sábado, 4 de enero de 2020

ESTOCADA A LA HISTORIA


Cruceiro abatido en Vista Alegre
El temporal “Elsa” abatió en diciembre (tarde-noche del día 18) el cruceiro de Vista Alegre en la entrada de Cobas, pieza que fuera seriamente dañada el pasado verano, amenazando ya desde entonces con su derrumbe, riesgo que los vecinos comunicaran al concello. Peron desde entonces no se realizó actuación alguna para afincar el monumento, y aquel miércoles, debido al fuerte viento, se precipitó al suelo con gran estruendo, rompiendo su varal de 2,30 metros de altura y coronado por una cruz de 200 kilos que se hizo añicos. Afortunadamente se saldó sin daños personales ni materiales en los vehículos estacionados en las inmediaciones. En la memoria colectiva ha sido una auténtica estocada para la historia.

La "Vista" no es "Alegre" en este entorno... O si? 
Indignación de los vecinos
Los vecinos de Vista Alegre mostraban su indignación por lo acaecido “porque desde que avisamos al concello en julio únicamente pasó aquí la policía local para balizar el cruceiro con cinta plástica delimitadora, pero el concello no hizo actuación alguna para evitar que se destrozara este monumento”. Una desidia de cinco meses que ayer denunciaban los vecinos al perderse uno de los símbolos de Cobas, “tanto que a los vecinos de esta zona nos identificaban, no como de Vista Alegre, sino como los de O Cruceiro, era una señal de identidad para la aldea”.

Varal roto del cruceiro de Vista Alegre
Según refiere el vecindario el cruceiro de Vista Alegre, considerado en origen uno de los más monumentales del municipio por su envergadura, fuera dañado el pasado verano por una mini-pala de la empresa Taboada y Ramos, que trabajaba en labores de mejora en la carretera de Cobas para disponer bandas reductoras de velocidad. “Cuando Taboada y Ramos estacionaba en esta zona la maquinaria -explica uno de los vecinos- una mini-pala golpeó accidentalmente el pedestal, ladeando la estructura y provocando además una fractura en el varal”. Éste se mantuvo en pie, merced a una varilla metálica interna que comunicaba con la cruz, pero que dejaba toda la estructura renqueante, a expensas de un golpe de gracias que fue ayer “Elsa”.
El fuste se seccionaba a la altura de un metro, y la parte caída partía en dos trozos que se mantenían a pie del cruceiro en la tarde siguiente. Según refieren los vecinos, por la mañana la policía local se personara en la zona, retirando las partes rotas de capitel y la cruz hecha añicos. Mismo un vecino se encargaba de barrer las piezas minúsculas, que se afanaba en guardar en una bolsa. También a primera hora de la mañana el escultor de Cobas, Paco Pazos, a requerimiento del concello, se personaba en zona -que dista a apenas 200 metros de su taller-, para valora lo acaecido, por cuanto se prevé que él será el elegido para, si es posible, recuperar la pieza.

Cruz de Paco Pazos
El cruceiro sin cruz en los 90
Este cruceiro presentaba una de las bases más monumentales, por cuanto en origen contaba con cuatro grandes escalones cuadrangulares, coronados por un pedestal en el que se anclaba el varal. Un pedestal con aristas muertas, en cuyo frente se adivinaba una inscripción, hoy ilegible. Sobre él se erigía un varal de 2,30 metros de altura con sección octogonal, si bien con aristas tan muertas que se asemejaba a una columna. La parte superior se estrechaba para acoger un capitel corintio, decorado con hojas de acanto, y que contaba con sendos angelotes insertados en tres de sus caras, mostrando la cuarta una calavera, alusión al Gólgota, o Monte de la Calavera que acogió la crucifixión de Cristo.
La memoria colectiva de Cobas no puede precisar la época de construcción del monumento. Su cruz no se conservaba desde la Guerra Civil, por cuando éste, junto con otros en Galicia, sufrió el ataque desaforado de sectores radicales de izquierda que abatieron las cruces a modo de protesta contra la Iglesia.

Fue así que durante toda una generación  este cruceiro se recordó sin cruz. A inicios de este siglo, con motivo de las obras de mejora de la carretera de Cobas, se retranqueó de su posición original, si bien se optó por prescindir de una parte de la basamenta, ofreciendo hoy tan solo dos peldaños, más un tercero semienterrado. A la par, el concello encargó al escultor Paco Pazos la construcción de una cruz para coronar el monumento. Un Pazos que, cuando se le pregunta, recuerda que “fue una cruz muy elaborada, que supuso mucho trabajo, y que presentaba en el anverso una Crucifixión y en el reverso la Virgen”.

Cruceiro de Axís en Simes
54 cruceiros
El municipio de Meaño alberga entre sus siete parroquias un total de 54 cruceiros, de ellos 7 en la localidad de Cobas. De esos 54, 9 no conservaban su cruz, si bien en los últimos años, caso de este de Vista Alegre y otro de Vilariño le ha sido repuesta. Otro de los cruceiros amenazados fue el A Portela en Meaño, afectado por la construcción de la entonces vía rápida de O Salnés, y que el concello se avino a trasladar a inicios de los 90, para presidir desde entonces el cementerio parroquial de Meaño. No obstante, no escapó de aquella amenaza el lavadero de A Portela que, ante la ceguera del gobierno municipal, sí quedó enterrado bajo la vía rápida. Ahora otro de los monumentos de aldea, este en Cobas, se quedó hecho añicos. Su recuperación puede toparse con Patrimonio.



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