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Pilar Domínguez Panadero
Pilar Domínguez Panadero
Asistenta social del concello de Meaño
Es
una de las caras más conocidas del concello meañés, no en vano este 2015
cumplirá 20 años en su labor como asistenta social. La suya, como toda la del
departamento que dirige, es una labor discreta desde la planta baja del
consistorio, gestora unas veces, consejera y hasta confidente en ocasiones de
situaciones complejas “porque tratas con emociones o necesidades básicas de
personas ó familias”. Natural de Caldas -si bien vive afincada desde hace años
en Meis- Pilar Domínguez coordina actualmente un grupo de 15 personas que
trabajan a tiempo total o parcial en los servicios sociales de un concello que
sigue apostando, tal y como hacía con Jorge Domínguez, por “blindar su política
social” en palabras de su alcaldesa Lourdes Ucha.
"CON LA CRISIS HA AUMENTADO LA POBREZA, PERO AHORA ES DISTINTA, NO SE
VE TANTO”
Pilar Domínguez en su despacho del concelllo de Meaño |
¿Cuál es la
problemática más habitual que abordan desde los servicios sociales en Meaño?
En
muy variada: tercera edad, mujer, menores, familias sin recursos, acceso a la
justicia gratuita, ley de dependencia, actividades… No hay una dominante.
Cierto que en los últimos años seis o siete años se incrementó todo lo
relacionado la emergencia social.
Consecuencia de la crisis,
supongo.
Sí,
ha sido un incremento muy importante. Antes eran casos muy contados, pero ahora
no tenemos unas 30 familias que necesitan de esa ayuda de forma permanente.
Antes, aquellos casos contados eran pobreza más evidente; ahora, en cambio, es
una pobreza que no se ve tanto, pero que en realidad existe dentro de algunas
casas, y si no hay más es porque las familias se apoyan entre sí, los abuelos
aportan de sus pensiones y eso crea a la vez también pobreza en ellos y en el
resto del núcleo familiar.
¿Existen casos de familias
que rechacen la ayuda que les brinda el concello al entenderla como caridad?
Puede
que exista algún caso, pero no, la inmensa mayoría sí la aceptan.
Destaque algún proyecto del
programa de emergencia social.
Destacaría
dos. Por una parte el de “axuda no fogar”, ocho cuidadores con que cuenta el
concello y que acuden a los domicilios de las personas que precisan de este
programa entre a razón de una hora-hora y media diaria durante seis días de la
semana, si bien el tiempo varía en función de cada caso: realizan tareas de
aseo personal, limpieza de vivienda, comida… Es un servicio que se financia a
tres bandas: Xunta-administración central, concello y una tercera que aporta el
usuario en función de sus ingresos. Y por otra parte está el programa
“meriendas saudables” pensado en familias necesitadas con menores a cargo:
todos los lunes se pasan por el concello y reciben un lote de alimentos a base
de fruta, lácteos, pan… que son las meriendas de sus hijos pequeños durante la
semana. En él están unas 18 familias.
¿Y cómo afectaron los
recortes al programa de emergencia social?
En
el caso de Meaño los recortes no afectaron porque el concello sigue fiel a su
compromiso de mantener la política social en su integridad. Cierto que hubo
recortes desde arriba, pero el concello trató de paliarlos aportando él más
dinero para que esos recortes no se notaran. Y es dinero es necesario porque el
concello está asumiendo un rol que antes no hacía, pero que en las circunstancias
actuales es necesario: aporta alimentos, ropa, algún dinero para medicación,
para pagar la factura de electricidad… incluso algún gasto de sepelio en caso
de extrema necesidad.
¿Y qué piensa usted cuando
oye la posibilidad de sea Xunta o Diputación quienes absorban los servicios
sociales de concellos pequeños, caso de Meaño?
Que
es un error. La administración local es la que está más próxima al ciudadano,
ninguna otra conoce mejor las necesidades de sus vecinos o de las familias, y
eso se hace más evidente en situaciones como la actual. Nadie mejor que la
administración local para asumir esta función, lo otro sería iría en detrimento
de los propios ciudadanos.
