"A Cova do Trasno" Infantil, presenta...
“CARACOL, CARA DE COL”, HISTORIA DE AUTOESTIMA Y SUPERACIÓN DE LA DISLEXIA
El foro cultural “A Cova do Trasno”, que organiza la asociación G.A.M., regresó en la noche el viernes. Lo hizo, por primera vez, con una versión infantil, dirigida por ello exclusivamente a los niños y al público familiar, y eligiendo como sede la biblioteca escolar del CEIP As Covas, que se aprestó a coloborar con la iniciativa. La elegida fue la escritora Baia Fernández de la Torre que, por un momento, transformó la biblioteca en un espacio donde hacer volar la imaginación alrededor de “Caracol, Cara de Col”, el segundo de los libros de su colección “Obxectivo Alambique”, con la que esta cuntense está emergiendo en el panorama literario infantil.
En torno a una treintena de meañeses, entre
niños, padres y madres, compartieron así un cuento que Baia Fernández
interpretó interactuando con ellos. Un relato de superación, autoestima y
amistad, en que los bichos de una huerta figurada -mosquito, ciempiés,
escarabajo, miñoca y mariquita- vivieron su particular aventura con un caracol,
del que solína mofarse por su “cara de col”. Un cuento, el suyo, de cuidada
edición, ilustraciones de Tania Solla con fondo a toda página, que se publica
en lengua gallega papel reciclado,
respondiendo a los coherencia de la autora con los valores que ella postula. De
fondo, un decorado en madera, sobre una alfombra verde césped, emulando una
huerta en su esplendor.
Y para enmarcar el momento -tal y como es
norma de esta “Cova do Trasno”-, música en directo, de manos en esta ocasión de
Ofelia y José Carlos con sus violines, que trasladaron a los mayores al mundo
mágico de los niños interpretando la canción del popular “Doraemon” de los
dibujos animados, “Bajo el Mar” de la película “La Sirenita” y, para los
padres, el “Pippi Calzaslargas” de aquella infancia suya.
“Para los niños -explica Baia Fernández-, el
cuento es, primero, una oportunidad para detenerse a ver lo que habitualmente
no ven y, a su manera, servirles para una reflexión interior ante la situación
de unos personajes con los que pueden sentirse identificados; y, a la par, es
un potente estímulo para su imaginación”. Y es que el cuento, siempre ha sido
-y es- una herramienta motivadora y educadora para los padres en relación a los
hijos: “ese momento del cuento, en que los padres leen -apunta la cuntense-, se
convierte en mágico para la comunicación, en que los niños preguntan sobre lo
que habitualmente no preguntan, en que se paran a escuchar lo que habitualmente
no escuchan, y en el que poder entender a su hijo pequeño, un momento en el que
los dos conectan con ese mundo interior… El cuento es un vehículo maravilloso
para ello”.
Dislexia
En su diseño, “Caracol, cara de col” incluye una tipografía de letra y un
reparto de la página pensado también en atención a la dilexia. Un trastorno de
aprendizaje que, mismo reconoce, padece la propia Baia Fernández, de ahí su
preocupación por el ámbito. “La literatura -explica-, me apasionaba desde niña,
yo vivía rodeada de libros y no era capaz de terminarme uno… Me resultaba
complicado lo sencillo y, en cambio, fácil lo que era difícil para otros”. “Mi
cerebro -reconoce- era diferente, lo sigue siendo, y no fue hasta los 25 años
en que diagnosticaron una dislexia, pero cuando era niña mis dificultades se
atribuían a la vagancia”. “Y no fue hasta entonces -agrega- en que, tomando
conciencia de ello, aprendí a explorar otros mundos, otras maneras para
alcanzar las mismas metas que otros”.
Por ello, su llamamiento a familias y educadores, para contribuir
detectar la dislexia en edades tempranas: “Cuando de niño existe una
inapetencia o vagancia de por si ante la lectura o el aprendizaje en el
colegio, mi primer mensaje siempre es, atención: consultar con un experto,
hacer pruebas de diagnóstico para descartarlo o descubrir si la causa real es
una dislexia, que es algo más habitual de lo que se cree”. Este trastorno, que
afecta sobre todo a lectura, ortografía y escritura, exige de enfoques y
técnicas educativas específicas -tanto en colegio como en familia- con el objeto
de tratar de descubrir cuanto antes el cómo poder progresar con el niño
disléxico. Un trastorno que puede acompañar de por vida, aun siendo luego
adultos totalmente normales, pero que han tenido que descubrir caminos propios
para un desarrollo en plenitud.
Manuel Ángel García daba el pistoletazo de salida al encuento con Baia con un saque de tenis de mesa del CTM GAM. (Apertura original) |
Este primer encuentro arrancaba además recordando la actividad que la Asociación G.A.M. tiene en marcha en el CEIP de As Covas como estraescolar en el pabellón de deportes, donde se ofrece tenis de mesa, y el poder enrolarse luego en el CTM GAM federado. Su director y entrenador Manuel Ángel García Lobato ponía en valor el deporte como formador y como herramienta para la autoestima del niño. Ahora, por delante, para este otoño-invierno, dos encuentros más de “A
Cova do Trasno” con los que completar su habitual trilogía, y cuyo hilo
conductor este curso será el ciclo vital del ser humano. Si este primero estivo
centrado en los niños, en lo sucesivo le esperan dos más, uno pensado en padres
y un último en la tercera edad.
Una panorámica de la biblioteca escolar en el moento de "A Cova do Trasno Infantil" |
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