sábado, 25 de agosto de 2018

conversas.com
Diego Rosal Chaves
Percusionista meañés de "Píscore"

Mañana domingo, 26 de agosto, la Praza da Feira de Meaño acoge a las 21 horas el espectáculo “Concerto (non tan) singular”, premio de clown del público en festivales Vilagarcía y Pontevedra, de mano del cuarteto de percusionista “Píscore”, y que en Meaño pondrán en escena junto con la Banda Unión Musical de Meaño. La formación está conformada por los maestros de percusión bandas consagradas, y que son Pablo Cabanelas (Banda de Salcedo), Pepe Varela (Banda de Lalín), Félix Rodríguez (Artística de Merza) y Diego Rosal (Unión Musical de Meaño). Un Diego Rosal que completó los seis cursos de Grado Profesional en el Conservatorio de Santiago, y los cuatro de Grado Superior en Vigo, y hoy, con 34 años, es el profesor que lleva más años impartiendo estudios musicales en la Escola de Música de Meaño, docencia que compagina con su labor en las escuelas musicales de Cambados y Sanxenxo.

“EL PERCUSIONISTA CONTEMPORÁNEO AÚNA EXPRESIÓN CORPORAL, SONIDO E IMAGEN"

¿Cuándo y cómo se inició en la percusión?
Diego Rosal Chaves captado 
por el objetivo de Iñaki Abella
Los inicios fueron en el colegio Salesianos de Castrelo donde acabé cursando la EGB, y allí, con 11 años en sexto curso, empecé a tocar la batería en el grupo del colegio que se llamaba Ronsel. El aprendizaje que hacíamos allí era puramente rítmico, no académico al uso. Al año siguiente comencé a cursar solfeo en la Escuela de Música de Meaño y a los 14, que ya algo tardío, me inicié en percusión en esta escuela con el maestro Rubén Ferreira. Ahí la instrumentación me enganchó de lleno lo que me llevó a cursar los estudios reglados en conservatorio hasta completar la carrera musical.
¿Qué es “Píscore” y como se forja?
Es un cuarteto de percusionistas que nació hace un par de años, concibiendo este espectáculo de clown, bajo el título “Concerto (non tan) singular”, que aúna música y dramatización, y para ello fue clave estar bajo dirección teatral de Fran Rey, que es un profesional del mundo del teatro.
¿Que se encontrará el público en Meaño con la representación de su “Concerto (non tan) singular”?
El espectáculo dramatiza una batalla musical de los cuatro percusionistas, con apariciones y desapariciones detrás de biombos, con momentos de sorpresa y otros de riñas, en clave de clown, y acaba enganchando de forma diferente al público. Lo fuimos puliendo desde las primeras funciones que hicimos y, la verdad, el resultando acabó siendo redondo, funciona muy bien para el público familiar y con niños, engancha de lleno durante los 55 minutos que dura el espectáculo.

Píscore en plena actuación
¿Qué música ofrecen en él?
Son versiones de temas como “West Side Story”, y otros de Leonard Bernstein, el “Carros de fuego” de Vangelis y más, todo ella música muy reconocible para el público.
¿Cuántas funciones han ofrecido de su espectáculo en estos dos años?
Hemos realizado en torno a 80 ó 90 funciones, que nos llevaron a Cedeira, Monforte, Santiago, A Coruña, Porriño, Lugo, Ourense… E incluso cuatro veces a Madrid, todo ello gracias a la distribuidora Culturactiva, que es quien nos lleva. Y, en medio, llegaron incluso algunos reconocimientos: en 2017 nos concedieron el premio del público en el Festiclown Vilagarcía, y este pasado mes de febrero de 2018 fuimos también premio del público en el Festival de Clown de Pontevedra, actuando en el teatro Principal.
Pero el domingo en Meaño fusionan su espectáculo con la banda de música.
Sí, en origen lo concebimos para un cuarteto de percusión, pero este año nos atrevimos a dar un paso más allá, y en los que casos que nos lo demandan, lo fusionamos a mayores con una banda de música. En este formato lo pusimos en escena por primera vez en el Auditorio de Galicia con la Banda de Santiago, luego llegaron otras, ahora Meaño, y tenemos cerradas ya funciones con las bandas de Salceda de Caselas y Lantaño.

