domingo, 13 de agosto de 2023

 

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Francisco Méndez Méndez
Bodega "Terra de mareas"

       

Puro sabor Meaño. Aunque el albariño es el rey, no todo es blanco en Rías Baixas, no en vano en los últimos años empieza a asomar una representación -por el momento, testimonial- de los tintos. Un hecho que también se percibía en la Festa do Viño de Meaño donde este año, entre las 21 bodegas presentes, ofrecían sus tintos de la D.O., cinco, cuando a inicios de este siglo sólo una, “D’Arvelos”, embotellaba un tinto Rías Baixas en la comarca saliniese. Entre ellas, este año en la feria meañesa el
“Terra de Mareas” de Francisco Méndez, uno de los bodegueros meañeses más jóvenes en esta XXII Festa do Viño, y que  empezó a embotellar ya su tinto Rías Baixas desde la primera añada en su bodega, que echaba a andar de su mano en 2018 a sus entonces 32 años. 

“EL TINTO RÍAS BAIXAS REQUIERE CRIANZA EN BODEGA”


¿Cuánto tinto Rías Baixas y de que variedad embotella en bodega?
De momento, es testimonial, 1.200 botellas de la variedad caíño, que el mercado absorbe a las primeras de cambio. En bodega procesamos 10.000 litros de albariño, todo ello de viñas propias. En cuanto al caíño Rías Baixas, es una uva que me viene legada de mi abuelo. Cuando echamos a andar la bodega en 2018, aún cuando el abuelo ya no vivía, yo siempre tuve claro no dejar el tinto. (En la foto: Francisco Méndez)
¿Proyecta incrementar la producción de tinto Rías Baixas?
Sí, en proyecto tenemos plantar próximamente 8.000 m2 de caíño.
Dice que el mercado acoge muy bien los tintos. ¿Dónde vende su Terra de Mareas tinto?
Sobre todo en la exportación, lo mismo que los blancos. Nuestro mercado está sobre todo en Singapur, Corea y Bulgaria.
¿Cómo para una bodega pequeña como la suya sus vinos llegan tan lejos?
A través de contactos en ferias del vino. Son una ocasión excelente para que abrirse puertas. El tinto Rías Baixas tiene un recorrido al alza y con mucho tirón.


¿El caíño se vendimia a la par del albariño o más tarde?

Caíño y albariño no se pisan en vendimia. El uva caíña se vendimia en octubre, unos 15 días después de acabado el albariño.
¿Cómo se comportan esa uva en viña?
De manera similar, si bien a la uva tinta le cuesta ganar grado alcohólico. Por eso, es preciso realizar antes un rarea en la viña, esto es, tirar al suelo aquellos racimos más pequeños, lo que permitirá que los otros, mejor dotados, se desarrollen más y ganen grado alcohólico. Algunos lo realizan en septiembre, pero nosotros la hacemos al salir la uva de la purga, que suele coincidir en junio, que nos permite eliminar sarmientos cortos, deshojar la viña y airear más el racimo y que trabaje mejor el fitosanitario. Es una labor que en generaciones anteriores no se hacía, porque se desconocía. ¡Menuda me armaba mi abuelo si me veía tirar al suelo un racimo de caíño! Hoy suena duro hacerlo, pero es obligado, para luego tener buena uva, sana, y buen vino.


Los padres, Amelia y Paco, junto con su hijo y bodeguero Fran Méndez

En fitosanitarios: ¿requiere los mismos tratamientos que el albariño, o el tinto tiene alguna singularidad?

No, las mismas pautas y fitosanitarios que el albariño.
¿Se han planteado un experimentar con un caíño blanco Rías Baixas?
No lo descartamos, y nos gustaría probar, pero cuando produzcan esos 8.000 m2 que tenemos proyectadas. Pero con la uva caíña que por a ahora tenemos, no da para más.
¿Qué cosecha se espera en tinto Rías Baixas esto año?
En nuestro caso, se presume una cosecha dentro de la normalidad, sin merma ni excedente.


Fran Méndez brinda con su tinto Rías Baixas

¿Y cómo se comporta comporta el caíño Rías Baixas en bodega?
Como todos los tintos, el Rías Baixas también requiere su tiempo. Un buen tinto Rías Baixas, en contraposición con los blancos, precisa de un tiempo de crianza, de hecho nosotros estamos sacando justo ahora al mercado en esta feria la cosecha de 2021. Otros prefieren acelerarlo y sacarlo al año, pero yo entiendo que el tinto caíño gana con el tiempo. La filosofía en bodega es la calidad, y no dudamos en darle ese tiempo. Como en la vida, en el tinto las prisas no son buena consejera.

 

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