domingo, 11 de agosto de 2024

 

No pesa la edad. Nunca es tarde para reencontrarse con la música de toda una vida. Así lo entiende la Asociación Banda Unión Musical de Meaño que ha puesto en marcha la iniciativa para la creación de la BUMM Sénior. Se trata de una formación que nace con el objeto recuperar a antiguos músicos de banda u orquesta que, por los avatares de la vida o edad, habían aparcado la interpretación hace tiempo, pero en los que aún late el gusanillo de reencontrarse con la música bandística.

LA BANDA EN LA QUE NUNCA ES TARDE 

¿Atisba usted la inquietud de reencontrarse con la música grupal y el espíritu de banda? ¿O bien tiene un padre, madre, abuelo, o conoce a un antiguo intérprete que había aparcado la música, y que le gustaría volver, para socializarse, empatizar o trabajar psicomotricidad y mente a través de la música? Esté donde esté, Meaño le abre la puerta para ofrecerle la oportunidad para un reencuentro emocional, y hallar un solaz al que asirse entre semana para invertir -que no matar- el tiempo.


Banda de Cámara Sénior de la BUMM

La Banda Sénior de la BUMM que ha echado a andar es, por el momento, una formación de cámara que arranca con una decena músicos, la inmensa mayoría, integrantes que rondan el medio siglo de vida. Para unos, volver es una inquietud a compartir con sus hijos -cuando no sus nietos- que están enrolados en la Escuela Municipal de Música de Meaño. “Unas veces somos nosotros los que tiramos de los pequeños, pero llega un momento en que son ellos mismos los que lo tiran de nosotros y nos animan a volver a tocar”, reconoce uno de los integrantes. En la dirección ejerce, con tan sólo 23 años, un joven Antón Caneda Telmo (Sanxenxo), trompista forjado en la cantera de la BUMM, que cursó el Grado Superior de Conservatoria en trompa y que, actualmente, compagina con su labor de director en la Banda Xuvenil de la BUMM, más ahora la Sénior”.
“Para mí -reconoce Antón Caneda- es un aliciente alternar a lar dos generaciones tan distintas: los veteranos de la Sénior, y los cadetes de la Banda Xuvenil… Y yo ahí en medio, a mis 23 años, a caballo entre estas dos generaciones: una, que es la que está descubriendo este mundillo; y otra, la sénior, que es la que vuelve, y lo que me llama la atención de esta última es que lo hacen cargados de muchísima ilusión para revivir momentos”. En la Banda Sénior, explica, “tocamos pasodobles y temas que interpretaban antes y que habían marcado aquella generación suya, y los alternamos con algunas piezas nuevas y frescas”. “El objetivo -añade- en que la gente venga y que no se frustre porque las cosas no salgan después de tanto tiempo, sino que desempolven su viejo instrumento y disfruten de volver a estar juntos como antaño”.


Banda Sénior, con Marcos Castro (fliscornio) y Doro Santamía (trompeta)
 
Teresa Padín
Veteranía y tesón

La abuela de esta nueva formación es Teresa Padín Verela quien a sus 70 años es una de las veteranas más fieles y querida en la familia bandística meañesa. Natural de Xil, el violonchelo la cautivó ya de mayor, y esa es una pasión que se resiste a perder. “Me metí en la música ya con 57 años -explica-, animada porque mis hijas eran músicas, y esa pasión suya me fue envolviendo como madre”. “Tal fue mi afición -agrega- que durante muchos años estuve tocando con la BUMM, pero con la COVID, a mis años y con mi delicada de salud, me fui apartando”. Pero el nuevo proyecto, y la par su marido Pepe Chaves que siempre vino alentándola en la adversidad, ayudaron a reengancharla: “Me hace muy feliz volver a tocar -reconoce-, y aunque llegué a ese mundillo muy de mayor, siento que la música es mi vida”. Una Teresa Padín que a sus 70 años, deja el consejo para sus coetáneos: “Nunca es tarde para empezar en música, yo soy el buen ejemplo que demuestra que podemos iniciarnos a cualquier edad y que podemos volver a disfrutar de la música como un chiquillo”. Por esta razón -agrega- animo a cualquiera, sin importar las años, a matricularse en la Escuela de Música aún siendo mayor, y descubrir un mundo maravilloso que te da un aliciente para vivir y ver el mundo con otros ojos”.
Entre la decena de integrantes, algunos son repescados del mundillo de la orquesta, que habían dejado, cuando el directo sobre los viejos palcos de madera era el rey. Entre ellos, el meañés Martín Basdediós, natural de Padrenda, quien había sido en los años 80 saxofonista en orquestas como "Caravana" o "Principal", y que hoy se suelta en la Banda Sénior con la flauta travesera que también dominaba. O Doro Santamaría, trompetista de Vilalonga, que a sus 56 años rememora sus años sobre el escenario, formando parte en su día de orquestas como "Ritmo Joven", "Poceiro", "Solara", o "Pasarela" entre otras.
 
