sábado, 22 de febrero de 2025

En la memoria colectiva de los vecinos de O Salnés perviven un puñado leyendas de la comarca, unas más reconocibles,  y otras de carácter más local, que se han ido legando de forma oral y de generación en generación. San Ero, A Lanzada, la muerte de O Meco en el Siradella, el monte Lobeira o San Cibrán, entre otros, son algunos enclaves protagonistas de este reportaje.

AROUSA, MITO Y LEYENDA

Las leyendas más conocidas en la comarca saliniense son, sin duda, las de San Ero en Armenteira, el Meco de O Grove, y las nueve olas de A Lanzada. La primera refiere la historia de Ero, personaje del siglo XII que, de caballero del rey Alfonso VII -en su deseo de tener descendencia espiritual a falta de de hijos en su matrimonio-, acabó fundando dos monasterios y entregado a la causa religiosa, uno de ellos, el monasterio cisterciense de Armenteira del que se acabó erigiendo en abad. 


Relieve con San Ero a pie del árbol con el pájaro, rezando a la Virgen
(monasterio de Armenteira)

En el siglo XIII, Alfonso X de Castilla refiere en su cantiga 103 de Santa María la leyenda-milagro del ya considerado santo Ero. Según la cantiga, Ero, ya anciano, reposando a la sombra de un frondoso árbol en un bosque cercano, se quedó ensimismado escuchando el canto dulce de un mirlo al pie de una fuente. Refiere leyenda y cantiga que Ero pasó en allí 300 años en trance, cuando pensaba haber transcurrido sólo un breve período de tiempo. Cuando regresó al monasterio y preguntó por los monjes, ninguno pudo darle razón y, en aquel preciso instante Ero, consciente de lo ocurrido, cayó muerto a los pies del monasterio.
 
O Meco y las nueve olas
Desde O Grove, en el otro lado de la comarca arousana, se extendió la leyenda de O Meco. Escrita hace casi un siglo por Francisco Franco Calvete, se cuenta la historia del señor feudal de O Grove que hacía uso y abuso del derecho de pernada. Según la reseña los grovenses, superados por padecer aquel abuso del señor, acabaron por lincharlo, colgándolo su cuerpo en una higuera del monte Siradella. Una higuera que, todavía hoy (ver foto anexa) -siempre según la tradición-, la divisamos aflorando entre la roca de una peña de gran tamaño, con la que podemos encontrarnos si subimos por la ruta a pie que, desde A Lanzada, da acceso al alto del monte Siradella.
Cuando la justicia indagó en aquel linchamiento, el pueblo, a imagen de Fuenteovejuna, refirió que había sido obra de todos, por lo que acabaron quedando impunes al no poder personificarse el linchamiento. De ahí el gentilicio de “mecos” que se ha quedado para referirse a los habitantes de O Grove en recuerdo que la leyenda.

Playa de A Lanzada
 
La leyenda de las nueve olas en la playa de A Lanzada refiere un ritual relacionado con la fecundidad en que las mujeres estériles -mal vinculado, según la tradición popular, a poderes maléficos-  pueden ser fértiles si se purifican tomando un baño en esta playa, pasada la medianoche o al amanecer, dejando que el cuerpo de la mujer sea bañado por nueve olas. Obedece a un ritual que, en el pasado, estaba muy extendido por la costa gallega concibiendo el mar como símbolo de purificación.
En la cultura popular la esterilidad se asociaba a poderes malignos, que era preciso exorcizar mediante el ritual. El simbolismo representaba al mar como varón, la arena como hembra, y el movimiento de las olas como momento de la fecundación. Por esta alegoría la playa adecuada para este ritual de fecundación debería ser abierta, con forma de concha y oleaje fuerte, características que reunía precisamente esta de A Lanzada. De ahí que  este arenal se fuera trasmitiendo a través de generaciones como enclave idóneo para este ritual que se realizaba en la noche de San Juan o en el día de la Virgen A Lanzada (último sábado del mes de agosto).
 
