domingo, 12 de noviembre de 2023

 

La localidad meañesa de Lores se reencontró con su historia a través del cine. Emociones y recuerdos se aunaron en los mayores que recordaban el rodaje, y actuación, en la película “La joven casada” (Mario Camus, 1975), protagonizada por la sex simbol italiana Ornella Muti. Una proyección y un coloquio entrañable para revivir -o conocer- un episodio que languidece en el pasado evocado, y que servía también para descubrir el personaje de José Calviño, que fue el político más importante de la historia meañesa volcado con su galleguismo en la II República.



ORNELLA MUTI ILUMINA LORES
 

La proyección “La joven casada”, parte de la cual se rodara en Lores en los 70, encandiló de nuevo a parroquia. Lo hizo en el cine de barrio organizado por la asociación G.A.M., y su foro de debate-coloquio “A Cova do Trasno”, que por primera vez salía de Meaño para inter-parroquializarse.
Para ello, la Casa de Cultura de Lores, acogió la proyección en gran formato. Se hacía posible además merced a la colaboración del grupo de mujeres de la Comisión de Festas de Lores, que asumieron el preparar un chocolate caliente que, acompañado con bizcochos, se dispensó en un descanso, y que pudo degustar el medio centenar de vecinos que se congregó en la cita.


Un momento de la proyección en Lores, con Ornella Muti en pantalla
 
Un meañés para la historia

El cine-forum se iniciaba con una presentación, en en la que tiraba de imágenes y un power-point diseñado para la ocasión, centrando las figuras del director Mario Camus, Ornella Mutti y la mención a Pilar Bardem, en unos de los papeles secundarios en el film. Y, a la par, centrar la casona de los Calviño en Lores, elegido como uno de los espacios protagonistas de la película. Y, de la casona, el que fuera su dueño por legado familiar, José Calviño Domínguez, un personaje desconocido hoy por la historia meañesa, considerado así el político más importante alumbrado por el concello meañés. (En la foto, José Calviño Domínguez, 1933)
A los parroquianos les sorprendió descubrir su carrera política ingente en la II República. Agrarista republicano, vinculado a las Irmandades da Fala, este meañés, abogado de profesión, ejerció como  Gobernador Civil de A Coruña, Pontevedra, Vizcaya y Sevilla, amén de diputado en Cortes republicanas, elegido para ello 1933 y 1936, cuando se truncó con la Guerra Civil.
Temiendo la represión franquista, Calviño Domínguez tuvo exiliarse a Biarritz (Francia). Enfermo de cáncer y tras tras somenterse a atención médica en París, el gobierno franquista le permitió regresar a mediados de los años 40 para fallecer en Madrid. Su deceso acaecía en 1947 y, por expreso deseo suyo, y como última voluntad, su cadáver fue trasladado en tren para ser enterrado en su Lores natal.


El meañés José Calviño, en foto de época con insignes gallegos

Actores locales
Admiración y emoción se citaron en la sala, con el murmullo de satisfación del público cada vez que la película mostraba una imagen del centro de Lores, o mismo descubrían a parroquianos que habían, participado como paseantes y actores ocasionales. Así, la aparición de Herminia Budelo, cuando saliendo de la casona de los Calviño, le decía a Ornella Muti, al entrar ésta en la finca, la frase “el doctor no está en casa”. O cuando Rotilio Bermúdez, petaba con urgencia a la puerta de la consulta del médico (Jorge, interpretado por Pedro Díez del Corral), y al abrirle, Rotillio dice: “¡Doctor, un accidente en el puerto! Hay un hombre herido!". "Que es lo que tiene?" pregunta el médico; "No lo sabemos bien, pero dese prisa" contesta Rotilio, mientras otros vecinos, entre ellos, Secundino Rosal (Lores) se levantan en la sala de espera para interesarse por lo ocurrido. Añadido, Manolo Rosal "da Congostra", que aparecía de refilón mientras el doctor le explora a raxos-x en su consulta, y luego llegaba en un taxi de Meaño el médico a la casona dos Calviño. Allí, al apearse, les recibe Matilde Dóce y Dolores Domínguez en el portal de la entrada, y uno de ellas pregunta "¿como está mí marido, doctor? Y antes, Alicia Domínguez Balboa, en el consultorio del médico, cuando éste exploraba a su hija sentada en el sillón.

