Era a finales de los 90, en el mes de enero de uno de esos años nuevos, cuando en una de entrevista de sábado con el alcalde Jorge Domínguez en su despacho del ayuntamiento, literalmente éste reconocía en su respuesta: “no, no voy a ir a Fitur con el viaje de la Mancomunidad, porque tenemos pleno (en Meaño), y lo primero es que nada del exterior altere el funcionamiento interno ayuntamiento”. Una sesión, aquélla, que debía corresponder al ordinario de enero y que debía celebrarse el último lunes de mes, y que sí tuvo lugar en día y hora. Son formas y formas de quien está al frente de un ayuntamiento.
MEAÑO, SIN PLENO ORDINARIO DESDE HACE SEIS MESES
El alcalde Carlos Viéitez no ha convocado el pleno ordinario
correspondiente al mes de mayo, que debía
haberse celebrado el pasado jueves 30, y lo reconvierte en extraordinario para
celebrarse este próximo miércoles día 5 a las 20 horas. La oposición lamenta no
haber sido informada en su día del aplazamiento, y sólo el viernes 31 se
conocía la convocaba del extraordinario. Se lo temían, y estallan así por una
práctica abusiva que, entienden, no hace sino dificultar la fiscalización de la
oposición y medrar la opacidad creciente del gobierno local amparado en su
mayoría absoluta.
Saltándose el acuerdo plenario
Cabe recordar que en el pleno de organización, celebrado tras las
elecciones de 2023 con fecha 6 de julio, se establecía, a propuesta del regidor
y por acuerdo plenario -así se recoge en acta-, que “las sesiones ordinarias
del pleno de la corporación se celebrarán cada dos meses, el último jueves de
los meses impares” y que, en el horario de verano que rige por estas fechas, se
celebrará “a las 21 horas en primera
convocatoria y a las 21,30 en segunda”.
No obstante, Meaño no convocó -ni celebró- pleno ordinario alguno, que
debían haber sido los correspondientes a los meses de enero, marzo y ahora
mayo. En todo este tiempo, tan sólo una vez, por concesión del regidor, se
permitió en el pleno extraordinario celebrado el 11 de abril, el capítulo de
ruegos y preguntas, si bien no aceptó la presentación de una moción de urgencia
que pretendía el BNG, al tratarse de un pleno extraordinario. Un capítulo de
ruegos y preguntas que vuelve a conceder de nuevo en el extraordinario de junio
-que, por norma, no proceden en sesiones extraordinarias-, pero sí se teme que
volverá a cerrar la puerta a mociones de urgencia.
Una imagen exterior del consistorio
En estos últimos seis meses, el concello de Meaño celebró sesiones
extraordinarias con fechas 29 de diciembre, 11 de marzo y 11 de abril, amén de
los protocolarios del 23 de enero y 15 de mayo para sorteos de sendas mesas
electorales para las autonómicas y -el último-, a las europeas. En los 45 años de democracia municipal, insólito, en medio año ni un sólo pleno ordinario que fija la norma. Más aún, a la hora de no
celebrarse los ordinarios, que debían haber correspondido a las fechas 25 de
enero y 28 de marzo (el último no podía al coincidir con Jueves Santo), también
se ignoró el acuerdo plenario de organización donde, literalmente, se establece que “si
el día corresponde a festivo inhábil (el pleno) se celebrará el día hábil
siguiente”, lo cual, visto lo visto, no acaeció.
Cristina Castro (izquierda) y Rosana Domínguez (derecha)
Valoraciones de la oposición
El malestar de la oposición crece al no ser notificada. Cristina Castro, portavoz de Meaño
Independiente, reconoce que “estamos asombrados con la falta de respeto que el
gobierno de Meaño muestra cara a la oposición y, por extensión, a la
ciudadanía”. “No es que no se celebren los plenos ordinarios a lo que está
obligado, sino que además no notifica suspensión alguna a la oposición, y para
después transformarlo en plenos extraordinarios en los que no poder preguntar
ni ejercer nuestra labor de control”. La independiente, lamenta además la falta
de una razón coherente para los aplazamientos. En el de enero el regidor
pretextó la falta de secretario, dada la renuncia temporal de la anterior
secretaria Teresa Escudero a su puesto. No obstante, cabe aclarar qué la
situación es conocida desde inicios del mes de diciembre anterior (y
oficializada por Teresa Escudero a finales de ese mes), y que el concello de
Meaño cuenta en plantillas con una funcionaria que, por categoría, puede
ejercer legalmente de secretaria ocasional y, de hecho, así lo hizo luego en algunas
sesiones de 2024.
La independiente lamenta también que varios de los extraordinarios se
hayan celebrado a las 14 horas, “un horario que dificulta la presencia de
vecinos, incluso algunos concejales para poder acudir por horarios laborales u
obligaciones familiares con niños a esa hora”. Agrega además que, en su caso,
no pudo aceptar un compromiso laboral para el pasado 31 de mayo, “porque sabía
de antemano que ese día y a esa hora tendría pleno, y tuve que rechazar esa
propuesta”.
Por su parte la portavoz del BNG, Rosana
Domínguez, reconoce que “por casualidad supe que no se iba
a celebrar el pleno, explicando el regidor que se debía a cuestión organizativa
de la administración local, y que, en principio, preveía su celebración para el
próximo miércoles (lo cual hizo), si bien formalmente a día de hoy (por 30 de
mayo) no sabemos nada”. “Eso sí -agrega- nos tememos que esa sesión se
convierta en extraordinaria para sesgar a la oposición su labor de control y la
posibilidad de poder presentar alguna moción por urgencia, llegado el caso”.
Tal cual, y así fue. “La actividad política del concello –añade Rosana
Domínguez- debía responder a una actividad regular, que los plenos ordinarios
deben respetar la fecha establecida, sobre todo para que la actividad política
meañesa discurra con la máxima normalidad y, en el caso de tener que cambiar un
pleno ordinario, se vuelva a convocar como ordinario y no como extraordinaria,
para hacer posible la labor reglada de la oposición”.
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