Juan e Dios Román, O Grove 2007 (foto: Rasu)
El recién fallecido Juan de Dios Román dejó la huella de su paso por el balonmano grovense de manos del
Rasoeiro y Queco Fresco, un vínculo que se fraguó en 1984 cuando su llegada al
frente de la selección española para concentrarse en A Toxa y preparar en el
vetusto pabellón de Monte da Vila las Olimpiadas de Los Ángeles. A Galicia, que
era una tierra que amaba, regresaba siempre que podía, mismo en vacaciones y,
en los últimos años, por motivo del Campus de Tecnificación que llevó su nombre.
Su última aparición la hizo por tierras meañesas para dirigir a los campistas
un una sesión de trabajo en el pabellón de Coirón-Dena.
LA HUELLA DE JUAN DE DIOS ROMÁN
El
vínculo emocional de Juan de Dios con O Grove y comarca se iniciaba en 1984,
cuando el boicot decretado por la URSS a las Olimpiadas de Los Ángeles. Aquella
decisión de no acudir a los Juegos con la selección soviética de balonmano -que
era la vigente campeona del mundo-, abrió las puertas a última hora a la
participación de España. Al frente, un Juan de Dios Román que, junto con la
Federación Española, habían elegido la comarca grovense por sus condiciones
climatológicas, comparables en un arranque de verano a las que se esperaba
encontrarse en Los Ángeles a finales de julio.
El 'alma mater' del balonmano grovense Queco Fresco y
Juan de Dios Román en Portonovo, año 2014
Queco
Fresco lo recuerda de joven cuando, con un grupo de compañeros, venía de
gestarse hacía un lustro el Rasoeiro: “éramos unos chavales -rememora- cuando
Chuco Lorenzo, presidente de la Delegación Provincial, que por entonces no
existía aún la Federación Gallega, nos comunicó que la selección se hospedaría
en A Toxa y entrenaría en el pabellón de O Grove. Llegaba así un equipo con
Cecilio Alonso, Uría, Lorenzo Rico… que eran nuestros ídolos. Nosotros nos
entregamos esos días a que no les faltara nada: barríamos a cada paso la
cancha, que entonces era de cemento, para tenerla en condiciones, subíamos agua
a cada hora para que avituallar a los jugadores… Incluso esos días, que
coincidía con el cumpleaños de su mujer Elvira, nos personamos en A Toxa y la
sorprendimos con un ramo de flores para ella”.
Juan de Dios Román en Portonovo, año 2014
El seleccionador quiso compensar la entrega de aquellos jóvenes balonmanistas grovenses con la disputa en O Grove de un partido internacional preparatorio de selecciones por aquellos días, pero la Federación no autorizaba hacerlo sobre una cancha de cemento, por lo que tuvo que trasladarse al pabellón de Pontevedra. “Pero Juan de Dios -recuerda Fresco- se empecinó en que O Grove tuviera un partido de la selección, y se preparó uno contra la selección gallega que llegó dirigida por Fran Teixeira. Fue un partido impresionante que llenó el pabellón hasta la bandera”.
España-Galicia, 20 de julio de 1884 en O Grove. (foto: Rasoeiro)
Socio del Rasu
Juan
de Dios selló ahí su vínculo con el Rasu, primero dejando de regalo al club
todos los balones que había utilizado la selección en aquella preparación, y
luego formalizando él mismo su condición
de socio de la entidad, cuota anual que abonó gustosamente hasta que en 2005 el
club le nombró socio de honor, eximiéndole de abono alguno en lo sucesivo. Y a
partir de aquel 1984 el nexo grovense se agrandó fraguándose una amistad
personal con Queco Fresco, y que en adelante no hizo sino crecer con los años,
hasta el punto de que su regreso a Galicia se hizo habitual. “Mismo él con su
familia pasó unas temporada vacaciones -recuerda Queco-, dejando momentos
inolvidables, verdaderamente entrañables compartiendo aquí mesa y mantel muchas
veces en mi pequeña bodega”.
Fue
en 2007 cuando se fortalecieron aún más los lazos con la puesta en marcha del
campus de balonmano Juan de Dios Román, un proyecto que se gestaba en febrero
de aquel año, de manos del propio Queco Fresco y su Rasoeiro más la Federación,
en un encuentro en O Grove. Hoy, con las riendas de lleno en la Federación
Gallega, el campus JDR se ha convertido en un referente de formación
balonmanística en el norte de España.
1984 con cadete do Rasu en O Grove. Na esquerda, arrriba,
Juan de Dios Román e abaixo Queco Fresco (foto: Rasoeiro)
Juan de Dios Román e abaixo Queco Fresco (foto: Rasoeiro)
Campus JDR
El
propio Juan de Dios lo presentaba aquel 2007 en la Diputación de Pontevedra y,
cuando la cita, llegó a O Grove para dirigir a los 70 campistas en sus sesiones
magistrales. Por entonces, ya entregado a la dirección de la Fundación Ciudad
Real, recordaba su primer encuentro: “esta vuelta a O Grove -reconocía- significa
mucho para mí y me ilusiona. Primero a nivel personal, por cuanto me une una
relación entrañable con Galicia; y luego, a nivel didáctico, con un campus que
se concibe como un proyecto serio”, lo cual avala el tiempo con una trayectoria
de trece ediciones celebradas. Por ellas han pasado jugadores de la talla de
Rolando Uríos, Viran Morros, Eduardo Gurbindo, Chema Rodríguez, José Manuel
Sierra, Begoña Fernández, entre otros.
Juan de Dios e Tino no pavillón de Coirón, 2015
Fue
en 2015, cuando en el marco del Campus de Tecnificación JDR, el ex seleccionador
realizaba su última aparición en el campus. Y lo hizo precisamente en Dena, en
el pabellón de Coirón dirigiendo una sesión de trabajo sobre la cancha con los
campistas. En su entrevista con Faro de Vigo a las puertas de Coirón,
reconocía: “A mis 72 años (entonces) uno tiene todo el tiempo del mundo, y a
veces es cuando más se necesita. Cierto que al no tener ninguna obligación de
horario te lo tomas con mucha más tranquilidad. Dedico parte a la actividad
física, para mantenerme en forma, parte a recuperar documentación de escritos y
conferencias mías para ponerlas al día y, ocasionalmente, doy clases en algún
máster o en alguna actividad con niños en el balonmano de base en sitios donde
me reclaman”.
Juan
de Dios Román dejó el sello de una persona cercana, accesible, entrañable y con
una humildad que le alejaba de cualquier atisbo ego. Dejaba su consejo
constante a la nueva generación de balonmanistas: “lo primero -afirmaba-, que
no dejen de estudiar, después vendrá lo de entrenar”. Fue su último paso por
Arousa aquel 3 de julio de 2015 “mañana -afirmaba-, regreso a Madrid porque
precisamente hace 40 años que me casé con Elvira, y allí me esperan mi mujer y
mis hijos”.
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