viernes, 24 de febrero de 2023

conversas.com
Laura Miniño Oubiña
Capitana del Inelsa Asmubal Meaño

 

En posiciones de luchar por la fase de ascenso a la División de Honor Oro (segunda categoría del balonmano nacional), el Inelsa Asmubal Meaño escribe una de las mejores páginas -sino la mejor- del balonmano saliniense. Con Silvia Lobato en la presidencia y con Juan Costas en el banco, el equipo, que afrontaba la categoría con el objetivo de la permanencia, se encuentra metido en esta recta final donde nunca había soñado. Así las cosas, el buque insignia del balonmano meañés en esta generación es una mujer, Laura Miniño Oubiña, emblemática capitana que, natural de Dena y a sus 24 años, es una de las grandes laterales de la liga. Enrolada en el Asmubal desde los 10 años, y con el que creció acompañada ahora por su hermana Sabela desde el extremo, Laura Miniño secunda su poderío físico por el martillo de su brazo en los siete metros, es la máxima goleadora del equipo con 117 goles, promediando de 5,85 goles por partido, que le hace copar la séptima plaza del ranking de anotadoras de la liga. En la foto Laura Miniño

 

“LO QUE NOS ILUSIONA ES VER EL PABELLÓN DE COIRÓN ENTREGADO”

 

El equipo ha desbordado todas las previsiones. En la segunda plaza, que daría derecho a jugar la fase de ascenso, les faltan de seis jornadas. ¿Les ilusiona el sueño?
Lo que nos ilusiona de verdad es ver el pabellón de Coirón lleno y con la afición entregada, vivir el momento, disfrutar de la experiencia de querer pelearlo hasta el final, algo que nunca nos habíamos ni imaginado. Nosotros veníamos con el objetivo de mantener la categoría, el equipo había militando en Plata femenino dos veces, y en las dos bajamos. A la tercera, esta generación no se perdonaría el no conseguir la permanencia.


Aspecto de la grada de Coirón para ver al Inelsa Asmubal

¿Cómo de complicado es un ascenso a Oro?
Muchísimo. Lo primero tendría que darse todo para clasificar segundas, y somos muchos equipos apretados ahí peleando por ello. Luego, en el supuesto de hacerlo, quedaría librar no una, sino dos fases nacionales para completar ese ascenso.
Logrado matemáticamente, ¿cuándo vieron que era posible empezar a luchar por arriba?
Cuando en la segunda vuelta empezamos a sacudirnos el lastre de no ganar fuera, y así en enero se nos fue abriendo el camino.

En la primera vuelta fueran la sorpresa. Se contaba que en la segunda se disiparía el efecto, porque los rivales les conocen mejor.

Es cierto que nos conocen mejor, pero nosotros también somos ahora otro equipo.
¿En qué han cambiado?
Somos un equipo más hecho, más maduro, nos entendemos mejor, con sólo una mirada sabemos que jugada vamos a hacer. Hay mucha conexión dentro y fuera de la cancha: quedamos, tomamos un café juntas, compartimos tiempo fuera del pabellón… Somos una piña. Cierto que las victorias son también la mejor medicina para fortalecer esa piña.
¿Físicamente son más fuertes que en las dos experiencias anteriores en la División de Plata?
Sí, somos jugadoras más hechas en el plano físico. Para ello ha sido un plus el poder contar desde hace un año con un gimnasio en el pabellón, equipado con máquinas que nos permiten realizar ejercicios que antes no podíamos, hacer así preparación más dinámica y completa para mejorar nuestro cuerpo.


El Inelsa Asmubal tras su último triunfo en Coirón ante el Carballal

¿Qué parte de culpa tiene Juan Costas en todo esto?
Muchísima, es un entrenador con mucha experiencia, él nos sabe llevar mejor que nadie: nos enseña, nos exige y nos entiende. Mismo en un tiempo muerto es un técnico que atiende a lo que podemos sugerirle para ese momento, nos escucha, es receptivo, decide y, si lo ve, opta por poner en práctica la una de nosotras acaba de proponer.
¿Y qué parte tiene Coirón?
El pabellón está siendo lo máximo. Ver la grada llena para asistir a un partido balonmano femenino, y entregada en la animación, me pone la piel la gallina, nos hace fuertes. Ver el pasado sábado ante el Carballal, como con en un tiempo muerto del rival, nosotros con 10 de ventaja y el partido en el bolsillo, la grada aún seguía animando como si el partido estuviera igualado. Coirón, con la grada muy encima de la cancha acústicamente suena como una bombonera… De los pabellones que hemos visitado es difícil ver uno más lleno que Dena, algunos sí, pero no con el volumen de animación de grada que tiene Coirón.


