emprendedores.es: Pasy
A
esta sección traemos a lo largo de este 2022 a establecimientos, firmas y negocios
meañeses con solera. El primer elegido es Peluquería Pasy, afincado en el
centro de Dena desde hace 56 años. Lo hace hoy de manos de la segunda generación
familiar, que encarna Parisina Pérez Vidal, quien tomara el relevo legado de
manos de su madre (Parisina Vidal Domínguez), quien abría las puertas de este
negocio en 1966. La suya, una familia de generaciones en Dena, con algún vástago
siempre ligado a la iglesia, y en cuya vivienda siempre pulularon los libros. Su
lectura no hizo sino avivar el ánimo emprendedor. Hoy, ofrecemos añadida, su reseña vintage.
“MI MADRE ME DECÍA QUE YO NACÍ PARA ESTO”
Eran los años 60. ¿Cómo se decidió su madre por abrir una peluquería?
Lo suyo fue algo tardío. Siempre le había cautivado el mundo del peinado, servicio que antes ofrecía una señora en una vivienda del centro de aquí de Dena, que era en la antigua farmacia. Mi madre se pasaba allí horas viéndolo hacer. Así que, ya casada, con tres hijos mayores, y 44 años se lio la manta a la cabeza y se fue tres días a Vigo a aprender el oficio en una peluquería. Cuando vino se decidió a montar el negocio en su casa de centro de Dena. Contaba que inauguró por todo lo alto: invitó a lo más granado de Dena, los hombres venían con traje corbata, el cura Don Arturo que vino a bendecir el local, mismo mandó traer un fotógrafo, que aquello era un lujo entonces… Pero ahí llegué yo para chafar los planes.
Inauguración de la peluquería Parisina Vidal en 1966
¿Cómo qué llegó usted?
Sí,
mi madre tenía 44 años y no contaba con quedarse embarazada. Yo le vine a trastocar los
planes (risas), era noviembre, mi madre había quedado en cinta y así estuvo un
año, lo que se dice, con la peluquería cerrada esperando a que yo naciera. Y
tras haberme tenido reabrió el negocio.
Y me dice que aprendió el oficio en tres días.
Había
que tener buena mano, pero por aquella una peluquería de mujer era cortar pelo
y hacer permanentes, no más.
¿Cómo resultó en aquellos primeros años?
Mi
madre siempre me dijo que fueran duros. Combinaba la peluquería con el trabajo
en la era. Cuando llegaba alguien yo salía corriendo a avisarla. Ella venía
rápido, se aseaba rápido y se ponía en la peluquería. Mismo mi padre (Juan Pérez
Domínguez), cuando regresaba por la noche de su jornada como albañil o
carpintero, se pasaba por la peluquería y ayudaba a mi padre a poner tubos en
el peinado de la clienta para acabar la permanente.
Las permanentes eran la tarea por excelencia ¿no?
Sí,
las mujeres solían venir justo el día antes de marchar para Suiza o Alemania
cuando la emigración, y se iban con la permanente hecha para un año.
En los años 80 llegó su idilio con la peluquería. ¿Lo suyo fue una
vocación natural o inducida?
Yo
siempre me crié viendo a mi madre trabajar en la peluquería. Cuando estaba
acabando la EGB en el colegio de Dena, mi madre me decía que “tú naciste para
esto”. Ella quería que yo fuese peluquera, y a mí, la verdad, me tiraba el
mundillo. Así que me envió a estudiar en la Academia “Henry Colomer” en A
Coruña, que hoy ya no existe. Se trababa de una academia radicada en la calle
Juan Flores, donde aprendí la profesión haciendo dibujo lineal y dibujo
clásico, muy enfocado a la formación, y mucha práctica con gente que venía a
cortarse en pelo o peinarse en la academia. Esos dos años hice estancia con mi
hermano, que vivía en un piso en A Coruña. (en la foto Parisina Pérez)
¿Y al regreso asumió la peluquería familiar?
Sí,
era el año 1984 y hasta 1990 llevamos la peluquería mi madre y yo juntas. Y cuando
ella se jubiló en 1990 todo quedó directamente en mis manos.
Supongo que el mundillo de la peluquería ha cambiado mucho en lo
que llevamos de siglo XXI, ¿no?
Sí,
las redes sociales le han dado un vuelco. Antes la gente se dejaba aconsejar por
la peluquera. En cambio, hoy te viene con una idea fija, una imagen o un peinado
sacado de internet, sin tener en cuenta riesgos y calidades de lo que le está
vendiendo la imagen.
Dígame: ¿Cuál es ese perfil que demandan más hoy los
adolescentes cuando le entran en la peluquería?
(Risas).
Ellos vienen demandando el corte de pelo del futbolista de moda; ellas, en
cambio, el peinado de la youtuber que siguen.
Supongo que lo largo de su más de 30 años al frente de la
peluquería les han pedido cosas extrañas. ¿Qué fue lo más raro?
Creo
que lo más fue una madre que me pedía que le hiciera mechas a su hijo pequeño,
que contaba muy pocos años. Yo me negué, le dije que aquello no se lo hacía al
niño. Otra fue la de una madre que quería que su hija, que era lo que se dice
muy menor de edad, recibiera un tratamiento de solárium. Como me negué ella
insistió diciéndome que firmaba una autorización escrita para que su hija
hiciera uso del servicio, pero yo no cedí y le dije que no.
Mirando hace atrás. Si volviera a nacer: ¿apostaría para hacerse
peluquera o hubiera optado por estudiar y hacer otra profesión?
No,
volvería de lleno a hacer peluquería. Sentí y siento que es lo mío.
Y ahora usted ha dado el paso para presidir la asociación de
comerciantes “Corazón de Meaño”. ¿Cómo está resultando la experiencia?
Estamos
trabajando de lleno por relanzar el colectivo. Siempre me gustó involucrarme
por ayudar a la gente, y esta era una buena ocasión de apostar por el comercio
local y por dinamizar Meaño. Cierto que falta mucha implicación para sumarse a
esta iniciativa, es un camino que estamos tratando de recorrer para crear
conciencia en pro de esa importancia del comercio cercano. (En la foto, matrimonio integrado por Parisina Vidal y Juan Pérez, en la peluquería a inicios de los años 70).
Ah! Una última. ¿Qué es eso que siente que le ha quedado
pendiente por hacer y que, quizás un día se ponga?
Estudiar
piano.
Si su madre se atrevió con 44 años a hacerse peluquera, quizás
lo del piano está a tiempo. En la Escuela de Música Meaño se imparte pieano, la
tiene ahí.
No lo había pensado hasta ahora. Quizás sea el momento (sonríe), ¿por qué no?
Parabéns Pasy ,unha excelente profesional.
ResponderEliminarPermitídeme unha pequena crítica
Por qué facedes a entrevista en castelán? Coñezo á entrevistada e sei que usa o galego no día a día .
Temos unha lingua fermosísima que esta morrendo , á que estamos matando por non darlle a importancia que se debería, magoa non aproveitar ( tamén)estos espazos para "presumir" da nosa fala.
Saludos.