Permitímonos
reproducir aquí, textual e íntegramente, a carta que un veciño de Meaño
(do cal omitimos o nome, a petición del) remitía fai uns días a través da rede ao presidente do
goberno, Pedro Sánchez. Unha carta que, instantes despois, este veciño deixaba no buzón deste particular Ventanuco, e que compartimos hoxe co lector
Estimado
Señor Sánchez:
Nunca
tanto he sopesado una decisión como la que, con gran pesar, he tomado y con
esta misiva le doy a conocer.
Es un problema de dos partidos? O de más? |
Desde
que con unos diez años (a principios de los ochenta) viese una pintada en una
pared en mi pueblo, Meaño, que rezaba «vota AP» y le preguntase a mi madre que
qué significaba, su respuesta caló tan hondo en mi, que formó en ese mismo
instante la línea de lo que a la postre sería mi forma de pensar, mi forma de
ser, en definitiva, mis principios. Sólo me dijo “esa es la gente que tiene
dinero, y que no quiere que los que somos pobres algún día lleguemos a tenerlo
o a ser algo en la vida”.
Palabras
sencillas y puede que excesivas, venidas de una mujer trabajadora como
seguramente usted no pueda llegarse a imaginar. Que, como la gran mayoría de
las mujeres de su época, sacrificaron su vida para darle lo mejor a sus hijos.
Que vivieron la emigración, lejos de sus seres queridos para poder labrarse un
futuro que en este país se antojaba imposible. Y sus palabras se vieron magnificadas por el recuerdo de ver llorar a mi padre, estando en la emigración (porque sí, Señor Sánchez, yo estuve hasta los seis años viviendo con mis padres en un país extrajero). Y comprendo ahora la razón de sus lágrimas.
Efectivamente, Señor Sánchez. Desde que pude ejercitar el derecho más grande que nos ha dado
la democracia, mi voto se ha decantado siempre por el partido que usted ahora
preside, aun estando muchas veces en el límite de coincidencia de principios.
Esos mismos que usted tuvo cuando, dignamente, renunció a su acta para no votar
a favor de los herederos de la pintada a la que me refería en el inicio de mis
palabras. Acto del que debe enorgullecerse; acto del que me he enorgullecido,
al igual miles de personas. Coherencia y principios: Una rara avis en nuestro país.
Sin
embargo, mi pueblo, como si nunca se hubiese borrado esa maldita pintada, vota
mayoritariamente a sus herederos que, salvo con agrupaciones independientes en
elecciones municipales, jamás han perdido una sola elección, fuere del tipo que
fuere.
Edificio del concello de Meaño |
Un
partido que, aunque independiente, está formado en una parte importante por
simpatizantes del partido que usted preside y que han optado por esa opción (lo
reconozco, yo también), por ser la única viable para poder cambiar el gobierno
municipal.
Felicite usted a sus dos candidatos
(por cierto, no afiliados al partido que usted preside) y, por encima de todo,
a Doña Icía García Fernández, Secretaria de su partido en Meaño y
Vicesecretaria General de Igualdad en Galicia, así como su director superior,
Don Gonzalo Caballero Míguez, por haber conseguido algo inaudito en Meaño a
partir de ahora: poner de acuerdo a todo un pueblo a la hora de votar al
partido que usted preside.
Y es que, y finalizo ya, esa es también
mi decisión: NO VOTAR más a un partido que ha traicionado lo más
sagrado: LA
CONFIANZA. Me siento abatido, defraudado,
confundido, triste. No lo entiendo Señor Sánchez. De verdad que no lo entiendo.
Nos ha abocado (sí, usted, como último
responsable) a tomar una decisión que nos rasgará el alma por el resto de
nuestros días. Pero, entiéndalo. Sé que me entiende. La traición no se puede
perdonar. Usted, en mi caso, tampoco lo haría.
Estará leyendo el presidente esta carta? |
Después de muchos años, nuestros caminos deben separarse. Pero antes
permítame un consejo: cuide mucho los colaboradores que elige, puesto que ya lo
dice el refrán: "a manos de traidores, perecen buenos servidores".
Tras el día 26 de mayo, nos sentimos alegres y exultantes por
haber obtenido un resultado que permitía poner fin a 16 años de hegemonía
conservadora, pensando en la lógica colaboración entre independientes y el
partido por usted presidido.Sin embargo, ha querido el destino que los
principios sean escasos en este mundo, y que pocas personas sean agraciados con
ellos. Yo me considero un hombre de principios. A usted lo considero un hombre
de principios. Pero desgraciadamente esta consideración, ni mucho menos puede
hacerse extensible a la formación local de su partido.
Entendería que se negasen a pactar por principios, por cuestiones
programáticas, por cualquier motivo razonado. Pero lo que no puedo alcanzar a
comprender es que lo hagan por afán de venganza personal que, a día de hoy, es
la única que mueve la negativa a pactar. Pero, sobre todo, lo que más duele son
los modos con que lo han hecho: mintiendo, engañando, faltando al respeto e
insultando. Su partido, mi partido, no es así.
Y
a usted lo considero un buen servidor… pero tengo principios.
Atentamente.