Laura Miniño saluda al baluarte defensivo Vanesa Domínguez.
Foto: Xoel Gil para el Asmubal  

Por delante, seis jornadas y seis finales. A decir verdad, su calendario es más complicado.
Yo no me he parado a analizarlo, sólo pensamos en el próximo partido, no más, y ese próximo es la Sar en Redondela (por hoy sábado día 25 de febrero, 20,30 horas)
Les restan dos partidos en casa y cuatro fuera, uno de ellos la visita al Lanzarote Puerto del Carmen, líder intratable con 12 puntos de ventaja sobre el segundo, que son ustedes, y que este fin de semana pinta proclamarse matemáticamente campeón de liga.
A estas alturas vamos a ir a por todos los partidos, sin importar el rival. A Lanzarote iremos a pelearlo con descaro, no hacemos cábalas, queremos a ser nosotras mismas hasta el final.

Deje un mensaje para la afición.
¿Un mensaje? A la afición no puedo pedir ya más. Sólo puedo decirle gracias en nombre de todas, que muchísimas gracias por estar ahí animándonos con tanta fuerza, por llevarnos en volandas, y que juntos hagamos que el balonmano siga creciendo en Meaño. Ver tantos niños y niñas queriendo venir al pabellón a vernos, a aplaudirnos… Para mí, que soy de Dena y ver desde la cancha a mi gente entregada arriba es muy emocionante. Y animar a los niños y niñas, de Meaño y comarca, a que se acerquen al Coirón y empiecen a disfrutar del balonmano. (En la foto Laura Miniño -izquierda- y la argentina Agustina Ballada)

A luz que ilumina o deporte meañés


 

domingo, 19 de febrero de 2023

conversas.com
Pablo Pereira Fernández
Presidente de la Plataforma Regulación Sulfatos



El pasado verano, con centro en Dena, nacía la plataforma ciudadana Regulación Sulftos.
Una plataforma que se gestaba a partir del embrión de media docena de personas de concellos de Meaño, Ribadumia y Meis, con presencia tanto de afectados como de viticultores y cooperativistas de firmas vitivinícolas, sensibilizados por la necesidad de un control del empleo de fitosanitarios y su forma de aplicación. Al frente de este colectivo, Pablo Pereira Fernández, ingeniero técnico foresta natural de Vigo y afincado en Dena desde hace dos décadas.


Damnificados por la colonización que el viñedo hace del espacio, chocan los intereses de bodegueros, viticultores y moradores, que apela sus respectivas causas a un entendimiento para a fin de evitar daños a la salud y al medio ambiente. Nuestro protagonista, como tantos, sufre en su propia vivienda unifamiliar los efectos de los sulfatos, cuyo “in crescendo” asoma para convertirlo en monocultivo en la comarca saliniense.
Los que deseen sensibilizarse con este colectivo puede hacerlo estampando su firma en www.change.org (https://www.change.org/plataformaSulfato), o si quieren contactar con sus promotores pueden hacerlo por su página en facebook o a través del correo electrónico plataformasulfato@hotmail.com
 

“URGE UNA LEY QUE REGULE LA APLICACIÓN DE SULFATOS”

¿Cómo surge la Plataforma Regulación Sulfatos?
Surge desde Meaño para o Salnés en un movimiento que se empieza gestando desde las rede sociales y que echaba a andar el pasado verano. Era darle forma a un movimiento  que estaba creciendo, a más viñedo, más afectados, tocaba organizarse, y desde la redes saltó a al modelo presencial.
¿Cuántos integran la plataforma?
Organizados ya como colectivo reglado, somos con once directivos y contamos detrás con el apoyo de 800 personas que se sumaron a la causa. Esta plataforma aúna a gente de todo O Salnés: Meaño como centro, pero también de Cambados, Meis, Ribadumia… Entre ellos, vecinos que padecen los daños, pero también viticultores, y hasta cooperativistas de firmas de albariño que son conscientes de ponerle un coto a esto.


