Pinta
un trayecto sinuoso en la política meañesa, penalizada por la falta de cintura
a la hora de negociar. Y es que tras 40 años de mayorías absolutas, los meañeses nunca se
habían instruido en ello. Las nuevas generaciones, lejos del espíritu pactista de la
transición, adolecen de ello en todas las esferas. En Meaño, a la controvertida
fórmula para designar los representantes en la Mancomunidade do Salnés -con su presidencia de juego- le
siguió hace unos días un pleno extraordinario inédito, tan innecesario como estéril.
LA POLÍTICA MEAÑESA NAUGRAFA EN MARTES 13
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El pleno en la sesión extraordinaria del martes 13 |
Pleno
extraordinario inútil el celebrado en la noche del martes (día 13) en Meaño, con
un único punto en el orden del día: la aprobación de una modificación puntual
del PXOM para regularizar la situación de área industrial de A Pedreira. Y tras
el turno de debate salió adelante la propuesta del PSOE, en la que Manuel Radío
solicitaba retirar el punto del orden del día al haber carecido de tiempo su
grupo, dada la premura de convocatoria, para estudiar un documento de por sí
denso. El portavoz socialista demandaba “realizar reuniones previas para
explicarles a los vecinos esta modificación del PXOM”. Mientras, Meaño
Independiente solicitaba que el asunto sí se abordara en la sesión y que el
pleno votara su apoyo (o no) a la modificación.
El
alcalde Carlos Viéitez delegó en el pleno aquella decisión, sometiendo a
votación la propuesta del PSOE de retirar el asunto del orden del día. En la
votación, la propuesta salió adelante al ser secundada por el propio Partido
Popular, con lo que, el acto seguido, se levantaba la sesión sin abordar el
único punto programado para el orden del día, lo que convertía en baldía la
sesión.
Resultó
una operación estéril que, en la práctica, acarrea a las arcas municipales un
coste de 1.440 euros, de ellos 880 euros corresponden a las dietas a los 11
ediles -a razón de 80 euros por cada uno, excepto el alcalde y la edil liberada
a tiempo parcial que no percibe dieta- y 560 euros por las dos comisiones
previas que requirió la sesión, a saber, las de Urbanismo y Cuentas.
Argumentario
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Votación de archivo de parte del grupo popular |
El
regidor Carlos Viéitez abría la sesión explicando el proceso de una
modificación puntual que arrancaba en noviembre de 2017 y que, a partir de ahí,
fue requiriendo de una tramitación compleja que obligaba a un rosario de
informes sectoriales. Al haberse completado los mismos, procedía someter el
asunto a aprobación en la noche el martes en el pleno. El alcalde explicaba que
la modificación obdedecía a “la necesidad de regularizar el área industrial, y
obtener además una nueva cartografía, actualizada y acorde con la realidad de
la zona”.
No
obstante, en su turno de alocuciones Manuel Radío (PSOE), atribuía el resultado
del área industrial de A Pedreira “a la desidia mostrada por los últimos grupos
de gobierno, que fueron consintiendo la impunidad de muchas empresas a la hora
de construir”. Para enderezar la situación Radío Oubiña abogaba por un portal
de transparencia, y por realizar previamente reuniones con los vecinos
afectados para explicarles la modificación. “Fuimos convocados -apuntaba- el
día 9 de agsto (en relación a la Xunta de Voceiros), el día 12 con los
empresarios y hoy (por martes 13) en el pleno, sin disponer de tiempo real para
desmenuzar el estudio de un documento ya de por sí complejo”. Ello motivó su
solicitud de retirar el punto del orden del día.
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Otra instantánea del pleno baldío |
Por
su parte José Manuel Aspérez, tras apuntar que “hacer lo posible para
regularizar y ampliar esa zona industrial en beneficio de empresas y vecinos”,
criticó la convocatoria y el gasto que suponía un pleno extraordinario
“convocado con prisas”. Acto seguido destapó la caja de Pandora con una
polémica sobre una segunda fase prevista, que sería una ampliación futura de
área de A Pedreira. Y para ello, según exponía, se perfilaba en esa nueva
cartografía un nuevo vial para ejecutar, y que supondría al concello invertir,
según afirmaba Aspérez Montes, “49.000 euros en la compra de los terrenos de
ese vial y 90.000 para urbanizarlo, cuando la normativa de áreas industriales
contemplan, no la compra, sino la cesión de terrenos por parte de empresarios
para la apertura de viales”. Un argumentario que, en ese aspecto, se apoyaba en
un informe de la secretaría en el que anunciaba la inversión.
