sábado, 4 de marzo de 2017

conversas.com 
Ignacio Varela Camiña
35 años como director del Coro de Xil

Meaño cuenta en la actualidad con cinco pequeños coros parroquiales, la mayoría surgidos en los años 80 y que mantienen su actividad gracias a la dedicación altruista de sus integrantes. Prueba de ello es la entrega de nuestro protagonista, Ignacio Varela, el director más veterano y que más años lleva al frente de una de estas agrupaciones, en su caso el coro de Xil, que él mismo contribuyó a crear y que dirige desde hace 35 anos. A sus 73 entiende que el final de su etapa de director está próximo “porque son muchos años y todo cansa” e incluso reconoce que tiene ya fecha. No obstante, se muestra convencido de que el coro puede continuar “porque en la zona hay gente preparada para asumir la dirección” y, de hecho, alienta a la formación a ello.

EL FINAL DE MI ETAPA COMO DIRECTOR DEL CORO DE XIL TIENE FECHA, PERO NO LA DIGO”

Ignacio Varela en su casa de Xil
Aunque director del coro de Xil durante 35 años su relación con la música viene de mucho más atrás ¿no?
Sí, me inicié con 12 o 13 años aprendiendo a tocar el acordeón. Empecé a estudiarlo hacia 1955-56 con un maestro de Cambados, que se llamaba, y se llama porque todavía vive hoy, Ángel Losada. Todas las tardes dos muchachos de aquí de Meaño, que éramos Pablo Dovalo y yo, recorríamos casi 10 kilómetros en bicicleta hasta Cambados para recibir clases en su escuela de música.
¿Y cómo se le dio por este instrumento? 
De aquella, estoy hablando de los años 50, era muy habitual de las orquestas. Recuerdo que mi primer acordeón se lo compré a Poceiro, el mismo que dio nombre a la aquella mítica orquesta, y que era un lutier porque los fabricaba él mismo. Me costó unas 8.000 pesetas de aquel tiempo.
Y con él dio el salto al mundo de la orquesta.
Sí, de hecho empecé a tocar en la orquesta Galicia, una pequeña formación que había aquí en Meaño. Luego estuve en otras: Nueva Vera Cruz, Crazy Kray… En los primeros años con el acordeón, pero luego acabé en el órgano, toda vez que el acordeón acabó desplazado por él en las orquestas. Hoy he vuelto al acordeón junto con Pablo Dovalo en la formación Rías Baixas, o bien tocando a dúo con él. Es algo que sigo haciendo porque siempre ha sido mi gran pasión.
El coro de Xil estuvo ligado a usted desde siempre. ¿Cuándo y cómo se formó este coro?
Hace años, estoy hablando de inicios de los años 80 del siglo pasado, había en Xil un cura que se llamaba Manuel Cornes que, cada Nochebuena, organizaba a un grupo de gente para cantar villancicos en la misa del gallo que él oficiaba a medianoche. Un día me citó en la iglesia… Fue una media encerrona, porque allí me estaba esperando con un grupo muchachas. Me animó para que me pusiera al armonio, él empezó a dirigir y nos soltamos a cantar allí mismo. Así empezó todo. El cura dirigió aquel coro en los primeros años mientras que yo tocaba, pero, con el tiempo, me convenció para que asumiera también la dirección. Y desde entonces hasta hoy.

Otra imagen de nuestro protagonista
Y 35 años sin percibir nada por su dedicación.
Sí, siempre ha sido por amor al arte… y a Xil (sonríe).
¿Cuántas voces componen este coro de Xil?
Somos pocos… apenas 20 personas. A lo largo de los años hubo gente que se acabó yendo y otros viniendo, como suele ocurrir es este tipo de agrupaciones, pero se mantienen todavía siete u ocho de aquellos que empezaron hace 35 años.
¿Cuál es la edad media de los coristas?
Cuando empezamos éramos jóvenes, pero ahora la edad media debe rondar los 65 años.
¿Y cuánto tiempo dedican a ensayos?
Poco. Ensayamos un día a la semana, que es el martes, en la casa de cultura. La sesión dura una hora… no más, enseguida empiezan a sonar las alarmas de los teléfonos: que si uno tiene que tomar el sintrom, que otro pincharse por la diabetes… (risas) los años no perdonan.
¿El final de su carrera como director del coro de Xil tiene fecha?
Sí, y está pronta. No la digo, pero sí tiene fecha… Todo cansa, y lo mío como director del coro de Xil ya son años. En el acordeón no, ahí seguiré mientras los dedos me obedezcan.
¿Barajó el haberlo dejado antes?
Sí, pero me daba pena porque si lo dejaba sentía que el coro podía disolverse.
¿Y no teme que eso ocurra ahora?
Ahora no tiene por qué.
¿Ve que existe la posibilidad de encontrar un nuevo director?
Dentro del coro no, pero por fuera sí hay gente de la que se puede echar mano para que el coro siga adelante, y es lo que deseo.
El municipio de Meaño cuenta desde hace años con cinco pequeños coros parroquiales. ¿Nunca existió un movimiento para aunarlos y formar una buena masa coral?
No, que yo sepa. Y sería bueno que lo hubiera. Mismo aquí cerca, en Meis, tienen también varios coros, pero se pusieron de acuerdo a nivel ayuntamiento para integrar una gran coral con las mejores voces.

Ignacio Camiña dirigiendo el Coro de Xil en el último Festival de Panxoliñas de Meaño
¿Y que sería necesario para que Meaño siguiera ese ejemplo?
Que aparezca un director con ilusión que se atreva a impulsarlo. Y también sería bueno contar con una instalación adecuada para albergar cada año un certamen o un festival de buenas corales, que podía atraer a gente y despertar de paso la pasión de algunos por sumarse a este mundillo del canto coral.
¿Por qué la gente joven no se suma a estos coros?
Porque supone mucho trabajo y no está pagado, es pura afición, no más. La gente joven hoy tiene otras preferencias.
¿Y cómo se gestiona por dentro un coro parroquial pequeño, como este de Xil?
Con mucha dedicación por parte de la gente, porque las actuaciones y el dinero que se cobra por cantar un misa, que lo que más salidas nos supone, es muy poco. Incluso en algunos festivales de habaneras a los que tenemos acudido la participación en altruista. Luego está algo de dinero por parte del concello por actuar en el festival de villancicos, algún año de la Diputación… Es poco y lo que se hace con ese dinero es generar algo de fondos que dan para comprar o renovar trajes, hacer alguna comida al año y poco más.


1 comentario:

  1. JAMAS COMPRENDERE EL CIERRE DE LOS MOLINOS DE MEAÑO Y ESAS MULTAS QUE MAS QUE MULTAS PARECEN ROBOS, QUE DAÑO HACEN LOS MOLINOS A NADIE MAS BIEN TODO LO CONTRARIO CULTURA PARA LOS PUEBLOS, ME PARECE ESCANDALOSO TODO ESTO QUE LASTIMA Y QUE ROBO

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