Rubén
Moldes y David Couso se definen como dos románticos de la ganadería, apostando
el primero por la cría de bueyes, y el segundo por los caballos. Estos dos
jóvenes afincados en la localidad meañesa de Xil comparten afinidad y se han
dado la mano para poner en marcha este verano en Meaño la “I Degustación
Gastronómica de la Carne de Buey”. Será en el “Cequus Veiguiña”, una finca de
18.000 m2, que cuenta con un picadero cubierto que se reconvertirá para la
ocasión en el espacio apropiado para albergar una degustación inédita en
tierras salinienses y que se ofrecerá con carne exclusiva de buey meañés.
ROMÁNTICOS DE LA GANADERÍA EN MEAÑO
David Couso y Rubén Moldes con dos bueyes en el Cequus Veiguiña en Xil |
Aunque
natural de Sanxenxo, Rubén Moldes Montes, a sus 29 años vive afincado en el
barrio de O Barreiro en Xil. Allí decidió hace algo más año dedicar tiempo y
dinero a una de sus pasiones, la cría de bueyes, que compagina con su profesión
de mecánico. Para ello acondicionó unas cuadras en la era de su casa donde
actualmente cría cinco parejas de bueyes, procedentes de Cantabria, Portugal u
Ourense entre otras latitudes.
“Hace
uno y medio -recuerda- compré mi primera pareja de bueyes, dos tudancos que
adquirí en Cantabria. Luego me fui haciendo con otras parejas: una de raza
rubia gallega, otra de miñoto portugués, maronés ourensano… Siempre fui un
apasionado de los animales, de lo contario no podría haberme embarcado en un
proyecto como este que tiene mucho de romántico”.
Y
es que la cría de bueyes es una actividad en la zona “sobre todo en la costa
donde ya no hay bueyes, únicamente perviven en las zonas de interior, caso de
Silleda o Lugo”, explica Rubén Moldes. “Hace medio siglo, en cambio, el buey
era un animal frecuentes en el campo gallego porque tenían una gran capacidad
de tracción, y a falta de los tractores de hoy, se empleaba mucho para sacar la
madera del monte”. “Por esta razón -agrega- aún hoy los bueyes suelen comprarse
por parejas porque son animales muy compenetrados que han trabajado juntos
durante años. De hecho los que yo estoy criando tienen entre 3 años de vida los
más jóvenes, y los 11 del tudanco cántabro”.
El ganadero de Xil, Rubén Moldes Montes, con los bueyes |
“Adquirir
una pareja de bueyes no es hoy excesivamente caro -explica el ganadero-, si
bien luego está la labor de recebarlos y los cuidados para tener todo en
regla”. “Lo primero que cabe tener en cuenta -matiza- es que, si son jóvenes,
tienes que enseñarles a comer, conviene darle siempre comida pero la justa, a
fin de que ganen grasa pero que no empachen. En cuanto al apartado sanitario
tienes que vacunarlos todos los años para desparasitarlos, y un veterinario cobra una 50 euros para cada
pareja vacunada”. La alimentación se completa con pasto en verde un parte del
año, más luego ensilado de maíz, avena, cebada, trigo y forraje, la mayoría del
cual debe comprarlo nuestro protagonista en el interior.
En ganadero de caballos David Couso |
Abaratar costes
Fue
precisamente con el objeto de abaratar costes que le puso en contacto con otro
ganadero meañés, en este caso David Couso, dedicado a la cría de caballo en su
Cequus Veiguiña” en la misma localidad de Xil. “Cada uno de nosotros -explica
David Couso- estábamos trayendo medio tráiler de cereal, en mi caso para los
caballos y Rubén para los bueyes, por lo que nos pusimos de acuerdo para fletar un tráiler completo cada cierto tiempo
y compartir los gastos de porte”. “Esto -agrega- nos sirvió para empatizar sobre este mundo,
conocer mejor la actividad del otro y así generar una serie de sinergias
comunes hasta el puntos de concebir esta jornada de degustación de la carne de
buey”.
A
David Couso le compraron su primer caballo, “Campeador”, con 12 años. A los 18
se formaba en Madrid como técnico en podología equina, estudios que completó
luego con otros clinics formativos, y a los 20 años comenzó a gestar la idea
disponer de una ganadería y un centro hípico propios. El proyecto cristalizó
hace unos años sobre una finca heredada de su abuela Clara “A Veiguiña”, y en
su recuerdo puso su nombre el proyecto. A sus 34 años de hoy, Couso cría en
estas instalaciones 16 equinos e imparte clases de equitación a unos 70
alumnos. Estos dos jóvenes ganaderos se dieron la mano así para poner en marcha
esta degustación.
Centro hípico Cequus Veiguiño que aocgerá la fieta-degustación |
Buey de 1.000 kilos
“Estamos
ultimando los detalles -explica Rubén Moldes- si bien tenemos claro que será en
la primera quincena de julio en la finca de David. Para ello barajamos
sacrificar en un matadero, con toda la normativa sanitaria, uno de los tudancos
que estoy criando, que tiene 11 años y que pesa uno 1.000 kilos”. “Luego
-agrega David Couso- toca macerar esa carne en cámara en torno al mes, y
cocinarla en esa jornada para degustación del público, sirviendo esta carne,
que es una de las más exquisitas del mercado, a precios populares, a modos de
chuletón, hamburguesa, tartar y otras variedades culinarias”. “Además el
público que lo desee tendrá la oportunidad de visitar y conocer de primera mano
estas dos ganaderías, e interesarse por el mundo del cría del buey y del
caballo, y prepararemos también algunos alicientes de ocio y diversión para el
público, con el objeto de convertir la jornada en una referencia para poner en
valor la ganadería, en especial la de buey, en nuestra zona de costa”.
Los
dos aspiran a que sus pasiones den rendimiento en el futuro, sobre todo un
Rubén Moldes que ha sido el último en llegar. “De momento esto no da dinero,
todo son gastos -lamenta-, pero sueño con que en el futuro genere algún
rendimiento familiar”. De cara a ese
futuro su ilusión es ampliar la ganadería: “en mi próxima compra me
gustaría hacerme con un pareja de bueyes de raza barrosos, que son portugueses,
y que son preciosos, y es que Portugal para nosotros es el paraíso del buey”.