EL
COMPOSTAJE, UNA APUESTA EN VERDE
Desde
hace unos años a esta parte el compostaje se está convirtiendo en la apuesta de
muchos municipios para reducir la factura que pagan a Sogama, además de contribuir
con ello a la mejora medioambiental. Algunos concellos de la comarca como O
Grove o A Illa ya han apostado por esta técnica. Otros se resisten. En Meaño el
edil nacionalista Rodrigo Pazos lleva convirtiendo la causa en caballo de
batalla durante esta legislatura, convencido de efectos beneficiosos sobre la
economía local. ¿Es rentable el compostaje? ¿Cuánto costaría a las arcas
municipales meañesas u de otros concello similares su puesta en marcha? Estas y
otras cuestiones se tratan de resolver en el presente reportaje.
Rodrigo Pazos |
Vista aérea de la Illa de Arousa |
Cierto, concellos como el de a Illa de Arousa llevan años con su propio plan de compostaje. Comenzaron en 1997. Su actual responsable y edil de medio ambiente Dolores Folgar se felicita por el modelo: “disponemos en este momento de 450 composteros distribuidos por casas del municipio y somos el único concello de Galicia que prima con un descuento en la tasa de la basura, en este caso de 6 euros, a aquellas familias que hacen realizan compostajes”. “Lo cierto -continúa- es que la gente está muy concienciada, hay familias que disponen de dos y hasta tres compostero, y raro es el mes que no tenemos nuevas peticiones”. Cada día operarios municipales acuden al monte a cortar tojo que luego trituran en el almacén municipal. La materia resultante se distribuye los martes y jueves desde el almacén de forma gratuita entre a los vecinos para mezclar en el compostero con los restos de basura orgánica y fabricar así el compost. “Así, además de mantener el monte limpio, se consigue un abono de calidad -asegura Dolores Folgar-, incluso los vecinos me dicen que los alimentos que han sido abonados con este compost tienen luego mejor sabor en la mesa”. Desde su experiencia Dolores Folgar se muestra convencida del éxito que supondría la experiencias en municipios como Meaño, Ribadumia o Meis: “son concellos ideales para poner en marcha un proyecto así, tenemos que convencernos de que el compostaje es el futuro”.
Vista aérea de O Grove |
Los
cálculos que maneja el departamento de Medio Ambiente grovense es que desde que
se puso en marcha el programa de compostaje este concello vierte en sus
contenedores de orgánico unos 2.000 kg. de basura menos al mes, lo que se
traduce en ahorro económico. “Pero no sólo está el ahorro directo -precisan
técnicos del departamento- sino el indirecto, esto es, gasoil para el
transporte, kilometraje del camión, emplear menos tiempo en la recogida…”.
“Además -continúan- está el tema del césped que sirve para compostar y que en
casos la gente depositaba en contenedores verdes lo que suponía un aumento
grande de kilos porque el césped pesa mucho”. “En O Grove acabamos renovar todo
el sistema municipal de recogida de basura y con coste cero para los vecinos,
tolo ello gracias al compostaje y al material reciclado que aportamos” añade
Fredi Bea.
Amortizable en cuatro años
Imagen de un compostero |
Se
estima que un hogar compuesto por 2,5 personas genera una media de 1,75 kg de
basura al día, de la cual el 42 por ciento corresponde a residuos orgánicos,
esto es, 0,735 kg. diarios, los cuales se pueden someter a compostaje.
Traducido al año una familia de este tipo evitaría depositar en contenedores de
orgánico 268 kg. de basura al año, lo que llevado a 100 familias con otros
tantos composteros funcionando que dispensa la empresa supondría un ahorro de
26.800 kg. al año, esto es 26,8 toneladas. Teniendo en cuenta que Sogama cobra
actualmente a los concellos un canon de 73,90 euros por tonelada ello se
traducirá en un ahorro objetivo de 1.980 euros al año. Por tanto, de funcionar
el programa con los vecinos, en algo menos de cuatro años un concello como
Meaño habría amortizado de forma directa la inversión realizada -7.598 euros-,
sin contabilizar el ahorro indirecto que antes apuntaban desde de departamento
técnico grovense.
El meido ambiente sería el granbeneficiado |
Pero
también existe un coste medioambiental que cabe valorar. Las 26,8 toneladas de
basura que irían destinadas a compostaje supondrían el evitar enviar
directamente a la atmósfera 4,8 toneladas de GEI (Gases de Efecto Invernadero),
cantidad que sería todavía mayor si contabilizáramos las emisiones indirectas
que supondría tratar esa cantidad de basura, entre otras la emisión de gases
por transporte a las plantas de tratamiento, las emisiones por las condiciones anaerobias del almacenamiento u otras relacionadas con el ahorro de
fertilizantes químicos que supondría el empleo de compost resultante.
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