Pablo Pereira en el balcón de su vivienda, rodeada de viñedo

¿Cuáles son los pasos dados hasta ahora?

Hemos mantenido encuentros con varios colectivos para poner en común nuestra inquietud. Luego lo hicimos también con los partidos políticos con representación en Meaño y, a la par, con los partidos de la Xunta.
¿Se han reunido con ya con todos los partidos?
Por el momento, a nivel Xunta no hemos logrado hacerlo aún con el PP, y en Meaño tampoco lo conseguimos de momento con el alcalde y su grupo de gobierno. Con el resto de los grupos ya lo hicimos, y con todos ellos ha habido buena sintonía.
¿Se lo han pedido formalmente al regidor meañés?
Sí, hace un tiempo, pero de momento nada.
Ustedes se han reunido ya con la Valedora do Pobo. Veo que ha sido más accesible este cargo que el propio alcalde de Meaño.
Sí, nos reunimos con ella este pasado mes de enero en Santiago. En la reunión hasta le mostramos vídeos para denunciar de la situación que padecemos, lo que le ha dejado muy sorprendida, admitiendo desconocer lo que estaba ocurriendo en O Salnés.


Encuentro en Santiago de representantes de la plataforma con la Valedora do Pobo, Mª Dolores Fernández Galiño

¿Qué próximos pasos tienen ahora en vista?
Siguiendo los consejos de la Valedora do Pobo, trasladaremos esta misma semana un petición idéntica al Defensor del Pueblo en España y a la Defensora del Pueblo Europeo, en pro de una causa justa.
Precise que es lo que demandan.
Lo que demandamos es regularizar la aplicación de sulfatos. De partida, planteáramos que se redactara una ordenanza municipal, pero nos explicaron que a ello no había lugar, por cuanto no existía una ley superior, bien autonómica o nacional, en la que poder ampararse. Por tanto, lo que pedimos y urge es que se redacte una ley sobre la correcta aplicación de fitosanitarios, la cual, como toda ley contemple obligaciones y sanciones para los que no la cumplan.
¿El código de buenas prácticas con que la se forma a los aplicadores de fitosanitarios es insuficiente?
A todas luces, son recomendaciones, no más. Por ejemplo, se recomienda que en viñedos cercanos a viviendas debe aplicarse con pistola y de espaldas, y eso muchos no lo hacen. Y hasta se emplean atomizadores a pie de las casas, muchas veces sin tener en cuenta la presión empleada ni la existencia de viento. Como no existe sanción, la recomendación es papel mojado.


Aplicación con ventilador en una parra de viñedo

¿Cuáles son los daños que sufren los afectados?
En nuestras casas, mismo en parques o en colegios, se respira sulfato, hasta en ocasiones lo ves entrar por tu ventana al poco que uno se despiste… Si uno u otro, como en mi caso tiene tres colindantes con la vivienda que venga a aplicar casi cada semana, significa que tres días por semana debes estar alerta para cerrarlo todo. Otra vez me he visto en la situación de tener que coger a mis hijos y salir pitando del parque infantil en que estaba, por allí no olía, sino que estaba lloviendo sulfato, debido a un atomizador con ventilador que estaba aplicando en un viñedo cercano. Además, los aplicadores que vienen con un atomizador llegan encapsulados con sus equipos de protección, como si fueran astronautas. En cambio, el ciudadano de pie que lo sufre nos enfrentamos al descubierto a ese sulfato.
En concreto: ¿cuáles serían sus propuestas para una ley que reglamente su aplicación?
Evitar colocarles los ventiladores a los atomizadores, porque esparcen la nube de productos tóxicos y cancerígenos más allá de la viña. Mismo algunos técnicos agrícolas independientes, bien conocedores del sector, abogan por ello: prohibir los ventiladores, el atomizador es suficiente. Además, tal y como se hace con el fuego, es preciso crear franjas de seguridad con las viviendas: obligatoriedad de aplicar a pistola en zonas cercanas a casas, prohibir plantar viña a menos de 20 metros de una vivienda, no poder emplear atomizador, como mínimo, a menos de 100 metros de viviendas, parques o colegios. Y, por supuesto, una franja de protección similar para los ríos, que también están indefensos. Una pregunta que más nos formulan en nuestros encuentros con los vecinos es si es legal que a uno le puedan plantar viña a cinco metros de su vivienda: la respuesta es que sí, nada lo impide y, por tanto, nada obstaculizará que a ese vecino le sulfaten de paso su casa.


