domingo, 24 de julio de 2016

     LOS PLAGUICIDAS... QUE RESPIRAMOS

El uso de atomizadores conectados a tractores agrarios para aplicar de forma indiscriminada plaguicidas, fungicidas y demás fitosanitarios al viñedo -actividad en pleno apogeo estos días en O Salnés- va camino de convertirse en debate agrio entre viticultores y vecinos afectados en sus casas inmediatas a viñedos, y que reclaman mayor sensibilidad a lo hora de aplicar estos tratamientos. No obstante, no existe legislación concreta que reglamente o prohíba el uso de estos aparatos en la cercanía en viviendas, por lo que las partes apelan a un código de buenas prácticas que los viticultores deberían tener presente.

Tractor con  atomizador en plena actividad en una finca de O Salnés. Foto: Iñaki Abella



Al fondo nube de sulfato que desprende un atomizador en Lores
La secuencia de fotografías que ilustra este reportaje (izquierda y abajo), elaboradas por un técnico en mediciones, demuestra como la nube tóxica visible que desprende este atomizador -que no la invisible, que es más amplia- alcanza los 72 metros de largo por otros 72 de alto. La secuencia, captada desde el centro de la localidad de Meaño, muestra a actividad de uno de estos aparatos en la parte alta de Lores, a una distancia de aproximadamente 2 kms. en línea recta al objetivo de la cámara. Cuando una actividad así se lleva a cabo en zonas inmediatas a viviendas, despierta el recelo de vecinos que ven como sus casa, huerta y vida exterior se ven afectadas por estas nubes tóxicas que originan, en más de una ocasión, discusiones entre vecinos y viticultores.

Medición técnico de la nube

Elías Castro, vecino de Meaño a la par que viticultor, es uno de los afectados es su vivienda de Pereiras: “es lamentables que no se ponga coto a esto -lamenta-, mismo el hace unos días cuando me disponía a coger mi coche, estacionado en un aparcamiento público delante de casa, me encontré con él todo lleno de sulfato… otro día que si un tendal de ropa, otro que los cristales se acabas de limpiar, incluso en una ocasión en pleno verano, con el viento soplando del norte, cuando nos dimos cuenta la nube de sulfato que desprendía un atomizador entraba en la cocina mientras estábamos comiendo”. “Yo -agrega- estoy de acuerdo en su uso en espacios grandes y alejados de viviendas, pero en las cercanías de ellas, y más tratándose de fincas pequeñas, se debería sulfatar a pistola para minimizar el impacto, lo contario es invadir los derechos de los residentes, ¿o no?”.

Detalle de alzado y planta de viñedo y nube tóxica

Legislación
Actualmente la legislación vigente en España, cuyo documento clave al que nos remiten los técnicos consultados, es el Real Decreto 1311/2012, precisa distancias mínimas con respecto a pozos de agua potable y ríos a la hora de aplicar fitosanitarios -50 metros-, pero no detalla alguna con respecto a viviendas. Preguntado sobre el particular, José Manuel Loureiro, responsable del Servicio de Sanidad Vegetal de la Xunta en Pontevedra, lo confirma: “el Real Decreto sí precisa muy bien una serie de parámetros y de distancias con respecto a pozos, ríos y demás, pero en cambio no dice nada con respecto a viviendas, lo que, en parte, no deja de suponer cierta incongruencia” admite.
El Real Decreto en cuestión tan solo incluye en su capítulo IV una vaga mención a las zonas habitadas. Es en su artículo 27 que reza textualmente: “si la zona sobre la que se va a efectuar la pulverización está próxima a zonas habitadas o transitadas, en el procedimiento de autorización deberá considerarse el posible impacto sobre la salud humana, incluyéndose en la autorización, en caso necesario, medidas específicas de gestión del riesgo, para velar que no se produzcan efectos adversos”. No más.
“En estos casos -precisa José Manuel Loureiro- lo más sensato es apelar a un código de buenas prácticas, que se le da a conoces a los viticultores en sus cursos formativos para la obtención del carnet de aplicador de productos fitosanitarios”. Pero, por otra parte, tampoco en estos cursos se suele incidir sobre el particular en relación con viviendas y se habla de “sentido común a la hora de realizar la aplicación”.

Labores de sulfatado con atomizador en Abuín-Dena
“En mi caso tengo suerte con el vecindario -explica Joaquín Rodríguez, quien en su día fuera presidente del Colectivo Ecoloxista do Salnés y que tiene su vivienda enclavada en medio de viñedos en la localidad meañesa de Padrenda-, cierto que tuve que hablar con algunos viticultores que utilizaban atomizadores al lado de casa, mismo en ocasiones cuando estábamos comiendo en el exterior en verano, por lo que teníamos que recoger todo y meternos dentro, lo entendieron y ahora nos avisan con anterioridad cuando van a tratar”. “Pero sé de gente -añade- que sí tiene problemas, que han hecho grabaciones y que incluso se están planteado el denunciarlo”.
Mas una denuncia así tiene escasos visos de progresar. “Es complicado -admite José Manuel Loureiro-, al no estar prohibido lo único que cabría demostrar que el viticultor está haciendo mal uso en cuanto a las presiones con que trabaja en su atomizador, y eso es difícil porque cuando lleguen los agentes al lugar es bastante probable que haya acabado de sulfatar y no esté ya en la viña”.
De esta forma el residente en una vivienda en zona de viñedos -estampa habitual en O Salnés dado el minifundio y la dispersión de la población-, queda así desamparado en su casa y su trozo de huerto que presumía ecológico. Mismo el Colectivo Ecoloxista do Salnés, que hace unos días denunciaba los daños que el uso continuado de fitosanitarios estaba causando al Umia, no ha hecho hincapié sobre los posibles efectos adversos directos en cuanto a la población.
           
