sábado, 15 de marzo de 2014

“SE VENDE” VIEJA CASA RURAL PARA REHABILITAR EN MEAÑO

Comprarse y restaurar una vieja casa de labranza gallega es la ilusión de muchos. Los precios del mercado han bajado en los últimos años con la crisis, pero en la mayoría de los casos no existe la urgencia de vender y no afloran por ello las gangas, pero sí atractivas oportunidades para hacerse con una segunda vivienda en el rural. Eso sí, la inversión que se requiere es doble: amén de hacerse con un terreno casi siempre amplio es necesaria otra buena inyección de dinero para rehabilitar una casa en ruinas. Cada una encierra su encanto plasmado a través de una historia de generaciones. Meaño cuenta con siete de estas viviendas en venta. Son, sin duda, una buena opción para instalarse en un municipio que presume de estar enclavado en pleno corazón de O Salnés y por ello un poco cerca de todo. 

La Casa de los Escoceses en Simes
La mayoría son viviendas de varios herederos, lo que de por sí complica la venta, más aún si estos viven en el extranjero. Tal es el caso de dos casas de Simes, ambas en barrio de A Igrexa que llevan años en venta. Sobre un soleado promontorio en la parte alta se encuentra la conocida como “casa dos escoceses”. Su nombre deriva de cuando la propietaria Regina Alonso, vecina de Simes, la vendiera en los años 80 a un matrimonio escocés, él director de cine, ella ilustradora de comics, quienes restauraron la vivienda, convirtiendo las viejas cuadras de la planta baja en habitaciones y manteniendo arriba cocina y salón. El matrimonio pasaba largas temporadas en Simes, pero tras la muerte de la mujer por una larga enfermedad, su marido la puso en venta. Desde entonces la vegetación silvestre se adueñó de una finca de unos 1.200 m2, y amenaza también con invadir la vieja casa que espera en una inmobiliaria de Sanxenxo la llegada del un comprador que pose en ella sus ojos.

Los herederos de Alicia Alonso venden desde Argentina
En la parte baja, en el límite con el barrio de Pazos y a pie mismo de la PO 303 que atraviesa Simes, se encuentra una segunda vivienda, ésta propiedad en su día de Alicia Alonso -hermana de la Regina antes citada-, quien emigró para Argentina en los años 60 para reunirse con su marido Manuel Caamaño quien se había marchado años antes. Alicia falleció al otro lado del océano hace un año y la casa, ya en venta desde hace un tiempo, pertenece ahora sus descendientes. La vivienda, enclavada de una finca de 4.000 m2, permanece en estado ruinoso y es la agencia de Javier Tovar en Sanxenxo quien gestiona su venta. Por casa y finca se pedían 200.000 euros, pero tal y como está el mercado las pretensiones han bajado a los 150.000. “Nos pregunta mucha gente por ella -reconoce Martina, agente de Javier Tovar- sobre todo personas de fuera que buscan la típica casa gallega para rehabilitar”. El ser varios herederos complica la venta “de hecho en su día no hubo acuerdo y rechazaron una oferta de 150.000, que es precisamente lo que se pide ahora” apunta la agente. Reconoce que hay alguna gente que “viene buscando gangas pensando entre 30.000 o 50.000 euros, pero en este tipo de casas es complicado porque suelen llevar consigo una finca grande, un hórreo… y todo eso supone un valor añadido”. 

La casa de los herederos de Josefina Barreiro en Meaño
Prueba de la amplitud de estos solares es la casa de los herederos de Josefina Barreiro Muñiz, afincados en Nueva York y que tienen a la venta una vieja vivienda del XIX enclavada en una “eira” de unos 9.000 m2, que se corresponde con el número 6 del barrio de Río da Vila en Meaño. Su antigua propietaria, viuda, vivió sola en ella durante años por cuanto sus hijos Carmen y Manuel Lage Barreiro habían emigrado a Estados Unidos. En los 90, ya anciana, Josefina abandonó su Meaño natal para trasladarse junto a su hija en Nueva York donde falleció en 1997, siendo su cuerpo trasladado a Meaño en cuyo cementerio parroquial descansa. La vieja casa, en estado ruinoso, permanece en venta desde hace más de una década. Vecinos de Río da Vila reconocen que al principio los herederos trataban de colocar vivienda y finca -soleadas sobre en una explanada con orientación sur- por unos 500.000 euros “pero no había quien se acercara ni de lejos a esa cifra”. Por ello piensan que estas pretensiones debieron recortarse un tanto en el momento actual. 