Matar el gusanillo

Samuel Sóñora (clarinete) o Marcos Castro (fliscorno), meañeses que, siendo niños,  integraban la primera generación de la Banda de Música de Meaño cuando su primera actuación en 1985 en Sanxenxo (tras su recuperación de sus años de ostracismo y desaparición), vuelven con a recargar pilas con la Banda Sénior. Samuel Sóñora reconocía que, tras dejar la música y la BUMM en 2004, “regresar ahora 20 años más tarde se hace para recordar viejos tiempos y matar el gusanillo”. Por su parte Marcos Castro  había dejado la música y el fliscorno en la Unión Musical de Meaño en 1995, cuando los estudios universitarios en la Escuela de Arquitectura pasaron a copar su tiempo. Hoy, sus hijos, Lara (flauta) y Marcos (trompeta), enroladas en las bandas BUMM, le han estimulado para volver al mundillo. “El espíritu que se vive en una banda -explica Marcos Castro- es algo muy especial, que no se entiende si no se ha vivido, volver te hace recobrar sensaciones que te realizan y gratifican mucho”.
Otros antiguos integrantes de la BUMM, que retornar en la flamante Sénior, son Avelino Pereira, tubista de Cobas, que tras una década apartado del mundillo; Paula Moreda (trompa), que regresa a sus 46 años, mientras sus hijas Claudia (oboe) y Olivia (que se iniciará este próximo curso con el clarinete) hacen sus pinitos en la EMMM; Sandra Martínez (saxo), Bieito Fontán (clarinete), o Juan Piñeiro (que asumió la percusión tras aparcar el clarinete por una dolencia), entre otros, y que también han comenzado a testar su vuelta al mundillo. Otros como Maribel Trelles -una las personas que abanderó el proyecto- son nuevas en estas lides. Sin complejos, ella desembarcó como adulta en el mundillo, enganchándose al saxo, a la par que su hija Mariña se volcaba con el oboe.

Una actuación de la Banda Sénior con jóvenes refuerzos

Contacto
Olga Pérez Sanmartín, presidenta de la BUMM, explica que “la iniciativa surgió a partir un grupo de mayores, con hijos o incluso nietos en la Escuela de Música o la BUMM”. “La Sénior -agrega- ensaya los jueves de 21 a 22,30 horas en el local del escenario de la Praza do Concello, y aquellas personas interesadas en formar parte, pueden personarse ese día de la semana en el local de ensayos, que a buen seguro le acogerán con los brazos abiertos, o bien contactar con nosotros a través de correo unionmusicaldemeano@gmail.com
“Está resultando una bella experiencia emocional -apunta Olga Pérez-, un estímulo para que la gente mayor empiece a estudiar o se reenganche, aporta mucho tanto en el plano cognitivo como de psicomotricidad fina, y ayudará a mantener agilidad física y mental”. En el alero, un concierto a finales del verano con motivo de la fiesta del socio de la BUMM. Una prueba más de Meaño es un municipio que respira música por los cuatro costados, y que sigue creciendo a través de una actividad, más que nunca, intergeneracional. Si nos lee y este proyecto despierta su curiosidad, no dude en contactar con Unión Musical de Meaño para la música de cada uno suene al unísono.
                       


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