Torre de San Sadurniño en Cambados

Trabe de ouro
Más leyendas se relacionan con otros enclaves arousanos. La torre de San Sadurniño en Cambados se asienta en una pequeña isla que, según la tradición, fue construida por moros a fuerza de verter carros de tierra sobre de las rocas que existían en ese punto de mar, y que levantaron primero un puente para llegar a él. Bajo la torre, erigida sobre míticas vigas y construida con vocación defensiva, se refiere la existencia de un pasadizo con oro, cuyo acceso está tapiado con una piedra. Un pasadizo y vigas que se relacionan con la “trabe de ouro” de las leyendas celtas.

En Arousa, los mitos refieren también que el dicho de que “desde Monte Lobeira a San Cibrán, pasando polos Aforcados (monte de) hai unha cadea de ouro que vale sete reinados”, testimonio que no refirió el anciano de Cobas, Nicanor Riveiro, evocando las historias legadas oralmente sobre el monte de San Cibrán. Aquella legendaria cadena de oro, ocultada bajo tierra, era la versión del mito de la “trabe” o “viga” de oro de los castros en el noroeste peninsular.
De hecho, persiguiendo aquella leyenda, en los años 30 del siglo pasado, un puñado de hombres, liderado por el izquierdista Enrique Abal, a pico y pala cavaron parte del monte San Cibrán en busca del preciado tesoro, legado a través de las generaciones. Los ancianos de Cobas rememoran como Enrique Abal pretextó haber encontrado un alfiler de oro, para motivar a los suyos, en una labor de días que resultó baldía al no dar con vestigio real alguno de aquella quimera.
 
Lobeira y fuentes
Otro enclave nos lleva Monte Lobeira que, en época medieval, y a sus 300 metros de altura, albergó un castillo en el que, a inicios del siglo XII, se asentó la reina Doña Urraca. Un castillo que, según el mito, llegó a contar con un túnel pasadizo secreto que conectaba con el convento de Vista Alegre en Vilagarcía, por el que la reina podía eludir los asedios.

Monte Lobeira que, según el mito, albergó un castillo de la reina Urraca

Esta construcción derivó en rivalidad entre la reina Urraca y el obispo Gelmírez, episodio en el que se acabó mezclando historia y leyenda. Y es que la tradición refiere que, asediado el castillo, Doña Urraca mandó cargar en mulos el tesoro para trasladarlo a Caldas y, a fin de evitar que la corona de su cabeza cayese en manos del obispo, la arrojó a una profunda mina. Desde entonces, aquella preciada pieza de oro y piedras preciosas, permanece oculta en Monte Lobeira. Se refiere que, hace más de un siglo, Roque, Secudino Castro, vecino del barrio de vilagarciano de San Roque, empleó buena parte de vida y fortuna en buscar la corona o tesoro de Doña Urraca y aquel mítico túnel, de los que nunca se supo.

En Vilagarcía otra leyenda enmarca el barrio de Fontecarmoa, cuyo nombre “carmoa”, procedente del latín, se traduce como “fuente del sortilegio o del hechizo”. La creencia atribuye a este manantial, que llega al regato de Santa Marina, el poder curativo de su agua, la cual erradica las verrugas del cuerpo de la persona que las padece. El ritual establecía que era preciso lavar cada una de las verrugas de la piel durante siete días seguidos. Un agua purificadora que también se atribuye a quien la bebe en la fuente de Quintáns, en Castrelo (Cambados), ó a quien lava la zona enferma del cuerpo con el agua de la mina-galería de Paradela de Lores, al amanecer, antes de asomar el sol y hacerlo de forma ininterrumpida durante siete ó nueve días. Un número de días con su sentido cabalístico: el 7 es número mágico que simboliza un ciclo de finalización y renovación; o el 9, que representa también fin de ciclo, plenitud y preparación por otro nuevo.
 
