EDUARDO CAMIÑA UCHA
Sumiller meañés finalista de "La Nariz de Oro 2013"
Como
cualquier meañés Eduardo Camiña Ucha se crió entre viñas. Ahora este joven de
Simes, que trabajó en restaurantes como “Pepe Vieira” o “Casa Solla” y que lo
hace ahora en el “Abastos 2.0” de Santiago, acaba de ser elegido como uno de
los once finalistas gallegos para la Nariz de Oro 2013. En total serán los 73
sumilleres de toda España los se darán cita en Madrid los días 14 y 15 de junio
en esta final que designa al mejor sumiller español del año. La particularidad
de este meañés es su juventud puesto que, con tan sólo 21 años, es uno de los
finalistas más jóvenes del certamen lo que apunta su potencial en el mundo de
sumillería.
“CREO QUE LOS VINOS GALLEGOS SE VALORAN
MÁS EN EL RESTO DE ESPAÑA”
- ¿21 años no es una edad temprana para
ser finalista de la Nariz de Oro?
- Sí,
he llegado lo que se dice pronto porque la edad media de los sumilleres que
llegan a esa final es de 35 o 40 años, que es cuando se está en pleno apogeo.
- Y cuando el cliente del “Abastos 2.0”,
que es donde usted trabaja en Santiago, requiere de los servicios del sumiller
y se les pone delante un chaval de 21 años para aconsejarle en vinos ¿no
recelan un tanto?
- Reconozco
que al principio a los clientes que no me conocen sí les sorprende, pero luego
cuando les hablas y ven que realmente conoces este mundo sí se dejan aconsejar.
- Generalmente asociamos el sumiller al
mundo del vino, pero no sólo es ese campo el suyo ¿no?
- No,
el sumiller es experto no sólo en vinos, sino también en licores y todo tipo de
bebidas, alcohólicas o no, incluso aguas, como también en puros, quesos… y todo
lo que conlleva el mundo de la sobremesa.
- ¿Cómo surge en usted la pasión por este
mundo?
- Desde
pequeño en casa se vivía el mundo de la viticultura y del vino, y supongo que
eso influyó en que, cuando me decanté por hacer un ciclo de servicios de
restauración en el instituto Carlos Oroza de Pontevedra, me cautivara un módulo
de sumillería que impartía en él. Luego, por casualidad en el restaurante “Pepe
Vieira” conocí a Xoan Canas, quien fue Nariz de Oro de España en 2004. Cuando
le hablé de mis inquietudes se brindó a apoyarme, me dejó material, libros… De
su mano empecé a conocer los vinos de Galicia, Francia, Alemania… incluso acabé
trabajando en “Pepe Vieira” un verano. Tras finalizar mi módulo hice las
prácticas en “Casa Solla” en Poio, y de la mano de Pepe Solla, que no sólo es
gran cocinero sino también gran conocedor de vinos, me seguí formando, hasta el
punto de que tras las prácticas trabajé unos meses con él. Hubo más gente que
me ayudó como Rodrigo Méndez en Meaño que desde su bodega me abrió el mundo de
sus tintos Rías Baixas…
- ¿Cuál es la norma básica de un buen
sumiller?
- Yo
creo que hablar con el cliente, conocer sus gustos y, en función de ellos,
ayudarles a escoger un vino, un licor… que le enganche y que haga de esa comida
o esa velada algo especial.
- ¿La gente se deja aconsejar cada vez más
al sumiller?
- Depende
de donde trabaje uno, pero aquellas personas que acuden a un local que dispone
de un sumiller sí suelen requerir su servicio, quieren escuchar su consejo.
- ¿Cómo es esa final de la Nariz de Oro en
Madrid?
- Será
los días 14 y 15 de junio. En ella habrá dos tipos de pruebas. En una se catan
cuatro vinos diferentes, pero de la misma zona, denominación, variedad y año.
Luego sales durante unos diez minutos, tras los cuales regresas a la sala y te
dan a catar uno de esos cuatro vinos en copa negra: tú tienes que
identificarlo, saber su denominación, la variedad, el año… todo y exponerlo.
Luego también se realiza una prueba teórica con 29 preguntas a través de las
que debes demostrar tus conocimientos sobre el mundo del vino y la sumillería.
- En el certamen no sólo se elige al mejor
sumiller de España sino también se premian vinos ¿no?
- Sí,
se hace una cata con unos 300 vinos y se eligen los mejores. Luego los
premiados en cada categoría incorporan una etiqueta negra que acredita su
premio en la Nariz de Oro.
- ¿Y cuál es su ilusión cara al certamen y
el futuro?
- Mi
ilusión es continuar formándome, si bien para seguir estudiando en este campo
ahora hay que ir a Madrid o al extranjero, y eso no lo tengo todavía claro.
También está el viajar para seguir conociendo este mundo… La final de Madrid es
una buena opción para todo esto, para mí además es un reconocimiento al trabajo
y el estudio de estos años. ¿Cara al futuro?... Poder transmitir mis
conocimientos desde un local, organizar catas…
El joven sumiller meañés, a las puertas de "Abastos 2-0", su local de trabajo en la zona vieja de Santiago |
- Hablando de vinos ¿cuál es la
denominación de origen gallega que más le ha sorprendido en los últimos años?
