sábado, 24 de febrero de 2018


Han pasado ya diez años desde que en diciembre de 2007 se aprobara de la Ley de Memoria Histórica que, entre otros aspectos, establecía que “escudos, insignias, placas y objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura” deberían ser retirados de los edificios públicos. Después de una década el municipio de Meaño, como otros arousanos, conserva todavía vestigios que conmemoran aquella guerra y dictadura, y que incumplen la legislación vigente.

LOS RESCOLDOS DEL FRANQUISMO EN MEAÑO

Placa de mármol en el fachada de la iglesa de Padrenda
Placas de “Caídos por la Patria” en las iglesias, elementos conmemorativos y yugos falangistas adornan todavía algunos lavaderos públicos y fuentes meañesas, manifestaciones franquistas que perviven aún en este municipio saliniense, al igual que en otros de la comarca. De hecho, en Meaño tres de las siete iglesias parroquiales mantienen en su fachada aquellas placas de mármol blanco de “Caídos por la Patria” o “Caídos por España”. Son las de Dena, Simes y Padrenda. Entre las tres, figuran el nombre de un total de 21 víctimas fallecidas en el bando franquista durante aquel conflicto militar, todos ellos coronados, como era de rigor, por José Antonio Primo de Rivera, encumbrado como mártir de la causa golpista, y con la voz militar de “¡Presentes!” a modo de epílogo del monumento conmemorativo. Ningún otro elemento recuerda a los vencidos, olvidados en la guerra fratricida y en una historia escrita durante 50 años por el bando golpista.
En Dena, que es la localidad más grande del municipio, la placa, situada a la izquierda de la puerta de la parte vieja del templo, alberga bajo una cruz griega y sin encabezamiento alguno el nombre y apellidos de doce vecinos de la localidad, fallecidos todos ellos en combate por el llamado “bando nacional”, y que aparecen bajo por el nombre de José Antonio Primo de Rivera, esculpido este en letras de mayor tamaño.
En Santa María de Simes, otra placa similar preside la fachada. En su caso, bajo el epígrafe de “Caídos por España  1936-1939”, se contabilizan los nombres de cinco varones de la localidad muertos en aquel conflicto militar. Vecinos de Simes recuerdan como, hasta bien entrados los años 70, la viuda de unos de aquellos caídos colocaba un cirio y flores en memoria de su difunto marido a los pies del monumento.


Iglesia de Dena con una placa franquista a la izquierda de la puerta
La tercera de las placas se conserva en la iglesia de San Martín de Padrenda. Esta pieza de está presidida por un epígrafe donde, literalmente, reza “Caídos por Dios y por la Patria”. En ella aparecen esculpidos, debajo del omnipresente Primo de Rivera, los nombres de cuatro vecinos, que que, en su caso, figuran bajo la singular mención de “Hijos de la Parroquia”. A sus pies, y en un lateral, el yugo falangista con sus cinco flechas.
Otras iglesias meañesas no contaron con placa o bien le fue retirada en su día, tal y como ocurrió en la iglesia de San Xoan Bautista de Meaño, en que esa pieza de mármol rompió, casual o intencionadamente, cuando a mediados de los años 70 la parroquia, con una comisión vecinal al frente, llevó a cabo una remodelación del atrio para retirar el viejo camposanto que albergaba la tierra, más realizar la limpieza de piedra y madera de la vieja iglesia.

Un siglo después
La iglesia románica de Simes posee otra placa franquista en el muro de la torre
Cien años después de la Guerra Civil son muchos los que aún evitan polemizar sobre la pervivencia de estas placas, prueba en parte que, en que una tercera y camino de una cuarta generación sobre aquel conflicto militar, no parece socialmente superado.
Así, preguntada sobre la pervivencia de las estas placas, la alcaldesa Lourdes Ucha reconoce que “en ningún momento nos hemos parado a darnos cuenta de ellas, tal vez, como para nuestra generación siempre han estado ahí, nos vienen pasando hasta desapercibidas”. “Por otra parte -agrega- nadie nos ha planteado nunca la demanda de retirarlas. Cierto que si hay una ley, debe cumplirse, pero tampoco sabemos bien a qué administración compete el asunto”. “Además -añade-, al estar en este caso en un edificio que no es titularidad pública, sino de la Iglesia, se entiende que la decisión parece debería competer al arzobispado”.
Desde la oposición Aspérez Montes (Meaño Independente) e Icía García (PSOE) limitan su opinión a la legislación vigente. El primero ampara la suya en que “existe una ley, y las administraciones, incluida la local, lo que deben hacer es cumplirla”. La segunda precisa: “la norma es muy clara -afirma- y es el deber del concello de Meaño cumplir la Ley de Memoria Histórica, tal y como se están haciendo otros concellos”. 
Algunos vecinos preguntados abogan por la pervivencia de estas manifestaciones, otros en cambio las rechzan de lleno: "¿Que pensaríamos si fuéramos a Alemania y nos encontráramos en iglesias, lavaderos o fuentos placas con símbolos nazis que se conservaran a modo de recuerdo?", se preguntan. "Eso mismo -se contestan- es justo lo que piensa un turista alemán o extranjero cuando llega a aquí y se topa con estas placas. No ha lugar".

