domingo, 24 de noviembre de 2013

UN AÑO SIN JORGE DOMÍNGUEZ

El pasado miércoles 20 de noviembre se cumplía un año de la muerte de Jorge Domínguez, regidor que marcó una época como alcalde de Meaño durante 21 años, y como presidente de la Mancomunidade do Salnés durante ocho. Nuestro particular Ventanuco se abría en enero precisamente con una página de hemeroteca en recuerdo a su persona a través de su primera entrevista concedida a FARO DE VIGO en 1993. Y si un fotógrafo lo captó como ninguno a través del objetivo de su cámara a lo largo de estos años ese no fue otro que José Luiz Oubiña, otrora profesional de FARO DE VIGO.

Jorge Domínguez en un pleno durante su última legislatura. Foto: José Luiz Oubiña.


Al mediodía del pasado miércoles día 20 de noviembre, hacía exactamente un año, se conocía la noticia de un fallecimiento que conmocionó Meaño y por extensión la comarca. Aunque padecía un cáncer desde hacía justo dos años, enfermedad que sobrellevó con gran entereza, muchos se habían contagiado en ese tiempo de su vitalidad y confianza en la recuperación. Trabajador incansable, siguió ejerciendo su labor de servicio público como alcalde y, en su última etapa, también como diputado provincial hasta días antes de fallecer, acudiendo a diario a su despacho en la alcaldía y, en un ejercicio de superación, estando presente en actos públicos en una última época en que su salud se había deteriorado ya ostensiblemente. Él lo justificaba siempre: “el alcalde debe estar en la calle -solía decir- porque hay vecinos que con tan sólo verlo y saludarlo se sienten más felices, y eso no se lo puedes negar a la gente”.
A pesar de la enfermedad, y confiando en la recuperación, había decidido presentarse a la reelección en las municipales de 2011 en las que, pese a una campaña de la que estuvo ausente por su estancia hospitalaria, obtuvo por sexta legislatura una holgada victoria por mayoría absoluta. Su hija Rebeca Domínguez recuerda hoy como la suya fue una decisión firme: “él nunca dudó en volver a presentarse -asegura- y, si en algún momento lo hizo, creo que la enfermedad le borró esa duda: lo deseó si cabe con más ahínco, porque era una forma de continuar con la normalidad y de no venirse abajo, algo que, por supuesto, en casa respetamos profundamente”.
Su mano derecha en el concello en la última etapa, Lourdes Ucha Varela, tomó su relevo en la alcaldía. “De él aprendí la importancia del trato con la gente -reconoce hoy-, el estar en el despacho recibiendo a diario a los vecinos, sin cita previa alguna, para ayudarles a solventar sus problemas y las muchas horas que dedicaba a esta labor a lo largo de todo el año, de hecho él nunca se tomó un mes de vacaciones durante esos 21 años porque su vocación de servicio público era plena”.

Jorge Domínguez al poco de llegar a la alcaldía en 1991
Alcalde con 31 años
Tenía 53 años. Ingeniero técnico agrícola y técnico superior en riesgos laborales Jorge Domínguez Rosal se había casado con apenas 18 años con Milagros Pérez Gándara, matrimonio del que tuvo dos hijas. Durante la transición colaboró activamente con Germán Rodiño en la confección de su programa y la primera lista con la que éste consiguió la alcaldía tras las primeras municipales. En 1985 entra como funcionario en el concello de Meaño de la mano precisamente del propio Rodiño, ejerciendo eventualmente la secretaría. Su profundo conocimiento de las gentes del municipio y su vocación pública le llevan a encabezar un proyecto propio, Independentes de Meaño (IM), con el que se presenta a las municipales de 1991, cuando contaba 31 años, comicios que gana por mayoría desbancando a Rodiño, quien era alcalde desde la transición. Su proyecto independiente se mantuvo hasta el año 2003 en que, tras ser tentado en varias ocasiones, acepta integrarse en el Partido Popular con el que siguió contando con el apoyo abrumador de los meañeses.
“Él fue un valiente, en 1991 se jugó su futuro y el de toda su familia presentándose a unas elecciones en las que, si perdía, tenía asumido que iba a dejar su plaza de funcionario e irse a la oposición, lo que suponía renunciar a un futuro que tenía asegurado”. Quien así habla es Tino Otero Camiña, su mejor amigo en todos estos años, amén de su “jefe de campaña” como a Domínguez le gustaba decir. Amigos desde la infancia en el Lores natal de ambos, Otero Camiña se asentó en Sanxenxo -concello éste en el que trabaja como funcionario- pero mantuvo sus vínculos con Meaño a través de Domínguez, si bien hoy reconoce que “para mí Meaño sin Jorge se acabó para siempre". Tino Otero ensalza rasgos de la personalidad del que fue su amigo: “Jorge fue un caballero, en aquellas elecciones duras, con familias divididas, con gente que se portó mál con él... Y él nunca tuvo una mala palabra contra nadie, si cabe era más duro con los que estaban a su lado".
Domínguez jura el cargo de alcalde en junio 2011
“Prueba de ese saber estar, y esto -reconoce- lo sabe muy poca gente, fue que cuando entra en el Partido Popular y le organizan una cena a modo de celebración, él puso como condición al partido que el propio Germán Rodiño (quien había sido el alcalde popular desbancado por Domínguez 12 años antes) fuera invitado y estuviese presente en ella. Germán acudió y ese gesto se lo agradeció siempre a Jorge”.
Otero recuerda también el paso de Domínguez por la Mancomunidade do Salnés “que de aquella era un desastre,  llevaba cinco años sin rendir cuentas y en tan sólo tres meses de presidencia Jorge la puso al día”. Y prosigue en sus recuerdos: “te puedo decir que era el alcalde de la provincia más querido por los funcionarios, y eso que en las nóminas era un rácano con ellos, yo mismo, que soy funcionario en Sanxenxo, se lo decía en repetidas ocasiones, pero él no despilfarraba un duro. Era un gran gestor, elaboraba expedientes ante la administración que eran verdaderamente brillantes… Ten por seguro que si la política se midiera por preparación, capacidad y vocación de servicio público, y no por otros parámetros, Jorge hubiera sido un number one

Alcalde de derechas ¿gestión de izquierdas?
Su gestión se basó en los 90 en dotar a Meaño de unos servicios básicos de los que carecía (agua, basura, saneamiento…) para, a partir de entonces, incidir más en una apuesta social (centro de mayores, atención domiciliaria, guardería…), y hacerlo siempre dentro de una política de contención del gasto público, tan de moda hoy, y que se reducía a una máxima: “no gastar lo que no tienes”. Aunque militando en las filas populares muchos veían en él a un político progresista con tendencias de izquierda, lo que podría desprenderse, amén de su apuesta por las políticas sociales, de su firme defensa del sector público frente al privado, de ahí que servicios como la recogida de basura, la limpieza de edificios públicos, la explotación de la piscina, la guardería o el centro de mayores, entre otros, fueran asumidos -y lo siguen hoy- directamente por el concello meañés.

Otra imagen de Jorge Domínguez en su última legislatura captada en estado puro por la cámara de José Luiz Oubiña









  
Eso sí, su sentido crítico con el mundillo político se puso de manifiesto en más de una ocasión. “¿Ser diputado en el parlamento gallego? A mí lo que me llena es ser alcalde de mi pueblo no el ir allí a levantar el dedo” reconoció en cierta ocasión. O en otra cuando afirmó: “creo que el hecho de que concellos pequeños privaticen servicios como el de la basura habla mal de nuestra capacidad de gestión como alcaldes: el privatizar un servicio a la larga siempre ha de salir más caro a los vecinos”. O cuando justificaba la abstención de Meaño en la votación para adjudicar el mantenimiento del campo de golf del Monte Castrove: “no votamos a favor de ninguna de las empresas que se presentaba a concurso porque ningún concello aceptó nuestra propuesta ¿Qué cual era?: la de crear una empresa pública para tal fin”. Y alguna entre bastidores hablando de la corrupción, tan de moda hoy: “la política siempre te ofrece tentaciones -confesaba-, pero yo prefiero tener la conciencia tranquila y conformarme con un plato de comida caliente en la mesa”. O, cuando ya en su últimos años, en una carta abierta publicada en la prensa escrita criticaba que, en estos tiempos de crisis, el gobierno impidiera a concellos saneados como Meaño el poder pagar la extra de navidad a sus funcionarios. Y una última que sale de nuestro tintero: “pienso que lo mejor que puede ofrecer un padre a sus hijos es que éstos puedan ir con la cabeza alta estando orgullosos de haber ser hijos de ese padre”. Buena reflexión para un final ¿o no?.

1 comentario:

  1. Que gran político se perdeu o pobo! Desos que se preocupan polo interese xeral, deixando a un lado o do partido!

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