La "mesa dos ladróns" en el alto del Monte Penaguda (Meaño)

La ciudad sumergida
Añadido, en O Grove, alguna tradición evoca el misterio de la ciudad sumergida de Lambrica, cuyas campanas tañen, en ocasiones, para acompañar a los marineros. U otra que refiere que la isla de A Toxa se formó en torno a un fósil de ballena que se posó en ese preciso enclave. Mientras, en el monte Penaguda, que separa Meaño y Dena, se levanta la “mesa dos ladróns”, una roca plana, rodeada de otras piedras, donde los piratas que perpetraron el robo del monasterio de Armenteira, se detuvieron, para repartir ahí el botín y colocar al revés las herraduras de sus mulos y caballos, cargados con el botín,  para despistar a los perseguidores. Leyendas y tradiciones que, a buen seguro, entre otras, se agarran a la memoria colectiva. Desde aquí, este humilde legado escrito para contribuir a fijarlo en el tiempo.


sábado, 15 de febrero de 2025

 LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITÁN 

El concello de Meaño ha tenido que abonar a la firma “Volando Voy Coruña 2021 S.L.” una cuantía de 6.000 euros por el servicio de catering prestado en la Festa dos Muiños de la edición 2023. Un hecho que reconocía el regidor Carlos Viéitez en el último pleno de 2024.


En su día, el almuerzo de aquella XIX Festa dos Muiños saliera a concurso por 14.833,50 euros sobre un máximo de 320 comensales, a razón de 47,85 por cubierto. Dada la insatisfacción de los comensales por el servicio en aquella comida, y entendiendo que lo dispensado no se ajustaba a las condiciones pactadas, el concello no se avino a abonar importe alguno en relación a lo concertado.


Una imagen de la Festa dos Muiños 2023

Esta resolución de la alcaldía, dictada con fecha 3 de noviembre de 2023, fue reclamada entonces por “Volando Voy Coruña 2021 S.L”, firma que interpuso un contencioso-administrativo para intentar cobrar, y de la cual se hacía pública su apertura a través del BOP el 26 de diciembre de 2023. Ahora, por sentencia judicial, el concello deberá aportar 6.000 euros referidos, cuantía fallada por el juzgado en relación a 14.833,50 euros pactados.


En atención al componente ético que deriva de esta sentencia, al concello meañés -para ser justo y equitativo- le tocaría devolver a los comensales de aquella XIX Festa dos Muiños-2023 la parte proporcional de lo que cada uno había abonado de su bolsillo para disfrutar del almuerzo.
Y es que para participar en ese yantar, cada comensal pagó 25 euros por cubierto, mientras que el concello sufragaba los 22,85 euros restantes, para completar así los 47,85 euros del menú. En base a ello el ayuntamiento meañés ingresó por aportaciones de comensales un total 7.750 euros (algo menos si se registrara algún menú infantil). En definitiva, si el concello, por sentencia judicial sólo ha abonado por aquel almuerzo 6.000 euros, tenemos que ha saldado esa comida con 1.750 euros de ganancia en aportaciones de los vecinos.


Otra estampa del almuerzo de la Festa dos Muiños

En definitiva, el concello se “ha ahorrado”, en cifras redondas, 8.830, euros (sobre aquellos 14.822), esto es, no pagó el 59% de lo pactado. Si tirásemos de la misma proporción, en base a un ahorro de ese 59%, al concello le tocaría devolver a cada comensal ese 59% de aquellos 25 euros o, lo que es lo mismo, 14,75 euros por menú. En estas cuentas no cayó ni la oposición en defensa del consumidor. Al César lo que es del César.




domingo, 9 de febrero de 2025

Nos tomamos la licencia de salir de Meaño en esta entrada para acercarnos a uno de los cementerios más bellos de Galicia: la iglesia y camposanto de Santa Mariña de Cambados. Construida por la familia Ulloa y ampliada en el siglo XV por María de Ulloa, madre de Alonso III de Fonseca, el templo combina el gótico con el estilo renacentista plasmado en la nave central y sus capillas laterales. El abandono en el siglo XIX tras un incendio, supuso el traslado de la iglesia parroquial al antiguo convento de San Francisco, que ofrecía una posición más céntrica. Santa Mariña, con sus aledaños, quedó así reconvertida en un cementerio que, desde 2013, figura dentro del elenco de Cementerios Singulares de Europa. En su conjunto artístico, cabe hacer un alto en la ornamentación del pórtico de entrada a una capilla lateral, coronado por un arco en el que aparecen esculpidos los doce apóstoles, uno de los grupos escultóricos más bellos de su género. Fotos: Iñaki Abella (cedidas)