Inscripción que reza en la fuente del lavadero de "A Fontiña" en Cobas, remarcada en tiza para resultar legible legible al lector

La voz de la Iglesia
Cuando se les pregunta, los sacerdotes que regentan estas parroquias también evitan la polémica. “Nunca hubo problema alguno sobre el particular -reconoce Juan Ventura Martínez, párroco de Simes, y a la sazón también de San Vicente de O Grove-, ni en Simes ni en San Vicente, en cuya fachada existe también una cruz conmemorativa de este tipo, y no hubo conflicto alguno por la presencia de estas piezas, nadie demandó su retirada”. “Además -advierte-, no es fácil porque algunas iglesias están catalogadas formalmente como monumentos históricos, y en ellas no se puede tocar una piedra sin el permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio”.
Preguntado sobre la cuestión Javier Aguado, responsable de comunicación del arzobispado de Santiago, explica la posición de la institución: “Tanto desde la Vicaría General -precisa- como desde la Asesoría Jurídica, se estudian todos los escritos remitidos al Arzobispado por los concellos sobre la retirada de placas de las iglesias, y se les da una respuesta a cada demanda”.


Otra imagen de la fachada de la iglesia de Dena con la placa franquista
Desde el arzobispado santiagués se es consciente de que las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, pueden, entre sus medidas en pro de la retirada de estos elementos franquistas, decretar la supresión de subvenciones o ayudas públicas a las instituciones o colectivos que se opongan, tal y como ha ocurrido en diversas comunidades española, como en su día la extremeña. Eso sí, el Arzobispado recuerda también que muchas iglesias están catalogadas como Patrimonio Artístico, lo cual limita cualquier actuación a realizar en ellas.
Cierto, la Ley de Memoria Histórica precisa que la supresión de estos elementos “no será de aplicación cuando (…) concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”, lo cual podría aplicarse, según los defensores de la pervivencia de estas placas, a iglesias y templos de culto. Por contra los detractores argumentan que son elementos añadidos, que no forman parte del monumento histórico catalogado como tal, y que además están adosados, por lo que su retirada, tal y como ocurrió en su día en la iglesia de San Xoan de Meaño, inventariada por Patrimonio como iglesia románica, no supondría daño alguno a los edificios.

Lavaderos y fuentes
Otra panorámica de la fuente y lavadero de "A Fontiña" en Cobas
Pero no sólo en iglesias. Algunos lavaderos y fuentes del municipio meañés albergan también elementos franquistas, y estos sí están propiedades públicas. El más llamativo, sin duda, en la fuente de “A Fontiña” en el barrio de A Igrexa en Cobas, un monolito granítico construido en 1959, donde reza literalmente la inscripción “bajo la égida del Caudillo Francisco Franco”, fuente -cuya agua por cierto, no es apta para consumo humano- está cobijada bajo la estructura de un lavadero cubierto con armazón de madera y teja del país (en la fotografía que ilustra este reportaje la inscripción aparece remarcada en tiza para ser legible ante la cámara). Sin salir de Cobas el lavadero de Aldea de Abaixo, a pie de carretera, construido en 1958, conserva también en un lateral de su frontal el “vítor” franquista, símbolo elegido como escudo para ensalzar el triunfo en la Guerra Civil en el desfile de la victoria de 1939 en Madrid, el cual bebe en el crismón del Bajo Imperio Romano y que algunas fuentes relacionan con alegorías astrológicas o de la alquímicas para proteger al dictador.
Amén de en Cobas, también la fuente de Trubisquido en Meaño conservaba un trabajado bajo relieve del yugo falangista, si bien en este caso ha sido erosionado recientemente por alguna mano anónima. Además en Dena, la fuente de Dadín mantiene otro relieve falangista, y en Xil la “fonte das Seis” en Ganón, la más socorrida del municipio para abastecerse de agua potable, alberga una placa con las siglas O.S.M. (Obra Social del Movimiento) y el emblema de la falange junto a la fecha de construcción (1953).

