Xaquín Rodríquez Pomares |
Música
para una causa solidaria. Es el proyecto puesto en marcha por Xaquín Rodríguez
Pomares, un cambadés afincado en la localidad meañesa de Padrenda que, junto
con un pequeño grupo de conocidos ha puesto en marcha la asociación “Son
Relanzo”, una entidad cuyo objetivo es colaborar con proyectos solidarios aquí y
en el tercer mundo. En marcha el primero de esos proyectos, el disco “Regalos
Escondidos” que recoge una docena de canciones compuestas por el propio Xaquín
Rodríguez y que está llegando a la calle. “Es un disco sin precio -explica su
promotor- cada uno aporta lo que puede, y el dinero que se recaude irá destinado
íntegramente a financiar proyectos solidarios”.
LA MÚSICA SOLIDARIA DE XAQUÍN
LA MÚSICA SOLIDARIA DE XAQUÍN
Y “SON RELANZO”
El cantautor cambades en una de sus actuaciones |
“Regalos
Escondidos” es el título del disco de “Xaquín y su banda” que busca llegar al
público a modo de proyecto solidario. Es el segundo de este cantautor cambadés,
profesor de biología en el instituto de Vilalonga, conocido en el ámbito público
por su vinculación al Colectivo Ecoloxista do Salnés, entidad que presidió
durante años. Pocos sabían de su faceta de cantautor con la que ha emergido de
un tiempo a esta parte. En 2008 editaba el primero de sus discos, “Pasárselo
bien”, un compendio de canciones infantiles del que se vendieron 3.000 copias.
Ahora llega este su segundo trabajo, “Regalos Escondidos”, enmarcado en esta
ocasión dentro del colectivo “Son Relanzo” del que es uno de los promotores.
El misionero Longinos Lópe en su misión de Karamoja en Uganda |
Portada del disco Regalos Escondidos |
Ecléctico y sorprendente
El
disco contiene doce canciones de este profesor y cantautor cambadés. Ecléctico
y sorprendente. Lo primero, porque sus ritmos evocan en casos la música de
jazz, al más puro estilo años 20 y otros el pop o las baladas, canciones todas
ellas envueltas en las cálidas voces de Emilia Arija, Puy Araújo o Emilio
Morales, entre otros solistas. Y lo segundo, por la calidad poética de sus
letras, unas comprometidas con el ámbito social (“Pobres”, “El rellano”), otras
de carácter intimista (“La semilla”, “Si no tengo amor”) e incluso un guiño al
mundo ecológico con el tema “Regalos escondidos” que cierra el disco y que
interpreta el propio Xaquín Rodríguez. “El trabajo está dedicado a la memoria
de Pablo Mougán -explica Xaquín- un compañero que tocaba con nosotros la
percusión y que era todo alegría, pero que lamentablemente falleció a causa de infarto
unos meses antes de editar el disco”.
En un momento de la grabación en un estudio madrileño |
Distribución en la web
Producirlo
no ha sido tarea fácil. Fue necesario un viaje a Madrid para grabar en un
estudio de la capital, contratar a un arreglista y a los músicos. “El coste de
producción es algo que asumimos entre nosotros -apunta Xaquín Rodríguez-, ha
sido, digamos, nuestra aportación en creación, tiempo y dinero a la causa de ‘Son
Relanzo’ en lo que a este proyecto se refiere. Lo que recaudemos ahora irá a
parar a los proyectos de Uganda y Santiago”. “La
gente -continúa- puede colaborar de tres maneras con ‘Son Relanzo’: con
aportación de material creativo, aportación económica que permita editar luego trabajos
como este y, una tercera vía, es comprando este disco o, en su caso, las demás
publicaciones que vayamos editando”.
Adquirir
el disco es algo que sólo puede hacerse a través del contacto directo con las personas
integradas en “Son Relanzo” o de la web en las páginas Son Relanzo.com o
Canciones de Xaquín.com. “No pusimos un precio -explica su promotor-, porque lo
que pretendemos es que llegue a todo el mundo y que cada uno, al tenerlo en su
mano y escucharlo, lo valore y aporte entonces el dinero que quiera ó
pueda”. “Así -continúa- hay desde quien aporta
dos euros o los hay como el del otro día en Cambados que una persona me paró en
la calle, porque el disco había caído en sus manos, y le gustara tanto que donó
50 euros para la causa”.
Xaquín Rodríguez compone desde joven |
Desde joven
Xaquín
Rodríguez tiene 52 años, pero compone desde joven. “La música bulle en mi
cabeza desde pequeño -afirma-, tanto que siempre estoy silbando alguna melodía
que se me ocurre y en seguida siento necesidad de plasmarla en el papel, con
notas y letra, y la ayuda de un teclado”. “Mis primeras composiciones -recuerda-,
cuando era poco más que un chaval, estaban vinculadas al ámbito de la
catequesis en la iglesia, luego fui ampliando miras”. De hecho una de aquellas
canciones, “Escucha tú,” compuesta en 1987 cuando tenía 24 años, alcanzó tal
difusión que es cantada hoy por muchos coros en iglesias de Hispanoamérica, España
y mismo en la comarca, sin saber ellos que el compositor es este cambadés.
Lo
de grabar un disco le llegó por casualidad. “Tuve ocasión de hacerlo antes con
un productor catalán -explica - pero no me convencían sus condiciones y dejé el
proyecto aparcado” “Pero en 2008 -continúa- contacté con el productor madrileño
Luis Guitarra, que tenía el sello solidario “Como tú y como yo”, y que,
curiosamente, conocía por referencias algunas de mis canciones. Le remití una
maqueta y pronto vimos que allí había material para un disco, y así salió a luz
“Pasárselo bien”. La buena acogida de aquel trabajo ha animado a este cambadés
a seguir profundizando en la composición, tanto que incluso tiene ya en mente
nuevos proyectos: “trabajo ahora en canciones para un tercer disco, que será en
lengua gallega y que pretendo sean letras muy comprometidas con el medio ambiente”.
Entre clase y clase, canción y canción, Xaquín tiene tiempo también para algunas actuaciones con su banda. “Son actuaciones que hacemos de forma desinteresada, y siempre que los horarios laborales nos lo permitan -explica-. Están dirigidas a un público reducido pero precisamos de un local que se ajuste en el plano acústico a nuestra instrumentación. Es una manera más de que nuestras canciones lleguen también a la gente”.
Entre clase y clase, canción y canción, Xaquín tiene tiempo también para algunas actuaciones con su banda. “Son actuaciones que hacemos de forma desinteresada, y siempre que los horarios laborales nos lo permitan -explica-. Están dirigidas a un público reducido pero precisamos de un local que se ajuste en el plano acústico a nuestra instrumentación. Es una manera más de que nuestras canciones lleguen también a la gente”.
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