domingo, 21 de noviembre de 2021

GUARDIANES DE LA TOPONIMIA MEAÑESA

(S.O.S. y la historia mancillada) 


Llamamiento a los vecinos de Meaño para micro-toponimizar el municipio a partir de la app “Galicia Nomeada”. Una petición que se enmarca dentro de la campaña “Toponimízate” de la Real Academia Galega, y que llegaba este viernes (19 de noviembre) a los centros escolares meañeses a través de una charla por la red que impartía Vicente Feijoo, coordinador de la Unidade Técnica de Toponimia de la RAG. Añadido, otro punto para seguir el evento los vecinos se ubicaba en el salón de actos del Centro Social de Dena. Una iniciativa que partía del IES de Meaño que la había solicitado en su día a la RAG para, con el apoyo del concello, compartir en Meaño y alentar a los alumnos en el trabajo de campo para la causa.


Una imagen de la charla virtual con el lugar de Quintáns para ejemplificar la app

Vicente Feijoo daba cuenta de que Galicia tenía en su haber la friolera de más 3 de millones de topónimos y micro-topónimos, pero de los ya una parte se ha perdido ya. “En la comunidad -explicaba- se registra través de Galicia Nomeada una media 50 topónimos por km2 de territorio, cuando en la Comunidad Valenciana, donde llevan años con un proyecto similar, sólo registran entre 4 ó 5 por km2”. En base a ello, estimaba, “en Galicia se pueden recuperar, o evitar que se pierdan, en torno a 2 millons de micro-topónimos, porque otros han caído ya en el olvido”.
           
Medianum
Trasladándose virtualmente con el público a Meaño, Vicente Feijoo apuntaba que “mismo los topónimos de Meaño, Dena o Simes, responden a nombres prerromanos, que se ligan a una cultura celta anterior”. “Meaño -agregaba- tiene un origen oscuro, que apunta a relacionarse con el término medianum, que serviría para definir a Meaño como territorio situado entre dos rías”. “Otros -prosigue- como Lores, atiende a una posible conexión con el río Lor”. No en vano en el catastro de la Ensenada (1749) se refiere al actual ría Chanca, a su paso por Lores con el nombre de río Lotar. Otros toponímicos como Vilarreis (Dena) y Nantes de Reis (Lores) remiten a lugares de realengo, mientras que la raíz Nant se relaciona con el término “valle”.


El abandono de las actividades agropecuarias, la concentración parcelaria, el vacío de aldeas y el crecimiento del mundo urbano son factores decisivos en la pérdida de estos micro-topónimos: “la nueva generación ya no se vincula al campo, los pastores han desaparecido, y -lamentaba- muchas corporaciones, a medida que crece la ciudad, optan para sus calles por nombres foráneos, sin mantener el micro-topónimo de cada lugar como nombre de la calle”. Por ello apelaba al compromiso y a la fidelidad con la historia que nos lega esa toponimia.


Meaño no deja de contar con su infidelidad con la historia. En los años 90, a la céntrica plaza que se acababa de construir al lado del ayuntamiento, fue bautizada como Praza do Concello, en detrimento de legado histórico, por cuanto el lugar había albergado durante buena parte del siglo XX una populosa feria, que fue un referente en la comarca y que se celebraba los días 13 y 29 de cada mes. En su día la asociación cultural y deportiva G.A.M. solicitara formalmente en aquellos años rebautizar el espacio como “Praza da Feira”, petición desestimada por la corporación de entonces que venía de bautizar la plaza.


