domingo, 17 de diciembre de 2023

  

TRÁFICO "PARÓ A PAPÁ NOEL" 

Con la miel en los labios de quedaron los 150 Papás Noeles moteros, que se concentraba en la tarde de ayer sábado (por día 16 de diciembre) en Dena para participar en la “III Papánoelada Motera”. Y es que una patrulla de la Guardia Civil hizo presencia in situ al filo de las 16,30, y abortó la ruta motera prevista. Y es que tras demandar la documentación a los organizadores y cotejarla, no aceptaban como válido el aplazamiento del evento, que se había fijado en principio para el pasado sábado, para los que contaba con todos los permisos, pero que la organización tuvo que aplazar por el mal tiempo.


Un momento de la concentración de Papás Noeles en Dena

El presidente de la peña motera Dena-Mita, David Salgueiro, que era la entidad organizadora, explicaba que “solicitáramos en su día permiso a Tráfico, quien nos lo concedió permiso para esa jornada del día 9, pero no aceptaban ese permiso válido ahora, explicándonos que teníamos que haber solicitado un nuevo permiso y hacerlo con quince días de antelación a la nueva fecha”. “Por esta razón entendían que el aplazamiento así no estaba en regla, y pese a nuestro seguro de R.C. que teníamos para el evento, no se nos ocurriera salir juntos, ni en grupo de 25 moteros separados como llegamos a proponerles”. (En la foto, David Salgueiro en la concentración de Papás Noeles en Dena).


 Desaliento
“Es un palo muy grande para nosotros -reconocía David Salgueiro-, organizar este evento nos cuesta dinero, invertimos aquí unos 500 euros de la peña para disfrute de los moteros, y teníamos como aliciente una ruta de apenas 30 minutos por carreteras locales de las siete parroquias, lo que se dice, un ‘convivio’ para los moteros, y nos lo chafó una situación absurda”. “Esto -agregaba- no ayuda, desalienta para organizar este evento, y me temo que tendremos que decirle adiós a este de Dena, porque en invierno, por el mal tiempo, los aplazamientos están al orden del día”.


Los moteros no ocultaban su decepción por lo acaecido. Mismo una patrulla de la Guardia Civil patrulló las inmediaciones para cerciorarse de que la caravana motera no iba a salir.
Fue así que no les tocó otra a los moteros de “hacer de tripas corazón” y quedarse con sus motos en la Plaza Ponte-Dena, que era el lugar de concentración. Conforme el sol empezó a bajar, quedaba la opción del chocolate caliente que dispensaba la organización, para endulzar el mal trago. Para se servían 100 litros de chocolate, y que los moteros podían acompañar de churros y rosquillas para afrontar el atardecer.
Eso sí, entre los moteros, algunos llegados como siete pilotos que se desplazados desde Vigo con sus motos ataviadas para la ocasión. Y es que, amén del traje de Papá Noel que cada cual traía vestido, algunos de atrevieron con la decoración navideña más exuberante en sus monturas, desde guirnaldas y brillantes a arbolitos de Navidad y peluches personales.
 
Monturas de museo
Añadido, entre las monturas, algunas piezas de museo. Así el vilanovés Lorenzo Chazo llegaba con su moto-sidecar, en cuyo cubículo le acompaña su hijo Nico Chazo. La suya, explicaba, respondía a una moto Vespa 125 modelo N del año 1956, a la que pudo agregar un sidecar el año 1958, y que nuestro protagonista adquirió en León. “Su coste -explica- es prohibitivo, solo te puedo decir que esta moto cuesta el 50 por ciento más que una de esas Kawasaki grandes y nuevas que ves por aquí”.


Lorenzo y Nico Chazo en su sidecar de época

Y es que la Vespa de colección era uno de los atractivos. Las más antiguas, sendas monturas de la mítica Vespa, de los años 1953 y 1955, en la que llegaban subidos el grovense Basilio Naveiro y Mª José Piedras. Amén del amor, a esta pareja las une su pasión por las motos antiguas. “Tenemos en casa cuatro más de época, entre ellas una  Griffon modelo París de los años 50, y que es una de la joyas de las motos antiguas”.


Basilio Naveiro y Mª José Piedras con sus Vespas de los años 50

Otros, como el meañés Fernando Mayo y Adrián Diz, apostaron por recuperar los míticos Vespinos del siglo pasado. Con más de 20 años reconoce Fernando Mayo “el mío se lo cambié por un carro de Leña a un vecino de Xil, y puso manos a la obra para recuperarlo: es la primera vez que viene a una concentración motera”. El servicio de bar y la música mantuvo el espíritu sano de la velada motera hasta el anochecer.


Fernando Mayo y Adrián Diz con sus Vespinos del pasado siglo


ÁLBUM DE FOTOS DE LA "III PAPANOELADA MOTEIRA" DE DENA










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