Lavadero de Ponte-Dena con el yugo falangista en una placa a la entrada
Existen además en Meaño otros dos lavaderos públicos que conservan estos elementos. Uno es el de Ponte-Dena, construido en 1953, fecha que reza en una placa bajo  el yugo falangista. El otro, el de As Abeleiras en Lores, construcción ésta del año 1950, y que cuenta también con el yugo falangista grabado en su caso en la propia piedra. Dos lavaderos que fueron construidos precisamente siendo alcalde de Meaño, José Lis, reconocido militante del Movimiento y la Falange, y destacado activista vinculado a episodios de represión durante la contienda militar.

Otros concellos
No sólo Meaño. En muchas localidades arousanas pervive aún la simbología franquista. En Pontecesures la Iniciativa Galega pola Memoria Histórica denunciaba hace unos meses la decisión del alcalde Juan Manuel Vidal de someter a consulta la obligación de retirar esta simbología. En Catoira el BNG demandaba la supresión de yugo falangista de la fuente de Tras da Veiga. Dos pruebas más, en otras de la comarca, que demuestran que diez años después las propias administraciones siguen incumpliendo la ley. 


sábado, 17 de febrero de 2018

 hemeroteca  
Lembras o asunto dos polos belgas alimentados con piensos contaminados por dioxinadas que chegaron á cadea alimentaria a fins dos anos 90? Parácheste a pensar no toxicidade da carne tratada co antibióticos ou clembuterol? O 16 de xuño de 1999 publicábamos en FARO DE VIGO esta entrevista con Joaquín Rodríguez Pomares, biólogo cambadés afincado en Meaño e que por entonces era presidente do Colectivo Ecoloxista do Salnés, que nos achegaba a estas realidades na comarca. Traémolo hoxe ao noso particular Ventanuco para convidar á reflexión.

La comercialización de pollos belgas alimentados con piensos contaminados por dioxinas y que saltó estos días a los medios de comunicación ha relanzado el protagonismo de estas toxinas de las que tanto hablaban los grupos ecologistas. El presidente del Colectivo Ecoloxista do Salnés el cambadés Joaquín Rodríguez, quien a la vez profesor de Bilogía de enseñanzas medias desde hace diez años, habla para FARO DE VIGO de estas dioxinas y su presencia en nuestra comarca.

"DEBERÍA CONTROLARSE LA EMISIÓN DE DIOXINAS EN DIVERSOS PUNTOS DE O SALNÉS"
           
Joaquí Rodríguez Pomares
Para que entenderlo a nivel básico: ¿que son las dioxinas?
Son unas moléculas muy simples que tienen una parte orgánica con carbono, oxígeno y cloro, y que son muy parecidas a ciertas hormonas del cuerpo humano.
¿A qué se debe su toxicidad?
A que, por no se sabe qué casualidad, entran en las células y se unen a un receptor de éstas, el cual les lleva al núcleo de la propia célula. A partir de ahí empiezan a modificar la actividad de ese núcleo, lo que lleva una división anormal de la célula y alterar el crecimiento y la diferenciación celular. En otras palabras, pueden alterar la especialización de las células dando lugar a que surjan otras sin función determinada, sin especialización; y ésta es la característica de las células cangerígenas.
¿De donde surgen las dioxinas?
Para que aparezcan dioxinas se necesita normalmente de una combustión incompleta, sobre todo de algunos productos químicos que contienen cloro: pvcs, plásticos, neumáticos, aceites de automóviles, ciertos materiales de electricidad... Algunos de estos productos contienen además PCBs que son unas sustancias muy tóxicas y, precisamente, al quemar esos PCBs se producen las dioxinas más tóxicas.
¿Cómo pasan al cuerpo humano?
Existen tres vías de penetración. Una a través de la piel, porque las dioxinas son sustancias que se disuelven en la grasa y pueden atravesar la piel. Otra, por vía respiratoria, al inhalar polvo o humos; el propio tabaco produce algunas cantidades de dioxinas y, de hecho, fueron sustancias muy similares a las dioxinas las que demostraron últimamente que existe una relación clarísima entre el fumador y el cáncer de pulmón. Y, finalmente, a través de la vía alimentaria.
Que es el caso de los pollos belgas...
Efectivamente. Los aceites se usan para dar un contenido en grasa a los piensos, y en el caso belga se utilizaron aceites industriales recalentados que, al haber sufrido una combustión, contenía dioxinas. Si con sólo recalentar ese aceite se producen dioxinas, imagínate quemándolo.

