UN ENCUENTRO PARA LA TERNURA
Un momento del recital con Queco Fresco |
El
foro “A Cova do Trasno” se transformó en la noche del viernes en un rincón para
la ternura alrededor de la poesía. Llegaba de manos del poeta grovense Queco
Fresco, que protagonizaba el segundo encuentro de este foro de invierno,
organizado por la asociación cultural y deportiva GAM. Medio centenar de
personas llenaban el aforo de la coqueta sala del Pazo de Lis, para compartir
hora y cuarto en un ambiente intimista. En la previa, y mientras el público se
apostaba en la sala, se proyectaba en pantalla un vídeo con fotografía antigua
de Meaño y de la propia asociación, con el objeto de predisponer al público a
la atmósfera emotiva que requeriría el momento.
Escolares del CEIP de As Covas durante su recital |
El
encuentro arrancaba con un pequeño coloquio con Queco Fresco, quien recordaba
su vínculo con Meaño desde los años 80 con el balonmano -disciplina de la que
es santo y seña en la comarca arousana- y que mantiene aún hoy. El grovense
reconocía que la poesía, que cultivaba desde niño, acabó convirtiéndose en
terapia superado el medio siglo de vida: “llega momento en que la vida nos
voltea -aseguraba-, en que alcanzan desamores, también los amores, el
fallecimiento de mis padres… Todo hizo que la poesía acabara convirtiéndose en
terapia, me volqué a escribir y así aparecieron mis dos primeros libros en
estos dos últimos años. Ahora estoy volcado en un tercero que ya ronda la
mente”.
Desde
entonces, y a imagen de lo que ha comenzado a surgir en las grandes urbes,
Queco Fresco ha comenzado a impulsar un ciclo de encuentros poéticos en O
Grove, para interrelacionar con el público. Y esta se ha convertido en una cita
que gana cada vez más adeptos: “en el último -explicaba, hubo 16 personas que
se avinieron a leer el poema o el texto que habían escrito, y mismo una señora
de más de 80 años es una fiel seguidora, en cada encuentro se aviene a recitar
su propio poema, resulta tierno, reconforta el alma”.
Música en vivo
Queco Fresco, flanqueado por Vanesa y Brenda |
Luego
llegó el turno para el recital poético. Fue media hora cálida de versos, con
música en vivo, de mano de tres músicos de la EMMM que colaboraban con la
causa. De la mano de Vanesa Dopazo (flauta), Lucía Verde (guitarra) y Brenda
Rodiño (violonchelo), sonaron a la par temas como el “Aleluya” de Leonard
Cohen, “O son de ar” o “Al alba” de Luis Eduardo Aute, que vistieron de ternura
el momento. Queco Fresco, en su cercanía al público, se avino a explicar la
motivación de varios de poemas que recitaba, desde el amor al desamor, pasando
por el alzheimer, la lucha contra cáncer o el emotivo recuerdo a su madre.
"El Faro de cuando nací yo" |
A
preguntas del público Fresco alentaba a las madres y padres a “leer poesía a
los niños desde muy pequeños”, así como el papel de los colegios, donde la
poesía resulta esencial para educar en las emociones. Y, precisamente, para
ofrecer su momento a los niños, el encuentro contó con la presencia de tres
escolares del CEIP de As Covas-Meaño (Gabriela, Carlota y Tania), que se
avinieron a recitar tres composiciones y a mayores, un poema colaborativo
creado para la ocasión en su clase de 6º de Primaria, que resultó un alegato en
verso en defensa del planeta.
Una participación que la organización premiaba,
agasajando a cada niño que recitaba con un regalo en forma de dulce envuelto en
papel de celofán, y adornado con un cascabel pre-navideño. En la despedida, la
asociación GAM aprovechó un momento en la intimidad para, en la hemeroteca del
Pazo de Lis que este colectivo impulsó en su día, abrirle el FARO DE VIGO del 4
de diciembre de 1959, el día en que había nacido el propio Queco Fresco. Un
momento para el recuerdo que embargó de emoción al poeta.
Foto de familia con parte del público al término del Encontro |
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