domingo, 14 de julio de 2024

 

LA BODEGA “FORJAS DO SALNÉS” TOMA CUERPO EN “CHAN DO MONTE”

 

Meaño se prepara para albergar una nueva bodega de albariño Rías Baixas, esta con sello meañés propio, y que será “Forjas do Salnés”, la cual retornará a su origen después de un paso provisional por el polígono cambadés Sete Pías, donde estaba afincada desde 2012.

Se ubica en el paraje conocido como Chan do Monte, que conforma la primera ladera del monte que arranca desde el lugar de Trubisquido en la parroquia de Meaño. El proyecto lleva años gestándose. Primero fue precisa la adquisición de terreno, procediendo a la compra de 14.500 m2 de superficie. La mayor parte de la superficie se destina a viñedo, realizando se  plantación hace tres años. Luego, por poniente, con vistas al valle y al mar de Arousa, se reservaron 1.780 m2 para la construcción de bodega. Uno de los bloques, dispuesto en dos alturas, albergará recepción, oficina y sala de catas. Luego el bloque de nave, para bodega propiamente dicha, con zona de cubas de acero y también de madera, ésta últimas para “vinos de guarda”, que son los madurados durante tiempo, los que más hasta con cinco y diez años.
Las obras de la bodega comenzaron a finales de 2023. Previamente, tocó la construcción de terrazas para apuntalar el terreno y salvar la fuerte pendiente. Luego, turno los trabajos propiamente dichos de la edificación. Esta nueva bodega, que toma ya forma, estará preparada para procesar, albergar y comercializar desde aquí para el mundo 200.000 litros, en su mayoría albariño Rías Baixas. El objetivo es que estas nuevas bodegas de Forjad do Salnés estén preparadas estrenarse y recibir uva en esta próxima vendimia.


El bodeguero Rodríguez Méndez ante su nueva "Forjas do Salnés" en Chan do Monte
 

Origen y diversificación

La construcción, que llama la atención desde hace meses al ser fácilmente divisada desde el núcleo poblacional, responde en origen a un proyecto familiar, que hoy abandera Rodrigo Méndez Arosa. “No ha sido nada fácil dar con los terrenos idóneos en Meaño -reconoce el bodeguero-, pero nosotros teníamos asumido que nuestro paso por Sete Pías era algo provisional, porque en mente estaba el volver a Meaño, que es nuestra tierra”. “Ya intentaramos buscar una nave para instalarnos en Meaño cuando 2012, pero fuera imposible, y la alternativa de Sete Pías fuera la más cercana que se nos presentaba, pero conscientes de que esa sería una ubicación de paso, y la que dejaremos cuando esta bodega de Chan do Monte esté a punto”. “Adquirirlo el terrenos y poner todo apto para poder construir -afirma- ha sido un trabajo arduo, pero entendemos que valdrá mucho la pena para crecer”.
Este empresario meañés heredara el sello empresarial Forjas do Salnés de manos de su abuelo Francisco Méndez -que en su día integrara la gestora para la creación de la D.O. Rías Baixas- y luego, a la par, de su padre José Manuel Méndez.


Rodrigo Méndez muestra la que será zona destinada a cubas


En origen, este sello empresarial nació como herrería, la cual acabó especializándose ya desde inicios de los años 70 en la construcción de bateas. Al principio, lo hizo con un taller radicado en As Covas (Meaño), a pie de la PO 3030, y que luego se trasladó al lugar de Seixiños en Dena, en esta ocasión a pie de la ría para facilitar el porte de batear directamente por mar.
Fue en 2005 cuando el sello se diversificó y dio el saltó al mundo del vino. Hasta ahora, la suya había sido una producción artesanal, que remonta sus primeras cepas de albariño al año 1912. Fue a inicios de este siglo XXI que se adscribió formalmente a la D.O. Rías Baixas. Desde entonces sus vinos crecieron en producción y calidad como la espuma. Su albariño “Leirana”, que se vende ya en una veintena de países del mundo, y que en 2013 el New York Times le considera como el mejor Rías Baixas del año, fruto de una cata entre 20 prestigiosos caldos de esta D.O.
 
Raúl Pérez
Su entronque con el prestigioso enólogo berciano Raúl Pérez, le hizo dar el salto. De su mano apostó en su día por el albariño fermentado en barrica, del que resultó “Sketch”, que hace una década fue valorado por la lista Parker con 96 puntos, que era entonces la puntuación más alta de un blanco español en toda su historia en la afamada lista. Amén de ello, las otras novedades, eran criar parte de sus vinos en jaulas sumergidas en el mar de Arousa, o el haber sido uno de los pioneros en apostar por los Rías Baixas tinto, con sellos como Goliardo o Bastión de Luna, gestados con uvas de la D.O. como caíño, loureiro o espadeiro, con mucho potencial en el ámbito emergente de los tintos Rías Baixas. (En la foto Raúl Pérez, a la izquierda, con el prestigioso cocinero español José de Andrés, con una de las botellas de Forja criado bajo en el mar bajo una batea)


La última innovación por la que apuesta el sello es personificar las marcas por fincas: A Telleira, Finca Genoveva, Areas de Arra… Subtítulos con los que tratan de individualizar caldos dentro de una misma marca, en aras a llegar al mercado de manera singular con producciones más limitadas por cada una.
Las nuevas bodegas Rías Baixas se esperan puedan lucir en poco en todo su esplendor. El bodeguero Rodrigo Méndez lo anunciada ya 2012: “La intención -explicaba- era quedarnos en Meaño, pero no fue posible al no poder encontrar una nave de estas características” “El polígono de Sete Pías -agregaba- fue la alternativa más cercana que se nos presentó, pero esta es una ubicación provisional, en nuestras miras está el instalarnos en nuestro Meaño original”. El regreso al Meaño de Pepe "O Ferreiro".




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