Vertedero de Meaño en Fontefría en los años 90
¿Qué focos especiales de emanación de dioxinas existen en la comarca de O Salnés?
Existen puntos especialmente significativos. Aparte de los vertederos incontrolados, que corren el riesgo de sufrir combustiones incompletas, existen algunos puntos legalizados que creo habría que controlar muy seriamente: los vertederos municipales en algunos concellos, que son lugares en los que se realizan quemas de basura, y los lugares donde se queman aceites usados de vehículos. Tanto en los talleres donde se recogen aceites usados como en la empresa que se encarga de quemarlos, que es Cerámica Campo en Vilalonga, son necesarios unos controles muy serios; nosotros no sabemos que se hiciera alguno. Aclaro, yo no estoy diciendo que ahí se esté contaminando, yo digo que, como ciudadanos, deberiamos exigir que en esos sitios se realizaran los controles necesarios, que además es lo que marca la ley. También existe otro punto de riesgo y que es un vertedero de neumáticos situado en Couto de Abaixo en Castrelo donde se acumulan miles de neumáticos y que, como llegue a arder, se convertiría en un foco de contaminación inmenso. Fuera de la comarca existe un punto delicado que es Celulosas, empresa que vierte a la ría grandes cantidades ingentes de sustancias similares a las dioxinas, sin olvidarnos de la incineradora de basura que Sogama instaló en Cerceda.
¿Denunció su colectivo estos puntos de O Salnés?
Alegamos contra la incineradora de aceites de Vilalonga y estuvimos siempre denunciando el caso; también denunciamos ante el Seprona el vertedero de neumáticos en Castrelo, y ni nos contestaron. Nosotros, en principio, estamos denunciando las cosas, pero no nos hacen mucho caso; hacen más caso a veces por la repercusión en la prensa que por las propias denuncias que hagamos.

Joaquín Rodríguez en una de sus aficciones
Estas zonas de emisión de dioxinas ¿pueden  dejar sentir sus efectos en la población en un futuro?
Es muy difícil saberlo porque la toxicidad en las personas depende de muchas cosas: depende de la persona, del lugar a donde vayan a parar esas dioxinas por causa del viento... No sabemos, por eso pedimos que debería hacerse un estudio. La legalidad marca que en los puntos de emisión y en sus cercanías, así como en los propios talleres de aceites, se tienen que realizarse controles, y nosotros, como ciudadanos tendríamos que exigir que se hiciesen.
¿Qué recomendaciones se podrían dar a los vecinos o a la administración local para reducir el riesgo de emisión de dioxinas?
No es cuestión de alarmarse porque las dioxinas las llevamos respirando desde hace mucho tiempo y habría que respirar mucho y en zonas muy contaminadas para demostrar que el cáncer que se pueda desarrollar sea por eso. Después, hay pequeñas cosas que el ciudadano debería tener en cuenta como, por ejemplo, evitar prender sus fuegos para la quema de rastrojos haciendo uso de un neumático. Para la administración local lo que procedería sería demandar y exigir que se realicen controles en los puntos más delicados. La administración no puede limitarse solamente a informar favorablemente cuando una empresa presenta un proyecto en lo que todo es maravilloso, sino que luego debe realizar un seguimiento. Y nosotros desde el Colectivo tenemos comprobado que ese seguimiento es un desastre. Con respecto a los aceites, lo ideal sería no quemarlos, existen otros procesos químicos de regeneración que los purifican y los hacen reutilizables.
El tema de los pollos belgas, que saltó estos días a los medios de comunicación, ¿cree que puede ser la punta de un iceberg en cuanto a las dioxinas y otras sustancias nocivas en lo que a alimentación se refiere?
Yo no te voy a decir que sí o que no, pero por eso que te acabo de decir: que nunca se hace un seguimiento de las cosas, y temo que pueda ser. De hecho, lo de añadir aceites industriales a piensos no es la primera vez que pasa, y aquí en alguna comunidad autónoma ya se detectó últimamente. No sé si es el caso de las dioxinas el peor, los piensos tienen muchas sustancias que no son nada buenas para el cuerpo. Así contienen una carga tremenda de antibióticos porque, lógicamente, no es rentable que los pollos enfermen por lo que previenen añadiendo antibióticos al pienso. Y aquellos pasan a la cadena alimenticia, y las bacterias que nos afectan, al convivir con esos antibióticos, se hacen resistentes. También aparecen en ocasiones las hormonas, caso del clembuterol famoso, que a veces se utiliza en el tratamiento de algunas enfermedades del ganado. Pero con esa disculpa se está utlizando a la ligera, porque es también un potente anabolizante que hace que los animales engorden a unas velocidades inmensas. Y así un montón de cosas más. Mientras la producción ganadera sea una carrera a favor del dinero, que tenga como objetivos ganar producción y ahorrar dinero, esas cosas van a seguir pasando. Hay que comenzar a ir por la otra vía: ir por la ganadería limpia, aunque luego el consumidor tenga que pagar un poco más, yo creo que estaríamos dispuestos, porque ese sería un impuesto que pagaríamos por nuestra propia salud.


