Abrimos este Ventanuco como cada fin de semana
desde 2013. Sin más pretensión que entrener y despertar emociones con y desde
nuestro Meaño. En esta ocasión lo hacemos con el particular homenaje a uno de
esos meañeses que ha sido (y es) santo y seña. Nuestro reconocimiento por haber
contribuido tantos fines de semana a la felicidad de generaciones. A sus
92 años, Calixto Arosa Varela luce a diario, aún en una casa de la que no sale
en tiempos del covid, habitual traje y corbata. “Lo mío con él -reconoce su
esposa- siempre ha sido la imagen, desde joven vistió a diario así, lo sigue
haciendo, eso le reconforta”. Sus once años en el seminario le sirvieron para
convalidar y completar la carrera de Filosofía y Letras. Su faceta exitosa fue
la de empresario del cine y del ocio. Su secreto, la pasión por la literatura,
y sus pinitos a la hora de mecanografiar desde la Olivetti sus versos, a camino
entre la poesía y la filosofía: “Cuando no se puede alcanzar lo que se
quiere, hay que querer lo que se puede”, reza en uno de sus pensamientos
impresos. Foto: Calixto Arosa, hoy
“EN DENA LAS PELÍCULAS DE VAQUEROS Y ROMANOS ERAN ÉXITO SEGURO”
¿El
cine fue su primer negocio en Dena?
No, no. Antes abrí en ese mismo lugar la primera ferretería y droguería que existió en
Dena. Enfrente tenía el almacén donde vendía material de construcción. Luego
vino el cine y lo demás.
¿Recuerda
el título de la primera película que se proyectó en su cine Arosa aquel 1949?
No,
no lo recuerdo (ni tampoco su esposa). En cambio, sí recordamos aquella
película con la que estrenamos en cine nuevo, en 1958, con la Philips: fue
“Trapecio” una película con Gina Lollobrigida, Burt Lancaster y Tony Curtis.
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Centro de Dena a finales de los años 50, con el cine Arosa a la derecha |
¿Cuáles
eran las que tenían más gancho entre el los jóvenes de la época?
Las
de vaqueros y romanos. Cualquiera de ellas eran éxito seguro.
¿Recuerda
cuánto costaba la entrada en el cine Arosa en los 50?
Una
o dos pesetas, no más.
Nelly:
Recuerdo que en las primeras películas, con un público que nunca había visto
una película e iba por primera vez al cine, algunos, cuando veía tantos actores
en pantalla, llegaban a comentar: “¡A ver donde mete Calixto toda esta gente y
los caballos para darle de comer!” (risas).
¿En
qué días se proyectaba cine?
Lo
habitual era los fines de semana. El domingo se ofrecían dos funciones que,
creo recordar, eran a las 6 y las 8 de la tarde.
¿Recuerda
alguna película que mantuvieran en cartelera varias semanas?
No,
por norma se cambiaba cada fin de semana. Una vez proyectada en Dena, la
trasladaba un empleado e otros cines que teníamos en Rianxo, Asados y Sanxenxo.
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El presidente Adolfo Suárez en un acto electoral en Discoteca Arosa. A la derecha de todo, con gafas, Calixto Arosa. De espalda con chaqueta, el alcalde Germán Rodiño |
¿Y algún cliente especial en sus locales Arosa en Dena?
Sí,
como cliente recuerdo a Mariano Rajoy, cuando él era presidente de la
Diputación de Pontevedra. Solía venir los fines de semana con un grupo de
amigos de Pontevedra. Recuerdo que una noche, le cortaron las cuatro ruedas del
coche, y nos ofrecimos para guardárselo, que se fuera tranquilo y lo recogiera
cuando pudiese. Y también tengo muy presente la visita del presidente Adolfo
Suárez a inicios de los 80 con motivo de un acto electoral en Meaño, y que tuvo
nuestra sala como sede.
Nelly:
Recuerdo que una vez vino Miriam, la hija del Adolfo Suárez, que pasaba esos
días de verano con la familia en la mansión de “La Atlántida” de Raimundo
Vázquez en A Lanzada. Para Miriam buscaban una discoteca tranquila, y eligieron
Dena. Recuerdo que llegó acompañada por su pareja y dos guardaespaldas.
¿Fue
usted un visionario al apostar por el mundo del cine y del ocio cuando no había
nada en la zona?
No
sé si realmente lo fui. Yo siempre procuré estar atento a los cambios, a todo
lo que ocurría para anticiparme. Creo que eso fue una parte importante del
éxito.
Nelly:
Creo que, en parte, fue un adelantado a su tiempo, era muy intuitivo o quizás
que estuvo fuera de su sitio. Pero lo supimos llevar con mucha honradez en un
Meaño en el que, por aquellos años 50, como tantos sitios, era un pueblo muy
humilde, donde daba pena ver bajar a las niñas caminando bajo la lluvia en
invierno para llevarle la comida caliente a sus padres hasta las fábricas de
cerámica.
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Centro de Dena, con la discoteca Arosa a la derecha, inicios años 80 |
Tanto
que usted tuvo uno de los primeros automóviles en Dena… y el primer teléfono.
Sí,
lo recuerdo. Era un Renault que compré en 1955. Para ello tuve que desplazarme
hasta la fábrica que acababan de abrir en Valladolid y el vehículo me costó
64.000 pesetas. El teléfono, tras empecinarme mucho, logré traerlo para seis
vecinos, instalando una centralita en el estanco de Sineiro, desde donde se
daban las conexiones. Y en los años 50
logré que llegara la luz eléctrica a nuestro barrio de Ganón en Xil.
En
1983 usted hizo una breve inclusión en la política, concurriendo aquel año en
las municipales como alcaldable de Alianza Popular al concello de Meaño.
Mariano
Rajoy había hablado con su gente y me convencieron para ser candidato, aunque
eso no estaba en mis planes. En aquellas
elecciones ganó Germán Rodiño (por Convergencia Independiente). Con AP
obtuvimos tres concejales. Pero mi experiencia en la corporación duró sólo unos
meses.
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Cartel electoral, elecciones municipales Meaño, 1983 |
¿Por qué duró tan poco tiempo?
Porque cuando
vi como iba el ayuntamiento por dentro, el cómo se hacían las cosas, teniendo
que tragar mucho, mismo con facturas que no eran si eso, a mí no me parecía
normal, no estaba dispuesto a participar en aquello. Por eso me fui.
Mirando
atrás ¿le queda la espinita de no haber sido alcalde de Meaño?
No, para nada. Además el haberme presentado aquel año no fue por iniciativa mía,
sino que me convencieron. En verdad, aquello no era lo mío.
Carteles de época en Meaño y comarca que anunciaban
películas proyectadas en el Cine Arosa
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