El grueso del equipo que rodeaba la película se alojó durantes esas semanas en el Hotel Rotilio en Sanxenxo. A la postre, resultó en elo económico una bocanada de aire e para sobrellevar el momento. Únicamente Mario Camus, Ornella Muti y Mark Edwards, se alojaron aparte en A Toxa.

Un momento de coloquio en la presentación de la película
 
En la tertulia final, mientras compartían en último chocolate caliente de la velada, algunos reconocían, que, cuando la versión proyectada en 1975, “que yo vi, con esta en tres ocasiones” afirmaba uno de los parroquianos, “se han cortado ahora algunas escenas, como la que se veía a Manolo da Congostra bajando todo Galiñáns con su taxi llevando a Ornella Muti (Camino en el película)”. Un Manolo que, a sus 82 años y presente en la sala, era el único lugareño vivo que actuara en la película de Camus, y que rememoraba la escena. “Bien me acuerdo yo -comentaba otro parroquiano-, que vi esta película en el cine Don Juan e Vilalonga a inicios de 1976, pero en aquella proyección no aparecían las dos escenas de ahora, donde se contempla a Ornella Muti con su senos desnudos, ¡válgame Dios en aquello tiempos con la censura!”. “Si las hubiera visto de aquélla -agrega con sorna-, ¡cómo olvidarlo! bien me había acordado hoy de los senos de Ornella” (risas).


El vecino de Sanxenxo, Rotilio Bermúdez Otero:"Hay un accidente en el puerto, doctor" , y al fondo el vecino de Lores, Secundino Rosal

 
“Ornella en pelotas”
Durante aquella semana de grabación en 1975, Lores, recuerdan los vecinos, fuera un hervidero. “Mario Camus -comenta a sus 70 años desde Málaga, Begoña De Eguía, nieta de José Calviño- había ofrecido a mis padres un cuantía de dinero muy generosa para grabar en la casona, una oferta que no podían rechazar”.  Mismo un parroquiano recordaba en la tertulia que Avelino De Eguía -quien vivía con su mujer Mª Carmen Calviño en la casona- haciendo honor a su carácter vasco, se jactó durante tiempo diciendo “en esta casa, Ornella Muti grabó la película en pelotas”.
Otros en la sala, niños entonces, rememoraban el momento, asistiendo a la grabación de escenas encaramados al muro de la finca “como la secuencia de la escalera -en que Ornella Muti subía dejado su esposo- y que se repitió muchas veces”.


La casona solariega de los Calviño con su imponente escalinata

“Lores -recordaba otro parroquiano- fue una fiesta aquellos días: en unos años en que aún no había luz pública, todo el centro estaba iluminado, contaba grandes cables eléctricos tendidos por la carretera, más un camión enorme con las dinamos y focos para dar luz a las escenas nocturnas”. El colectivo G.A.M. aprovechaba la ocasión para hacerse eco de su lamento de que el concello meañés nunca hubiera puesto sus ojos en adquirir casona y finca para convertirlo en patrimonio público, aprovechando la línea de financiación que ofrece la Xunta para casos así. La casona vino pasando así en los últimos años de mano en manos privada. Uno de los que la visitaran en su día, y se mostrara interesado en adquirirla, según refieren los vecinos, fuera el propio Mariano Rajoy. La última compra de la casona, cambiando de dueños, se efectuó esta año pasando a manos coruñesas.


FOTOGRAMAS DE LA PELÍCULA CON VECINOS DE LORES...


Herminia Budelo a Ornella Muti: "el doctor no está en casa"


Matilde Doce y Dolores Domínguez: "¿cómo está mi marido, doctor?"


Dolores Balboa, al fondo en el centro


El doctor llegando a la casona de los Calviño en un taxi de Meaño

Secundino Rosal y su padre Nicanor


Manolo Rosal "da Congostra", a la derecha,
saliendo de la consulta del médico

Ornella Muti entrando en la finca de la casona solariega de los Calviño,
por el portal de la parte de arriba

Fotograma en la galería del Pazo de Quintáns en Noalla

Ornella Muti, llegando a la escuela unitaria de Dadín, donde impartía clase su madre en la ficción


Agradecemento da Asociación G.A.M. a...

Comisión de Festas de Lores, mulleres de valía que sempre empurran pola parroquia, e que prepararon con mimo para a ocasión un chocolate quente que se serviu con biscoitos entre os veciños no descanso da sesión.


Un momento da degustación do chocolate quente

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