La "Praza do concello" y la historia profanada
 

Y es que Meaño, como concello rural que es, se presenta como un nicho idóneo para la variedad de la micro-toponimia. Bucear por este mundillo nos lleva a nombres tan evocadores  como O Pino das Tres Marías, O Amialiño, A Cantareira u Os Tornos, estos en Padrenda. Una localidad donde también amenaza con perderse los nombres de fuentes públicas como Fonte do Labrego, Fonte da Louriña o la Fonte de Rosas, que ya no aparecen hoy en el registro municipal, donde rezan bajo el nombre genérico Padrenda de Abaixo, del barrio en que se enclavan. Con ello se pierde la historia que encierra en sí la micro-toponimia. No en vano, de la Fonte de Rosas, los lugareños refieren su razón: “era una piedra de gran tamaño -rememora el vecino José Orcega Vázquez- donde por una grieta manaba abundante agua, y era el lugar donde solía pararse a abreviar las vacas al regresar del pasto, y allí, en torno a a fuente, estaba todo lleno de flores, ismo así lo recordaban los antepasados, y de ahí su nombre”.

La "Fonte das Rosas", hoy "de Baiuca" (en el registro de analíticas: "Carretera 1")

A la zaga no le va el mundo forestal, con un monte meañés cada vez más abandonado y donde los micro-topónimos son el prime lugar donde se están perdiendo ya con esta generación. Entre ellos, en el monte de Meaño se conservan nombre tan ilustrativos como Forca da Loba, Fonte do Crego, A Coenlleira, A Cacharela, o la Tomada Grande, este último que citamos porque, paradójicamente, es donde se enclava el cementerio parroquia de Meaño. Ya en el valle, algunos apuntan a mundo vegetal (As Figueiras, As Candeas, Maceiras) A Calzada (en recuerdo un profundo camino por donde corría agua y circulaban los carros, y que ya no existe). Otros rozan lo escatológico como el Cu de Boi (en el lugar de Pereiras), y algunos casan con la sonoridad poética: Trubisquido, Pradofrade (Prado do Frade) o Paradada.
En otras parroquias, como Cobas, perviven  en el monte topónimos como Pozo das Meigas, y mismo amenaza con perderse otros como la Fonte da Raposa (que tampoco figura en el registro). Y es Simes se mantienen nombre tan singulares como A Furna, Xocabeira, Os Cochos, A Raposeira o A Bulucosa entre otros. Y así cientos y cientos de micro-topónimos a lo largo y ancho de las siete parroquias del rural meañés, que están tocando el filo de caerse en el olvido. 

La app

La segunda parte de la charla, Vicente Feijoo, versó sobre la aplicación “Galicia Nomeada”, un proyecto que, desde su puesta en marcha en diciembre de 2019, cuenta hoy, con 32.381 micro-topónimos registrados, de los cuales 24.034 han sido ya validados por la RAG a través del servicio técnico de Toponimízate. El objetivo, explicaba Feijoo, era el poder contar con los escolares como guardianes de la toponimia meañesa, labor clave que evidenció con Silleda “donde la labor del IES permitió recuperar y registrar 1.600 micro-topónimos de aquel municipio”.
La aplicación, amén de la ubicación, permite incluir fotografías, explicaciones, leyendas y documentos relacionados con el topónimo. Asimismo, otros usuarios pueden plantear ampliaciones y sugerencias de modificación.


Una vez registrados los nombres con geo-radar, la herramienta, cuanto más completa, se tornaría tremendamente útil para campos como avisos de incendios forestales, “que permitiría reaccionar rápido a los servicios de emergencia ante avisos de los vecinos”, mismo a la hora de afrontar obras donde los propios nombres pueden advertir de riesgos. Otro de los campo sensibles, explicaba Vicente Feijoo, es la arqueología “dado que los nombres se ligan muchas veces a yacimientos en el subsuelo”. En Meaño casa de lleno con el toponímico de O Castro en un otero manifiesto en Dena, donde, de hecho, ya se hallaron vestigios que remiten a un asentamiento de entre el III y II milenio a. C.


Hazte guardián de la toponimia de Meaño pinchando en GALICIA NOMEADA (app)
 
La historia mancillada: Molde de fundición hallado en la colina de O Castro en Dena, para donde se anuncia la construcción de instalaciones fúnebres


Panorámica de la colina de O Castro en Dena


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