Tractor equipado con ventilador durante una aplicación de sulfato

En su parecer: ¿Quién debería velar por el cumplimiento de la norma?
Debería ser una labor que tendría ir más allá del Seprona, y que debería incluir a todos los cuerpos de seguridad: policía, benemérita, policía local… Es importante que los ayuntamientos se impliquen en ello, porque son los que mejor conocen el terreno.
¿A que otros ámbitos, amén del político, quieren trasladar sus demandas?
Al mundo de la investigación para evaluar los riesgos y los daños a los que nos exponemos, algo eante lo que, de momento, nadie se ha parado. Para ello estamos iniciando contactos con la Universidad de Vigo con el objeto de promover un doctorado o estudios de calado sobre el impacto ambiental y la salud del uso masivo de fitosanitarios. Y a nivel del mundo de la medicina, nuestra petición para los hospitales que nos tienen en su radio de acción, es que tipifiquen el investigar sobre la incidencia del el cáncer en las zonas vitivinícolas, que en esta zona sigue creciendo. Creo que, a este ritmo de crecimiento del empleo masivo de fitosanitarios, cuyos componentes están reconocidos oficialmente como cancerígenos, el riesgo del cáncer en la zona se incrementa y lo hará más en los próximos años.


¿El crecimiento del viñedo aumenta el riesgo?

Sí, y el número de afectados, más los riesgos para la salud.
¿Qué opinión le merece la creación del proyecto de polígonos agroforestales destinados a viñedo en O Salnés?
Como ingeniero técnico forestal que soy me fijo mucho en ello. Cualquiera que ponga un poco de atención y se pasee por los montes de O Salnés, comprueba las continuas mordidas que se le están dando al bosque para plantar albariño. En el monte, se refleja también con la construcción de terrazas, que son un salvajada, se planta cerca de ríos, de casas… Los acuíferos y las traídas vecinales de agua captada en el monte se resentirán y dejarán de ser aptos para el consumo humano. Todo vale, parece que estamos en el antiguo Oeste, y no valoramos las consecuencias de esta manera de actuar. Cabe pararse a ponerle un coto a todo esto.
Una última: ¿En su lista de encuentros pidieron reunirse con las grandes bodegas?
Con algunas lo hemos intentado, pero aún estamos a expensas de una respuesta. Claro que nos gustaría reunirnos con ellas. Una cosa debe de quedar clara: nosotros estamos a favor de un sector vitivinícola, que es tan importante en nuestra comarca, lo único que pedimos es que se reglamente la aplicación de fitosanitarios para hacer posible la convivencia entre todos. El creciente uso de sulfatos es un tema tabú, porque en él que confluyen muchos intereses, por lo que se evita hablar, al entender que si lo hacemos, polemizamos. Pero si actuamos con sentido y se reglamenta, claro que se puede convivir sin problema alguno. 


domingo, 12 de febrero de 2023

***Opinión

MONTESQUIEU


As posicións políticas cada vez máis simplistas e polarizadas, fan que se mude a argumentación pola descalificación, que se reduza o pensamento ao “todo que o que non está conmigo está contra min”, e que as políticas populistas asomen por doquier.
Aristóteles xa o advertía: a demagoxia é o modelo de goberno que asoma cando a democracia se corrompe. Cara ese risco camiñamos. O momento actual alértanos de que priman reformas para correxir os vicios que corrompen os modelos democráticos.