- Los
Rías Baixas siempre han sido el bom en España, pero en los últimos años se elaborando
caldos espléndidos en la Ribeira Sacra, incluso en Ribeiro, con bodegueros que
trabajan mucho con variedades autóctonas que están dando grandes resultados.
Creo que lo que nos ocurre en Galicia es que no valoramos nuestros vinos,
pienso que se valoran más en el resto de España. En Galicia tenemos el 60 por
ciento de las variedades españolas, y una gama tan amplia permite obtener vinos
muy diferentes y de mucha calidad.
- ¿Y qué me diría de los Rías Baixas
tintos por los que empiezan a apostar algunas bodegas?
- Que
están siendo muy reconocidos internacionalmente y encontrando una excelente
acogida en el exterior. No son esos vinos secos, sino frescos, vivos, con
acidez, propios de zona de mar, y eso es algo diferente que no tienen el resto.
- ¿El vino bueno siempre en caro?
- No,
necesariamente. Por debajo de 10 euros se pueden encontrar en el mercado vinos
ya muy buenos. En el mundo del vino, como en otras cosas, el precio no lo es
todo.
- Bueno, la prestigiosa guía Parker ya
puntuó hace un par de años el valdeorras gallego “Rúa” con más de 90 puntos y
eso que en el mercado no llegaba a los dos euros.
- Sí,
pero se supo después que eso fue un error, no sé si de la bodega o de los
responsables de la guía en sí, pero al parecer se produjo una confusión con dos
vinos que elabora la misma bodega y, de hecho, ya pidieron perdón por ello.
Pero desde luego que el error supuso un tirón para ese vino hasta el punto de
que su demanda aumentó una barbaridad e incluso incrementó su precio. Eso
afecta a la gente que está muy influida por este tipo de publicaciones, que no
siempre son absolutas.
- Hablemos de Meaño. Mójese y recomiéndeme
un buen vino elaborado aquí, en tierras meañesas, a ser posible un blanco y un
tinto, pero que se muevan en una buena relación calidad-precio, que con la que
está cayendo no está el bolsillo para excesos.
- En
un tinto me quedaría con un “Bastión de Luna”, que elabora la bodega Forxas do
Salnés de Rodrigo Méndez. Es un Rías Baixas tinto que mezcla caíño, espadeiro y
loureiro, y que resulta un vino fresco muy interesante. ¿Un blanco? Me quedaría
con “Leirana Finca Genoveva”, un Rías Baixas cien por cien albariño que elabora
la misma bodega. Ahora, si hablamos de relación calidad precio me quedo con el
“Bastión de Luna”.
- Usted, que ha trabajado en restaurantes
como “Pepe Vieira” o “Casa Solla”, y que lo hace ahora en el “Abastos 2.0” en
Santiago ¿qué vinos meañeses demanda el cliente?
El "Goliardo" espadeiro de Forxas do Salnés del que habla el sumiller |
- Lo
que más piden de Meaño son los albariños “Leirana” y “Albariño do Ferreiro”,
éste último del bodeguero Gerardo Méndez, y en tintos se está demandando mucho
el “Goliardo” de Forxas do Salnés, tanto en su variedad caíño, como espadeiro o
loureiro. Todos son buenos vinos, si acaso el “Albariño do Ferreiro” es más
caro y por ello menos accesible a cualquier bolsillo.
- Después de haber estudiado tanto, de
conocer mucho el mundillo del vino, ¿qué consejo daría a un bodeguero meañés de
albariño para obtener un buen caldo?
- Para
conseguir un buen vino es más importante la uva que la bodega. Por tanto mi
consejo sería cuidar mucho el viñedo, la
tierra, la naturaleza en el entorno de la cepa, para obtener así una buena
materia prima. Yo apostaría también por tratar de conseguir los vinos albariños
de siempre, con uvas pisadas con los pies como antes, albariños frescos que pudieran
aguantarse tiempo.
- ¿Se ven en la restauración los llamados
“vinos de autor” que son los albariños que elaboran los bodegueros meañeses de
la asociación de Bodegas Artesanas Rías Baixas?
- No,
se ven muy poco, y eso que creo que hacen un buen trabajo. Yo les animaría,
como decía antes, a apostar por el albariño que siempre se hizo en cada casa,
no dejarse llevar por la norma y luchar por su vino. En esto del vino en cada
casa nuestra de Meaño existe una historia de mucho trabajo en la que, aún sin
grandes medios y sin mucha tecnología, se han elaborado buenos albariños al
alcance de todos, y eso resulta admirable.
Para finalizar, y antes de cerrar nuestro particular Ventanuco, evocamos un virtual último vino escuchando esta canción de Alberto Cortez...
Un futuro prometedor el de Eduardo. Le deseo lo mejor.
ResponderEliminarBravo !!
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