Cultivos ecológicos ¿...?
Primer plano de un atomizador
Así las cosas la situación del cultivo ecológico al aire libre en O Salnés es una quimera. Manuel Cancio, técnico del Craega (Consello Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia) lo explica: “para que una parcela sea declarada apta para un cultivo ecológico -apunta- debe guardar una distancia de entre uno y dos metros con respecto a otra colindante donde se apliquen fitosanitarios”. “Se puede recurrir a setos para que actúen de barrera -añade-, pero si se trata de viñedo emparrado, como es el caso de O Salnés y donde son habituales los atomizadores, eso es muy complicado”. Advierte además que el agricultor que produce -aunque sea desde hace años- en una finca con sello de “ecológica” puede verse perjudicado en el caso de que el colindante plante un viñedo emparrado: “es ese caso el agricultor ecológico está fastidiado -precisa-, si sucede, lo más probable es que su producto pierda su sello, no importa que él llevara años antes con su actividad”.
“Es una situación compleja -apunta el bodeguero meañés Eulogio Pomares cuando es preguntado sobre el particular- que, de momento, aquí no ha saltado, pero que en la zona de Burdeos en Francia, que conozco bien, ya ha originado sus conflictos, como la intoxicación por vía aérea de niños de un colegio, razón por la que luego se llegó a la prohibición de aplicar cerca de centros de enseñanza donde hubiera niños”.

¿Viticultores criminalizados?
Manuel Ángel Dopazo
En la parte de los viticultores Manuel Ángel Dopazo, secretario general de Unións Agrarias advierte: “no se puede criminalizar al sector por culpa de unos pocos, la viticultura, no podemos olvidarlo, aporta mucha riqueza a la comarca”. “Hoy -añade- existen en el mercado boquillas anti deriva que se colocan en los atomizadores y que generan una la nube que no va más allá de los dos metros”. “Además -puntualiza- hay que trabajar con la presión adecuada, con 4 ó 5 kg. es suficiente, pero hay quien sulfata con 9 ó 10, y eso es una barbaridad”. Admite que su sindicato en O Salnés no ha recibido queja formal sobre el uso de atomizadores cerca de viviendas, “aunque a nivel de la asociación de vecinos de Lores -de la que él es presidente- sí me ha llegado alguna, pero en esos casos yo insisto en el sentido común a la hora de aplicar”.
Eso sí, José Manuel Dopazo lamenta que de un tiempo a esta parte el viticultor esté en exceso en el punto de mira: “nos están complicando mucho las cosas -advierte-: que si el carnet de aplicador, que además sólo sirve para  aplicar en tus fincas y no para en las de un hermano, padre o hijo, que ahí ya necesitarías uno profesional, que si la revisión de nuestros equipos de aplicador por lo que habrá que pagar lo suyo… se preocupan mucho por eso, pero nada por aquellos viticultores que no cobran la uva”.

Sin estudios médicos 
De momento en el área médica de Pontevedra-Arousa no se está realizando estudio médico alguno sobre el impacto sobre la salud humana del uso sistemático de fitosanitarios, cada vez más frecuentes en una comarca donde el viñedo de albariño, tan sensible al mildiu, se ha erigido en protagonista en los último años. Preguntados algunos facultativos de centros de salud únicamente han constatado “algún tipo de afección respiratoria, caso de bronquitis en alguna ocasión por haber estado en contacto con fitosanitarios”. La doctora Amparo Díaz, jefa de servicio de Baltar, que es quien habla, se felicita por iniciativas como el carnet de aplicador “porque, cuando menos, los viticultores tienen información sobre la toxicidad de los productos que manipulan, y raíz de ello los ves más protegidos con máscaras y fundas adecuadas para la labor”.

Viñeta sobre la peligrosidad del gllifosato
Pero la presidenta del Colectivo Ecoloxista do Salnés, Marta Lois, incide en el peligro de algunos de estos fitosanitarios, “caso del glifosato, que es uno de los herbicidas  más usados por viticultores en viñedos de la comarca y que, deberían saber, la Organización Mundial de la Salud lo ha catalogado como cancerígeno, por eso no nos explicamos cómo se sigue comercializando. Los viticultores deben optar por otro tipo de herbicidas menos agresivos y peligrosos para la salud humana.”

2 comentarios:

  1. O lamentable non e o coche que se mancha de solfato, o lamentable e que toda esa química acaba nas augas subterráneas, nos rios e na ria. O Albariño, sinon tempo o tempo, ou cambia de chip ou acabará mal, moi mal. Menos mal que algúns xa se decataron e optaron por outros cultivos (por exemplo olivos).

    Un planta que necesita química para producir "uva san" cada poucos días o di todo. Falaslle de esto a xente de outras zonas vitivinículas a dalle a risa.

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