EL ARCO DE LOS APÓSTOLES

Desde el punto de vista artístico, los doce apóstoles han sido desde época románica y gótica tema ornamental recurrente de iglesias y catedrales. Desde las columnas del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, a las puertas de las catedrales de Valencia o León, pasando por el arco de medio punto de la portada de la iglesia de San Martín de Noia, entre otras, los apóstoles han decorado estos espacios, dotados muchas veces de la iconografía que los identifica. Entre ellos, San Pedro, portando las llaves, el Santiago peregrino, Tomás con escuadra de arquitecto, Simón con sierra de leñador, o San Mateo en ocasiones alado en alusión al tetramorfos, o representado con lanza, entre otros.

Arco de los Apóstoles en una capilla de Santa Mariña

Una de las capillas laterales de Santa Mariña, construida como el resto de ellas en la segunda mitad del XVI, puede pasar de forma más discreta al visitante en relación con su estampa ornamental. Situada en el lateral sur, a la derecha a la entrada principal, esta capilla se abre a la nave, más cercana al altar. Su arco apuntado, de estilo gótico, da acceso a una capilla con una cubierta coronada por una bóveda de crucería. Al contorno del arco de entrada se adaptan en alto relieve las figuras de los doce apóstoles, dispuestos de manera frontal y en cuerpo entero, con seis a cada lado de la imagen del rostro de Jesucristo, que corona la clave del arco. Este arco alberga, sin duda, unos de los conjuntos escultóricos de su género más bellos del panorama gallego, ante el que reconforta pararse el visitante.

Apóstoles en uno de los flanco de arco

Iconografía y localización
Entre los apóstoles se distingue, en medio del flanco derecho del arco, la figura de Santiago “El Mayor”, ataviado como peregrino, provisto báculo, alforja y sombrero ornamentado con concha de vieira en su centro. En ese mismo flanco, le sigue en el arco hacia arriba, la estampa del apóstol y evangelista San Mateo, representado con lanza en su derecha, símbolo del martirio a causa del que pereció en Etiopía. Luego, conforme ascendemos en el arco, Santiago “El Menor”, -al lado de la figura de Jesucristo, que se ubica en la clave-, y que porta en su mano derecha un palo ó báculo. La parte inferior de ese flanco derecho del arco lo ocupa San Matías, identificado por sostener en su mano izquierda un hacha, herramienta con la que se cree fue decapitado. Le sigue San Pablo, que porte un libro santo en la izquierda y espada ceñida en la cintura, fijada este arma con su mano derecha.

El apóstol Santiago "El Mayor" en el arco de Santa Mariña

Del flanco izquierdo, y justo a la derecha de Cristo, se aparece la figura de San Juan que, según las Escrituras, en la Última Cena y sin barba, el “discípulo amado” se apostó al lado de Jesús para reposar en él su cabeza. Lindando con el santo Juan, por el nivel inferior del arco de la capilla, aparece esculpida la figura de San Pedro, que porta en sus manos el símbolo de las llaves del Paraíso. Debajo de todo, en ese flanco, se entrevé el apóstol San Andrés, con una cruz en forma de aspa a sus pies que, por su modo, se identifica en la iconografía como la “cruz de San Andrés” (símbolo que forma la bandera nacional de Escocia, considerado el santo como patrono este país).
Justo frente a este oratorio -y al arco protagonista referido-, el lateral norte de la nave alberga la capilla que ofrece al misterio de la “Encarnación” de María. Construida esta capilla a finales del siglo XVI, el acceso a la misma está presidido por un arco apuntado decorado por relieves que representan este misterio y que en la clave ofrece la imagen de Cristo en majestad, en acto de bendición al visitante.

