domingo, 18 de noviembre de 2018

LA BUMM Y LA VOZ DE SERAFÍN ZUBIRI ENCANDILARON A UN PÚBLICO QUE LLENÓ EL AUDITORIO DE VILAGARCÍA
           
Un momento del concierto de Serafín Zubiri con la BUMM
Serafín Zubi y la BUMM ofrecieron el sábado 17 de noviembre en Vilagarcía el concierto “Recordando a Nino Bravo” con el que vibró a toda una generación, y que llenaba el auditorio pra la cita. La sonoridad de la banda meañesa y el torrente de voz que Zubiri encandilaron aun público entregado y que arroparon con aplausos quese fueron haciendo cada vez más cálidos y largo conforme avanzada el concierto.
El mismo arrancaba con un popurri  a modo de obertura con fragmentos de canciones de los grandes éxitos de Nino Bravo, con banda, piano y voz de Serafín Zubiri. A partir de ahí se sucedieron sobre el escenario casi dos horas de música con quince canciones y tres bises. El cantante navarro ofreció, con sólo su piano y voz, “Cartas amarillas”, “Vuelve” y “Mi gran amor”. Pero también hubo turno para la banda que ofreció sola los temas “El tren se va” y “Amanecer”, acompañados por imágenes de Nino Bravo que se proyectaban a la par en pantalla.
Sobre el escenario el navarro cautivaba al auditorio con su potente torrente de voz -que la gran mayoría desconocía- cantando las canciones del repertorio en la misma y exigente tesitura de propio Nino Bravo. Su interpretación de “Cartas amarillas”, con él al piano, despertó la primera gran ovación del público, cautivándolo ya de pleno a medida que se entregaba a los coros y aplausos cada vez largos. 

Serafín Zubiri al piano con la Banda Unión Musical de Meaño

Una de las sorpresas fue la fusión entre pasado y presente, con Nino Bravo y Serafín Zubiri, en la canción “Un beso y una flor”, que arrancaba en pantalla con un vídeo de un programa de TVE, elaborado con técnica de “croma” que permitía compartir escenario a Nino Bravo y Zubiri, y que luego conectaba con el directo del escenario del auditorio de Vilagarcía, con Zubiri y la BUMM que encadenaba con la segunda parte de la canción. Tras los bises, el concierto se cerraba al filo de las 23 horas con el último que fue “Libre”, la canción de Nino Bravo que rememoraba la muerte del joven Peter Fechter, quien a sus 18 años fuera la primera víctima caída en su intento de cruzar el muro de Berlín en 1962, canción que, curiosamente, tirando de archivo e imagen, presentaba en el auditorio el propio Nino Bravo para dar paso a la voz de Zubiri.

Zubiri con el director de la banda Diego Javier Lorente
El navarro halagó a la formación meañesa: “una persona como soy yo -reconocía-, que por mi condición de ciego aguzo tanto el oído, noté en el arranque ya del ensayo el excelente sonido brotaba de esta banda, máxime con intérpretes tan jóvenes, y eso me cautivó”. “He realizado -agregaba- más de 70 de conciertos de Nino Bravo con otras tantas bandas de música de toda España, Meaño es de las que se nota mucho la trayectoria y el buen hacer de la mano de un excelente director, como es Diego Javier Lorente, que desprende no sólo conocimiento sino mucho tacto con el grupo que dirige, porque un director viene a ser como entrenador, los equipos se semejan a la persona que está al frente, y eso se nota mucho y para bien en la banda Meaño”.
Un Zubiri que antes se había ganado en el previo a los componente de la formación meañesa por su locuacidad y sentido del humor, presto a los juegos de palabras relacionados con su ceguera: “veo aquí a mucha gente joven, sobre todo a chicas” les decía entre risas cuando se presentaba, o cuando más tarde les refería entre bromas a los músicos: “sobre todo a quien tengo que ver mejor yo aquí es al director” en alusión a Diego Javier Lorente.

La banda saluda al público al término del concierto

“Recordando a Nino Bravo” había comenzado a rodar con Serafín Zubiri en 2013 llegando con sus bandas en este tiempo a ciudades como Bilbao, Valencia, Vitoria, Baracaldo, Teruel, Palencia, Albacete o Manacor entre otras. En este 2018 estuvo por primera vez en Galicia en Arteixo este verano, y con el concierto de ayer en Vilagarcía, que era su segunda ocasión, cerraba su gira para 2018. A partir de ahí, reconocía “parón navideño y retomar luego los conciertos en febrero de 2019, para el que tenemos cerrados ya los días 9 y 22 en Valencia y País Vasco”. Además admitía que negociaba su presencia en tierras catalanas con la Banda de Barcelona y la posibilidad de volver a Galicia con la Banda de Música de A Coruña. Y entre sus ilusiones, admitía, “me gustaría muchísimo ofrecerlo en 2019 con la Banda de Pontevedra, porque esa ciudad ha sido parte de mi vida durante 9 años de infancia y adolescencia, cuando estudié en el colegio de la ONCE en Campolongo, y allí, mismo a mis 8 años, tuvo mi primer gran disgusto de infancia que fue la muerte de Nino Bravo”. Otra ciudad a la que apunta es Santiago, no en vano ayer estaba presente en el en Vilagarcía el director de la Banda Municipal de Santiago, Casiano Mouriño, para valorar in situ la posibilidad de ofrecer el concierto en la capital gallega.

Un momento de la despedida entre Zubiri y Deigo J. Lorente
Y es que su pasión por Galicia llevó a Zubiri a realizar el camino de Santiago la friolera de once veces en bicicleta, y mismo en 2010 lo completó andando desde Roncesvalles. Una fortaleza física la suya que le viene dada por su pasión por el deporte que le hizo convertirse en su día en campeón de España de la ONCE y récord de 1.500, o a correr también la maratón de Nueva York, y hacer alpinismo llegando a pisar la cumbre del Aconcagua.
Serafín Zubiri lleva consigo además consigo dos proyectos más con banda, el primero “El baúl de los 70”, su particular homenaje a la música española de esta década que ya está rodando, y el segundo uno que trabaja y que prevé sacar en 2020 basado en el festival de Eurovisión, en el que él mismo representara a España en los años 1992 y 2000.             
           

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