Ley de dependencia ¿Cómo
está la situación en Meaño?
Desde
2007 hemos tramitado unas 300 solicitudes, demandando libranzas, esto es, una
pensión para pagar un familiar a modo de cuidador, o servicios como el de
“axuda no fogar”. En este momento en Meaño existen 60 solicitudes de libranzas
resueltas favorablemente y 18 de “axuda no fogar”. Ahora, dada el momento
económico actual es muy difícil que concedan libranzas, suelen resolver
concediendo otros servicios. Otras muchas de las solicitudes se desestiman al
no alcanzar los puntos mínimos para una resolución favorable.
¿Tiene constancia de casos
en Meaño de familiares que hayan tenido que dejar su puesto laboral por atender
a su padre, madre, hijo dependiente y no recibir prestación alguna?
Sí,
hay casos, sobre todo de mujeres, que son las que asumen más ese papel de
cuidadoras.
Otro ámbito de actuación son
los adolescentes. ¿Se han registrado casos de bullying en el municipio de
Meaño?
Hasta
ahora no, por lo menos que tengamos constancia.
¿Existe alguna problemática
que preocupe con los adolescentes meañeses?
Lo
que más el abandono escolar, esto es, adolescentes que debían estar en clase
pero que faltan en exceso. Lo empezamos a notar desde hace seis ó siete año
para acá. Concebimos entonces un programa innovador que fue el “educador na
rúa”, una propuesta que planteamos a la Xunta y que nos la subvencionó durante
dos años. Pero no dio frutos, no acabó por enganchar a esos adolescentes. Por
ello lo hemos sustituido por otro de “educación familiar” en el que la
psicóloga municipal Ana Alonso trabaja con los adolescentes en sesiones personalizadas
los miércoles y viernes, y luego también lo hace con sus familias.
¿Y cuántos adolescentes
participan en este programa?
En
ese curso ocho o nueve.
Una novedad de Meaño es el
programa “Concilia” para la tercera. ¿En que consiste?
Es
un programa que no tiene ningún concello en la provincia. Se trata de ofrecer a
las familias con mayores a cargo un respiro, bien por tema laborales bien por
descanso, y lo hace través del Centro Social Polivalente. Recogemos a los
mayores en sus casas, los trasladamos al Centro donde realizan actividades y
luego los devolvemos a sus domicilios.
¿Cuánto personal trabaja
en los servicios sociales para todos estos programas?
En
este momento, contando el personal de “axuda no fogar”, estamos siendo 15
personas. Es una ratio amplia en comparación con la población, por esta razón y
por los muchos programas que tenemos en marcha Meaño es uno de los concellos
pequeños que recibe más subvenciones, pero es que Meaño prioriza este ámbito
social.
¿Registran casos de maltrato
infantil y a mujeres?
Sí,
existen algunos. En casos así ofrecemos
información, aseramiento y, en algunos
no vemos obligados a denunciar de oficio.
Eso significa para usted
acudir a los juzgados.
Sí,
es nuestra obligación. En los últimos años hay que ir al juzgado una media de
una vez cada dos meses.
Supongo que eso una presión
emocional añadida.
Sí,
porque sabes que tienes en tus manos las emociones de otra gente y eso siempre
es delicado. Además eres consciente de que el apoyo que brindamos es limitado y
ahí surge la impotencia de no poder llegar a todos.
¿Algún caso le hizo especial
mella?
Sí,
recuerdo que hace cinco o seis años tuvimos un caso, el único, de muerte por
violencia de género, y eso fue un golpe porque era un lo estábamos trabajando.
Cuando sucede algo así siempre surgen dudas, te lamentas de no haber llegado
antes, de si hubieras hecho esto o lo otro… es algo a lo que le das muchas
vueltas, todavía lo hago hoy.
¿Y tiene habido presión por
parte de los denunciados?
Alguna
tiene habido, sí, pero muy puntual.
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