No modelo español, case toca reler a Montesquieu, que fóra quen concebiu a idea da separación de poderes. Tres poderes: lexislativo, executivo e xudicial, e os tres -esta é a clave-, en mans independentes. Montesquieu advertíao xa: “cando os poderes lexislativo e executivo atópanse reunidos nunha mesma persoa ou corporación, entonces non hai libertade, porque é de temer que o monarca ou o senado fagan leis tiránicas para ser executadas do mesmo xeito”.
En España, de partida, tocánse o lexislativo e o executivo, por canto presidente e, actualmente, 16 do 22 ministros, son deputados e forman parte activa para decidir no lexislativo. Pode un xuíz en activo ser deputado a vez?. Entonces: por que si pode selo un ministro ou presidente? O principio de Montesquieu féndese de base.


Tocaría quizais empezar a sopesar unhas eleccións presidenciais, onde o candidato á presidencia do Estado (ou da comunidade autónoma) tivera que concurrir aos comicios acompañados polo seu elenco de ministros. A ver quen era o presidenciable que se presentaba con un filósofo como ministro de Sanidade (leáse Salvador Illa), ou, como ministra de Educación, con unha Pilar Alegría, diplomada en Maxisterio que nunca exerceu a docencia. Por poñer dous exemplos recentes. Sonroxaríanse. Quen así o fixera, colleitaría froito da proposta. Cando menos, a cidadanía tería dereito a non ser timada, como agora o está sendo. E a partir de aí, e durante catro anos, tocaríalle ao lexislativo, amén de concebir e aprobar leis e como representantes permañentes da cidadanía que son, controlar a ese executivo en pro dun equilibrio xusto e san. 



domingo, 5 de febrero de 2023

 

A sus 30 años, el joven el trompetista argentino Matías Ezequiel Amarilla decidió cruzar el Atlántico y, en un viaje emocional, por España y Portugal, aprovechar para hacer escala en Meaño con el objeto de conocer in situ banda de música, su modo de trabajo y su dinámica para trasladar a su proyecto argentino. Y en el origen, este Ventanuco fue la saetera por la que el azar se coló hasta ensamblarnos, en una de esas historias humanas para sólo poder gratificar los corazones. De Estela Domínguez Rivarosa a Gustavo Trillini; de él a Matías Amarilla, y de éste a Meaño: se vuelve a cerrar el círculo.
 

TOCANDO EN LA BUMM POR UN DÍA

Director él en Argentina de la Banda de Música Bimbó Marsilette de Chacabuco (a 50 kms. de Junín, que es su urbe de referencia en el N.O. de la provincia de Buenos Aires), a Matías Amarilla le embargó la pasión por desarrollar en Argentina un proyecto con otras miras, a imagen de la razón de ser que las bandas tenían en España y Europa. Y el lugar elegido en el que fijarse fue precisamente el pequeño municipio gallego de Meaño, a cuya banda llegó a través de la red y algunos azares.
(En la foto, en el centro, Matías Amarilla tocando en un ensayo con la la BUMM)
“El cómo conocí la banda de Meaño -explica- me llegó a finales del verano por un link que me había enviado mi anterior profesor de trompeta en conservatorio, Gustavo Trillini y ver así un concierto de la Banda de Meaño que participaba ese día en un certamen fuera de Galicia, link que, a su vez, le había llegado por su madrina, a quien a se lo remitía un contacto en Meaño”. (Mención aquí por un Gustavo Trillini Idoyaga que, como tantos argentinos, es  fruto de una fusión de nacionalidades: el primer apellido por parte de padre, italiano él, y el segundo que le llega legado por parte de madre, de familia vasca afincada en Argentina. Y, a mayores, antecedentes en Gustavo Trillini de su bisabuela gallega, Rosa Garrido. 
El concierto en cuestión de la BUMM, al que se refería Matías Ezequiel Amarilla era el de la participación en el XXI Certamen Internacional de Banda de “Villa de Aranda”, que se celebraba el 26 de agosto en Aranda del Duero (Burgos) y que, a la postre le reportó el primer premio a la banda meañesa.
 