Otro momento de la gala de Píscore en su "Concerto (non tan) singular"
¿Está gestando “Píscore” algún otro nuevo número?
Sí, tenemos ideas y estamos empezando a trabajarlo, puede que salga quizás para el próximo año, porque esta experiencia de clown está resultando muy motivador.
¿Cuánto tiempo de trabajo conlleva preparar entre bastidores un espectáculo como el suyo?
Supongo que, después de concebirlo, habrá que trabajar los ensayos unos cuatro meses, que ha sido el tiempo que nos llevó preparar “Concerto (non tan) singular” antes de ponerlo en el escenario.
La percusión está resultando tal vez la familia instrumental que se atreve con una música contemporánea más vanguardista, ¿no?
Sí, la música contemporánea de percusión está resultando atrevida, vanguardista, tiene  una gran carga de interpretación escénica, que busca sorprender y cautivar al público de una forma diferente. Algunos instrumentos de otras familias se mantienen en una línea más clásica, mientras que la percusión está explorando su mayor libertad interpretativa. Por eso, el percusionista contemporáneo experimenta, convierte en ocasiones su música en una performance, que va más allá, que aúna expresión corporal, dramatización, sonido e imagen, que trata de sorprender, envolver, sugestionar, ofreciendo un espectáculo muy distinto.

Piscore ofrece un fantático show de música y clown
¿Y cuál es reacción del espectador?
Es importante que el que acuda a este tipo de conciertos vanguardistas, lo haga con el oído y la mente abiertos, predispuesto a disfrutar con algo innovador, que busca sorprenderle. Si uno no acude con esa mente abierta, y se ciñe a las barreras de lo clásico, puede ser que esta música de percusión contemporánea y vanguardista le provoque, y hasta pueda levantarse y abandonar la sala.
Ese vanguardismo de la percusión contribuye e enganchar para ganar cada vez a más alumnos.
Diría más bien que mantiene su número, que en mi experiencia docente es de mantener 9 alumnos en la escuela de Meaño, 8 en Cambados y unos 7 en Sanxenxo.
La dificultad de alumno a la hora de equiparse en percusión, es la diversa instrumentación que debe manejar.
Sí, el abanico de percusión es muy grande, por una parte está la familia de sonidos determinados, representados por la marimba, la lira, los vibráfonos, los timbales… Y luego la de sonidos indeterminados: bombo, pandereta, triángulo… Para algunos instrumentos es necesario el aprendizaje del solfeo, pero para otros es sólo puro ritmo.

Diego Rosal en la Escuela de Música de Meaño. Foto: Iñaki Abella
¿Tiene la percusión alguna ventaja a la hora de iniciarse el alumno?
Si, la ventaja es que el alumno obtiene sonido al momento. En cambio, un fagot, un trombón, una trompeta, un clarinete…, no es fácil hacerlos sonar al principio. Por eso en la percusión el alumno que conecta de forma inmediata con el sonido que quiere producir.
¿Y con qué le recomienda equiparse al alumno para empezar en la percusión?
Lo primero, comprar una batería, porque tanto puede trabajar de manera independiente los platos, la caja, el bombo, como todo el conjunto. El segundo paso en el futuro sería comprarse una marimba. Pero para hacer frente a una formación completa lo que tiene que hacer al alumno es acudir al local de ensayo de la banda, en una hora vacía, y trabajar allí con los diferentes instrumentos. Por eso en percusión es ideal iniciarse en el seno de una banda, que puede poner a su disposición todo ese abanico de instrumentación.

           
                                                                                 

sábado, 18 de agosto de 2018

MEAÑO EN VÍDEOS DE AGOSTO



Asomámonos a este particular Ventanuco para mostrarvos unha entrada diferente e visual. Son tres pequenos vídeos de Meaño deste mes de agosto. Primeiro, un vídeo de apenas un minuto de tempo, publicado pola TVG, hoxe sábado, ás 20 horas. Logo dous vídeos máis aportados desde a Banda Unión Musical de Meaño, un do ensaio coa soprano meañesa Rosana Domínguez, e outro coa actuación, ambos referentes á Gala contra o Cancro, celebrada cunha cea hotel de A Toxa.
Para velos pincha nos seguintes enlaces:


