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Xabier Rial Barreiro
Ingeniero
técnico agrario
¿Le
preocupa conocer el riesgo real al que vivimos expuestos con los fitosanitarios
aplicados de forma masiva al monocultivo del viñedo creciente en O
Salnés? ¿Por qué son tan caros los sulfatos que se compran en tiendas agrarias? ¿Estamos
aplicando o abonando mal? Y, si usted está rodeado tiene su casa rodeada de viñedos: ¿que hacer minimizar el riesgo a verse expuesto de forma constante a los sulfatos? Esta y otras cuestiones se abordan en esta “conversa”
con Xabier Rial. Natural de Dorrón y afincado en Cambados, este ingeniero
técnico agrario trabaja desde hace una década con firmas como Bayer, Basf, Syngenta y Sipcamp, entre otras. Su actividad se centra en la evaluación de
fitosanitarios aplicados viñedo y huerta, y valorar su
efectividad e idoneidad cara a su salida al mercado. Un Xabier Rial que
departía en Meaño en el marco del foro de primavera-verano de “A Cova do Trasno”,
organizado por la asociación cultural y deportiva G.A.M. Entre el público,
dueños de viviendas afectadas por la inmediatez de las parras, técnicos
agrarios, representación sindical y mismo vecinos de otros municipios que no
quisieron perderse el departir en este coloquio. En él, en un ambiente
distendido, este ingeniero departió sin ataduras de los intereses de las grandes firmas vitivinícolas. El meañés Antonio Miniño, acompañado de su
guitarra, puso la música en vivo que enmarca cada unos de estos encuentros. Miniño lo
hizo con la interpretación de la copla, eligiendo canciones con su guiño al
viticultor y al vino.
“LLEGARÁN FITOSANITARIOS MENOS TÓXICOS QUE LOS QUE
MANEJAMOS AHORA”
¿Cuáles son los pasos que sigue un
fitosanitario para poder ser autorizado en su salida al mercado?
Lo
primero es estudiar una molécula en laboratorio. Si se demuestra que en
laboratorio funciona, el siguiente paso es evaluar su toxicidad a nivel humanos
y medio ambiental. Si en ella se comprueba que, digamos, no mata mucho, ni a
bichos ni humanos, llegaría la tercera fase, que sería a nivel agrológico: ahí
es donde entra mi trabajo, con consiste en evaluar cómo funciona la materia en
el campo. De partida, existen pocos productores materias activas. Una vez
desarrolladas es cuando se ceden a las firmas comerciales (Bayer, Basf, Syngenta,
etc.) que son la que fabrican el fitosanitario sobre seguro. Todo esto es un
proceso largo, que dura entre 5 y 10 años, y que cuesta muchísimo dinero. Esa
es la razón que explica que los algunos fitosanitarios sean tan caros en el
marcado.
Usted lleva 12 años trabajando en esa
fase agrológica. ¿Es cada vez más restrictiva la noma para aprobar un
fitosanitario?
Sí.
Antes, para lograr el registro y poder salir al mercado un fitosanitario,
únicamente se testaba a nivel agrológico, no más. Hoy, en cambio, se precisa ya
de un estudio sanitario, y el primero por el que se arranca es a nivel humanos.
Si en esa fase se comprueba que esa materia activa ya formulada es muy buena,
pero que es demasiado tóxica a nivel humano, se para y no seguirá adelante. De
prosperar, llegaría un segundo filtro, que es a nivel de animales: abejas,
ratones, conejos… Si se comprueba que, aún matando algo, no mata todo y el daño
no es excesivo, podría seguir adelante. Y un tercero, el más fácil de pasar,
sería el agrológico, que es testarlo sobre el campo, las dosis adecuadas de
para la venta, donde únicamente se comprueba su efectividad sobre la planta.
¿Qué fitosanitarios se han caído del
mercado de un tiempo a esta parte por estas restricciones?
El clorpirifos que se utilizaba para la polilla de la uva… Para eliminar
la polilla era bueno, pero a nivel toxicológico para humanos era muy dañino y,
por esa razón se cayó. Los viticultores han de saber que los insecticidas van a
desaparecer prácticamente todos, dados sus niveles de toxicidad para humanos,
salvo aquel que sea realmente muy selectivo. También se van a caer muchos de
los fungicidas que vemos hoy en las tiendas agrarias.
“LLEGARÁN FITOSANITARIOS MENOS TÓXICOS QUE LOS QUE
MANEJAMOS AHORA”
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Un momento do foro "A Cova do Trasno
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¿Y algunos fitosanitarios
nuevos en el horno para llegar?
Muchos. Ahora se están recuperando materias activas que se habían dejado
aparcadas dudando de su efectividad, y se empieza trabajar con algunas a nivel
semi-biológico, que son las que se van a quedar, y que servirán para elaborar
fitosanitarios más seguros, incidiendo en la baja toxicidad y en la no persistencia
de residuos.
