domingo, 8 de diciembre de 2019

UN ENCUENTRO PARA LA TERNURA

Un momento del recital con Queco Fresco
El foro “A Cova do Trasno” se transformó en la noche del viernes en un rincón para la ternura alrededor de la poesía. Llegaba de manos del poeta grovense Queco Fresco, que protagonizaba el segundo encuentro de este foro de invierno, organizado por la asociación cultural y deportiva GAM. Medio centenar de personas llenaban el aforo de la coqueta sala del Pazo de Lis, para compartir hora y cuarto en un ambiente intimista. En la previa, y mientras el público se apostaba en la sala, se proyectaba en pantalla un vídeo con fotografía antigua de Meaño y de la propia asociación, con el objeto de predisponer al público a la atmósfera emotiva que requeriría el momento.

Escolares del CEIP de As Covas durante su recital
El encuentro arrancaba con un pequeño coloquio con Queco Fresco, quien recordaba su vínculo con Meaño desde los años 80 con el balonmano -disciplina de la que es santo y seña en la comarca arousana- y que mantiene aún hoy. El grovense reconocía que la poesía, que cultivaba desde niño, acabó convirtiéndose en terapia superado el medio siglo de vida: “llega momento en que la vida nos voltea -aseguraba-, en que alcanzan desamores, también los amores, el fallecimiento de mis padres… Todo hizo que la poesía acabara convirtiéndose en terapia, me volqué a escribir y así aparecieron mis dos primeros libros en estos dos últimos años. Ahora estoy volcado en un tercero que ya ronda la mente”.
Desde entonces, y a imagen de lo que ha comenzado a surgir en las grandes urbes, Queco Fresco ha comenzado a impulsar un ciclo de encuentros poéticos en O Grove, para interrelacionar con el público. Y esta se ha convertido en una cita que gana cada vez más adeptos: “en el último -explicaba, hubo 16 personas que se avinieron a leer el poema o el texto que habían escrito, y mismo una señora de más de 80 años es una fiel seguidora, en cada encuentro se aviene a recitar su propio poema, resulta tierno, reconforta el alma”.

Música en vivo
Queco Fresco, flanqueado por Vanesa y Brenda
Luego llegó el turno para el recital poético. Fue media hora cálida de versos, con música en vivo, de mano de tres músicos de la EMMM que colaboraban con la causa. De la mano de Vanesa Dopazo (flauta), Lucía Verde (guitarra) y Brenda Rodiño (violonchelo), sonaron a la par temas como el “Aleluya” de Leonard Cohen, “O son de ar” o “Al alba” de Luis Eduardo Aute, que vistieron de ternura el momento. Queco Fresco, en su cercanía al público, se avino a explicar la motivación de varios de poemas que recitaba, desde el amor al desamor, pasando por el alzheimer, la lucha contra cáncer o el emotivo recuerdo a su madre.

"El Faro de cuando nací yo"
A preguntas del público Fresco alentaba a las madres y padres a “leer poesía a los niños desde muy pequeños”, así como el papel de los colegios, donde la poesía resulta esencial para educar en las emociones. Y, precisamente, para ofrecer su momento a los niños, el encuentro contó con la presencia de tres escolares del CEIP de As Covas-Meaño (Gabriela, Carlota y Tania), que se avinieron a recitar tres composiciones y a mayores, un poema colaborativo creado para la ocasión en su clase de 6º de Primaria, que resultó un alegato en verso en defensa del planeta. 

Una participación que la organización premiaba, agasajando a cada niño que recitaba con un regalo en forma de dulce envuelto en papel de celofán, y adornado con un cascabel pre-navideño. En la despedida, la asociación GAM aprovechó un momento en la intimidad para, en la hemeroteca del Pazo de Lis que este colectivo impulsó en su día, abrirle el FARO DE VIGO del 4 de diciembre de 1959, el día en que había nacido el propio Queco Fresco. Un momento para el recuerdo que embargó de emoción al poeta.

Foto de familia con parte del público al término del Encontro

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