Paco Pazos




Paco Pazos, en estado puro




Ensemble BUUM con Mariano Rajoy na Gala contra o Cancro


Ensaio en A Toxa Ensemble da BUMM&Rosana Domínguez

Ensemble da BUMM na Gala contra o Cancro






domingo, 12 de agosto de 2018


El palomar del iglesario de Padrenda, ruinoso
La caída de número de clérigos está propiciando que en muchas parroquias los bienes patrimoniales de la Iglesia estén quedando en una alarmante situación de abandono. En el municipio de Meaño, como en otros de la Galicia rural, varias casas rectorales, hórreos históricos e incluso palomares, permanecen semiderruidos a expensas de una vegetación que se adueña de ellos. En algunos casos la rigidez de la institución eclesiástica no hace sino dificultar la recuperación de este patrimonio. Tan sólo en alguna parroquia, merced a la labor altruista del párroco, se afrontaron labores de rehabilitación para salvar las viejas casonas.
Fotos: Iñaki Abella

LAS RECTORALES SE DERRUMBAN EN MEAÑO


Estado ruinoso de la rectoral de Padrenda
La localidad de Padrenda alberga un potentado iglesario, de los más extensos de la comarca saliniense, no vano cuenta con una superficie de 55.123 m2 (5,5 hectáreas). Hace algo más de 30 años la finca en cuestión acabó siendo cedida en arriendo a un vecino de la comarca, que acabó plantando viña albariña y lo explota desde entonces, pagando, según contrato, una tasa anual al arzobispado de Santiago. Algunas feligresas, cuando se les pregunta a la salida de la misa dominical, lamentan que en la parroquia no se haya invertido  dinero alguno en todo este tiempo, “y eso que hace años -explica una de ellas- viajó una comisión vecinal a Santiago con el párroco, y allí se les prometió que una parte de esa renta de arriendo se destinaría a mejoras en la parroquia, pero desde esa en Padrenda no hemos visto un solo euro” lamenta.
Mientras tanto, la vieja casa rectoral en planta en L, y que data del año 1796 según la inscripción del dintel de entrada, permanece en estado ruinoso, con el interior de madera a punto de precipitarse. Como muchas de estas casonas, albergaba en la planta baja una bodega y cuadras de animales -dado que en el pasado también se criaban animales- sostenidas por robustas vigas de madera. A ello se añade en el exterior de la finca un monumental hórreo más un viejo palomar, éste sin cubierta ya, con la parte de la pared caída, y donde la hiedra invade todo a pasos agigantados.


Interior de la rectoral de Padrenda
No sólo en la vieja la rectoral. El abandono empieza a percibirse también en la propia iglesia. En la noche de Reyes de este año unos ladrones intentaron forzar la puerta de acceso al templo, sin lograrlo. En abril volvió a repetirse la acción. Desde entonces la puerta se cierra de forma rústica, con una cadena más candado dispuesto por el párroco.
Padrenda no cuenta con cura sacerdote propio, desde que a finales de los años 70 falleciera el último que vivió en la rectoral, Joaquín Rey Vilas. Actualmente es el cura de Armenteira el que baja a oficiar la misa dominical, pero ni desde la Iglesia ni desde el vecindario se ha impulsado iniciativa alguna para tratar de salvar la vieja casona y sus dependencias anexas del derrumbe.

Rectoral de Xil
Rectoral de Xil, invadida por la vegetación
También en estado ruinoso permanece la rectoral de la parroquia meañesa de Xil, que se viene literalmente abajo desde que dejara de ser habitada a inicios de los 90 por José Cornes, último cura de la parroquia. En su caso se trata de una casona que remonta su construcción al año 1835, al poco de la muerte de Fernando VII, último rey absolutista de España. La rectoral, también en estado ruinoso -no se puede caminar por el suelo de madera que, muy apolillado, amenaza con precipitarse-, y filtra la lluvia por un tejado destartalado. Ante el abandono, ha sufrido hasta en tres ocasiones la visita de “los amigos de lo ajeno”, que perpetraron robos en el interior, el último, el de ocho hojas de ventana de aluminio que los vecinos le habían colocado hace unos años, huecos de pared que ahora están cerrados con chapas de metal.

