domingo, 24 de junio de 2018


Rubén Moldes y David Couso se definen como dos románticos de la ganadería, apostando el primero por la cría de bueyes, y el segundo por los caballos. Estos dos jóvenes afincados en la localidad meañesa de Xil comparten afinidad y se han dado la mano para poner en marcha este verano en Meaño la “I Degustación Gastronómica de la Carne de Buey”. Será en el “Cequus Veiguiña”, una finca de 18.000 m2, que cuenta con un picadero cubierto que se reconvertirá para la ocasión en el espacio apropiado para albergar una degustación inédita en tierras salinienses y que se ofrecerá con carne exclusiva de buey meañés.

ROMÁNTICOS DE LA GANADERÍA EN MEAÑO


David Couso y Rubén Moldes con dos bueyes en el Cequus Veiguiña en Xil
Aunque natural de Sanxenxo, Rubén Moldes Montes, a sus 29 años vive afincado en el barrio de O Barreiro en Xil. Allí decidió hace algo más año dedicar tiempo y dinero a una de sus pasiones, la cría de bueyes, que compagina con su profesión de mecánico. Para ello acondicionó unas cuadras en la era de su casa donde actualmente cría cinco parejas de bueyes, procedentes de Cantabria, Portugal u Ourense entre otras latitudes.
“Hace uno y medio -recuerda- compré mi primera pareja de bueyes, dos tudancos que adquirí en Cantabria. Luego me fui haciendo con otras parejas: una de raza rubia gallega, otra de miñoto portugués, maronés ourensano… Siempre fui un apasionado de los animales, de lo contario no podría haberme embarcado en un proyecto como este que tiene mucho de romántico”.
Y es que la cría de bueyes es una actividad en la zona “sobre todo en la costa donde ya no hay bueyes, únicamente perviven en las zonas de interior, caso de Silleda o Lugo”, explica Rubén Moldes. “Hace medio siglo, en cambio, el buey era un animal frecuentes en el campo gallego porque tenían una gran capacidad de tracción, y a falta de los tractores de hoy, se empleaba mucho para sacar la madera del monte”. “Por esta razón -agrega- aún hoy los bueyes suelen comprarse por parejas porque son animales muy compenetrados que han trabajado juntos durante años. De hecho los que yo estoy criando tienen entre 3 años de vida los más jóvenes, y los 11 del tudanco cántabro”.

El ganadero de Xil, Rubén Moldes Montes, con los bueyes
“Adquirir una pareja de bueyes no es hoy excesivamente caro -explica el ganadero-, si bien luego está la labor de recebarlos y los cuidados para tener todo en regla”. “Lo primero que cabe tener en cuenta -matiza- es que, si son jóvenes, tienes que enseñarles a comer, conviene darle siempre comida pero la justa, a fin de que ganen grasa pero que no empachen. En cuanto al apartado sanitario tienes que vacunarlos todos los años para desparasitarlos, y un  veterinario cobra una 50 euros para cada pareja vacunada”. La alimentación se completa con pasto en verde un parte del año, más luego ensilado de maíz, avena, cebada, trigo y forraje, la mayoría del cual debe comprarlo nuestro protagonista en el interior.

En ganadero de caballos David Couso
Abaratar costes
Fue precisamente con el objeto de abaratar costes que le puso en contacto con otro ganadero meañés, en este caso David Couso, dedicado a la cría de caballo en su Cequus Veiguiña” en la misma localidad de Xil. “Cada uno de nosotros -explica David Couso- estábamos trayendo medio tráiler de cereal, en mi caso para los caballos y Rubén para los bueyes, por lo que nos pusimos de acuerdo para  fletar un tráiler completo cada cierto tiempo y compartir los gastos de porte”. “Esto -agrega-  nos sirvió para empatizar sobre este mundo, conocer mejor la actividad del otro y así generar una serie de sinergias comunes hasta el puntos de concebir esta jornada de degustación de la carne de buey”.
A David Couso le compraron su primer caballo, “Campeador”, con 12 años. A los 18 se formaba en Madrid como técnico en podología equina, estudios que completó luego con otros clinics formativos, y a los 20 años comenzó a gestar la idea disponer de una ganadería y un centro hípico propios. El proyecto cristalizó hace unos años sobre una finca heredada de su abuela Clara “A Veiguiña”, y en su recuerdo puso su nombre el proyecto. A sus 34 años de hoy, Couso cría en estas instalaciones 16 equinos e imparte clases de equitación a unos 70 alumnos. Estos dos jóvenes ganaderos se dieron la mano así para poner en marcha esta degustación.

Centro hípico Cequus Veiguiño que aocgerá la fieta-degustación
Buey de 1.000 kilos
“Estamos ultimando los detalles -explica Rubén Moldes- si bien tenemos claro que será en la primera quincena de julio en la finca de David. Para ello barajamos sacrificar en un matadero, con toda la normativa sanitaria, uno de los tudancos que estoy criando, que tiene 11 años y que pesa uno 1.000 kilos”. “Luego -agrega David Couso- toca macerar esa carne en cámara en torno al mes, y cocinarla en esa jornada para degustación del público, sirviendo esta carne, que es una de las más exquisitas del mercado, a precios populares, a modos de chuletón, hamburguesa, tartar y otras variedades culinarias”. “Además el público que lo desee tendrá la oportunidad de visitar y conocer de primera mano estas dos ganaderías, e interesarse por el mundo del cría del buey y del caballo, y prepararemos también algunos alicientes de ocio y diversión para el público, con el objeto de convertir la jornada en una referencia para poner en valor la ganadería, en especial la de buey, en nuestra zona de costa”.
Los dos aspiran a que sus pasiones den rendimiento en el futuro, sobre todo un Rubén Moldes que ha sido el último en llegar. “De momento esto no da dinero, todo son gastos -lamenta-, pero sueño con que en el futuro genere algún rendimiento familiar”. De cara a ese  futuro su ilusión es ampliar la ganadería: “en mi próxima compra me gustaría hacerme con un pareja de bueyes de raza barrosos, que son portugueses, y que son preciosos, y es que Portugal para nosotros es el paraíso del buey”. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario