UN
MEAÑES EMOCIONA AL CINE INDIO CON EL HIMNO GALLEGO
De
manos meañesas, el himno gallego suena en una película india que, amén de
estrenarse hace poco en el país asiático, participa mismo estos días en un
concurso del cine independiente en Inglaterra. Las notas de Pascual Veiga se
funden con el Ganges desde el trombón del músico meañés Basilio Camiña Ucha,
quien en 2018 se embarcara en esta aventura solidaria por la India. Llegó de la
mano de la ONG “Lotus Spain” para ejercer como educador y profesor en Benarés,
la ciudad sagrada de la India, donde le sobrecogió la fusión entre vida y
muerte de la religión hindú.
Matando
los ratos libres ejerció como músico callejero, en el paseo a orillas del
Gange, don fue descubierto por el director Abhishek Singh Rathore, que se
afanaba esos días en grabar en Benarés su película “Los hilos no tejidos de
Kashi” (el templo de la diosa Shiva en Benarés), un drama donde una prenda tradicional
india (un “sari”), era el pretexto para contar la historia de cinco personajes
vinculados directa o indirectamente a Benarés: desde una joven que pretendía
casarse a un guía turísticos o mismo una personaje humilde dedicado al ritual
de incinerar sobre pilas con el fuego de Shiva los cadáveres a orillas del
Ganges -un ritual intrínseco a Benarés- prenda que el personaje se afanaba o
entregar como ofrenda a la diosa.
“Es
una película con una connotación triste -explica Basilio Camiña, que acaba de visionarla
en su Simes natal, merced a un enlace privado servido desde la India por el
director-, que tras los personajes tratar de mostrar con cierta melancolía la
cultura india, siguiendo la historia de ese “sari” que va pasando de mano en
mano, y una dosis importante de protagonismo para la música de historia en
historia”.
El trombonista meañés en otro fotograma de la película
“Cuando me veían tocar por la calle -reconoce Basilio Camiña- el trombón llamaba mucho
la atención del público, porque no lo conocían, mismo un espectador llegó a
preguntarme si aquello era un piano”. “A Abhishek Singh Rathore -agrega- le
cautivó su sonido cuando se paró a verme. Y allí mismo me propuso aparecer en
su película, que estaba rodando esos días en Benarés, y me pedía que para ello,
tocara algo de mi tierra”. Basilio Camiña y su inseparable trombón aparecen en
en varios momentos del largometraje, protagoniza una secuencia entera a bordo
de una embarcación que discurre plácidamente por el Ganges, mientras Camiña
Ucha, sentado en la popa, pone banda sonora al momento con las notas de Pascual
Veiga y su himno gallego, sobre la letra de Pondal que, por un momento, marida
apacible y melancólico con el Ganges al anochecer.
En un desembarco portugués
Curiosamente no fue la única aparición este meañés en
una película india, por cuanto, un tiempo despué aceptó la propuesta para ser
figurante en un film que recreaba un desembarco de los portugueses a la India.
“Fue una película que se grabó en el sur de la India -explica-, a donde llegué
tras mi estancia en Benarés, aprovechando el viaje”. “Acepté la propuesta y
para grabar tuve que pasar dos días de una playa. Éramos una decena de
occidentales que hacíamos de figurantes, con un calor sofocante, mientras vestíamos
todo el tiempo un uniforme de soldado portugués, con botas incluidas… Fue toda
una experiencia. Aunque realmente éramos pocos en aquel desembargo, luego la
técnica se encargaría de que pareciésemos muchos”.
Seis países en tres continentes
Basilio Camiña, que cursara estudios de Magisterio más
la carrera musical completando el Grado Superior de trombón en el Conservatorio
de A Coruña -amén de haber sido trombonista de la BUMM- viene dedicando parte
sus últimos años a su labor de voluntario de ONGs. La suya era y es una histoira de solidaridad que le ha llevado a tres continentes diferentes. Primero en 2012 en Azrau, en
las montañas del Atlas marroquí. Luego, en 2013, le siguió un viaje al campo de
refugiados de Tinduf en el Sahara, donde desarrollaba su labor formativa con
los adolescentes de entre 12 y 17 años, pero la experiencia que se truncó por
temor al conflicto entre Malí y Argelia y la radicalización con la irrupción de
células de Al-Qaida, lo que llevó al Frente Polisario a repatriarlo a España
junto con un grupo de voluntarios.
Basilio Camiña tocando con su ONG en la India
Visiona el vídeo con secuencias de la película pinchando en el siguiente enlace:
En 2014 se embarcó en una tercera experiencia,
ésta en Brasil con la ONG “Orquestrando a Vida”, con el objeto de, tirando de
la música, contribuir a educar a los niños y adolescentes de las favelas de
Campos de Goytacazes. En 2015, en este caso acompañado por la también meañesa
Myriam Portela, viajaba a Uganda, para trabajar en Iganga, ciudad situada al
norte de la capital Kampala, con la ONG “Muscee Iganga”. Llegaron
aprovisionados con instrumentos y material musical diverso, fruto de
donaciones, parte de de ello adquirido 2.600 euros reunidos en venta de
merchandising que les permitió contribuir además a la construcción de unos
baños para los niños de la ONG.
Y en 2016, antes de embarcarse para la India, llegó
su quinta experiencia, que tuvo como destino Colombia. El pasado mes de
febrero departiría con los meañeses en "A Cova do Trasno", el foro de
coloquio y debate impulsado por la Asociación Cultural y Deportiva GAM, y en
que las historias e imágenes de este trombonista cautivaron al público.