La vivienda que fue de Manuel Pazos en Covas
Pero si uno prefiere acercarse al mundo del vino las localidades de Cobas y Xil ofrecen sendas oportunidades. En la primera, en su barrio de Constenla se ofrece una vieja casa de labranza con dos alpendres, bodega con lagar, viejos barriles, horno artesano, viñedo y hasta dos sulfatadoras modernas, amén de aperos de labranza, un viejo carro de bueyes y garaje. Todo ello fuera propiedad de Manuel Pazos quien, según nos refiere su sobrino Luis Pazos, “falleció soltero hace tres años y no dejó nada hecho por lo que sus herederos son ahora cinco hermanos vivos más algunos sobrinos”. “Hemos puesto todo en venta -continúa-, y si no aparece comprador tendremos que plantearnos rehabilitar algo porque en pocos años se vendrá abajo el tejado y detrás de él todo lo demás”. Por lo de pronto ya han cortado la corriente eléctrica “pero si en el plazo de tres años no se repone la baja es definitiva, y para entonces el que venga tendrá que solicitar un nuevo enganche con el coste adicional que ello supone”. La casa se enclava en un solar e unos 3.000 m2 con vista a la Pousada de Cobas y, según apunta Luis Pazos, “hubo varia gente que mostró interés y la visitó, caso como un matrimonio de Vigo, otro Vilalonga... siempre gente de fuera, incluso algún constructor de Sanxenxo”. ¿El precio? Se partía de 200.000 euros pero, tal y como están las cosas, los herederos reconocen  la posibilidad de negociar ¿hasta los 150.000?

Manuel Cortiñas vende una casa con viñedos en Vadamor-Xil
La otra oportunidad ligada al mundo del vino se ofrece en Xil, concretamente en el lugar de Valdamor, donde se ha puesto a la venta una vivienda de cuatro generaciones atrás. Situada a pie de pista tras las bodegas de Albariño Valdamor la vieja casa, configurada en dos plantas, dispone en su entorno de un terreno de unos 8.000 m2, la mitad del cual cuenta con viñedos de albariño en plena producción. “En principio pensaba en rehabilitarla -reconoce hoy su propietario Manuel Cortiñas- porque fue la casa donde nací yo y mi madre que hoy tiene 90 años, pero al final compré vivienda en Cambados y, por unas cosas y otras, cambié de parecer”. “¿El precio? -responde cuando se le pregunta-, negociable, pero la finca tiene una plantación de albariño en producción, con todos sus derechos, que de por sí supone un valor añadido importante”. Manuel Cortiñas reconoce que le han llegado algunas ofertas “si bien, de momento, no me han convencido”.

La vieja vivienda de José Florindo que se vende en Padrenda
La sexta casa de labranza en venta se halla en Padrenda. En este caso se trata de un viejo inmueble propiedad en su día de José Florindo Otero, fallecido hace unos diez años según recuerdan sus vecinos del barrio de Padrenda de Abaixo: “Estaba soltero, vivía sólo y falleció con poco más de 60 años. Lo descubrió una vecina tirado en la era, posiblemente llevaba ya uno ó dos días muerto”, reconoce un vecino del barrio. En este caso fue preciso indagar para dar con herederos legítimos “porque él no tenía hijos, ni hermanos ni familia conocida”. Tras averiguaciones la herencia llegó a manos de primos lejanos en Argentina y Xil. Un cartel en una vieja puerta de la fachada remite a los teléfonos de contacto para los interesados en adquirirla. La casa se enmarca en una finca de unos 1.000 m2 cuadrados invadida de lleno por la vegetación silvestre entre la que emerge al fondo un viejo hórreo.

Los antepasados de José Luis Rodil construyeron su casa en1820
En el 22-A de Viliquín (Dena), cerca ya del linde con Sanxenxo, José Luis Rodil mantiene a la venta la casa de sus antepasados, cuya construcción se remonta al histórico año de 1820, cuando el pronun-ciamiento liberal del coronel Riego. En este caso se trata de un inmueble con 200 m2 edificados asentado sobre un solar de 1.800 m2. Es la séptima oportunidad de este tipo que ofrece el municipio meañés. “La vivienda -explica José Luis Rodil- quedó vacía hace más de 40 años cuando falleció mi abuela, que fue la última persona que la habitó”. Cuenta con un hórreo, bodega, dos pozos -uno artesano y otro de barrena-, un antiguo lavadero, corriente eléctrica, una pequeña huerta con frutales y una parra de viña que la circunda. “La puse a la venta para tantear un poco el mercado -reconoce su dueño-, pero la oferta más alta que recibí fue de 100.000 euros, y yo creo que, donde está situada, a pie mismo de carretera, vale bastante más dinero”. “Por eso -continúa- cuando le cayó el cartel ni me preocupé en reponerlo, pero sigo pensando en venderla si llega una buena oferta”.
Se interesó por ella en su día un vecino de Lugo, más otros de Sanxenxo y Meaño “pero ahora el mercado ha bajado mucho y por eso me puse a rehabilitar algo por mi cuenta porque se caía literalmente”. Así reconstruyó las viejas paredes de mampostería, el antiguo lavadero “y ahora, cuando mejore el tiempo, quiero hacerle al hórreo un firme en piedra que mejore su asiento”. Fontanero de profesión José Luis Rodil regenta un furancho en su casa de Vilalonga “pero allí me estoy empezando a cansar de subir escaleras y no sé si un día me vendré para esta casa porque el sitio aquí es tranquilo, ideal para montar un furancho”.

Viejo carro de vacas en la casa de Manuel Pazos en Covas
Estas son algunas de las casas de labranza en venta en el municipio meañés. Encontrarlas no es tarea fácil, porque más de una carece de letrero que anuncie tal venta y se requiere -nunca mejor dicho- trabajo de campo para llegar hasta ellas. Este reportaje ha pretendido ser una guía para facilitar el camino. A buen seguro que hay alguna otra joya dispuesta en el municipio para el comprador interesado, sólo es cuestión de paciencia y pasión por el rural.


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