Apretados
y en un local sin condiciones de sonoridad que en verano se asemeja a una
sauna. Así realiza sus ensayos la banda Unión Musical de Meaño, reconocida como
la mejor formación del último Certame Galego en la sección primera, para más de
70 componentes y ganadora en 2013 del prestigioso World Music Contest de
Kerkrade, formación que actualmente integran 92 músicos.
Fotos: Iñaki Abella
Fotos: Iñaki Abella
MUCHA BANDA PARA POCO LOCAL
La
sala en ensayos de la Unión Musical de Meaño se encuentra bajo el escenario de
la Praza da Feira. El local mide unos 96 m2 y su altura ronda los 2,20
convencionales Ello supone que cada músico dispone de media de un espacio de
1,04 m2 por músico, con silla e instrumento incluido.
“Físicamente lo que es caber… cabemos -reconoce el director Diego Javier Lorente cuando se
le pregunta-, pero te sientes como una persona que dispone de un garaje donde
le cabe sólo el coche, no más, y para entrar y salir tiene que maniobrar dos o
tres veces”. “Las condiciones de la sala no son buenas -admite el director-, no
hablamos ya de calidad de sonido, sino por la incomodidad de un músico que,
cuando está sentado en su puesto, puede cuadrarle justo detrás a pie de oreja
un trompetista… y eso es tremendo para el oído. No es de extrañar que haya días
que salgamos de la sesión de ensayo todos con dolor de cabeza”.
El local de ensayo, a rebosar en un ensayo de la banda de Meaño |
Así
las cosas la banda meañesa no le queda otra que recurrir en ciertas ocasiones al
auditorio de Ribadumia para realizar algún ensayo general previo a una gran
cita. La última, en vísperas del pasado Festival de Banda de Meaño, celebrado
el pasado 30 de abril. La razón, que el director quería escuchar el repertorio,
en especial la obra “El sombrero de tres picos”, en un local con la sonoridad
adecuada. “No sólo suena de otra forma -explica- sino que el sonido no resulta atronador
como en nuestro sala de ensayo, y sales de la sesión nuevo, sin ese dolor de
cabeza que a veces se nos pone”. En verano las altas temperaturas complican aún
más las cosas “y aunque abramos puertas y ventanas esto parece una sauna porque
el calor es insoportable”. Ente ello, en ocasiones optan por trasladar el
ensayo al aire libre, sobre el propio escenario de la Praza da Feira.
La
falta de espacio dificulta además la posibilidad de preparar conciertos junto
con otras formaciones. “Tengo el ordenador lleno de proyectos -reconoce Lorente
López-, mismo un tributo a la música rock en el que pretendo que la banda toque
éxitos rockero de siempre, acompañados para la ocasión por un grupo de rock…
pero a ver quien mete un grupo así con guitarras eléctricas aquí dentro”. De
hecho ya una experiencia anterio realizada con un grupo de gaitas para una
actuación conjunta evidenció las dificultades físicas y sonoras de una sala de
ensayos que ha empezado a quedarse corta en los últimos años.
Problema creciente
Otra imagen de un ensayo de la banda en su local |
La banda
Unión Musical de Meaño estrenó esta sala en el curso 2009-10, cuando la
agrupación contaba con unos 70 componentes. Pero desde entonces su número no
dejó de crecer pasando a 88 cuando el Certame Galego de Bandas en 2016 y, tras
las últimas incorporaciones, a los 92 actuales. Y, de momento, ese número, dado
la pujanza de la cantera en la Escuela Municipal de Música, se prevé que no
hará sino medrar en los próximos años. Y es que esta escuela, con un número
creciente de alumnos, cuenta en este curso 189 matriculados, no sólo
procedentes de las diversas localidades del municipio, sino también de otros
limítrofes que eligen el centro como alternativa de formación musical.
El
presidente de la Asociación Cultural Unión Musical de Meaño, que es la entidad
que rige la banda, Óscar Rial entiende que el local de ensayo “es uno de los
problemas que en este momento tiene la banda y, de hecho, así se lo hemos
transmitido ya a la propia alcaldesa”. “Nos consta además -prosigue- que el
concello se está moviendo en este sentido y que está barajando alternativas
para optar por la mejor opción. Cierto que las soluciones no llegan de repente
y llevan su tiempo, yo soy de los que pienso que cabe madurarlo para hacer las
cosas bien”.
El calor en los meses de verano se hace insoportable |
Así
pues, de momento, a la banda ganadora del el último Certamen Galego de Bandas
en Santiago, y que en 2013 se hizo con el primer premio del World Music Contest
de Kerkrade en Holanda, considerado el festival de bandas más importante del
mundo, le toca seguir lidiando con sala de ensayo que no reúne las condiciones.
Eso sí, de cuando en vez puede respirar y, gracias al convenio rubricado tras
el éxito de Kerkrade con la Diputación, ensayar gratuitamente en el auditorio
de Ribadumia, el cual dista 10 kms., si bien ello supone el adicional coste en
portes.
Auditorio frustrado
El
gobierno local de Meaño había barajado hace años la posibilidad de construir un
auditorio como opción para dar salida a la constante actividad que genera la
banda y la Escuela de Música. De hecho el Partido Popular en el gobierno se
había comprometido a ello en reiteradas ocasiones. La presencia en su día del
meañés Roberto Varela al frente de la Consellería de Cultura pareció por un
momento abrir puertas a la posibilidad de encontrar financiación para acometer
la infraestructura, para la que incluso se barajaron ubicaciones en A Toxa y el
iglesario meañés, pero nada de ello cristalizó y el proyecto se abandonó tras
la irrupción de la crisis económica. Así pues, los conciertos de la banda en
citas importantes, o bien se trasladan al auditorio de Ribadumia o, como en el
festival, optan por una carpa que cubra la Praza da Feira, lo que supone cada
año a la organización un desembolso cercano a los 3.000 euros. La tercera
opción es el traslado al pabellón de deportes del CEIP As Covas, en origen una
pista al aire libre con cubierta de uralita, marco impropio que ofrece además
pésimas condiciones de sonoridad.