Hórreo ruinoso del iglesario de la parroquia de Xil
José Manuel Chaves, veterano representante de la parroquia en el Consejo Rectoral, explica la situación: “disponíamos de 27.000 euros y hace tres años teníamos ya apalabrado con un constructor el dotar la rectoral de un nuevo tejado, que la primera urgencia para evitar que el lluvia siguiera carcomiendo la madera, pero el arzobispado Santiago se negó”. “A ello -agrega otro vecino conocedor de la situación- cabe sumar que el arzobispado tiene en su haber 24.000 euros que en su día pagó el concello por la compra de un terreno a la iglesia”. Pese a ello la rectoral, más un hórreo anexo, dispuesto al mediodía de la finca, y que están catalogados por Patrimonio -el concello tuvo de solicitar autorización a éste para reconstruir el pabellón de Xil por su cercanía al conjunto-, permanecen ruinosos y amenazaban con venirse literalmente al suelo.
Al estado de la vieja rectoral, añade Xil el de su iglesia, que filtra humedad por la parte del campanario. “No es fácil subsanarlo -apunta uno de los vecinos vinculado a la parroquia, habrá que intentarlo desde adentro, porque desde fuera Santiago no nos deja tocarlo, la postura del arzobispado en Xil es de ni come ni deja comer”, refiere con sorna. Estado similar amenaza a la vieja rectoral de Cobas.

La rectoral de Meaño perdió una gran ocasión
Meaño y la ocasión perdida
También acuciado por el abandono se halla la casa rectoral de Meaño, si bien en su caso una intervención vecinal en 1995, impulsada por el párroco José Soneira, logró evitar entonces el derrumbe de una casona que data de año 1791, si bien una parte más antigua remontaría su origen varios siglos más atrás. La vieja rectoral fue quedando relegada en los años 80, conforme avanzó la edad del último cura párroco que vivió en ella, Desiderio Dovalo (1889-1990). Un sacerdote éste que dejó almacenado en el suelo de una de las estancias uno de los grandes tesoros culturales de Meaño, una hemeroteca con más de 12.000 ejemplares de periódicos -en su mayoría Faro de Vigo, del que era asiduo lector-, y que rescató poco después la asociación GAM salvándolo de la pila de fuego a la que estaba destinado tras la muerte de párroco, colección que hoy alberga el concello en el Pazo de Lis.

Hórreo de seis claros del iglesario de Meaño en restado ruinoso
En este caso, para salvar a vieja casona el arzobispado de Santiago accedió en aquella ocasión -por gestión del nuevo párroco José Soneira que compaginó Meaño con Dena- a vender en subasta pública la finca de “A Vispeira”, propiedad de la Iglesia. La operación le reportó 18.000 euros que, unido a fondos parroquiales y al dinero aportado por los vecinos, permitió invertir un total de 36.000 euros para salvar una rectoral que se estaba cayendo, dotándola cuando menos de un nuevo tejado y placas de hormigón para apuntalar la estructura. Donde sí no se actuó fue en el viejo y monumental hórreo de seis claros situado dentro del iglesario que ha empezado a caerse en los últimos años. No hubo dinero para más. La única actuación a mayores en este iglesario fue la construcción de unos baños exteriores que financió el concello en 2003.

Entrada a la rectoral de Meaño
Eso sí, la casona tuvo su gran ocasión de mejora. Fue en  2010 cuando el concello presidido entonces por Jorge Domínguez, ofrecía restaurar por completo toda la vieja rectoral y asumir un arriendo de la misma en base a una renta anual de 10.000 euros, por un plazo de tiempo que rondaría los 30-40 años, período durante el cual se iría incrementando la renta en función de la subida anual del IPC. La idea respondía a un proyecto de recuperar la vieja construcción para su conversión en posada-hospedaje rural, con un pequeño restaurante y sala de exposiciones. El proyecto contemplaba también habilitar en la rectoral una estancia a modo de despacho privado para el sacerdote que atendiera la parroquia. Además, a mayores, el ayuntamiento estaba dispuesto a asumir los costes de empedrar el frente del atrio, entre la iglesia románica y un auditorio que se pretendía construir para dar continuidad estética al conjunto.

