viernes, 25 de enero de 2013


Fai un par de meses finaba o alcalde de Meaño Jorge Domínguez Rosal a causa dun cancro. Tiña 53 anos. O seu pasamento foi unha noticia que conmocionou a todos. Era o alcalde decano da comarca, non en van estivo no cargo 21 anos, amparado sempre en cómodas maiorías que  durante seis convocatorias electorais lle deron os veciños, a primeira delas en 1991 cando el contaba só 31 anos. Aquí reproducimos de xeito íntegro a súa primeira entrevista por parte dun servidor para FARO DE VIGO. Era o 25 de xullo de 1993.

Jorge Domínguez no seu despacho da alcaldía en xullo de 1993.
Foto cedida por José Luiz Oubiña


A sus 33 años, Jorge Domínguez es el alcalde más joven de la comarca de Arousa-Salnés. De profesión ingeniero técnico agrícola, llegó a ocupar una plaza como funcionario en el ayuntamiento de Meaño, presidido entonces por su antecesor en el cargo, Germán Rodiño, hasta ejercer incluso, eventualmente, la secretaría. Sus incursiones en la política comenzaron en Coalición Galega, y en junio de 1991 fue elegido alcalde por Independentes de Meaño que sostiene un gobierno con mayoría absoluta.

“SI UN DÍA ME DECIDO, TENDRÉ QUE AFILIARME A UN PARTIDO, NO SOY GIL Y GIL”

- Presentarse por Independentes en Meaño ¿es un sentimiento ideológico o una estrategia política para ganar las elecciones?
    - Es una protesta contra el sistema. A mí me sobraban partidos políticos para presentarme, y ahora me sobran muchos más. Pero yo creo en las personas y no en los partidos, aunque los considero necesarios para una democracia. Soy muy heterogéneo, pues tengo pensamientos que coinciden con fuerzas conservadoras y otros que figuran en los planteamientos más progresistas.
   - O sea, que esos rumores de su posible ingreso en algún partido político, como el Partido Popular, ¿son inciertos o verdaderamente existe algo?
    - Si yo fuera dirigente de un partido político y viera que en un pueblo un chaval es capaz de ganar las elecciones sin ningún apoyo político trataría de ficharle. Por ello no me parece raro que alguien intente hablar conmigo para convencerme de ingresar en un partido.
    - Existieron conversaciones y hasta que punto de acuerdo se ha llegado?
    - Sí, sí. Hubo conversaciones constantes y con diversidad de partidos. Otra cosa es que yo me quiera meter en política. Ahora que, si un día lo decido, tendré que afiliarme a un partido, yo no soy Gil y Gil.
- Pero, ¿ese día esá cercano?
- Yo pienso que no debería estar aquí mucho tiempo como alcalde porque no es bueno ni para el pueblo ni para mí. Figúrese que todavía no he decidido si me presentaré o no a las próximas elecciones.
   - Después de casi dos años de mandato, ¿en qué ha mejorado el Meaño de Jorge Domínguez con respecto al período anterior de Germán Rodiño?
    - No soy el más indicado para valorar si mejoró o no. Pero de lo que sí estoy convencido es de que cambió, y ello se aprecia sobre todo en el sector servicios. Hoy cerca de mil personas consumen agua pública que antes no había. Tenemos un servicio de recogida de basuras. La plaza de abastos de Dena tiene unas instalaciones muy adecuadas y, en el plano cultural, se realizan numerosas actividades. Además Meaño tiene hoy un peso específico en la comarca de O Salnés que antes no tenía, y esto se valora más desde fuera que desde aquí.
   - ¿Cuáles son los problemas fundamentales con que se encuentra el gobierno en un ayuntamiento tan pequeño como Meaño?
    - El primer problema es el nivel cultural inferior, lo que mucha veces dificulta la relación con el vecino. La discusión siempre resulta más fácil con una persona que conozca y sepa de que se está hablando. Este nivel, afortunadamente, en Meaño está aumentando y ello se aprecia si nos ponemos en la parada del autobús que lleva a los alumnos al instituto y veremos cómo su número ha aumentado considerablemente. Y un segundo problema viene dado por la falta de presupuesto. En un pueblo pequeño, donde no existe el dominio de un sector económico, resulta difícil gravar con impuestos porque no hay economía clara. Y estos son necesarios para dotar a la población de los servicios básicos.
     - La instalación de un vertedero de basuras fue uno de los problemas más graves con que se encontró en su mandato. Una recogida de firmas, un informe de Adega en contra y una denuncia contra el ayuntamiento en el Juzgado de Cambados por un grupo de vecinos lo avalan. Denuncia sobre la que se le ha vuelto a llamar a declarar.
     - Sí, me llamaron a declarar pero no fui. La denuncia ya la había zanjado el anterior juez a nuestro favor. Lo que ocurre es que, posiblemente debido al exceso de trabajo, la apartaron a un lado. El nuevo juez y el nuevo fiscal retomaron el tema, pero no es que se produjera una nueva denuncia. Sobre la recogida de firmas hubo una confusión y yo tengo testigos que pueden afirmar que los engañaron diciéndoles que era para arreglar un camino. Por lo demás todo vertedero es un atentado ecológico. En los tiempos que vivimos, tener un vertedero es una vergüenza. El problema es que la gente te pide que le quites la basura de delante de su puerta, y en algún lado hay que echarla.
   - Durante las elecciones usted se mostró contrario al actual trazado de la vía rápida de O Salnés a su paso por Meaño. Tras una protesta vecinal ante el puente elevado de Pereiras parece que cambió su opinión. ¿Qué hay de cierto?
   - Yo movilicé a los vecinos por el puente y nuestro grupo tuvo un representante en la protesta, pero se retiró ante el corte de la carretera, ya que entendíamos que ello perjudicaba a los vecinos. Sigo entendiendo que el trazado no nos favorece y así se lo hice ver a la Cotop. Intenté modificarlo pero era luchar contra molinos viento. La Xunta ya lo había aprobado. Entonces solicité a la consellería que nos compensara.
   - ¿Y qué hay de esas compensaciones?
   - Se logró un enlace para Meaño. Hay un proyecto para traer agua que cuesta 100 millones de pesetas y una promesa de arreglo de la carretera Samieira-Castrelo de la que todavía no sé nada.