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Javier Viñas Torres
Panadero de
Dena
Desea usted pan artesano fresco en día de Año Nuevo en su mesa? En Dena es posible. Contadísimas
son las panaderías que desafían la Nochebuena y Nochevieja para seguir cociendo
a pie de horno para ofrecer pan artesano fresco en Navidad y también mañana
lunes, día de Año Nuevo. La suya en el centro de Dena es una panadería en la
que este meañés cuece desde hace cuatro décadas los 365 días del año, lo que se
ha convertido ya en tradición. Amén del pan, sus empanadas artesanas son
también de lo más preciado La suya es
una profesión que inició a los 12 años trabajando con su padre en la panadería
familiar. Ahora, próxima a la jubilación piensa que la actividad de la
panadería familiar seguirá de la mano de algunos de sus cinco hijos.
“EN DÍA DE AÑO NUEVO ME VIENEN CLIENTES DE OTROS CONCELLOS A POR PAN FRESCO”
Javier Viñas con una de sus preciadas empanadas |
Así
es, y desde hace 40 años.
O sea que mañana, día de Año
Nuevo, usted ofrece pan artesano fresco del
día.
Sí,
y el día de Navidad, también. La única novedad es que en estos dos días no hago
reparto, sólo lo dispenso en tienda.
¿Y qué le dice su familia?
No
me dicen nada, es ya una tradición, bajo como cualquier noche y trabajo con
ayuda de mi mujer y algún hijo.
¿Mismo después de la uvas?
Sí,
nos tomamos las uvas en casa, aquí al lado, y bajamos luego para el horno al
filo de la tres o cuatro de la madrugada.
¿Tiene más clientes en día
de Navidad o Año Nuevo que en otras jornadas o festivos?
Sí,
viene gente hasta de Cambados, O Grove o Sanxenxo, que no son clientes
habituales, y que se desplazan a Dena a propósito para comprar aquí pan fresco
del día en Navidad y Año Nuevo.
¿Y lo vende al mismo precio?
Al
mismo precio que el resto del año.
Y en esos 40 años, ¿cociendo
los 365 días del año sin fallar un solo día?
Cierto,
sólo fallé uno y fue la noche en que murió mi madre, a las 4 de la madrugada
del día 26 de diciembre del año 2004, entonces sí paré el horno.
Antes muchas panaderías no
cocían para el domingo, pero usted lo hizo siempre.
Sí,
y llegué a tener incluso un cliente que regentaba un restaurante en Pontevedra
y que venía todos los domingos a Dena a comprarme él solo más de cien barras.
¿El pan subirá con el año nuevo?
¿El pan subirá con el año nuevo?
En
principio no creo.
Con
doce años en la panadería que tenía aquí mi padre, Juan Viñas. El suyo era un
horno de piedra que elaboraba auténtico pan artesano en cocción tan lenta que
aquello era pura galleta del sabor que tenía. Cada vez que se metían dos o tres
hornadas el horno enfriaba y había que volver a barrerlo y calentarlo otra vez
para cocer las siguientes. Era un trabajo arduo.
Hoy ya no lo tiene horno de
piedra.
No.
Cuando asumí yo la panadería puse un horno de chapa, que es el que tengo, y que
puede funcionar a leña o gasoil. Cuece 144 bollas por hornada. Yo no empleo el
gasoil, utilizo la leña, da más trabajo, pero es más económico y más ecológico.
¿Ha sufrido mucho la
competencia de los supermercados y grandes superficie?
Muchísimo.
Son varias las panaderías de la comarca que han tenido que cerrar por la
competencia de la masa congelada de los supermercados. Yo mismo reconozco que
desde que irrumpió el pan de las grandes superficies cuezo el 50 por ciento
menos.
¿Y en qué se diferencia el
pan artesano del de las grandes superficies?
En
los aditivos que ellos les añaden, y en que los panaderos hacemos una
fermentación más lenta por lo que obtenemos un pan más sabroso y de mejor
calidad.
El
pan es harina, agua, levadura y sal. Cierto que toda harina de pan viene ya con
algunos aditivos, pero en panadería no añadimos absolutamente nada.
Y el pan moreno de muchas
panaderías ¿es centeno o malta?
Hay
quien usa malta, que es un colorante que sale muy económico y con el que debes
tener mucho cuidado, porque a poco que te pases te pone el pan negro. A mí me
lo ofrecieron muchas veces, incluso llegué a probarlo, pero lo rechacé de
cuajo, para mí no valía y seguí trabajando con el centeno.
¿Cuál es el secreto de un
buen pan artesano?
Un
pan artesano cien por cien no se hace ya en panaderías, porque el auténtico pan
artesano precisa de una hora de fermentando en artesa o amasadora. Luego,
cuando se pesa, necesita de una hora añadida más de fermentación, y después un
horno muy lento. Y eso no lo puede hacer nadie porque estaría uno toda la noche
y no sería capaz de sacar el pan que necesita. Nosotros, lo que hacemos es
aproximarnos a ese proceso en tiempo, sobre todo en la cocción lenta del pan.
Además el pan artesano auténtico debería hacerse en horno de piedra o ladrillo,
como se hacía antes, hornos que hoy no existen ya en las panaderías.
¿El pan menos cocido o más?
Es
para gustos, pero el más pan sabroso es el que está algo más tostado. En
cambio, hay quien prefiere el menos cocido.
Viñas comenzó trabajando como panadero a los 12 años |
Porque
la masa de la barra se hace más a máquina, mientras que la de la bolla se
elabora a mano y se le da luego más reposo. Todo eso lo agradece luego el pan y
se traduce en textura y sabor.
¿En la noche del panadero la
compañía es la radio?
No,
aquí no ponemos radio, somos dos o tres trabajando y tenemos que estar
dedicados y concentrados de lleno para que el pan esté a punto en cada
madrugada.
Con 65 años está a las
puertas de la jubilación…
A
las puertas, porque no me jubilaré hasta los 66 que será cuando me den la
pensión completa.
¿Y sus hijos continuarán con
el negocio?
Pienso
que sí, entre los cinco alguno se animará.
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