EL "MUSEO DE ARTE NACIONAL" Y LOS CANTAUTORES "MINI E MERO" ENCANDILAN A LOS ALUMNOS DEL CEIP AS COVAS
En ocasiones un
colegio en ocasiones es mucho más que un centro de enseñanza al uso. Bien lo
demostró el pasado miércoles el CEIP de As Covas que por un día convirtió sus aulas en salas
de arte y transformó, de la noche a la mañana, el centro en un improvisado
“Museo Nacional de Arte”, tal y como lo denominaron oficialmente sus alumnos.
La iniciativa tuvo una acogida fantástica, tanto que se desbordaron todas las
previsiones con la afluencia de 124 padres y madres que retiraron las invitaciones para no perderse una
experiencia tan efímera como irrepetible, colofón de un proyecto educativo sobre la pintura que el centro vino trabajando a lo largo del curso implicando a alumnos y profesores.
Una de las salas del Museo de Arte Nacional del CEIP As Covas |
El
museo se componía de nueve salas, a razón de una por aula, dedicadas cada
una a un pintor (sala Miró, sala Dalí, Van Gogh, Frida Kahlo…), e incluso una
dedicada a un único cuadro, “El Guernica”, de Pablo Picasso, otra a la pintura
rupestre y, a mayores, una centrada en el mundo de la música con una muestra de
instrumentos musicales fabricados por los propios alumnos. Previamento los alumnos habían decidido el nombre del museo, trabajaron en en contendido de las salas, en la elaboración de invitaciones, carteles y vídeos promocionales para divulgar el evento en la red, o en el gran cartel que presidía la entrada. Incluso se repartieron los roles a desempeñar durante la jornada -desde guías a periodistas, pasando hasta por camareros para atender al público en un pequeña cafetería habilitada en el interior del centro-.
La
apertura se realizó a la 10 de la mañana. Las aulas, con espacios libres,
despejados de pupitres y sillas, evocaban las salas de museos, con láminas
creadas por los alumnos a partir de obras de los pintores que protagonizaban cada una de las salas. Incluso las familias aportaron su grano de arena con réplicas de
cuadros míticos como “El grito” de Much, “El arlequín” de Pablo Picasso, o “La
habitación de Arlés” de Van Gogh, que colgaban de los pasillos del museo,
otrora colegio.
Conforme
llegaban padres y madres iban siendo distribuidos en grupos de 30 para, siguiendo un itinerario, iniciar la visita acompañados para ello de sus respectivos guías. “Los alumnos -explica el director Paulo Nogueira- concibieron cinco itinerarios
distintos para poder simultanear las
grupos, pweo tenían que se cumplir unos horarios estrictos para que todo fluyera con normalidad, y lo cierto es que se ajustaron muy bien a los tiempos”.
Sala dedicada al arte rupestre |
De
lo que más cautivó a las padres fue la sala de pintura rupestre, ubicada en el
aula de educación infantil, donde se encontraron a los niños realizando una
dramatización de un espacio que evocaba una cueva prehistórica: unos pintaban en una simulación de roca, mientras otros intentando fabricar fuego o cumplían otros roles dentro de aquel particular clan. También la sala del Guernica, con
varias réplicas de la obra, pintadas por los alumnos, donde los guías se
paraban explicando el contexto del episodio de la Guerra Civil en que Picasso
había concebido el cuadro.
Y
para que no faltara de nada, los chavales también concibieron una cafetería en
el museo, en la que agasajaron a los padres y madres con zumos, café y postres,
elaborados por ellos mismos en sus casas. “Durante el curso escolar -explica el
director Paulo Nogueira- los alumnos de sexto vendían los viernes postres
típicos elaborados por las familias para tratar de financiar el viaje de fin de
curso a Manzaneda”. “Y fueron ellos mismos -continúa- los que plantearon esta
alternativa: habilitar una cafetería desde la que agasajar en esta jornada a
las familias con una degustación para agradecerles que durante el curso
hubieran comprado sus postres, permitiéndoles así lograr la financiación para
su viaje, y a nosotros nos pareció una idea estupenda”. “Además -añadió- la
cafetería, que atendían los propios alumnos, se convirtió en un lugar y una
manera para mantener un rato de convivencia con los padres y madres, que
siempre resulta gratificante”.
Paulo
Nogueira subrayó los logros que tiene el trabajo por proyectos, como este
concebido desde el CEIP As Covas: “alrededor de la pintura trabajamos las
diferentes materias del currículo: desde las matemáticas para reproducir un
cuadro a escala, hasta la expresión escrita para elaborar los guiones de los
vídeos, la competencia de aprender a aprender construyendo instrumentos y,
sobre todo, la expresión oral, que es una de las lagunas que apuntan muchos
informes de hoy en día, y en una jornada como ésta, el 80 por ciento ha sido
trabajar precisamente ese tipo de expresión”.
Los cantautro Mini e Mero en plena actuación en el CEIP de As Covas |
Mini e Mero
Fue la segunda gran cita del mes en el colegio de As Covas, por cuanto dían antes los niños del centro vibraron con la visita de "Mini e Mero", dúo de cantautores lucenses integrado
por Xosé Luis Rivas y Baldomero Iglesias que deleitaron al alumnado, profesosado y padres y madres que se sumaron, con un concierto en el que ofreciero su música sobre
poemas Manuel María. Cierto que los primeros sorprendidos fueron los dos
cantautores, recibidos en el vestíbulo del colegio con los 164 niños
entonando para ellos la “Rianxeira”.
A continuación protagonizaron un pequeño
encuentro con el alumnado de educación infantil en sus aulas cantando para
ellos versos que Manuel María escribió en “Os soños na gaiola”. La segunda parte del evento transcurrió con los niños de Educación Primaria, padres y madres, a los que ambos cantautores refirieron numerosas anécdotas de un Manuel
María al que les unió una gran amistad y con el que viajaron a menudo. Y
de él poeta lucense cantaron temas como “O Carro”, “O Aradiño” u “O Bando do Alcalde”, entre
otros. Pero también los chavales les brindaron a su vez canciones musicadas por
ellos mismos, por lo que resultó al final en encuentro a dos bandas que cautivó a todos.
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