domingo, 9 de febrero de 2025

Nos tomamos la licencia de salir de Meaño en esta entrada para acercarnos a uno de los cementerios más bellos de Galicia: la iglesia y camposanto de Santa Mariña de Cambados. Construida por la familia Ulloa y ampliada en el siglo XV por María de Ulloa, madre de Alonso III de Fonseca, el templo combina el gótico con el estilo renacentista plasmado en la nave central y sus capillas laterales. El abandono en el siglo XIX tras un incendio, supuso el traslado de la iglesia parroquial al antiguo convento de San Francisco, que ofrecía una posición más céntrica. Santa Mariña, con sus aledaños, quedó así reconvertida en un cementerio que, desde 2013, figura dentro del elenco de Cementerios Singulares de Europa. En su conjunto artístico, cabe hacer un alto en la ornamentación del pórtico de entrada a una capilla lateral, coronado por un arco en el que aparecen esculpidos los doce apóstoles, uno de los grupos escultóricos más bellos de su género. Fotos: Iñaki Abella (cedidas)


EL ARCO DE LOS APÓSTOLES

Desde el punto de vista artístico, los doce apóstoles han sido desde época románica y gótica tema ornamental recurrente de iglesias y catedrales. Desde las columnas del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, a las puertas de las catedrales de Valencia o León, pasando por el arco de medio punto de la portada de la iglesia de San Martín de Noia, entre otras, los apóstoles han decorado estos espacios, dotados muchas veces de la iconografía que los identifica. Entre ellos, San Pedro, portando las llaves, el Santiago peregrino, Tomás con escuadra de arquitecto, Simón con sierra de leñador, o San Mateo en ocasiones alado en alusión al tetramorfos, o representado con lanza, entre otros.

Arco de los Apóstoles en una capilla de Santa Mariña

Una de las capillas laterales de Santa Mariña, construida como el resto de ellas en la segunda mitad del XVI, puede pasar de forma más discreta al visitante en relación con su estampa ornamental. Situada en el lateral sur, a la derecha a la entrada principal, esta capilla se abre a la nave, más cercana al altar. Su arco apuntado, de estilo gótico, da acceso a una capilla con una cubierta coronada por una bóveda de crucería. Al contorno del arco de entrada se adaptan en alto relieve las figuras de los doce apóstoles, dispuestos de manera frontal y en cuerpo entero, con seis a cada lado de la imagen del rostro de Jesucristo, que corona la clave del arco. Este arco alberga, sin duda, unos de los conjuntos escultóricos de su género más bellos del panorama gallego, ante el que reconforta pararse el visitante.

Apóstoles en uno de los flanco de arco

Iconografía y localización
Entre los apóstoles se distingue, en medio del flanco derecho del arco, la figura de Santiago “El Mayor”, ataviado como peregrino, provisto báculo, alforja y sombrero ornamentado con concha de vieira en su centro. En ese mismo flanco, le sigue en el arco hacia arriba, la estampa del apóstol y evangelista San Mateo, representado con lanza en su derecha, símbolo del martirio a causa del que pereció en Etiopía. Luego, conforme ascendemos en el arco, Santiago “El Menor”, -al lado de la figura de Jesucristo, que se ubica en la clave-, y que porta en su mano derecha un palo ó báculo. La parte inferior de ese flanco derecho del arco lo ocupa San Matías, identificado por sostener en su mano izquierda un hacha, herramienta con la que se cree fue decapitado. Le sigue San Pablo, que porte un libro santo en la izquierda y espada ceñida en la cintura, fijada este arma con su mano derecha.

El apóstol Santiago "El Mayor" en el arco de Santa Mariña

Del flanco izquierdo, y justo a la derecha de Cristo, se aparece la figura de San Juan que, según las Escrituras, en la Última Cena y sin barba, el “discípulo amado” se apostó al lado de Jesús para reposar en él su cabeza. Lindando con el santo Juan, por el nivel inferior del arco de la capilla, aparece esculpida la figura de San Pedro, que porta en sus manos el símbolo de las llaves del Paraíso. Debajo de todo, en ese flanco, se entrevé el apóstol San Andrés, con una cruz en forma de aspa a sus pies que, por su modo, se identifica en la iconografía como la “cruz de San Andrés” (símbolo que forma la bandera nacional de Escocia, considerado el santo como patrono este país).
Justo frente a este oratorio -y al arco protagonista referido-, el lateral norte de la nave alberga la capilla que ofrece al misterio de la “Encarnación” de María. Construida esta capilla a finales del siglo XVI, el acceso a la misma está presidido por un arco apuntado decorado por relieves que representan este misterio y que en la clave ofrece la imagen de Cristo en majestad, en acto de bendición al visitante.

El apóstol San Mateo

Más ornamentación
Santa Mariña completa su interior con decoración escultórica diversa, vinculada también a una función también didáctica con el visitante. Entre ella, uno de los arcos muestra la iconografía de la pereza, uno de los siete pecados capitales que, en este caso, se representa por un hombre con la cabeza sumida entre sus piernas en pose de alimentarse de sus propios excrementos. A ello agrega otras escenas bíblicas, tales como la Anunciación y Encarnación, la expulsión del Paraíso, el Juicio Final y los pecados capitales en relieve.
La escultura se completa además en las paredes laterales -incluida la sacristía- con la pintura de representaciones escénicas que databan del siglo XVI, y cuyo tonos apenas se atisban hoy, dado que, sometidas a las inclemencias del tiempo, están en proceso de desaparición. (En la foto, arriba: escena de la Anunciación de María)

El apóstol San Pablo, ciñendo su espada en el arco

Varias piezas ornamentales más decoran otras capillas de Santa Mariña, encajadas todas ellas en su día entre los contrafuertes exteriores de la nave. Las dos primeras, a pie de la entrada, se relacionan con un uso funerario, incluyendo sendos petos de ánimas y dos tapas de sarcófago, ya inexistentes.
Son vestigios de una iglesia que llegó a contar en su día con un rosetón en la fachada, elemento descrito y documentado, pero que desapareció en el siglo XX. Así, la fachada recibe al visitante con una torre semiderruida. Es templo también está vinculado a antiguas leyendas. Una de ellas refiere que un encendido sermón pronunciado en Semana Santa provocó la caída de la techumbre de Santa Mariña. Añadido, el hecho de que los arcos no cayera y se mantengan aún hoy en pie, se atribuye a la leyenda de estar pegados con la sal de las factorías de salazón de sardina cambadesas que, combinada con la grasa de la sardina cuando se construyó la iglesia, brindaba mayor resistencia a la estructura.

Ruinas y camposanto de Santa Mariña en Cambados

Desde 2013 estas ruinas de Santa Mariña están incluidas dentro de la Asociación de Cementerios Singulares de Europa, siendo éste el primero de la provincia que integrar esta lista. Se suma así a los camposantos gallegos adscritos a un catálogo que cuenta también con el Cementerio Inglés de Camariñas, el de Lugo y el de San Amaro en A Coruña, y que figuran en un registro europeo que contabiliza 179 bellos camposantos. Desde aquí, te invitamos a redescubrir estas ruinas y pararte ante la piedra del "Arco de los Apóstoles" que aquí compartimos.






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