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Pedro y Patricia Méndez Bugallo
"A Casa Pequena", el solete meañés
Los “Soletes” de la Guía Repsol son locales apadrinados por prestigiosos chefs en posesión de los galardones “Soles” de Repsol. Para este verano, 550 locales españoles se suman una lista de 4.000 recomendaciones a lo largo y ancho de la geografía española, en los que poder disfrutar de buen tapeo y excelentes vinos, a un precio asequible y que le convierten en una apuesta segura para el período estival que se abre. Y en esa apuesta la tapería meañesa “A Casa Pequena”, uno de esos locales escondidos en el rural saliniense, enclavado en el lugar de Paradada en Lores, y que acaba de ser galardonado con uno de los preciados “Soletes”. El padrino para esta recomendación ha sido el prestigioso chef Pepe Solla que, cada vez que puede, se deja caer por este local para disfrutar de la gastronomía en medio del vergel que es el jardín de esta casa familiar. “A Casa Pequena” responde un local hostelero que iniciaron sus padres (Esther Bugallo y Pedro Méndez, primero en Sanxenxo y luego poniendo en valor “O Muiño do Ferreiro” municipal), y que hoy regentan los hermanos Patricia y Pedro Méndez Bugallo. Si Pepe Solla, lo apadrina, este en uno local en pleno corazón do Salnés que non deberás perderte. Lo primero, nada más entrar, el vergel de su jardín te prenderá y, por un momento, el lector se sentirá un privilegiado al disfrutar de la mejor gastronomía a la sombra de un buen “Solete”.
“EN VERANO LLENARÍAMOS CUATRO LOCALES COMO ESTE”
¿Qué es “A Casa Pequena”?
PEDRO:
Es una tapería que tomó el relevo de nuestra experiencia en el “Muiño do
Ferreiro” en la ruta de los molinos de Lores. Creo que allí trabajamos muy duro
para poner en valor el local y el entorno de la ruta de río Chanca. A partir de
2004 compaginamos el trabajo allí en verano con este de “A Casa Pequena” en
invierno, distantes entre sí unos 800 metros. En 2016 la nueva adjudicación de
aquella tasca municipal nos apartó de allí, y a partir de 2017 abrimos ya en
verano “A Casa Pequena”. En parte nos dio mucha pena dejar aquello, pero una
vez establecidos aquí, todo resulta mucho más cómodo, más amplio, estamos en
casa, el proyecto está consolidado, y el cliente que nos conocía allí es muy fiel
para seguirnos aquí. En la foto, lo dos hermanos en su sala-jardín
¿A qué debe su nombre?
PEDRO:
A que, en origen, mis padres habían construido aquí una pequeña casa de
bloques, para ir, lo que se dice, tirando, y donde nos criamos mis dos hermanas
y yo. Luego comenzaron a edificar justo aquí, al lado, la casa actual (en
granito), que decíamos “la casa grande”… Y aquella se quedó e nuestro lenguaje
como “la pequeña”, de ahí el nombre que mantenemos hoy. La tapería empezó
siendo el espacio de esa “casa pequeña”. Luego creció y la sacamos al jardín, con
todas sus flores, su inmenso níspero plantado de pepita hace 30 años, una
pequeña cascada, y toda la decoración rural…

A la izquierda, los patriarcas, Pedro y Esther; y a la derecha
sus hijos, Patricia y Pedro
Qué ha significado para
ustedes el “Solete” de la guía Repsol?
PEDRO:
Significa un reconocimiento a más de 20 años de trabajo en familia. Lo
iniciaron nuestros padres, y lo continuamos nosotros. Nos hace más ilusión si
cabe al habernos llegado como auténtica sorpresa, porque nosotros nunca nos
habíamos postulado a galardón alguno, si bien siempre habíamos protagonizado
reportajes en prensa escrita y televisiones nacionales. Este premio nos viene
por añadidura, más aún merced a un chef de la talla de Pepe Solla, que fue
quien nos presentó en su candidatura de Soletes. Él suele venir de vez en
cuando por aquí, siempre que el tiempo se lo permite porque los hosteleros
estamos con el tiempo muy justo… Cuando puede permitírselo, se pierde un poco y
para ello elige nuestro local, que para nosotros es todo un orgullo.

sus hijos, Patricia y Pedro
¿Cómo le comunican el
premio?
PEDRO:
Fue el propio Pepe Solla, que nos llamó hace unos días para comunicárnoslo. La
entrega oficial se escenificó a finales de junio. Lógicamente supuso una
alegría enorme en toda la familia.
¿Cómo se dividen sus
papeles en la gestión del negocio?
PEDRO:
Patricia es la chef en cocina, yo me encargo de viticultura, el trabajo en
bodega y luego en verano, lo que se diría, la sala.