Y es que también por esas fechas el ayuntamiento ofertaba al arzobispado de Santiago 100.000 euros por la compra de 2.000 m2 de este iglesario -con más de 15.000 m2 de superficie- para construir en esa parcela el ansiado auditorio. Pero ningun opción, cristalizó. Las relaciones tirantes entonces entre la tesorería del arzobispado de Santiago, con Crisanto Rial al frente, y el entonces regidor meañés no ayudaron a ello. 


Rectorales salvadas
Interior recuperado de la rectoral de Lores
Algunas rectorales hoy más nuevas -pero de menor importancia histórica-, como las de Simes y Dena pudieron mantenerse en pie. En Simes la rectoral estaba derruida en 1970 cuando llegó a la parroquia el nuevo sacerdote -hoy fallecido- José Rial, quien durante un año y medio vivió por esa razón en casa de un vecino. En Simes los feligreses se organizaron y en ese plazo de tiempo habían reconstruido la casa del párroco para que se estableciera en ella.
Dena tiene la rectoral más modesta, una pequeña vivienda al pie de carretera en la calle Santa Lucía, en las inmediaciones de la iglesia. Aunque reunía ya condiciones aceptables de habitabilidad, los vecinos impulsaron una mejora a finales de los 90.
Pero, sin duda, la intervención más generosa la acometió recientemente en Lores el cura párroco José Manuel Taibo -sacerdote de Noalla que también asume las parroquias de Meaño y Lores-, y que ha evitado el derrumbe de una monumental casona renacentista que es la más antigua del municipio, por cuanto data el año 1465. Distribuida en tres niveles, está considerada de las mejores rectorales de toda la comarca saliniense.


La rectoral de Lores es el mejor ejempo de recuperación en Meaño
En la reforma, la parte pública, con el despacho del párroco, se ha concebido a modo de pequeño museo parroquial con sacras litúrgicas y un ropero acristalado que alberga casullas de sacerdote que datan del siglo XVII. La casona se completa con bodega, salones, dos cocinas -una de ellas ya restaurada con lareira y al modo de la cocina labriega- más un patio interior con olivos centenarios y hornacinas en las paredes, que eran antiguos ponederos de huevos de un viejo gallinero. El patio se halla jalonado también con viejos garrafones de cristal en los que llegaba el aceite de San Benito en los años 30 de siglo XX. Una reforma que aún continúa en la última planta, y que es un modelo a imitar. Pero para ello se precisa del compromiso de vecinos e Iglesia, de lo contrario todo este patrimonio está destinado a la desaparición.



domingo, 5 de agosto de 2018

*** Opinión
Autovía para A Lanzada?


Chegando ao areal de praia de A Lanzada
A demanda de desdobrar a vía rápida entre Sanxenxo e A Lanzada-O Grove para convertila en autovía é un tema recurrente neste verán. Certo que, nos meses de xullo e agosto, este tramo presenta tráfico lento e algunhas colas en horas punta de acceso ou saída da praia, se cadra con días de calor de fins de semana. Unhas colas que tamén, en horas concretas, se chegan a formar no tramo final da autovía para acceder a Sanxenxo. Non máis. Nos días laborables, mesmo no verán, a vía rápida Sanxenxo-A Lanzada presenta tráfico normal, e o resto do ano é un vial solitario -desesperante no caso de necesidade de auxilio ante un accidente de tráfico-, ata o punto de que, circulando a media mañan, podes non atopar un só vehículo en todo o tramo Sanxenxo-A Lanzada.
Un hora punta de cola na rápida Sanexno-A Lanzada
Tendo en conta esta realidade: é necesario reconvertir en autovía esa vía rápida solitaria? Non estaría mal un pouco de criterio á hora de priorizar este tipo de investimentos. E, ben valorado, e por moito argumento político, ese desdobramento é baldío. Eso sí, no verán, se algúen acude en hora punta a praia de A Lanzada en día festivo, pode prantexarse dúas alternativas: saír da autovía en Meaño ou Sanxenxo e circular fluido pola PO 550, ou ben coller a escapatoria de Noalla e percorrer os últimos 2 kilómetros pola carretera local que te pon ao momento en plena praia de A Lanzada.