¿Somos
conscientes de los riegos que nos traemos entre manos? ¿Los aplicadores leemos
esas fichas de seguridad?
No.
Todo fitosanitarios tiene dos fichas. Una es la de registro, que es la que
leemos, para conocer las dosis que debemos emplear a la hora de aplicar. La
otra es la ficha de seguridad, que nos advierte de los riesgos, y que es la que
no leemos: si lo hacemos, igual no lo utilizamos. Nos pasa un poco como con los
medicamentos, nos saltamos el capítulo de efectos secundarios y riesgos.
Para la salud,
¿cuáles son los riesgos más importantes de los fitosanitarios con los que
estamos trabajando?
Con lo que estamos manejando y esparciendo al aire son productos muy
tóxicos con sustancias mutagénicas y cancerígenas.
Nos vamos a la viña. A la hora de
aplicar ¿cuál es esa práctica habitual incorrecta que a menudo ve y que no
debería hacerse?
Yo le quitaría
los ventiladores a los atomizadores a los tractores. Esa es una herramienta que
fue concedida para los frutales, pero no es ideal para el sistema de emparrado.
El atomizador es suficiente, el ventilador que se la añade, sobra. El aplicador
debe dar por seguro que el sulfato sube cuatro ó cinco metros por encima de la
parra, ese no cae en su viña. La otra práctica incorrecta es aplicar con
viento. Con tan sólo más de 5 kms. por hora, que ese que mueve la hierba, no
debemos aplicar, y la norma así lo establece. Además, cuando hace algo viento,
el aplicador opta por subir la presión a su atomizador para que el sulfato suba
más, alegando que, de lo contrario, el sulfato no sube y el viento se lo lleva
por debajo del emparrado. Pero si sube la presión, lo qe hace en gran medida
es sulfatar la finca colindante... o en
su caso la vivienda inmediata.
¿Cuál es la presión idónea con que debería trabajar un
atomizador?
Entre 8 y 12 bares,
nunca superar esos 12.
¿Cuánto puede recorrer una nube de
sulfato por encima de la parra?
Sin
viento perceptible, puede recorrer de por sí 20 metros. Imagínate con algo de
viento… puede rondar el centenar de metros ó más.
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Xabier Rial con el público al final el foro
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¿Se aplica en exceso en el viñedo Rías
Baixas?
Sí.
¿Seguro?
Sí,
seguro. Por campaña estamos aplicando en O Salnés una media 12 manos de sulfato,
que algunos elevan a 15 ó 16, o incluso más, y eso es una barbaridad. La pauta
de aplicar sulfato cada 10, 12 ó 15 días, no sirve para nada. Se ha de saber
que la protección que un fitosanitario ofrece a la viña dura muy pocos días. En
su caso lo que debería hacer viticultor es conocer su viñedo y actuar como un
profesional, pero para ello es preciso pasar por la viña, observarla,
vigilarla. No aplicar, si no hace falta. Si lo hacemos bien, una campaña puede
resolverse con 7 u 8 manos de sulfato, no más.
¿Se practica un abonado
excesivo? ¿Entiende que el binomio abonos-fitosanitarios está repercutiendo en
las aguas de de la fuentes declaradas cada más como “no aptos para el consumo
humano”?
Sin
duda, estamos abonando mal y en exceso. Lo recomendable para la planta y para
el medio natural sería realizar pequeños abonados, a razón de tres al año,
mismo ya en septiembre, el primero. En cambio, aquí solemos abonar la viña una
vez al año, y lo hacemos con una cantidad excesiva para que dura toda la
campaña, eso es un error. Y cuando, por ejemplo, surtimos en exceso el suelo de
potasa, lo que estamos haciendo es bloquear otros minerales, ese exceso no lo
absorbe la planta, sino que se pierde, se filtra y acaba en las aguas. Por esa
razón el binomio abonos-fitosanitarios contribuye a la contaminación de las
fuentes.
Por salud, ¿cuánto tiempo de seguridad
debería transcurrir para ir a la viña después de una aplicación?
La
ficha de cada producto detalla un tiempo… 1 ó 2 días. Pasarse por debajo de la
parra un instante no supone problema, pero si se va a realizar un trabajo y
permanecer bajo la parra más de una hora, es muy importante por toxicidad el
haber guardado ese plazo tiempo.
Y las casas que empiezan a estar
rodeadas de viñas, y donde se cierran puertas, ventanas, persianas… buscando
protegerse: ¿En cuánto tiempo no deberían abrir para ventilar?
¡Uf! El
que una vivienda esté rodeada de viñedos, que es algo cada vez es más habitual,
es un problema serio. En un código de buenas prácticas el aplicador debería
avisar al propietario con antelación para que cerrara su vivienda. Después de
aplicar al lado, dejar pasar unas horas sin abrir. Cierto que esas viñas
cercanas a casas están llamadas a desaparecer en un tiempo.
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Xabier Rial y Antonio Miniño con su guitarra al final del "Encontro"
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