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Ignacio Varela Camiña
Ignacio Varela Camiña
35 años como director del Coro de Xil
Meaño
cuenta en la actualidad con cinco pequeños coros parroquiales, la mayoría
surgidos en los años 80 y que mantienen su actividad gracias a la dedicación altruista
de sus integrantes. Prueba de ello es la entrega de nuestro protagonista,
Ignacio Varela, el director más veterano y que más años lleva al frente de una
de estas agrupaciones, en su caso el coro de Xil, que él mismo contribuyó a
crear y que dirige desde hace 35 anos. A sus 73 entiende que el final de su
etapa de director está próximo “porque son muchos años y todo cansa” e incluso
reconoce que tiene ya fecha. No obstante, se muestra convencido de que el coro
puede continuar “porque en la zona hay gente preparada para asumir la
dirección” y, de hecho, alienta a la formación a ello.
“EL FINAL DE MI ETAPA COMO DIRECTOR DEL CORO DE XIL TIENE
FECHA, PERO NO LA DIGO”
Ignacio Varela en su casa de Xil |
Sí,
me inicié con 12 o 13 años aprendiendo a tocar el acordeón. Empecé a estudiarlo
hacia 1955-56 con un maestro de Cambados, que se llamaba, y se llama porque
todavía vive hoy, Ángel Losada. Todas las tardes dos muchachos de aquí de
Meaño, que éramos Pablo Dovalo y yo, recorríamos casi 10 kilómetros en
bicicleta hasta Cambados para recibir clases en su escuela de música.
¿Y cómo se le dio por este
instrumento?
De aquella, estoy hablando de los años 50, era muy habitual de las orquestas. Recuerdo que mi primer acordeón se lo compré a Poceiro, el mismo que dio nombre a la aquella mítica orquesta, y que era un lutier porque los fabricaba él mismo. Me costó unas 8.000 pesetas de aquel tiempo.
De aquella, estoy hablando de los años 50, era muy habitual de las orquestas. Recuerdo que mi primer acordeón se lo compré a Poceiro, el mismo que dio nombre a la aquella mítica orquesta, y que era un lutier porque los fabricaba él mismo. Me costó unas 8.000 pesetas de aquel tiempo.
Y con él dio el salto al
mundo de la orquesta.
Sí,
de hecho empecé a tocar en la orquesta Galicia, una pequeña formación que había
aquí en Meaño. Luego estuve en otras: Nueva Vera Cruz, Crazy Kray… En los
primeros años con el acordeón, pero luego acabé en el órgano, toda vez que el
acordeón acabó desplazado por él en las orquestas. Hoy he vuelto al acordeón
junto con Pablo Dovalo en la formación Rías Baixas, o bien tocando a dúo con
él. Es algo que sigo haciendo porque siempre ha sido mi gran pasión.
El coro de Xil estuvo ligado
a usted desde siempre. ¿Cuándo y cómo se formó este coro?
Hace
años, estoy hablando de inicios de los años 80 del siglo pasado, había en Xil
un cura que se llamaba Manuel Cornes que, cada Nochebuena, organizaba a un
grupo de gente para cantar villancicos en la misa del gallo que él oficiaba a
medianoche. Un día me citó en la iglesia… Fue una media encerrona, porque allí
me estaba esperando con un grupo muchachas. Me animó para que me pusiera al
armonio, él empezó a dirigir y nos soltamos a cantar allí mismo. Así empezó
todo. El cura dirigió aquel coro en los primeros años mientras que yo tocaba,
pero, con el tiempo, me convenció para que asumiera también la dirección. Y
desde entonces hasta hoy.
Sí,
siempre ha sido por amor al arte… y a Xil (sonríe).
¿Cuántas voces componen este
coro de Xil?
Somos
pocos… apenas 20 personas. A lo largo de los años hubo gente que se acabó yendo
y otros viniendo, como suele ocurrir es este tipo de agrupaciones, pero se
mantienen todavía siete u ocho de aquellos que empezaron hace 35 años.
Cuando
empezamos éramos jóvenes, pero ahora la edad media debe rondar los 65 años.
¿Y cuánto tiempo dedican a
ensayos?
Poco.
Ensayamos un día a la semana, que es el martes, en la casa de cultura. La
sesión dura una hora… no más, enseguida empiezan a sonar las alarmas de los
teléfonos: que si uno tiene que tomar el sintrom, que otro pincharse por la
diabetes… (risas) los años no perdonan.
¿El final de su carrera como
director del coro de Xil tiene fecha?
Sí,
y está pronta. No la digo, pero sí tiene fecha… Todo cansa, y lo mío como director
del coro de Xil ya son años. En el acordeón no, ahí seguiré mientras los dedos
me obedezcan.
¿Barajó el haberlo dejado
antes?
Sí,
pero me daba pena porque si lo dejaba sentía que el coro podía disolverse.
¿Y no teme que eso ocurra
ahora?
Ahora
no tiene por qué.
¿Ve que existe la
posibilidad de encontrar un nuevo director?
Dentro
del coro no, pero por fuera sí hay gente de la que se puede echar mano para que
el coro siga adelante, y es lo que deseo.
El municipio de Meaño cuenta
desde hace años con cinco pequeños coros parroquiales. ¿Nunca existió un
movimiento para aunarlos y formar una buena masa coral?
No,
que yo sepa. Y sería bueno que lo hubiera. Mismo aquí cerca, en Meis, tienen
también varios coros, pero se pusieron de acuerdo a nivel ayuntamiento para
integrar una gran coral con las mejores voces.
Ignacio Camiña dirigiendo el Coro de Xil en el último Festival de Panxoliñas de Meaño |
Que
aparezca un director con ilusión que se atreva a impulsarlo. Y también sería
bueno contar con una instalación adecuada para albergar cada año un certamen o
un festival de buenas corales, que podía atraer a gente y despertar de paso la
pasión de algunos por sumarse a este mundillo del canto coral.
¿Por qué la gente joven no
se suma a estos coros?
Porque
supone mucho trabajo y no está pagado, es pura afición, no más. La gente joven
hoy tiene otras preferencias.
¿Y cómo se gestiona por
dentro un coro parroquial pequeño, como este de Xil?
Con
mucha dedicación por parte de la gente, porque las actuaciones y el dinero que
se cobra por cantar un misa, que lo que más salidas nos supone, es muy poco.
Incluso en algunos festivales de habaneras a los que tenemos acudido la
participación en altruista. Luego está algo de dinero por parte del concello
por actuar en el festival de villancicos, algún año de la Diputación… Es poco y
lo que se hace con ese dinero es generar algo de fondos que dan para comprar o
renovar trajes, hacer alguna comida al año y poco más.
JAMAS COMPRENDERE EL CIERRE DE LOS MOLINOS DE MEAÑO Y ESAS MULTAS QUE MAS QUE MULTAS PARECEN ROBOS, QUE DAÑO HACEN LOS MOLINOS A NADIE MAS BIEN TODO LO CONTRARIO CULTURA PARA LOS PUEBLOS, ME PARECE ESCANDALOSO TODO ESTO QUE LASTIMA Y QUE ROBO
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