sábado, 10 de febrero de 2018


Los marcos ó mojones de piedra no sólo se han usado en Galicia como lindes de fincas dado que, en ocasiones, municipios y, dentro de ellos, hasta parroquias, cuentan con esos postes de piedra anclados al suelo para delimitar territorios, en aras a dejar claras la línea de linde con los vecinos. Aunque muchos han desaparecido, todavía hoy se conservan algunos de estas simbólicas piedras. Dar con ellas resulta labor ardua si no se cuenta con la guía de ancianos del lugar, ávidos de legar su testimonio a futuras generaciones.

MOJONES DE FRONTERA

Placa sobre la casa de Mosteiro marca el límite de Santo Tomé de Nogueira
En Mosteiro-Meis, en la calle conocida como Rampa de Feira que da acceso a la Plaza de España, en el lintel de la fachada de una vieja casona que mira a la calle, en una placa de mármol reza literalmente: “Límite de Santo Tomé de Nogueira y San Vicente de Nogueira”, recuerdo de una división administrativa que hoy no existe. “Antiguamente -explica Isidoro Dios, vecino de la villa- existían tres parroquias en esta zona, que eran las de Santo Tomé, San Vicente y San Lorenzo, las tres de Nogueira. El barrio de Mosteiro se partía entre las dos primeras. Pero aquella división administrativa no tiene ya vigencia hoy, por cuanto las tres parroquias se agrupan ahora bajo el nombre de Nogueira, a secas”.
La casona, número 3 de de aquel Santo Tomé,  deshabitada en la actualidad, fuera en el pasado una reconocida casa de comidas, tienda de ultramarinos y estanco de la villa, la cual regentaba Pastora Rodríguez y su hija Carmen a finales de la década de los 50 del siglo pasado. Durante algunos años una de sus estancias fue además consultorio de Don Cándido, el médico de la villa, y en la primera planta residió con su familia el también médico Don Florentino Hurlé, que pasaba su consulta en Pontevedra. Carmen Reguera, que se hizo con la casona por legado familiar, reconoce que una de sus ilusiones “es restaurar esta casa porque forma parte de mi infancia, en ella me crié con Pastora y su hija Carmen, que era mi madrina, y aquí pasé algunos de mis mejores años”. “Cuando era casa de comidas -rememora- el salón se llenaba con feriantes y gentes de todos lados que acudían a la feria del Mosteiro, que se celebraba arriba en la plaza. Tanto Pastora como Carmen servían comida casera y tenían fama de ser buenas cocineras, razón por la que el comedor de la planta baja, que era todo a un correr, se llenaba de gente cada día de feria”.
La citada placa, que precisa el límite entre las parroquias de Santo Tomé y San Vicente, según refieren los viejos del lugar, “siempre estuvo allí”, si bien algunos, por lo usual de la estampa, admiten no haber reparado en ella. El vial que sube hacia la plaza de España marcaba aquel límite, hoy desaparecido, y así las viviendas de la otra orilla de la cuesta pertenecían ya al entonces San Vicente de Nogueira.