Un momento del ensayo, con Matías Amarilla al fondo, a la derecha

Pequeño y tan grande
“Me impresionó -explicaba- la calidad, la sonoridad de esta banda y la complejidad de obras que interpretaba, tanto que, luego tecleé en el buscador ‘Meaño’ y me salía que era un pueblo de tan sólo 5.000 habitantes”. “Yo -agrega-  no me explicaba como un pueblo tan pequeño tenía una banda sinfónica tan grande, de tanta tradición y esa sonoridad”. “Fue a partir de entonces -explicaba-, que empecé a seguir esta banda, su historia
, y sentí ganas de cruzar el Atlántico para conocer in situ el proyecto”. De partida, planeara con su pareja y compañeros de estudio musicales -Milene Morales, Yoseli Eneu y Benjamín Szumico- un viaje emocional a las raíces de la familia de ella en Portugal y Ourense, más sus lazos en Valladolid. Pero en esas, a inicios de diciembre cuando planeaba el viaje, se cruzó la posibilidad conocer Meaño y su banda, una ocasión que, a toda costa, no quiso desperdiciar.
Este argentino reconocía llegar a Meaño “muy interesado en conocer por dentro la dinámica de trabajo de esta banda, su metodología, sus instalaciones… Pensaba que, si algo como Meaño existe y funcionaba, podía replicarse en nuestra Argentina, y tratar de poner en valor así la música en el país”.
Fue así que pudo contactar con el director Diego Javier Lorente y el pasado 14 de enero, tras ser invitado y recibido por éste, participaba bajo el escenario de la plaza en el ensayo con su “trompeta viajera”, que así llamaba a la suya, para hacer un punto e interesarse por cómo se estaba trabajando en la formación meañesa. “En el ensayo -explicaba al salir- comprobé como Diego y la banda aprovechan al máximo el ensayo, es una sesión con mucha lectura, concentración, mucho tocar… Uno sale cansado, pero plenamente satisfecho de haber visto como ahí dentro se hacía un trabajo fantástico”. “Me impresionó -agregaba-, tanta juventud, tan chicos y tocando instrumentos que en Argentina no vemos: tubas, fagotes, oboes…y el repertorio tan rico que manejan”. 

Bandas de música argentinas

Las bandas en Argentina, explicaba, tienen un carácter mucho más reducido, como también lo son las actuaciones, y con un repertorio mucho más limitado. “Allá -explica Matías Amarilla- las bandas son formaciones pequeñas y las actuaciones están ligadas a las celebraciones de la patria”. “Para ello -agrega- cabe tocar siempre el himno de Argentina y luego marchas militares, que ése es el estilo”.
(En la foto: Matías Amarilla con su banda de Música Bimbó Marseletti en Argentina). En Chacabuco, que es un ciudad de 38.000 habitantes, “la mía es una banda municipal formada por 25 músicos: trompetas, trombones, saxos, percusión, teclado y un bajo eléctrico para paliar la ausencia de tubas e instrumentos graves”. “Allí se paga únicamente el salario del director -explica- y los instrumentos, como son caros, se compran merced a los fondos que recauda la asociación”. “Esos instrumentos -añade- se tienen, digamos que a modo de préstamo, con la condición de que el músico acuda a los ensayos y actuaciones, y si, por cualquier circunstancia deja la banda, está obligado a devolverlo”. (Abajo, la banda Bimbó Marsilette, dirigida por Matías Amarilla, interpretando el himno argentino en un acto público)



“En la banda de Chacabuco -explica- soy yo el único que imparte clases tratando de armonizar todos los instrumentos, a lo sumo conseguí contar con un segundo profesor de lengüeta”. “Ahora -continúa- me voy de Meaño con nuevos contactos en la mochila, y yo, cargado de energía y de entusiasmo para embarcarme en un repertorio con otras miras”. “Ansío que la Banda de Música Bimbó Marsilette vaya más allá de las marchas,atrevernos a incorporar la música popular argentina y ofrecer otro aire en las actuaciones, que solemos hacer cada mes y medio en el Teatro Italiano”. “Argentina -explicaba- fue un país de inmigrantes, y cada colonia se preciaba en tener su teatro o su espacio… Los italianos, lo que hicieron allí donde estaban, fue construir un teatro a imagen y semejanza de sus teatros italianos, de ahí el nuestro de Chacabuco, que es en el que actuamos”. Un teatro que, visto lo visto, en eso lleva su ventaja sobre Meaño en relación al marco para público y banda.


Escucha a la Banda Bimbó Marsilette interpretando en su versión de Penny Lane de The Beatles:

Y, abajo, puedes disfutar Gustavo Trillini, a la batería, con su formación de jazz