sábado, 10 de enero de 2015

conversas.com
Pilar Domínguez Panadero
Asistenta social del concello de Meaño

Es una de las caras más conocidas del concello meañés, no en vano este 2015 cumplirá 20 años en su labor como asistenta social. La suya, como toda la del departamento que dirige, es una labor discreta desde la planta baja del consistorio, gestora unas veces, consejera y hasta confidente en ocasiones de situaciones complejas “porque tratas con emociones o necesidades básicas de personas ó familias”. Natural de Caldas -si bien vive afincada desde hace años en Meis- Pilar Domínguez coordina actualmente un grupo de 15 personas que trabajan a tiempo total o parcial en los servicios sociales de un concello que sigue apostando, tal y como hacía con Jorge Domínguez, por “blindar su política social” en palabras de su alcaldesa Lourdes Ucha.

"CON LA CRISIS HA AUMENTADO LA POBREZA, PERO AHORA ES DISTINTA, NO SE VE TANTO”

Pilar Domínguez en su despacho del concelllo de Meaño
¿Cuál es la problemática más habitual que abordan desde los servicios sociales en Meaño?
En muy variada: tercera edad, mujer, menores, familias sin recursos, acceso a la justicia gratuita, ley de dependencia, actividades… No hay una dominante. Cierto que en los últimos años seis o siete años se incrementó todo lo relacionado la emergencia social.
Consecuencia de la crisis, supongo.
Sí, ha sido un incremento muy importante. Antes eran casos muy contados, pero ahora no tenemos unas 30 familias que necesitan de esa ayuda de forma permanente. Antes, aquellos casos contados eran pobreza más evidente; ahora, en cambio, es una pobreza que no se ve tanto, pero que en realidad existe dentro de algunas casas, y si no hay más es porque las familias se apoyan entre sí, los abuelos aportan de sus pensiones y eso crea a la vez también pobreza en ellos y en el resto del núcleo familiar.
¿Existen casos de familias que rechacen la ayuda que les brinda el concello al entenderla como caridad?
Puede que exista algún caso, pero no, la inmensa mayoría sí la aceptan.
Destaque algún proyecto del programa de emergencia social.
Destacaría dos. Por una parte el de “axuda no fogar”, ocho cuidadores con que cuenta el concello y que acuden a los domicilios de las personas que precisan de este programa entre a razón de una hora-hora y media diaria durante seis días de la semana, si bien el tiempo varía en función de cada caso: realizan tareas de aseo personal, limpieza de vivienda, comida… Es un servicio que se financia a tres bandas: Xunta-administración central, concello y una tercera que aporta el usuario en función de sus ingresos. Y por otra parte está el programa “meriendas saudables” pensado en familias necesitadas con menores a cargo: todos los lunes se pasan por el concello y reciben un lote de alimentos a base de fruta, lácteos, pan… que son las meriendas de sus hijos pequeños durante la semana. En él están unas 18 familias.
¿Y cómo afectaron los recortes al programa de emergencia social?
En el caso de Meaño los recortes no afectaron porque el concello sigue fiel a su compromiso de mantener la política social en su integridad. Cierto que hubo recortes desde arriba, pero el concello trató de paliarlos aportando él más dinero para que esos recortes no se notaran. Y es dinero es necesario porque el concello está asumiendo un rol que antes no hacía, pero que en las circunstancias actuales es necesario: aporta alimentos, ropa, algún dinero para medicación, para pagar la factura de electricidad… incluso algún gasto de sepelio en caso de extrema necesidad.
¿Y qué piensa usted cuando oye la posibilidad de sea Xunta o Diputación quienes absorban los servicios sociales de concellos pequeños, caso de Meaño?
Que es un error. La administración local es la que está más próxima al ciudadano, ninguna otra conoce mejor las necesidades de sus vecinos o de las familias, y eso se hace más evidente en situaciones como la actual. Nadie mejor que la administración local para asumir esta función, lo otro sería iría en detrimento de los propios ciudadanos.
Ley de dependencia ¿Cómo está la situación en Meaño?
Desde 2007 hemos tramitado unas 300 solicitudes, demandando libranzas, esto es, una pensión para pagar un familiar a modo de cuidador, o servicios como el de “axuda no fogar”. En este momento en Meaño existen 60 solicitudes de libranzas resueltas favorablemente y 18 de “axuda no fogar”. Ahora, dada el momento económico actual es muy difícil que concedan libranzas, suelen resolver concediendo otros servicios. Otras muchas de las solicitudes se desestiman al no alcanzar los puntos mínimos para una resolución favorable.
¿Tiene constancia de casos en Meaño de familiares que hayan tenido que dejar su puesto laboral por atender a su padre, madre, hijo dependiente y no recibir prestación alguna?
Sí, hay casos, sobre todo de mujeres, que son las que asumen más ese papel de cuidadoras.
Otro ámbito de actuación son los adolescentes. ¿Se han registrado casos de bullying en el municipio de Meaño?
Hasta ahora no, por lo menos que tengamos constancia.
¿Existe alguna problemática que preocupe con los adolescentes meañeses?
Lo que más el abandono escolar, esto es, adolescentes que debían estar en clase pero que faltan en exceso. Lo empezamos a notar desde hace seis ó siete año para acá. Concebimos entonces un programa innovador que fue el “educador na rúa”, una propuesta que planteamos a la Xunta y que nos la subvencionó durante dos años. Pero no dio frutos, no acabó por enganchar a esos adolescentes. Por ello lo hemos sustituido por otro de “educación familiar” en el que la psicóloga municipal Ana Alonso trabaja con los adolescentes en sesiones personalizadas los miércoles y viernes, y luego también lo hace con sus familias.
¿Y cuántos adolescentes participan en este programa?
En ese curso ocho o nueve.
Una novedad de Meaño es el programa “Concilia” para la tercera. ¿En que consiste?
Es un programa que no tiene ningún concello en la provincia. Se trata de ofrecer a las familias con mayores a cargo un respiro, bien por tema laborales bien por descanso, y lo hace través del Centro Social Polivalente. Recogemos a los mayores en sus casas, los trasladamos al Centro donde realizan actividades y luego los devolvemos a sus domicilios.
¿Cuánto personal trabaja en los servicios sociales para todos estos programas?
En este momento, contando el personal de “axuda no fogar”, estamos siendo 15 personas. Es una ratio amplia en comparación con la población, por esta razón y por los muchos programas que tenemos en marcha Meaño es uno de los concellos pequeños que recibe más subvenciones, pero es que Meaño prioriza este ámbito social.
¿Registran casos de maltrato infantil y a mujeres?
Sí, existen algunos. En casos así ofrecemos  información, aseramiento y, en algunos no vemos obligados a denunciar de oficio.
Eso significa para usted acudir a los juzgados.
Sí, es nuestra obligación. En los últimos años hay que ir al juzgado una media de una vez cada dos meses.
Supongo que eso una presión emocional añadida.
Sí, porque sabes que tienes en tus manos las emociones de otra gente y eso siempre es delicado. Además eres consciente de que el apoyo que brindamos es limitado y ahí surge la impotencia de no poder llegar a todos.
¿Algún caso le hizo especial mella?
Sí, recuerdo que hace cinco o seis años tuvimos un caso, el único, de muerte por violencia de género, y eso fue un golpe porque era un lo estábamos trabajando. Cuando sucede algo así siempre surgen dudas, te lamentas de no haber llegado antes, de si hubieras hecho esto o lo otro… es algo a lo que le das muchas vueltas, todavía lo hago hoy.
¿Y tiene habido presión por parte de los denunciados?
Alguna tiene habido, sí, pero muy puntual.


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