El independiente advertía además de la
posibilidad del manejo de información privilegiada por parte algunos
empresarios que pudieran haber comprado ya los terrenos afectados por esa
futura ampliación. La controversia sobre vial y la información privilegiada
encendió la réplica del regidor contra el independiente, a quien acusó en
ensuciar el asunto.
Cierto que la tensa situación generada, se
había cocinado ya durante la mañana en las comisiones previas. En la de
Urbanismo el PSOE anunciara ya una abstención, lo que descolocaba a un Carlos
Viéitez, sorprendido por ver abocado el pleno convocado para aquella noche, a
un callejón sin salida, toda vez que daba por descontado que Meaño Independiente
no iba apoyar la modificación tal y como se había gestado.
Tras
votar y retirar el asunto del orden del día el público, que llenaba la sala,
prorrumpió en un aplauso. Un gesto que unos interpretaban por la situación
ridícula generada, y otros, como única salida honrosa del grupo de gobierno, a
fin de evitar una votación perdida. Y es que aquella modificación del PXOM
necesitaba del apoyo, como mínimo, de 7 de los 13 votos, y aquella posibilidad
se esfumaba.
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Imagen de ampliación del área de A Pedreira (en colores castaños la zona a ampliar) |
La
“modificación 4 bis” -que es su denominación oficial- se explicaba previamente
en la noche de lunes a los empresarios, en una reunión pública mantenida en la
casa de cultura de Xil. En ella Manuel Barbeito, técnico de la firma Urbes,
perfilaba las líneas maestras de la modificación, para intentar meter en
normativa un amplio abanico de naves, construidas hace años, y que no se
ajustaba a la normativa vigente. Así, la modificación puntual concebida de
forma específica para regularizar el área industrial de A Pedreira, contempla
ampliar las alturas de 7 a 9,50 metros; reducir la distancia a viales de 5
metros a 3 ó 4, según sea éstos sean de titularidad municipal o provincial;
reducir también la distancia a construcciones colindantes, de los 5 metros
actuales, a 3 (en caso de edificaciones inferiores a 7 metros de altura) ó 4
(para edificaciones de más de 7 metros de altura). Con respecto a la distancias
de los cierres de perímetros de empresas con respecto al eje de la carretera
principal, que atraviesa el el área industrial en dirección Padrenda-Ribadumia,
dicha distancia se reduce de los 36 metros que rigen hoy (18 metros a cada
lado) a los 18 metros (9 a cada lado).
Por
otra parte se mantiene la parcela mínima de 1.000 m2, si bien se aumenta la
edificabilidad de la parcela del 50 al 65 por ciento, y la ocupación en planta
se ampliaría del 50 al 70 por ciento. Además se permitirán sótanos,
entre-sótano y entreplantas, así como edificaciones complementarias que no
sobrepasen el 20 por ciento de la edificación principal, más una plaza de estacionamiento
por cada 150 m2 construidos. Y una última, la modificación contemplaría el uso
de acuicultura para este espacio de A Pedreira.
De
prosperar la aprobación inicial del en el pleno, tocarían dos meses de
exposición pública y presentación de alegaciones, pero se frustró en la noche
del martes, requiriendo la oposición más información para los vecinos
afectados, y tiempo para estudiar el documento, lo que supondrá retomarlo más
adelante.
Luego
tocaría una segunda fase, que es la que se aventuraba ya en la reunión con los
empresarios. En ella el técnico de Urbes explicaba que esta “modificación 4bis”
no permitía modificar la línea exterior del perímetro del área industrial.
Acometer pues la ampliación tocaría afrontarse en una segunda fase. Y pensando
en ella se perfilaban ya en esta modificación algunos viales en previsión, para
comunicar la arteria principal del centro con otras exteriores que bordearían
la zona industrial ampliada, para confluirían en una rotonda a construir
carretera principal en la entrada de Padrenda.
Dietas
Eso
sí, tras el insólito episodio protagonizado, el Partido Popular se hacía eco de
su renuncia a percibir las dietas que les correspondían -si bien, a efectos
legales, dichas pagos han de percibirse y luego imputarse fiscalmente-,
mientras, a la par, MI anunciaba -tal y como hizo en una ocasión en la anterior
legislatura-, donar el importe del equivalente de sus dietas en alimentos no
perecederos que se destinarían al Banco de Alimentos municipal.