En época ya pre-navideña rescatamos para este particular Ventanuco
una historia de este pasado verano, con Meaño y Venezuela como protagonistas,
para recuperar la emociones de la infancia. Y es que un grupo de
venezolanos de la promoción de 1975 del colegio de La Salle de la “tienda”
(esquina) Honda en Caracas, se reencontraban el pasado agost en Meaño, llegados
para la ocasión ex profeso desde diversas latitudes, a donde les había llevado
su vida profesional. Desde Miami, Bonn, Portugal y Venezuela, se desplazaban
para citarse en pleno corazón do Salnés. Meaño, fiel a su lema y que había sido
la tierra de Manuel Castro, promotor de esta iniciativa, fue el marco idóneo.
Para contarlo, ¿o no?
REENCUENTRO PARA EMOCIONAR EN EL "CORAZÓN DO SALNÉS"
Con el alcalde Carlos Viéitez en el Pazo de Lis (Meaño) |
En el atrio de la iglesia parroquial de Meaño |
El
programa de actos lo iniciaban con una recepción oficial en Meaño,
en la que eran acogidos formalmente por el acalde Carlos Viéitez.
La sede, el Pazo de Lis, cuya hemeroteca, una de las joyas culturales meañesas,
servía de marco. El regidor meañés les reconocía ser “un honor recibir en Meaño
a esta delegación y en un marco como este pazo”, invitándoles a conocer una
comarca que había sido tierra de emigración a Venezuela. Con ellos departía
sobre el albariño, que es hoy uno de los embajadores internacionales de la
comarca arousana, y cuyo viñedo fue precisamente una de las estampas que les
cautivaron en su llegada a Meaño.
En su visita a las Bodegas Paco & Lola |
Venezuela
Cuando se les pregunta por el momento del
país, se muestran unánimes en la necesidad de un cambio. “Venezuela -apuntaba
Manuel Castro- producía 5 millones de toneladas de acero al año, y hoy tan sólo
poducen 150.000 toneladas; o 3 millones de barriles de petróleo diarios, que
hoy se han quedan en 700.000… El país está en una caída libre, obra que un
gobierno corrupto donde los cargos se asignan por clientelismo, no por
capacidad, y que vuelve inoperante un país muy rico en recursos naturales”.
Luis
Emilio Ortega que, regresa con cierta asiduidad desde Miami, reconoce que “lo
único que sé es que, cada vez que llego me encuentro un país que, al día
siguiente, sé que amanecerá peor”. Leopoldo Salgueiro, que vive el día a día en
Venezuela, analiza la opciones de salida: “los venezolanos -apunta- pecamos
e inmediatistas, y muchos ansían ya una
intervención exterior para acabar con el chavismo. Otros apuntan a una
intervención interna de los militares, para un gobierno que acabe devolviendo
el país a la democracia. Y la tercera, y mejor, sería sentarse las partes y que
aflorara una vía pactista que pasaría por la negociación, pero los venezolanos
somos reacios a eso, no hay talante para esa negociación”. La clave de la Venezuela
de hoy, explican, ha sido el haber llevado la democracia participativa a las
bases desde inicios de los 90, pero para luego adoctrinarlas en favor del
chavismo y su defensa, abocando al país a la situación de hoy.
Vilagarcía
Encuentro en Vilagarcía con la cofradía Rías Baixas |
La delegación venezolana en en su viaje a tierras lusas |
La delegación aprovechaba también el viaje para una segunda en
casa de Fernando Bouca en Póvoa de Varzim (Portugal). Fueron dos días más para
disfrutar de un encuentro que cerraba el círculo de cinco
días balsámicos para el corazón.
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