Los hermanos Pedro y Patricia, jefes de sala y cocina
¿Abiertos todo el año o
sólo una parte?
PEDRO:
Abrimos cada año a finales de mayo y permanecemos operativos todo el verano,
para luego cerrar por la vendimia. Ahí paramos la actividad hasta el año
siguiente.
Durante esos cuatro meses
frenéticos, ¿abren los siete días de la semana?
PEDRO:
Abríamos, pero este año hemos decidido descansar los lunes.
En cocina, ¿Qué es lo más
solicitado de la carta?
PATRICIA: De todo, pero hay platos que
sí tienen un tirón especial: los huevos con migas pan de maíz, que es uno de
esos platos de cada de aldea en la posguerra, las ensaladas con tomate de la
huerta que cultiva nuestro padre, y que son muy solicitadas por el sabor de un
producto, lo que se dice de casa, tanto que muchas mesas suelen repetir. Luego,
está el “raxo” con queso tetilla del país y, cómo no, la tortilla.
¿Cuál es el secreto para
el éxito en cocina?
PATRICIA:
Un buen aceite, siempre en estado óptimo, y producto propio: lechuga, tomate,
patata, huevos… todo es producido en huerta familiar, el sabor que ofrece es
impoluto.

Los huevos con pan de
maíz. Cuéntenos algún secreto a la hora de hacer unos buenos huevos.
PATRICIA:
Lo primero, huevos de casa, se nota en el sabor y en mismo lo delata el color
de la yema, verterlos en una sartén con su dosis justa de aceite, no quedarse
cortos ni sobrepasarlo, y en su punto de calor justo… Luego, jugar un poco con
momento de calor y ralentí para conseguir una clara cuajada y una yema bien
líquida.

Los hermanos Pedro y Patricia Méndez Bugallo en sala-jardín

Los huevos, ¿con o sin
puntilla?
PATRICIA:
Nosotros los hacemos sin puntilla.
Y las migas de pan de
maíz, ¿pasadas o no por sartén?
PATRICIA:
Antes, cuenta mi madre, la miga se pasaba por la sartén porque el pan de maíz
que se cocía en casa se quedaba reseso, y había que ablandarlo un poco en
aceite. Hoy nosotros no lo hacemos, porque el pan de maíz es fresco, lo
servimos bien desmigajado en un plato grande de color negro para realzar el
color blanco y amarillo de los huevos. Solemos acompañarlo también con una
parte de la corteza del pan de maíz.
Y en sus tortillas: ¿con o
sin cebolla?
PATRICIA:
La nuestra, siempre con cebolla. En ocasiones, también la ofrecemos con queso
de tetilla o chorizo, a gusto del cliente.
¿Cuál es el secreto de su
preciada tortilla?
PATRICIA:
El secreto, el que me enseñó mi madre: patata propia, cebolla de nuestra
huerta, huevos caseros, materia prima indispensable para hacer una tortilla que
siempre debe estar bien jugosa… Eso, aunque suene a dicho, requiere mucha mano
en el fogón. Una vuelta, en un buen punto de calor, suele ser lo habitual… Pero
cabe tener ojo: en ocasiones requiere una segunda. Eso sí, el otro secreto es
adaptarse al cliente: si te la pide más pasada, no se cuestiona, y se sirve tal
y como la requiere.
Usted, Pedro, que es el
bodeguero: ¿cuál es el vino de cabecera?
PEDRO:
El elaborado en casa, de nuestras propias viñas. Nuestro sello es el albariño
Pedro Méndez, del que disponemos unas 14.000 botellas por añada. A ello
añadimos tinto país o bien tinto con uva autóctona, como caíño y mencía,
también muy demandado por el cliente. Entre todos los vinos, disponemos en
bodega de unas 20.000 botellas. El buen vino elaborado en bodega propia es
esencial para maridar con una cocina de aldea, y donde el sabor está llamado a
apoderarse de la mesa.
Los horarios que debe
tener en cuenta el que les visite y quiera conocerles…
PATRICIA:
El de apertura es de 13 a 17 horas, y por la noche de 20,30 a 1 de la
madrugada. Dentro de esa franja, el horario de cocina es de 13 a 16 horas y por
la noche de 20,30 a 23,30.

Un espacio único para disfrutar de buena gastronomía y buen vino
¿Cuántas personas pasan
por aquí en cada servicio de mediodía y noche?
PEDRO:
Pueden pasar unas 180 por servicio.
Prácticamente anexos,
cuentan con dos amplios espacios de estacionamiento. ¿Tienen overbooking en época estival?
PEDRO:
Prácticamente a diario, y tenemos que controlarlo. Te diría que en julio y
agosto hay días en que llenaríamos cuatro locales como este.
Una recomendación para el
lector que quiera agenciarse disponer de una mesa.
PEDRO:
Hacer reserva, es muy importante. Las recogemos únicamente por teléfono entre
12 y 14 horas y entre 18 y 21. En verano recibimos entre 250 y 300 llamadas
diarias interesadas en hacer reservas. La demanda es tal que hay gente que
llama el primer día de semana y ese día las reservas del local están copadas ya
para toda la semana. En ocasiones tienen que hacerlo de una semana para otra.

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