Maximiono Villanueva se apoya en el mojón en el alto de O Busto
donde se unen los concellos de Meaño, Sanxenxo y Poio
Unión de tres concellos
Pocos lindes en la comarca son tan visibles y claros como este. Dar con los mojones que delimitan municipios y localidades resulta tarea ardua si no se cuenta con el testimonio de algunos de los ancianos del lugar. A sus 74 años, Maximino Villanueva, a la par que camina para mantenerse ágil a su edad, se brinda a guiarnos por el monte de Armenteira. De su mano, y amparados en un mapa topográfico de la zona, damos con el punto  exacto del monte de O Busto donde un mojón de cuatro caras y 1,20 metros de altura, firmemente anclado en el suelo en medio de un camino forestal, marca, cerca de la cumbre del Outeiro da Calle, el punto exacto en el que confluyen los municipios de Meis, Poio y Meaño. El mojón presenta inscripciones en sendas caras, siendo legibles dos de ellas donde reza “N1” u “Pi”. 

Maximino Villanueva señala el mojón que limita los ayuntamientos de Meis y Poio
Desde lo alto, y siguiendo la línea del cortafuegos que separa los concellos de Poio y Meis, divisamos al otro lado de la carretera, y en la parte baja, otro mojón de similares características.  Bajamos hasta él, cerca ya del lugar conocido como Foxo das Vacas. “Este mojón -explica Maximino Villanueva- es un marco que colocaron hace algunos años los comuneros de Poio y de Meis para delimitar bien la masa forestal que correspondía a cada comunidad”. En una de sus caras se lee “MVMCP Busto” y en la otra “MVMCD Arén” (en relación al barrio de Samieira). De la mano de nuestro protagonista damos con un tercer marco, éste de dimensiones más modestas, a pie mismo de la intersección del camino forestal con un cortafuegos, en las faldas que caen del Outeiro de Palaimos, y que marca también el linde entre Meis y Poio.

Linde Meaño-Sanxenxo
Carmen Bouzada (D.E.P.) en el mojón de su viña en Dadín
que separa los concellos de Meaño y Sanxenxo
En el barrio de Dadín en Dena la era el Carmen Bouzada alberga en medio de una parra de viña otro de estos mojones que, en su caso, marca el linde entre los concellos de Meaño y Sanxenxo. “Esto es la Pirenaica -bromeaba la anciana que contaba 85 años cuando nos lo mostraba en 2013-, porque justo hasta aquí llegan los dos municipios”. “Antes -explicaba- solían venir a pintar la piedra algunos técnicos y lo marcaban con unos números, para eso de los mapas. Por ello nosotros en casa no quisimos quitar nunca la piedra, pese a que está justo en medio de la viña”.
Existen también mojones que delimitan parroquias dentro de un mismo concello. Así en al área industrial de A Pedreira, a pie de la PO 9305 que une Dena y Barrantes, se sitúa uno de estos marcos que descubrimos de la mano de Ramón Piñeiro -conocido como como Moncho “O Ferreiro”-, un vecino octogenario de Padrenda que nos guía al lugar, donde precisamente él posee una tira de monte. En su caso es una piedra curva de grandes dimensiones que emerge del terreno y que está hoy camuflada entre brotes que eucalipto que lo cubren. “Cuando éramos jóvenes -rememora Ramón Piñeiro- recuerdo que un grupo de jóvenes de Sisán, cuando pasaban por aquí, solían apostarse contra la piedra y se retaban entre sí intentando derribarla, pero por mucha fuerza que hacían el marco no se movía un ápice”.

Mojón de Paradela que separa las localidades de Meaño y Lores
Otro de estos los marcos lo encontramos en Paradela de Lores (Meaño), en la era de la otrora bodega “Casa de Arcas”, proyecto auspiciado en su día por el cosechero Manuel Padín. Se trata de mojón ubicado en una parra de viña e pie de la pista que sube desde Paradela hacia Río da Vila. El mojón delimita en ese punto el límite entre las localidades de Lores y Meaño. “Cuando mi padre se casó y vino a vivir para esta casa -apunta hoy el hijo de Manuel Padín- el mojón ya estaba en este mismo lugar y pese a que, dado su tamaño, ocupa parte de la viña, nunca nos planteamos retirar la piedra porque tiene su razón de ser”.