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MEAÑOLEANDO
UN
MEAÑES EMOCIONA AL CINE INDIO CON EL HIMNO GALLEGO
De manos meañesas, el himno gallego suena en una película india que, amén de estrenarse hace poco en el país asiático, participa mismo estos días en un concurso del cine independiente en Inglaterra. Las notas de Pascual Veiga se funden con el Ganges desde el trombón del músico meañés Basilio Camiña Ucha, quien en 2018 se embarcara en esta aventura solidaria por la India. Llegó de la mano de la ONG “Lotus Spain” para ejercer como educador y profesor en Benarés, la ciudad sagrada de la India, donde le sobrecogió la fusión entre vida y muerte de la religión hindú.
Matando los ratos libres ejerció como músico callejero, en el paseo a orillas del Gange, don fue descubierto por el director Abhishek Singh Rathore, que se afanaba esos días en grabar en Benarés su película “Los hilos no tejidos de Kashi” (el templo de la diosa Shiva en Benarés), un drama donde una prenda tradicional india (un “sari”), era el pretexto para contar la historia de cinco personajes vinculados directa o indirectamente a Benarés: desde una joven que pretendía casarse a un guía turísticos o mismo una personaje humilde dedicado al ritual de incinerar sobre pilas con el fuego de Shiva los cadáveres a orillas del Ganges -un ritual intrínseco a Benarés- prenda que el personaje se afanaba o entregar como ofrenda a la diosa.
“Es
una película con una connotación triste -explica Basilio Camiña, que acaba de visionarla
en su Simes natal, merced a un enlace privado servido desde la India por el
director-, que tras los personajes tratar de mostrar con cierta melancolía la
cultura india, siguiendo la historia de ese “sari” que va pasando de mano en
mano, y una dosis importante de protagonismo para la música de historia en
historia”.
El trombonista meañés en otro fotograma de la película
“Cuando me veían tocar por la calle -reconoce Basilio Camiña- el trombón llamaba mucho la atención del público, porque no lo conocían, mismo un espectador llegó a preguntarme si aquello era un piano”. “A Abhishek Singh Rathore -agrega- le cautivó su sonido cuando se paró a verme. Y allí mismo me propuso aparecer en su película, que estaba rodando esos días en Benarés, y me pedía que para ello, tocara algo de mi tierra”. Basilio Camiña y su inseparable trombón aparecen en en varios momentos del largometraje, protagoniza una secuencia entera a bordo de una embarcación que discurre plácidamente por el Ganges, mientras Camiña Ucha, sentado en la popa, pone banda sonora al momento con las notas de Pascual Veiga y su himno gallego, sobre la letra de Pondal que, por un momento, marida apacible y melancólico con el Ganges al anochecer.
En un desembarco portugués
Curiosamente no fue la única aparición este meañés en
una película india, por cuanto, un tiempo despué aceptó la propuesta para ser
figurante en un film que recreaba un desembarco de los portugueses a la India.
“Fue una película que se grabó en el sur de la India -explica-, a donde llegué
tras mi estancia en Benarés, aprovechando el viaje”. “Acepté la propuesta y
para grabar tuve que pasar dos días de una playa. Éramos una decena de
occidentales que hacíamos de figurantes, con un calor sofocante, mientras vestíamos
todo el tiempo un uniforme de soldado portugués, con botas incluidas… Fue toda
una experiencia. Aunque realmente éramos pocos en aquel desembargo, luego la
técnica se encargaría de que pareciésemos muchos”.
Seis países en tres continentes
Basilio Camiña, que cursara estudios de Magisterio más
la carrera musical completando el Grado Superior de trombón en el Conservatorio
de A Coruña -amén de haber sido trombonista de la BUMM- viene dedicando parte
sus últimos años a su labor de voluntario de ONGs. La suya era y es una histoira de solidaridad que le ha llevado a tres continentes diferentes. Primero en 2012 en Azrau, en
las montañas del Atlas marroquí. Luego, en 2013, le siguió un viaje al campo de
refugiados de Tinduf en el Sahara, donde desarrollaba su labor formativa con
los adolescentes de entre 12 y 17 años, pero la experiencia que se truncó por
temor al conflicto entre Malí y Argelia y la radicalización con la irrupción de
células de Al-Qaida, lo que llevó al Frente Polisario a repatriarlo a España
junto con un grupo de voluntarios.
Basilio Camiña tocando con su ONG en la India |
Visiona el vídeo con secuencias de la película pinchando en el siguiente enlace:
En 2014 se embarcó en una tercera experiencia, ésta en Brasil con la ONG “Orquestrando a Vida”, con el objeto de, tirando de la música, contribuir a educar a los niños y adolescentes de las favelas de Campos de Goytacazes. En 2015, en este caso acompañado por la también meañesa Myriam Portela, viajaba a Uganda, para trabajar en Iganga, ciudad situada al norte de la capital Kampala, con la ONG “Muscee Iganga”. Llegaron aprovisionados con instrumentos y material musical diverso, fruto de donaciones, parte de de ello adquirido 2.600 euros reunidos en venta de merchandising que les permitió contribuir además a la construcción de unos baños para los niños de la ONG.
Y en 2016, antes de embarcarse para la India, llegó su quinta experiencia, que tuvo como destino Colombia. El pasado mes de febrero departiría con los meañeses en "A Cova do Trasno", el foro de coloquio y debate impulsado por la Asociación Cultural y Deportiva GAM, y en que las historias e imágenes de este trombonista cautivaron al público.
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