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Lino Padín Outón
Bodeguero del caíño D'Arvelos
Cuando muchos se están subiendo hoy al
carro de los tintos Rías Baixas, ¿siente que su padre, en los 90 un predicador
en el desierto, es hoy un gran olvidado?
De hecho él acudió a las primeras
ediciones del Encontro co Viño de Autor en Meaño con su tinto.
Tercera y última entrega sobre los tinto de la D.O. Rías Baixas. Cuando empiezan a irrumpir
con fuerza en el mercado estos tintos y 26 bodegas de la D.O.
apuestan ya por unos caldos a los que los expertos conceden enorme potencial,
son pocos los que se acuerdan en Luis Padín, un bodeguero de Castrelo que,
afincado en el barrio de Piñeiros en Vilalonga (Sanxenxo), fue el auténtico
pionero de los tintos Rías Baixas, con un caíño que él embotellaba ya a mediados
de los 90 bajo su sello “D’Arvelos” al amparo de la D.O. Los defendió a capa y
espada cuando en aquellos años se vivía la fiebre de la plantación de albariño,
y se talaban por doquier cepas centenarias de caíño y espadeiro. Fallecido en
2012 su hijo Lino Padín continúa la saga de una bodega familiar cuyo caíño
sigue siendo su bandera.
"MI PADRE SE PRESENTÓ A LA FIESTA DEL
ALBARIÑO VENDIENDO SU CAÍÑO"
ALBARIÑO VENDIENDO SU CAÍÑO"
Lino Padín con su D'Arvelos |
En
buena parte sí, es cierto. Mi padre comenzó a elaborar su tinto caíño amparado
en la D.O., a mediados de los años 90,
él fue el primero cuando no lo hacía nadie. Todavía conservo en casa botellas
de la añada de 1997.
Contaba en cierta ocasión que parte de
la culpa de apostar por el caíño la tuvo su madre.
Sí,
tuvo una movida con su madre Aurelia que le reprendió cuando cortó unas cepas
de caíño para plantar albariño. Y desde aquella, contaba, no cortó una cepa de
tinto, y se decidió por elaborar el caíño dentro de la D.O.
¿Le tiraba mucha gente para atrás en su
apuesta por el tinto?
Muchísima.
Lo tildaron durante años de loco, de chalado, o se reían de él cuando todo el
mundo cortaba el tinto, incluso cepas centenarias, para plantar albariño, que
era el futuro. Pero mi padre, a inicios de los 90, cuando el tinto de la D.O.
estaba ahí abajo, porque todo era la fiebre del albariño, peleó lo indecible y
muchísimo contracorriente para defender el tinto, porque él estaba convencido
de su potencial, el caíño era su bandera.
¿Tuvo dificultades para pasar las catas
cuando el suyo era el único tinto de la D.O.?
No
lo sé con precisión, pero alguna dificultad sí tenía referido.
La nueva imagen de la botella |
Y no
sólo al Encontro co Viño de Autor, sino que mi padre, allá por el año 2004, se
plantó en una Festa do Albariño en Cambados, con un stand compartido con otro
bodeguero de Vilalonga, y vendía en el Paseo da Calzada su caíño en plena Festa
del Albariño.
¿De donde procede el nombre de D’Arvelos?
Es
el nombre de una excelente parcela que tenemos en Castrelo.
¿Sigue siendo el caíño tinto el emblema
de su bodega?
Sí,
como en vida de mi padre. De hecho el 60 por ciento de nuestra producción es
caíño tinto, sólo el 40 es albariño.
¿Dónde tiene sus parcelas?
En
Castrelo y e Vilalonga. Están en plena costa, mismo aquí en Vilalonga tengo un
viñedo que linda justo con el mar… estos sí son lo que se llaman literalmente
“tintos del mar”.
¿Algún secreto para el laboreo?
Nunca
utilizo herbicidas, ni cavo las viñas y sólo les corto la hierba. Además no las
he abonado nunca, mantengo los terrenos pobres, es bueno para la calidad.
Algunos defienden, precisamente para la
calidad, que en este tipo de variedad tinto es recomendable una poda en verde
que limite la producción.
Son
teorías que yo no me creo. En mis viñedos nunca lo he hecho, si acaso, cuando
deshojo la viña en agosto, sí corto algunos racimos cativos que no han
desarrollado.
Con
el caíño, que es la superficie que cultivaba en vida mi padre, voy servido,
pero sí tengo ganas de plantar una parcela para elaborar un espadeiro.
¿El tinto se lo quitan de las manos?
Está
muy demandado, es cierto. Mismo cuando me hago cargo de la bodega en 2012, que
es cuando fallece mi padre, y con la crisis económica golpeando muy duro y
después de una cosecha enorme que fue la de 2011, el tinto fue lo que mantuvo
la bodega en ventas.
¿Dónde vende su caíño?
El
70 por ciento en Galicia, en buena restauración vinotecas
¿Y a qué precios se mueve en relación
con el albariño?
Son
vinos que están muy demandados y se mueven en precios medio-altos, esto es,
equivalente a los albariños más preciados del mercado.
¿El que se sumen más bodegas al tinto
Rías Baixas es bueno también para sus ventas?
Sí,
porque contribuye a darlos conocer más, ya no sólo es mi padre predicando en el
desierto, defendiendo el tinto a capa y espada. Y, cuando un amante de los
tintos, prueba un caíño o un espadeiro Rías Baixas, ten por seguro que lo
conquista, porque es un vino muy diferente a todo lo resto que haya probado en
su vida.
Si su padre levantara la cabeza y viera
el tirón que empieza a dar el tinto Rías Baixas…
Se
mostraría tremendamente satisfecho de ver cuánta razón tenía, y lamento que no
pueda verlo. Y hace 20 años mi padre preconizaba que, cuando varias bodegas se
subieran al carro del tinto Rías Baixas, iban darle un vuelco a toda la
concepción de la D.O.
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