sábado, 14 de noviembre de 2020

  *** Opinión

ASMUBAL: LA CLAVE ESTÁ EN EL AIRE

La avería en el sistema de calefactor radiante para eliminar para eliminar con aire caliente la condensación de la cancha del pabellón de Coirón, si persiste, podría dejar al Asmubal contra las cuerdas en su participación en la División de Honor de Plata Nacional. Todo a expensas del tiempo atmosférico y lo que pueda decidir la Federación Española de Balonmano. Hasta el momento, dos partidos ya aplazados en su condición de local, uno contra la Sar de Redondela y el otro contra el Salud Tenerife. Este último, un choque en el que jugó a favor en los despachos la situación covid, con un caso en la plantilla meañesa y cuatro en canario. Eso sí, de no haberlos, tampoco podría haberse celebrado el choque al no haber estado en condiciones la cancha de Coirón por la condensación. Pero si la avería se solventa la próxima semana, tocaría vuelta a la normalidad sobre la cancha (y si es así: ¿por que no se solucionó en lo que en los 11 meses que llevamos de 2020?)


El Amubal femenino en Lanzarote donde se medía hace unos días al Zonzamas
 
 
La situación generada en el pabellón de Coirón no obedece a una “avería accidental”, tal y como se ha querido vender. Responde a una avería que persiste prácticamente desde el inicio en que se puso en marcha este sistema (diciembre de 2018). Se evidenció aún más el 27 de septiembre de 2019, cuando se hizo necesaria la suspensión del partido Asmubal-A Cañiza (con presencia de representantes del gobierno local in situ en la grada). Fue en el minuto 18, cuando el electrónico reflejaba un 9-7 favorable a las meañesas, y la cancha se estaba convirtiendo en una pista de patinaje. Una avería que se llegaba a relacionar con una fuga de gas que es restaba rendimiento al sistema, y que mostraba 3 de los 8 calefactores apagados. Lo acaecido se reflejaba en los medios el 2 de octubre de 2019.

 
Asmubal femenino en Coirón con los técnicos Luis y Manuel Montes

Secuencia de hechos
Instado por ello, la empresa responsable se personó en el pabellón y, de partida, detectó la fuga. Aunque en principio parecía subsanarse, el sistema volvió a fallar pronto y se mantuvo en lo sucesivo. “En el último año -reconoce la presidenta Silvia Lobato- mantuvimos cuatro reuniones con la alcaldía y en todas le trasladamos que el sistema calefactor seguía fallando, unas veces se caían tres calefactores, otras cuatro o cinco, o bien funcionaban de forma intermitente”.
En junio de 2020 se celebraba un último encuentro con el regidor en el consistorio, cita a la que estaba presente además el director técnico Víctor Garrido. Sobre la mesa, estudiar un convenio de patrocinio para sponsorizar al sénior femenino en su salto a la División de Honor Plata, que debía jugar por Asturias, Cantabria, Castilla y León, y Canarias; la necesidad de construir dos cuartos adosados en la parte trasera del pabellón para albergar material, uno del club y otro del colegio; y, de nuevo, enésima insistencia en la avería del sistema calefactor, con vistas a tener todo a punto para el estreno en categoría nacional.


El balonmano, seña de identidad para un pueblo (el masculino celebra el gol)

En todo este tiempo, palabras, no más. El único movimiento, fue el que se produjo a finales de este pasado verano, cuando la alcaldía ordenó al palista de la mini-pala que trabajaba esos días en el recinto escolar, que excavase detrás del pabellón el hueco para construir los dos cuartos comprometidos. Era agosto. Ahí se quedó: en un agujero (que permanece hoy).
Sobre el convenio de la sponsorización la respuesta verbal que el regidor le trasladó a la presidencia -que ella misma admite- fue que documentara su petición con un dossier informativo. El mismo fue presentado a mediados del mes de septiembre. Desde entonces, aparcado “sine díe” (silencio administrativo).


 
Silvia Lobato, presidenta del Asmubal

Por otra parte el pasado 4 de noviembre el club ponía en conocimiento del concello al momento el positivo en covid registrado en una de sus jugadoras, hecho que se hacía público el día 6 en los medios merced a un comunicado remitido el día anterior por el club. A partir de ahí tocó el confinamiento domiciliario de 14 días implementado por las autoridades sanitarias para de toda la plantilla y plantel técnico. “En todo este tiempo -lamenta el presidenta Silvia Lobato-, ni una llamada del regidor para interesarse por la situación de la plantilla ni la jugadora que registrara el positivo”. “Tampoco nos cogiera el teléfono -agrega- cuando la suspensión obligada hace unos días, ni devolvió llamada alguna, ni palabra  durante el confinamiento. Con todo lo que estamos trabajando se acumulan las decepciones en un club en el que nos volcamos de forma altruista por la cantera, por los chavales, por nuestros jugadores y por poner a nuestro concello en el mapa”.
 


 

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