El apóstol San Mateo

Más ornamentación
Santa Mariña completa su interior con decoración escultórica diversa, vinculada también a una función también didáctica con el visitante. Entre ella, uno de los arcos muestra la iconografía de la pereza, uno de los siete pecados capitales que, en este caso, se representa por un hombre con la cabeza sumida entre sus piernas en pose de alimentarse de sus propios excrementos. A ello agrega otras escenas bíblicas, tales como la Anunciación y Encarnación, la expulsión del Paraíso, el Juicio Final y los pecados capitales en relieve.
La escultura se completa además en las paredes laterales -incluida la sacristía- con la pintura de representaciones escénicas que databan del siglo XVI, y cuyo tonos apenas se atisban hoy, dado que, sometidas a las inclemencias del tiempo, están en proceso de desaparición. (En la foto, arriba: escena de la Anunciación de María)

El apóstol San Pablo, ciñendo su espada en el arco

Varias piezas ornamentales más decoran otras capillas de Santa Mariña, encajadas todas ellas en su día entre los contrafuertes exteriores de la nave. Las dos primeras, a pie de la entrada, se relacionan con un uso funerario, incluyendo sendos petos de ánimas y dos tapas de sarcófago, ya inexistentes.
Son vestigios de una iglesia que llegó a contar en su día con un rosetón en la fachada, elemento descrito y documentado, pero que desapareció en el siglo XX. Así, la fachada recibe al visitante con una torre semiderruida. Es templo también está vinculado a antiguas leyendas. Una de ellas refiere que un encendido sermón pronunciado en Semana Santa provocó la caída de la techumbre de Santa Mariña. Añadido, el hecho de que los arcos no cayera y se mantengan aún hoy en pie, se atribuye a la leyenda de estar pegados con la sal de las factorías de salazón de sardina cambadesas que, combinada con la grasa de la sardina cuando se construyó la iglesia, brindaba mayor resistencia a la estructura.

Ruinas y camposanto de Santa Mariña en Cambados

Desde 2013 estas ruinas de Santa Mariña están incluidas dentro de la Asociación de Cementerios Singulares de Europa, siendo éste el primero de la provincia que integrar esta lista. Se suma así a los camposantos gallegos adscritos a un catálogo que cuenta también con el Cementerio Inglés de Camariñas, el de Lugo y el de San Amaro en A Coruña, y que figuran en un registro europeo que contabiliza 179 bellos camposantos. Desde aquí, te invitamos a redescubrir estas ruinas y pararte ante la piedra del "Arco de los Apóstoles" que aquí compartimos.






domingo, 2 de febrero de 2025

 

MEDITACIONES


Inmersos estos días en la lectura de las “Meditaciones” del emperador romano Marco Aurelio (al mismo que, en el cine con “Gladiator”, le mata su hijo Cómodo, lo cual no acaeció en la realidad) entresacamos algunas citas del “emperador filósofo”, dignas de detenerse y reflexionar. Si te tropiezas con su “Meditaciones”, nuestro consejo, es no realizar una lectura lineal, sino probar, como en poesía, a abrir el libro por una página al azar… Leer, paladear, meditar.

 
“La mejor forma de vengarte de los que te injurian es que no los imites” (Libro VI, epígrafe 6)
“Frecuentemente, se peca contra la justicia por omisión, no sólo por acción.” (Libro IX, epígrafe 5)


“Cuando choques con la insolencia de alguno, pregúntate al instante: pues qué, ¿es posibles acaso que deje de haber insolentes en este mundo? No puede ser. Según esto, pretendes imposibles. Tienes delante de ti a uno de estos insolentes que forzosamente existen en el mundo” (Libro IX, epígrafe 45)


“Luego que tú mismo hubieses adquirido los nombres de bueno, circunspecto, veraz, prudente, condescendiente, noble, mira bien no tengas que mudar nunca de nombre, y, si perdieses estos dictados, vuelve al punto de recobrarlos.” (Libro X, epígrafe 8)