Grand Place de noite




Pazo Real en Bruxelas


Estampa de Bruxelas nevada































A cidade de Ghent ou Gante de noite











Xogando un partido de fútbol á tardiña na praia