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Manuel
Canario Vázquez
Fundador de
la fiesta de San Cristóbal de Dena
Dena celebraba este pasado sábado las bodas de oro de su fiesta de San Cristóbal, un evento que surgió en 1964 de la mano de Manuel Canario Vázquez, empresario natural de Pontearnelas y afincado en Xil que, tras abrir una empresa en Coirón-Dena, promovió el nacimiento de la fiesta. A sus 83 años y convaleciente de una delicada intervención quirúrgica en su garganta no puede hablar, pero logramos mantener esta entrevista días antes de la fiesta con la ayuda su hija Clara, presente, y que verbaliza lo que el padre vocaliza con sus labios, más el recurso puntual de un práctico bloc de notas. Los 50 años de la fiesta de San Cristóbal suponen para nuestro protagonista una carga de emotividad que no ocultan sus ojos mientras en la solapa de su chaqueta luce orgulloso para la ocasión la medalla de oro del santo que le concedió la organización cuando el 25 aniversario de la fiesta. La mantenida con él una de estas conversaciones entrañables que cuestan tan poco y en las que recibes mucho. Una lección sencilla que te da la vida.
“LA
PRIMERA FIESTA DE SAN CRISTÓBAL DE DENA LA HICIMOS CON EL SANTO QUE NOS PRESTÓ
CAMBADOS”
¿Cómo llega un vecino de Xil a promover
la fiesta de San Cristóbal en Dena?
Yo
soy de natural de Pontearnelas y tocaba el saxo y el clarinete en la orquesta
“Melodías” que tenía su sede aquí en Meaño y que era lo mejor de su tiempo. En
1951 me casé en Xil y me establecí en esta localidad. Mi vinculación con Dena
llega un tiempo después cuandó fundé allí la empresa “Hermanos Canario” que se
ubicaba en Coirón y que se dedicaba a elaborare prebabricados para la
construcción. Es desde esta empresa que nace el San Cristóbal de Dena.
¿Y cómo surge la idea?
Manuel Canario en otro momento de la entevista mantenida en su casa de Xil |
¿Por qué en Dena se celebra siempre en
sábado si San Cristóbal es el 10 de julio?
Porque
aquel primer año el 10 de julio cuadró en sábado. Luego nos dijimos que era mejor
mantenerlo en ese día de la semana porque los automovilistas y camioneros
estaban más libres para poder organizar la caravana. Amén del de Cambados fue
el primero de la zona, luego vinieron otros como Vilalonga, Castrelo, Sisán,
Simes…
¿Qué recuerdos conserva de aquella
primera edición de la fiesta?
Recuerdo
que la misa se hizo en el exterior de nuestra nave en Coirón, y que trajimos
para cantarla a un coro de O Grove que dirigía un sacerdote muy bueno que se
llamaba José Franco. Nada más acabar partió la primera caravana que subió ya a
Meaño y a Xil para retornar de nuevo a Dena por la carreta que baja de
Padrenda. Lo hicimos así porque queríamos darle un carácter municipal a la
fiesta y el recorrido se mantiene hoy. Luego el resto de la jornada festiva
transcurrió en la huerta de Limeta, lo que hoy en el Bar Dopazo, con la
actuación del grupo de gaitas “Os Campaneiros” de O Sixto, que era uno de una
de las formaciones de gaiteiros más importantes por esos años.
Unas
200.000 pesetas, lo que hoy vendrían a ser unos 1.200 euros.
¿Contó con muchos participantes aquella
primera caravana?
Unos
60 o 70 vehículos, contando también con algún camión. Muchos ya acudieron
adornados con flores y guirnaldas para
la ocasión, lo que demuestra que la fiesta se vivió con mucho fervor desde sus
inicios.
¿Hubo premios a los mejor engalanados
tal y como se hace hoy?
No
hubo premios en los dos primeros años, creo recordar que los estos empezaron en
la tercera edición.
¿Y la idea de hacer la “sardiñada”
convertida hoy en toda una tradición en Dena?
Fue
algo que se me ocurrió a mí en el primer año para todos los que participaban en
la caravana: sardinas, paz de maíz, vino… y servirlo todo gratis. Recuerdo que
aquel primer año compramos tres cajas de sardinas y algunos chorizos que asamos
en el exterior de la fábrica y que allí comimos todos juntos.
¿Recuerda quien estaba con usted en
aquella primera comisión?
José
Fernández Gondar, José “O Minquillo”, Limeta… y algunos otros que ahora no recuerdo.
Primer San Cristóbal con santo prestado.
¿Cuándo compraron el propio?
Al
segundo año. Recuerdo que fuimos buscarlo a Santiago Jose “O Minquillo” y yo
que nos costó 12.000 pesetas que pagamos entre los dos. Fue nuestra aportación
a la fiesta. Es el santo que todavía se conserva hoy.
¿Por qué la imagen no está en la
iglesia?
Yo
quise ponerlo en la iglesia pero el cura Don Arturo me dijo que podía ser, que
San Cristóbal no rezaba en el santoral, al menos esa fue la razón que me dio
entonces. Por eso el santo estuvo unos años en el Bar Dopazo en Coirón, luego
fue cambiando de ubicación. Ahora, días antes de la fiesta, se expone en el Bar
Bahía en el centro de Dena.
¿Cuándo se trasladó la fiesta al recinto
de los colegios de Coirón y por qué?
Se
hizo cara a 1970 aproximadamente, y se buscaba con ello una situación más
céntrica. Allí por entonces había un pinar y consideramos que era buen lugar
para hacerla.
Fue la época de aquel concurso que
premiaba al que comía más sardinas, ¿no?
Un momento de la sardiñada de San Cristóbal de este año 2014 |
Sí,
como las sardinas eran ya una tradición, se nos ocurrió organizar el concurso.
Fue algo que me quedó bien grabado en la memoria porque recuerdo que en una de
las ediciones Julio, el electricista de Meaño, y Manolo “O Palleiro”, tras una
apuesta, se zamparon 20 sardinas cada uno. Creo que luego el exceso les hizo
pasar un mal rato.
¿Qué siente usted hoy cando la fiesta del San
Cristóbal de Dena que usted fundó alcanza los 50 años de vida?
Una
alegría enorme porque siga celebrándose con el paso del tiempo. Yo sólo puedo agradecer
a la gente que arropara la fiesta y que lo siga haciendo hoy con la comisión
actual. Sé que está muy bien organizada y que gente como Carabel y otros hacen
un esfuerzo enorme para que perdure, por ello les felicito.
Los camiones hicieron un alto para saludar al fundador de la fiesta el sábado 12 |
Iré
a la misa, como me gusta hacer cada año, si puedo. Luego subo para Xil y me
aposto delante de mi casa en O Pazo a pie mismo de la carretera para ver pasar
la caravana. Ellos siempre tienen un gesto conmigo: se paran delante de la casa
y echan unos fuegos al cielo. Es algo que me emociona, supongo que este año aún
más.
El patriarca siguió con su familia el paso de la caravana de San Cristóbal por delante de su casa de Xil |
Puedes ver más
fotografías que completan este reportaje en la sección MEAÑOLEANDO (pinchando
en la pestaña que aparece en la parte superior de esta página)
D.E.P.
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