Límites nacionales
Mojón en A Pedeira que marca el linde entre Xil y Padrenda
No sólo entre concellos y localidades, sino que incluso en las fronteras con Francia en los Pirineos o, en su caso, en el sur de Galicia con Portugal, centenares de mojones son verificados cada cierto tiempo por los concellos limítrofes. En los años 40 del pasado siglo también se dispusieron otros de hormigón en carreteras y, aunque en el caso de Meaño, algunos vecinos atestiguan que varios coincidían con los límites entre parroquias, estos fueron desapareciendo las reformas y ampliaciones de viales.
Cierto que la ausencia de estos mojones ha provocado en ocasiones discrepancias entre concellos a la hora de delimitar sus propio municipios. Uno de los más recientes en la comarca de O Salnés lo conoce Meaño en sus lindes con Sanxenxo, Cambados y Meis. Y es que en 2014 una revisión catastral, replanteaba en algunos puntos los límites entre ellos y, como consecuencia, Meaño perdía diez viviendas que pasaban a concellos limítrofes. En concreto se trataba de seis viviendas del barrio de Tanoira (Padrenda-Meaño) más una en Coirón (Dena), que pasaban a Cambabos; una vivienda de Cobas que se trasladaba a Meis; y dos casas de Viliquín (Dena) que caían en Sanxenxo.

Otro mojón en el monte Castrove que separa los municipios de Meis y Poio
Sus propietarios reclamaron ante Castastro el seguir perteneciendo a Meaño. En el caso de Ramón Caneda, con su vivienda 31-C en Viliquín, quien presentaba incluso un certificado catastral de 2005 que acreditaba que su casa había sido construida en suelo de Dena, su petición fue aceptada por lo sigue incluida en Meaño. José Manuel Otero y su esposa Mª Luisa Naveiro, no tuvieron igual suerte, y su vivienda nº 47-C de Viliquín, se trasladó  a Sanxenxo. Otros siguen continúan aún en el limbo peleándose aún con la administración para dirimir el ayuntamiento al que en realidad pertenecen. Ni el concello de Meaño, que presentara también en su día alegaciones para que esas diez viviendas siguieran en su término municipal, obtuvo desde entonces respuesta oficial alguna por parte de Catastro.

domingo, 4 de febrero de 2018

Meañeses polo mundo (X): nixeria
 Ramón Meixús Filgueira / Lagos

O meañés Ramón Meixús Filgueira viaxou desde Lores a Nixeria na procura de traballo. Fixoo xunto co seu veciño Manolo Lare. O que en principio ía ser unta estadía curta para realizar un traballo de canteiría na construcción, foise dilatando no tempo porque alí xurdíu unha oferta para quedarse. Ramón Meixús leva alá case que cinco anos e recoñece terse xa acostumado, pero como bo galego, bota de menos a terra e, en particular, o seu Lores natal.  Fotos: álbum de Ramón Meixús

"EN NIXERIA AS DESIGUALDADES SON ENORMES" 

Como xorde a idea de ir para Nixeria?
Ramón Meixús cun grupo de nnenos en Nixeria
Foi en 2013 cando un mediador que traballaba en Nixeria foi a Jumisa para encargar granito galego porque quería construir alí unha obra diferente para o seu xefe, un potentado home de negocios do país. Ese mediador prantexou en Jumisa a necesidade de viaxaran un par de homes a Nixeria para colocar a pedra, dado que alí non había canteiros que traballaran este material na construcción. Quen máis e quen menos achicouse porque a ninguén lle tiraba ir para África. Foi Manolo Lare, que traballaba en Jumisa, o que me falou o asunto, e eu díxenlle: “se hai que ir vaise... Imos ti e máis eu e xa está!”. Díxeno como quen non quere a cousa, pero Lare tomoume a palabra, e aínda que non pensei que aquelo fora adiante, máxime cando os papeis tardaron un mundo, sí acabou arrancando. E alá nos vimos en Nixeria… e todo aquelo era novo para nós!
Como era obra era que tiñades de construir alí?
Era a casa dun magnate do país, un home de raza negra que era un importante empresario vinculado á construcción, ao petróleo e que ten incluso a exclusividade da DSTV, que unha das grandes canles de televisión nixeriana. Estaba a edificar unha mansión de dúas plantas, cunha superficie de 800 m2 por planta… Imaxínate!. Nós iamos sobre todo para colocar cornisas e piares… algúns de 2,5 toneladas de peso!. Cando acabamos regresamos a España.

O noso protagonista vestido coa camiseta da selección española
Pero voltaches e marchar outra vez.
Si, tempo despois de estar en España chamáronnos de novo porque fora outro container con chapa de pedra que había que colocar. Foi cando acabamos ese segundo traballo que o xefe chamounos e prantexounos se queríamos traballar para el.
Supoño que iso non estaban nos plans.
Para nada. Cando mo prantexou, eu, como bo galego, díxenlle aquelo de “Depeeendee!...” Todo ía en función a manter as condicións, isto, para nós, era ter un salario algo superior ao que estabamos cobrando en España, do contrario non compensaba quedar en Nixeria, ter unha casa na que vivir, un cociñeiro, e un chófer que nos levara e trouxera de volta do traballo... Porque alí a conducción é tremenda. Houbo acordo ao momento. Así que quedamos, e levamos aquí xa case que cinco anos.

Onde vivides?
Unha panorámica do barrio en que vive
Vivimos nunha casa nun barrio residencial que se chama Lekki, mesmo nas aforas na Lagos, que é a capital.
Lagos é unha cidade segura?
Para a xente de a pé pódese dicir que si. Alí teñen moito medo a policía… porque enseguida che zurran. Certo que os magnates, caso do noso xefe, teñen escolta privada e armada para a súa seguridade.
Ten vida nocturna a zona onde vives?
Sí, ten un mundo. Pero o problema alí é a electricidade. Non te podes imaxinar ter unha luz como en España toda a noite, iso é imposible. Nós temos dous xeneradores enormes na casa para dispor de luz.
Que é o que mais che chamou a atención de Nixeria?
As enormes desigualdades. Mesmo na carretera tanto ves auténticos cacharros como Ferraris, Jaguars, e nos portos espléndidos iates.
¿Cómo levas comida nixeriana?
A nosa dieta aquí é a base de arrós e polo, que en Nixeria se come moito. Polo demáis a comida nixeriana a min non me gusta: aquí todo é a base de sémolas, fariñas, pescado afumado…
Pero algún plato nixeriano tería comido neste tempo, non?
Claro que sí. Por exemplo, o “sharwarma”, que é un prato tipo taco mexicano. É como unha filloa, ben empaquetada, que no medio leva carne picada en unha chea de ingredientes… Sabe ben, gustoume, pero no podo abusar porque leva picante, alí moitas comidas se condimentan sempre con picante e iso nunca lle sentou ben ao meu corpo.


Ramón Meixús vestido cunha indumentaria típica nixeriana
Podes mercar alimentos de importación?
Sí, é a sorte que temos. Certo que esos productos son moi caros. Para facerte unha idea, ao cambio, aínda que varía, 1 euro veñen a ser 420 nairas, que é a moeda nixeriana. Pois ben, un mazá pode custar 100 nairas, pero un só limón pequeno… 500 nairas! E un bol de patacas que trae 7 ou 8… custa 1.000 nairas!
A como está prezo da gasolina e do gasoil en Nixeria?
Eso é barato, aquí un litro de gasolina custa a 150 nairas, esto é, apenas 36 céntimos de euro, e un litro de gasóleo, 47 céntimos.
Que característica che chamou a atención dos nixerianos?
Que son moi relixiosos. Aquí hai musulmáns e cristiáns, pero respétanse e conviven entre eles sen ningún problema, incluso casan entre sí, e na obra os obreiros musulmáns e cristiáns durmen mezclados

Durmen na obra?
En plena faena nas tarefas de construcción en Nixeria
Sí, porque salario que lles pagan é tan baixo que non lles da para ir á casa. Por iso pasan a noite durmindo na obra que están construindo, adoitan permitirllo ata que a obra non remata.
En que matas o tempo libre aí?
En ver a televisión, poñerme un pouco con isto de internet para estar en contacto cos meus aí en Lores, e en xogar algún partidos de fútbol, sobre todo cun grupo de italianos que hai por aquí.
Séguese o fútbol español en Nixeria?
Sí, vese a liga española. O Barcelona é o equipo con máis seguidores
E desde aí, botas de menos Lores e Meaño?
Claro que sí, un bota de menos á familia, a comida… dou fe que a morriña existe, pero non só é cousa de galegos.
E algún sitio da zona de aquí en especial bota un de menos?
Un paseo pola ruta de muiños de Lores nun día de sol.
Prantéxaste un prazo para voltar?
De momento non.
Para rematar: se alguén que esté lendo esto se lle pasa pola testa irse a buscar traballo para Nixeria… que lle dirías?
Vir un só para acá na procura de traballo é prácticamente imposible. Tes que ter un mediador, é dicir alguén que che faga unha oferta de traballo, como nos pasou a nós. A min neste momento non me pediron operarios, pero se me pediran xente aquí claro que podería botarlle unha man a quen estivera interesado. Pero para iso ten que haber primeiro unha petición real desde Nixeria.


 GALERÍA DE FOTOS, álbum de Ramón Meixús en Nixeria 








Una imaxe dun iate de luxo en Nixeria, exemplo das desigualdades
das que fala o noso protagonista